Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

El gran engaño

En mi artículo de hoy en El País me refiero al engaño que supone achacar la crisis de la deuda pública a los gastos corrientes del Estado y, en particular, al exceso de gasto social. Puede leerse aquí.

8 comentarios

Santiago Salvador 17 de febrero de 2013 at 09:19

¿No está claro que de nuevo están practicando con nosotros la Estrategia del Shock promovida por Friedman, como ya lo vivieran Chile, Argentina, Iraq, el propio pueblo americano en los años 80…entre otros países?
Yo creo que está claro. Así que la pregunta es: ¿Cómo podemos evitar que nos sigan aplastando para, una vez debilitados, comiencen a llevar a cabo todas las reformas privatizadoras que se pretenden?

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Francisco Altemir 17 de febrero de 2013 at 11:50

Con esa mentira o mito están consiguiendo engañar a mucha gente que por otro lado es remisa a pagar impuestos y licencias. Que la administración autonómica y local funciona mal es un hecho. Que para abrir un negocio haya que recorrer múltiples oficinas es un hecho. Que para dar de alta o baja a un empleado haya que aguardar colas infinitas y que cuando parece que te va a llegar el turno el funcionario de ventanilla abandone su mesa para irse a tomar su café es un hecho que he comprobado personalmente para ir a dar de alta a una empleada del hogar por horas. De ahí la mala fama del funcionario. En estos tiempos de indignación los funcionarios que dan la cara ante el público deben de dar ejemplo de dedicación. Porque por ellos pagan todo el resto de funcionarios. Soy nieto e hijo de funcionarios, mi hermano y yo somos funcionarios jubilados, tengo dos hijos funcionarios y pienso que así como hay que extirpar de raíz los «asesores amiguetes», los nombramientos a dedo, hay que profesionalizar la Administración. Los franceses encuentran increíble que cuando cambia un ministro puede llegar a cambiar hasta los conserjes. No os escandalicéis: el dictador respetaba más la carrera funcionarial que estos mindundis formados en esas escuelas de delincuencia que son las «Escuelas de Negocios» en donde aprenden la forma de sortear la ley de la que los funcionarios de carrera deben ser guardianes. Hay que acabar con el problema eterno de los funcionarios de ventanilla que ya denunciaba Larra. Son los que desprestigian a todos los demás.

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Conrado 17 de febrero de 2013 at 13:28

Usted lo titula el gran engaño, yo creo que es la gran estafa oficializada. Escribe…El Gobierno español, por ejemplo, ha previsto recortes por valor de 39.000 millones de euros en 2013, y al mismo tiempo ha presupuestado 38.589,55 millones para pagar intereses. Lo comido por lo servido.
Esto se podría haber evitado simplemente haciendo que el Banco Central Europeo actuase como un auténtico banco central, prestando directamente a los Gobiernos y no a los bancos privados para que estos hagan el negocio del milenio financiándolos.
Más claro el agua. Gracias por expandir la luz en este caos de falsedades encubiertas por la forma de hacer.

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Antonio Gonzalez 17 de febrero de 2013 at 17:04

Lo seguro es que los pillos que crearon el Euro lo hicieron
de la forma que lo hicieron para obtener los resultados
actuales y por ese camino la enfermedad se agrava mas y
mas cada dia y se hara insoportable con el tiempo.
Entonces aflojaran un poquito porque son buena gente y
estan dispuesto a ayudar.

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antonio rodriguez 17 de febrero de 2013 at 18:17

¿Y tu crees que ellos no son conscientes de esa realidad? Yo estoy convencio de que si, pero ellos van a lo suyo, a hacer su contrarevolución ideológica. Se trata de cambiar el modelo económico, politico y social establecido hasta ahora en España. La crisis es solo la excusa.
Salud, República y Socialismo

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Conrado 18 de febrero de 2013 at 11:29

Hace tiempo que venimos escuchando que los mercados se auto regulan, lo que no dicen es que los gobiernos son auto regulados por las personas físicas y entidades que dominan los mercados.

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Cristina 19 de febrero de 2013 at 20:26

Comienzo a escuchar y a leer otro gran engaño: la causa de la crisis es la corrupción de los políticos.
Sin ir más lejos, dos notas más abajo en «¿Esto es lo que debe hacer una televisión pública?» así inicia el programa su conductor, y esta es la línea hasta el final.

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