El gran capital se asusta: no sabe vivir sin la teta del Estado

La crispación que se vive en la vida política española (y en otros países) no es casual. La protagonizan un tipo muy específico de políticos y se fomenta desde los grandes medios de comunicación que son propiedad u financian las grandes empresas y los bancos. Tiene un objetivo, minar la democracia representativa y alejar a la gente de donde se toman las grandes decisiones.