Se exiló primero en Suecia donde trabajó con el Premio Nobel de Economía Gunnar Myrdal, uno de los grandes humanistas del siglo XX y ahora injusta y desgraciadamente olvidado. Luego marchó a Estados Unidos en donde hizo una carrera realmente brillante, convirtiéndose en una de las grandes figuras en el estudio de las políticas públicas y muy especialmente en el campo de la economía de la salud. En una sociedad tan competitiva como la estadounidense fue capaz de lograr un altísimo reconocimiento, recibiendo numerosas distinciones, y allí es desde hace muchos años es catedrático en la prestigiosa Johns Hopkins University.
Con la democracia regresó a España y desde entonces no ha dejado de publicar, de asesorar y, en suma, de comprometerse, como siempre ha hecho, con las ideas progresistas.
En particular, ha analizado en diversos libros los efectos de las políticas neoliberales, la verdadera cara de la globalización y el estado del bienestar en España. Y, además, es uno de los intelectuales más valientes y coherentes, dispuesto a denunciar las imperfecciones de una transición que, lejos de ser ejemplar, ha dejado demasiado sueltos los hilos de la dictadura.
En su página web (http://www.vnavarro.org) se pueden encontrar todas sus obras más recientes y me limito aquí a resumir algunos comentarios que he escrito sobre su último libro para la revista Temas para el Debate.
Me refiero al texto El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias que ha editado Anagrama.
El libro es un repaso riguroso del estado del bienestar en España y de los efectos que sobre él ha tenido la imperfecta transición, esto es, nuestra imperfecta democracia, y las políticas neoliberales de nuestros días. Con gran cúmulo de datos, Vicenç Navarro analiza las grandes dimensiones del bienestar social en nuestra sociedad: la situación y la evolución de los gastos sociales, de la salud, la educación, o las pensiones y descubre las causas y las consecuencias de la “brecha” social que se mantiene respecto a Europa o, lo que es igual, de nuestro subdesarrollo en ese sentido.
Además de poner sobre la mesa la realidad de las cosas, me parece que el libro tiene otra serie de virtudes que lo hacen de lectura imprescindible para conocer la España de nuestros días.
En primer lugar, el reconocimiento de algo evidente pero que últimamente se disimula o incluso se niega: la existencia de grupos y clases sociales con intereses claramente diferenciados. Si bien el libro no es un análisis de las clases sociales en España, me parece que es muy útil para subrayar su evidencia y la manera tan dispar en que disfrutan o cargan con los beneficios y costes de las políticas socioeconómicas que se vienen aplicando en España. De ahí la constante e imprescindible referencia al poder y a las condiciones en que se ejerce en todas las dimensiones de la vida social.
Un segundo aspecto relevante es el análisis histórico del subdesarrollo social español, sus raíces en la noche negra del totalitarismo de Franco. Algo imprescindible cuando, para disimular los males del presente, los científicos sociales pasan de puntillas sobre lo ocurrido en nuestro inmediato pasado.
En tercer lugar, en este libro se hace patente una vez más que el subdesarrollo social de España, nuestra desconvergencia con Europa, es el resultado de decisiones concretas, de las prioridades establecidas por los diferentes gobiernos y, en suma, del privilegio que se concede a las clases privilegiadas mediante las políticas de estabilidad presupuestaria, de renuncia a la equidad fiscal o de privatización.
Por último, el libro demuestra que para generar bienestar no basta con aplicar medidas de gestión de la pobreza, la exclusión o la desigualdad (de las que se han atiborrado nuestras administraciones periféricas) sino que, sobre todo, es preciso que el Estado cree riqueza y la reparta sin generarlas. Todo lo contrario de lo que vienen haciendo los gobiernos de inspiración neoliberal.
Aunque pueda ser una cuestión accesoria respecto a los aspectos más académicos del libro, me parece que es necesario resaltar finalmente que en el texto se encuentran abundantes testimonios del compromiso personal e intelectual de Vicenç Navarro contra la dictadura y de lo que esta misma significó como forma criminal de gobierno. Algo de agradecer cuando todavía hay quien falsea la memoria histórica reivindicándola como un tiempo de paz y progreso.
En definitiva, y por todas estas razones, este último libro de Vicenç Navarro es de obligada lectura para conocer la situación social española y, sobre todo, el impacto del neoliberalismo. Es una obra fundamental para descubrir cómo nuestro atraso no es una desgracia natural sino el resultado de la forma en que ejercen el poder nuestras clases más adineradas.
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