El presidente ruso Vladímir Putin ha afirmado que envidia a su homólogo israelí, Moshé Katzav, acusado de violaciones, abusos y acoso sexual: «Transmitan mis saludos a su presidente. ¡Vaya machote! ¡Violar a una decena de mujeres! No lo esperaba de él. Nos ha sorprendido a todos. Todos le tenemos envidia», le dijo el ruso al primer ministro israelí.
Me resulta sorprendente que ninguno de los dirigentes occidentales que se muestran siempre tan puntillosos con Fidel Castro o Hugo Chávez en asuntos de salidas de tono o derechos humanos no hayan dicho nada sobre estas declaraciones. Como tampoco dicen nunca nada sobre lo que pasa en China, en Marruecos, en Arabia Saudí o en tantos países donde sus oligarcas asesinan y pisotean las libertades día a día, normalmente, para abrirle el camino a sus empresas.
Acabo de mentir: no me sorprende nada.
SUSCRIBETE Y RECIBE AUTOMATICAMENTE TODAS LAS ENTRADAS DE LA WEB