He pasado dos días trabajando con los amigos de Attac-Valencia, días intensivos y magníficos que espero fructifiquen en proyectos y más compromiso ciudadano frente a la sinrazón constante de las finanzas. Pero como no todo debe ser trabajar y trabajar, hubo un poco de tiempo para ver una exposición conmovedora de Steve McCurry. Sus fotografías son sencillamente preciosas. Son retratos de la pobreza, de ciudades inmoladas, de rincones que parecerían miserables si no fuera porque a través de su cámara se descubre la inmensa belleza que encierran la naturaleza y, sobre todo, los seres humanos, las mujeres, los hombres, las niñas y niños, o los viejos. Los seres humanos que muestran en su mirada el estupor y, al mismo tiempo, la imperiosa necesidad de mantener siempre y sin descanso la esperanza. No dejes de ver su obra aquí o aquí.
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