Ayer publiqué en Rebelión un texto sobre la distribución de la renta en España con el gobierno de Zapatero. Se habla poco de eso y es importante. ¡Veremos a ver si no se paga la inercia!
La distribución de la renta en la España de Zapatero: un flash
Publicado en www.rebelion.org el 22 de marzo de 2007
Según los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística en los ocho años que gobernó el Partido Popular en España la participación de los salarios en el total de la renta (digamos que la porción de la tarta que corresponde a los trabajadores) bajó del 50,61% (IV Trimestre de 1996) al 48,74 (IV Trimestre de 2004) o al 49,46% si se considera el IV Trimestre de 2003.
Esas disminuciones representan una transferencia bastante bastante grande desde los asalariados al excedente a lo largo de esos años.
Para hacernos una idea, por ejemplo, téngase en cuenta que la dismunición de finales de 2003 a finales de 2004 significó que los trabajadores se repartieron entonces (en comparación con el año anterior y en proporción) 1.622 millones de euros menos. Una cantidad que, por el contrario, se añadía al excedente empresarial.
En el año 2005 (que en sentido estricto fue el primero en el que Zapatero hizo política económica propia), el peso de los salarios en el total de las rentas pasó del 48,74% al 48,16%, es decir, que disminuyó 0,46 puntos. Y en el peso de los salarios en el conjunto de las rentas volvió a bajar 0,46 puntos, es decir, unos 1.206 millones de euros.
Estos datos (que se pueden seguir con más detalle en el cuadro siguiente) indican claramente que en los dos años de gobierno socialista prácticamente no se ha modificado la pauta de distribución de la renta en España, que sigue deteriorándose para los salarios a pasos realmente agigantados.
Es normal que esto suceda cuando se siguen manteniendo políticas fiscales cada vez más regresivas y cuando se favorece que las grandes empresas obtengan cada vez más beneficios a costa del control salarial y del trabajo precario.
El siguiente cuadro muestra los ingentes beneficios obtenidos por las grandes empresas españolas en 2006 y su incremento respecto a 2005.
Es verdad que el gobierno de Rodríguez Zapatero reitera que su voluntad es hacer una política más social pero a la vista de estos datos debemos preguntarnos si eso no es más que un desideratum porque a la hora de la verdad lo que está pasando es que los grandes beneficiarios de la renta y la riqueza siguen siendo siempre los mismos, e incluso en mucha mayor medida.
La situación se puede hacer grave porque la evolución del gasto social (que en cierto modo podría paliar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios de peso en el conjunto de las rentas) no está evolucionando en la tendencia que cabría esperar.
Según los datos que publicó el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, aunque lógicamente el montante total ha aumentado, la participación de los gastos sociales en el PIB disminuyó en 2005 (19,56%) respecto a 2004 (20,06%), 2003 (19,94%) y 2002 (19,97).
Esto significa que está disminuyendo el “esfuerzo” dedicado al gasto social, lo que de forma significativa muestra que las prioridades de reparto se alejan de la satisfacción de las necesidades que tienen los sectores de menor renta (que lógicamente son los que más necesitan los bienes colectivos financiados por el gasto social).
Hay que volver a llamar la atención al Gobierno para evitar que su política social sea puramente de cartón piedra y, en definitiva, para tratar de quebrar esta tendencia tan injusta y antisocial que el gobierno de Rodríguez Zapatero, a pesar de su discurso tan progresista, sigue aplicando prácticamente en los mismos términos que el anterior gobierno derechista del Partido Popular.
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