El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha prometido que eliminará el impuesto sobre el patrimonio si gana las elecciones. Una propuesta liberal que favorece claramente a los más ricos, que son los que lógicamente tienen patrimonio, y que se quiere justificar con argumentos claramente falsos, como se demuestra a continuación.
Antes que nada, sorprende que una medida de esta naturaleza, tan significativa desde el punto de vista del bienestar y la justicia, la proponga Zapatero al margen del debate de su partido, sin que sus militantes se pronuncien al respecto. Me consta que muchísimos de ellos no la comparten porque son socialistas honrados y consecuentes.
Además, Zapatero ha justificado su propuesta con argumentos verdaderamente falsarios e inconsistentes.
Ha dicho el presidente que el impuesto sobre el patrimonio, que pagan un millón de contribuyentes, se ha convertido en un tributo que «recae sobre las clases medias» pero «no sobre las más altas» que «encuentran fáciles mecanismos de elusión» (La noticia en el diario Cinco Días, aquí).
La argumentación de Zapatero (por llamarla de alguna forma) falla en dos aspectos esenciales.
En primer lugar, resulta que Zapatero miente cuando dice que se trata de un impuesto que recae sobre las clases medias.
¿Cómo va a ser que las clases medias tengan más patrimonio que las altas?
Es muy fácil demostrar que el Presidente del gobierno español engaña a los ciudadanos cuando hace esta afirmación.
Para ello, basta seguir letra por letra lo que indica la última Memoria de la Administración Tributaria española que elabora el Ministerio de Economía y Hacienda.
Recojo a continuación algunos párrafos que me evitan tener que hacer ningún comentario añadido:
a) Es verdad que el mayor número de declarantes tiene patrimonios relativamente poco cuantiosos y que podrían considerarse de “clases medias” (desde luego, no bajas):
– “La mayor parte de los declarantes, el 70 por ciento, se situaron entre 150.000 y 750.000 euros de base imponible. Las declaraciones con bases imponibles superiores a 750.000 euros representaron el 10,7 por ciento del total y las de menos de 150.000 euros supusieron el 19,3 por ciento de las presentadas” (página 156 de la Memoria)
– “La distribución del número de contribuyentes con base liquidable se concentró en el ejercicio 2004 en los tramos bajos y medios de patrimonio, de tal forma que más de la mitad, concretamente el 54,9 por ciento de los declarantes, declararon patrimonios inferiores a 275.000 euros. (página 178).
b) Pero la mayoría de los contribuyentes “de clases medias” tributa muy poco en comparación con los de “clases altas”:
– “Los declarantes con patrimonios netos inferiores a 400.000 euros, el 72,1 por ciento del número total de contribuyentes que consignaron una cifra no nula en la casilla correspondiente a la base liquidable, aportaron tan sólo el 24,8 porciento de la base liquidable total del ejercicio” (página 178).
– “En el extremo contrario de la distribución, se observa que los contribuyentes con patrimonios netos superiores a un millón de euros, el 6,5 por ciento de los declarantes de esta partida, absorbieron el 41,6 por ciento del importe total de la base liquidable” (página 178).
– “Los 727 contribuyentes que se encontraban en este intervalo, los cuales representaron menos del 1 por mil del total de declarantes con esta partida, generaron el 4,8 por ciento de la base liquidable del impuesto, con una media cercana a los 19 millones de euros por contribuyente, cifra que es 61 veces superior a la media global, la cual se situó en 311.164 euros” (página 178).
– “Los contribuyentes con patrimonios superiores a un millón de euros, el 6,6 porciento del total de declarantes del impuesto, aportaron el 61,3 por ciento de la cuota a ingresar del ejercicio 2004” (página 183).
c) No es verdad, por tanto, lo que el dice el Presidente Zapatero:
– Como se ve en el cuadro del final, los contribuyentes que, en un extremo, tuvieran un patrimonio de más de 10 millones de euros, tendrían una cuota media a ingresar de 111,205 euros. En el otro extremos, los que tuvieran un patrimonio menor o igual a 100.000 euros, habrían de ingresar una cuota media de 84 euros (página 182).
Es decir, si se elimina el impuesto los de “arriba” de esa escala ahorrarían 1323 veces más que los de abajo de esa escala.
El segundo argumento de Zapatero es casi peor que este primero: ¿cómo puede decir que elimina el impuesto porque las clases altas lo eluden?
Si los ricos eluden el pago de impuestos justos, lo que debería hacer un gobierno decente no es eliminar los impuestos sino corregir la situación, combatir los fraudes y conseguir que haya justicia fiscal.
Fuente: Memoria de la Administración Tributaria 2005
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