Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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Preparándose para la guerra, la Europa neoliberal se hunde en su propio lodo

Los dirigentes europeos hablan de guerra. O, mejor dicho, de su inevitabilidad. Nos dicen que la Unión Europa debe prepararse sin excusa posible para hacer frente al conflicto bélico y que nuestras economías y presupuestos deben dar prioridad al gasto militar. Incluso, en algunos países, preparan la movilización de miles de jóvenes.

Comentaré en otro momento lo extraño que resulta que esa convicción sea bastante ajena a lo que percibe la ciudadanía y, además, contraria al ansia de acabar con el fantasma de la guerra que animó a las grandes figuras que impulsaron la construcción europea. Ahora, simplemente quiero resaltar la cínica contradicción en la que caen todos esos dirigentes.

Desde hace décadas (no sólo tras la crisis), han impuesto políticas de austeridad que han producido una creciente pérdida de actividad, ritmos muy bajos de crecimiento económico y la desindustrialización progresiva, de la Unión en su conjunto e incluso de las grandes potencias como Alemania. Sirva como mejor prueba de esto que la industria de esta última representaba en 1991el 30,2% de su PIB y el 36,8% si se incluía la construcción. A finales de 2023, esos porcentajes fueron 18% y 24,2% respectivamente.

La causa fundamental de todo ello ha sido la progresiva caída de la inversión. Según los datos del Banco Mundial, en los años 70 representaba alrededor del 30% del PIB en los países europeos. A finales de 2022 fue del 25% para el conjunto de la Unión; pero las grandes potencias registran un peso mucho más bajo, 16% en Alemania y 17,3% en Francia.

Detrás de todo ello se encuentran las reglas de estabilidad presupuestaria impuestas como triple resultado de la incompetencia, los sesgos ideológicos y la servidumbre hacia el capital financiero de los dirigentes europeos.

Hasta el propio Fondo Monetario Internacional ha demostrado que, en 17 economías de la OCDE y desde 1985, la inversión pública fue el motor que atrajo inversión privada, impulsando así la producción (tanto a corto como a largo plazo) y reduciendo el desempleo. Justamente, el motor que se ha ido frenando constantemente en la Unión Europea al someterlo, en contra de la lógica económica más elemental, a las mismas restricciones presupuestarias que los gastos corrientes.

Las economías de todos los países de la Unión, sin excepción, han pagado esa estrategia que sólo ha beneficiado al capital financiero por una razón muy sencilla de entender: vive de la deuda a la que hay que recurrir cuando la actividad económica avanza a bajo rendimiento y, por tanto, con escasez de ingresos.

Ahora, los dirigentes europeos han de pagar la factura de sus errores y servidumbres anteriores.

El comportamiento de la economía rusa, a la que tantos daban por muerta en pocos meses por la guerra y las sanciones tras la invasión de Ucrania, ha sido una prueba del algodón: sólo los países con una base industrial potente, con economías centradas en la producción material de bienes y servicios productivos, pueden hacer frente a la guerra de nuestros días con cierta seguridad, sin que se hundan la actividad y el ingreso, y colapsen.

El empeño de convertir a la Unión Europea en una potencia militar con capacidad para hacer frente a sus supuestos enemigos es una quimera de los dirigentes europeos; justamente, porque ellos mismos la condenaron a la desindustrialización y al debilitamiento estructural al imponer las absurdas reglas de estabilidad presupuestaria.

No tengo la menor duda de que ahora darán la vuelta a sus principios para poder incrementar el gasto militar, pero la paradoja será que ni siquiera así se podrá aumentar la capacidad defensiva europea, al menos, a corto y medio plazo. Por el contrario, la militarización de la Unión aumentará nuestra dependencia de Estados Unidos y obligará a hacer renuncias muy lesivas en gasto productivo y social, lo que tendrá costes muy elevados para la mayoría de la población que (¡ojo a esto!) sólo se podrán soportar si, al mismo tiempo, se fortalecen las ideas ultraderechistas, xenófobas y militaristas.

10 comentarios

Felix Gil 24 de abril de 2024 at 18:48

Es cierto que Rusia produce armas, como lógica consecuencia de su pasado. Casi no tenían otro tipo de Industria.
La UE llevó sus fábricas a China. En pandemia se vió: no había ni mascarillas.
Ahora hay que hacer frente al expansionismo ruso, cuyos dirigentes ya invadieron en 2008 a su vecino Georgia y desde 2014 a Ucrania.
La UE necesita por ello Industria, para hacer mascarillas, armas o lo que en cada momento se necesite.
Fué un gran error no sólo no invertir, sino desinvertir y cerrar astilleros, siderurgias, fábricas textiles…
Y, como señala acertadamente Juan Torres, se debe a la primacía del capital financiero, de la especulación.

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Wenceslao 24 de abril de 2024 at 23:09

Señor Feliz, ¿Cree que todo el mundo debe de ser tratado con el mismo rasero o no? Usted dice «Ahora hay que hacer frente al expansionismo ruso, cuyos dirigentes ya invadieron en 2008 a su vecino Georgia y desde 2014 a Ucrania».
Y con Israel que hay que hacer, que lleva desde 1948 robando y matando a las personas de Palestina.
Y con USA que tiene mas de 750 bases militares por todo el mundo y bombardeando a países indefensos por no dejarse robar.
Sabe usted que lleva mas de 10 años encarcelado Julian Assange por mostrar a todo el mundo la carnicería en IRAK.
Y con la OTAN que arraso Libia y asesinó a miles de Libios y dejar al país sumido en guerras tribales .
Y con USA y la otan por su caridad asesinando Afganos para darles la democracia de la otan .
Le suena el nombre Eduard Snowden, por él podrá saber la poca «bondad de USA».
Creo que como dice el refranero español “Antes de barrer en casa de los demás, hay que barrer en casa de uno PRIMERO”.

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Dragonfly 25 de abril de 2024 at 02:03

Buena respuesta la de Wenceslao. Europa está como Ucrania, se han dejado gobernar y el resultado no será prosperidad, etcétera. Vale. Best wishes.

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Javier Giner 2 de mayo de 2024 at 10:52

Totalmante de acuerdo Wenceslao.
Por ello un grupo de personas, hemos decidido tomar las riendas de transformar el Continente Europeo.
Aqui en el siguiente enlace empieza el punto de inflexion del futuro de Europa:
https://www.faef.eu/es/federal-constitution/

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Agustín 10 de mayo de 2024 at 14:20

La guerra mundial es la propia inercia a la que nos abocan las contradicciones del capitalismo en su loca carrera por recuperar una senda creciente para la tasa de ganancias y frenar así su tendencia a la caída.

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Bilbo 15 de mayo de 2024 at 11:19

La industria ha bajado en Europa porque ha subido en China. Y eso es inevitable hasta que los sueldos en China se comparen con los de Europa. De no haberlo hecho ahora la deuda pública sería mayor, y no menor como arbitrariamente y sin pruebas ni justificación comenta el articulista.
Si Europa se hubiese centrado en mantener la industria del calzado o del plástico o de otros productos a base de subvenciones o tasas sólamente habría retrasado la entrada de productos chinos y el dinero malgastado habría dejado de ir a empresas productivas como Airbus o SAP o Siemens o etc…

Las políticas que con total desprecio el articulista tilda de «austeridad» se hicieron precisamente para dejar de malgastar el dinero. Fue el resultado de una Grecia falsificando su deuda pública mientras regalaba finero a sus ciudadanos por no hacer nada. Y es ese dinero tirado a la basura y la corrupción detrás del mismo lo que nos hace menos competitivos. Y también está detrás de las tensiones y tambores de guerra. Dejen de invertir la relación causa-efecto para mantener el discurso de los vagos y gandules.
Desde luego, el neoliberalismo ha resultado también una farsa de vagos y gandules, pero no estamos hablando de neoliberalismo vs eliminar politicas de austeridad. La austeridad se debe mantener y el neoliberalismo se debe exterminar. Lo único que funciona en la.vida real es el aumento de la productividad por trabajador a base de impulsar la meritocracia. Y sin austeridad y regalando dinero nunca va a haber metitocracia.

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Ag. 15 de mayo de 2024 at 13:25

Más bien es Rusia quien está haciendo frente al expansionismo otanista. Para Rusia es una guerra defensiva. Para la OTAN, al haber parado su capacidad productiva, es una guerra de saqueo: hacerse con nuevas tierras y nuevas poblaciones a las que saquear y que mantengan el imperio un poquito más. El enfoque occidental está destinado al fracaso, más tarde o más temprano. Se avecinan tiempos de dominio chino y ruso – y casi que es un alivio.

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Marcos 16 de mayo de 2024 at 00:29

La desindustrialización progresiva no es un fenómeno originario de europa, de hecho se originó con el que fuera CEO de Genera Electric: Roger B. Smith.

Fue el primero que empezó a vender las factorías y a llevarlas a países donde saliera más barato como China. Esto provocó que General Electric empezara obtener grandes beneficios. Lo que provocó que todas las empresas tanto de EEUU como de Europa empezarán a hacer lo mismo. Prueba de ello es el Rust Belt.

Dejándose llevar por la codicia no se dieron cuenta de que dependían de otros países que llegados el caso podrían no ser amistosos. Además por ejemplo, no se pueden hacer mascarillas urgentemente en caso de necesitarlas o no se puede reorientar una industria en caso de guerra como fue la Ford que durante la segunda guerra mundial construyó vehículos de guerra.

La economía occidental pasó de una economía de bienes más físicos como pueden ser coches a una economía de bienes más intangibles como pueden ser las finanzas.

La solución a esto pasa por abaratar mucho la energía, la energía de origen renovable tiene un precio muy bajo. Y gracias a esta energía barata hacer una reindustrialización basada en el uso intenso de automatización (las personas pueden seguir trabajando en el sector servicios) que produzcan gran cantidad de productos y ya no depender tanto de otros países.

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Iván Kónev 16 de mayo de 2024 at 17:34

Trump esta a la vuelta de la esquina, será algo bueno PARA solucionar la guerra de Ucrania y Rusia y la recuperación de Europa, sin el pirata anglosajón ni el abusador USA, y A USA no el queda otra que aceptar un nuevo gendarme mundial (China_rusia) y gracias a ellos no habrá otro ogro como la que dijo Fuck the E.U La secretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland . Es una plegaria , una suplica a «Dios» que los trabajadores al servicio de USA, Belicistas como la Ursula, borrell y compañía sean expulsados de Europa por el bien de todos.

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Luis Gonzalez 16 de mayo de 2024 at 21:28

Gracias Wenceslao

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