Entrevista sobre Podemos y sus propuestas económicas

Estimado Profesor me han interesado mucho sus respuestas a la entrevista que le han realizado. Es una pena que no sea ampliamente difundida. Creo que «La Sexta» debería hacerlo. Pienso que estamos en un momento crucial para que todos nos demos cuenta de que esto hay que cambiarlo. ¿Puede haber alguien mínimamente honrado e inteligente que quiera que todo siga, más o menos, como hasta ahora?.
Permítame que insista en lo que me parece sumamente importante para que el cambio sea posible: El estudio y reforma de todo nuestro ordenamiento jurídico. Y dentro de él, incluso previamente, yo diría CON CARACTER INMEDIATO, la dotación a la Justicia de todos los medios tanto técnicos como humanos, para que, de una vez por todas, se resuelva «SU TRADICIONAL LENTITUD».
Creo que igualmente es bastante importante que personas capacitadas y sobre todo, CON SENTIDO COMÚN, estudien en profundidad NUESTRA Constitución, y subrayo lo de nuestra por que no es verdad, todos sabemos que una mentira por mucho que se repita no se convierte en verdad. Sería interesante conocer exactamente: Qué % de la población botó. Cuántos botos nulos, cuántos noes, cuántos en blanco. Me consta que tanto la campaña del miedo al pasado como la falta de rigor en los cómputos para nada se tuvieron en cuenta; pero incluso obviando todo el proceso, la actual generación tiene derecho a diseñar un futuro que va a ser SUYO y cada vez menos de los que en su día acudimos a las urnas. ¡Salud y Solidaridad para todos!

El problema de Podemos (que es también el problema de España y de todo el mundo neoliberal) es que la democracia, los derechos humanos y la justicia social siguen siendo una utopía por culpa de los poderes fácticos tradicionales, que tienen fueros propios y a los que se sigue entregando el gobierno de las instituciones públicas. Tras la macroestafa de la burbuja inmobiliaria y del fraude fiscal, lo último que cabía esperar es que De Guindos fuera ministro de Economía y Montoro de Hacienda. Su presencia en las instituciones públicas, ocupando cargos de máxima responsabilidad, no puede tener otro objetivo que el de tranquilizar a los mercados, garantizarles que todo seguirá igual.
Lo inaceptable por tanto es que su nombramiento lo haya realizado la persona elegida en las urnas, en un sistema de sufragio universal y pluripartidista, que prometió sacarnos de la crisis, respetar los derechos sociales y cumplir fielmente la Constitución (en lo que no puede alegar ignorancia por el modo primoroso en que defiende el principio de legalidad en el contencioso de Cataluña).
Ni siquiera necesitaríamos que se reformara la carta magna para poder hacer realidad las propuestas de Podemos. Al contrario, son la versión más fiel de sus preceptos normativos y la más ilusionante y creíble iniciativa en el ámbito de la política (frente a los mercados) desde 1978. Para que la Utopía llamada Podemos pueda convertirse en una herramienta profundamente transformadora lo único que se necesita es que los mercados y los mercaderes abandonen la política o, al menos, lograr evitar que una clase social tan insignificante (en votos) siga convirtiendo los procesos electorales en una farsa de carrera de relevos entre sus partidos compromisarios, donde el partido alternante toma el relevo en el preciso lugar que lo dejó el partido cesante, sin cuestionar ninguna medida tomada por este, por muy furibundo que haya sido su discurso en campaña (para que los votos no escapen a los partidos “antisistema” o “populistas”).
Si el PP está haciendo una política tan impopular es en la confianza de que otros partidos de la casta la continuarán, hasta que llegue el día en que esa laguna sin fondo contra las mayorías humildes que es la dictadura de los mercaderes les permita erigirse de nuevo en salvadores de la patria. Si se han activado todas las alarmas en el sistema, no es ante la posibilidad de que el partido de la alternancia pueda derrotarles (el PSOE) sino de que un partido compromisario del 90% inferior en la escala social pueda provocar que el sistema diseñado por la clase dominante y hábilmente tutelado por sus poderosos medios de comunicación salte por los aires. Aquí reside la única utopía sobre la viabilidad de un programa al servicio de la democracia, los derechos humanos y la justicia social, como siguen poniendo de manifiesto los gobiernos de naciones como Bolivia, Ecuador o Venezuela, refrendados una y otra vez en las urnas, sin otra oposición significativa que el poder de los lobbies y medios de persuasión de una clase social minoritaria y, por tanto, insignificante en el ruedo político.

Hola Juan aqui te dejo la pagina que se ha creado para reunir firmas a nivel europeo e impedir que se apruebe el tratado transatlantico de libre comercio, el (ttip). Por favor difundelo. gracias . Antonio
http://www.stop-ttip.org