Cuarta edición digital de Coronavirus y economía

Estimado Juan :
Mi nombre es Germán A. Polanco Iturriaga, empresario y economista. Egresado de ESADE en Barcelona y vivo en mi país, Chile, desde que salí de la Universidad. He leído la recopilación de artículos en tu libro «Conavirus y Economía» que me hiciera llegar amablemente un «amigo a la distancia», el Prof. Josep Domenech de ESADE. Siempre me ha gustado leer artículos económicos de La Vanguardia y El País, si acaso porque eran los diarios que leía en mi época por allá y también por el cariño que le tengo a esa tierra.
Hay muchas cosas que me gustaría comentarte sobre los artículos, desde – y perdona mi sinceridad – que en los inicios hay mucha critica sin aportes sobre las mismas y/o como reemplazarías lo que hace el Gobierno y la UE hasta los últimos, con aportes y cuestionamientos brillantes, que comparto en su casi totalidad.
Con todo Juan, quiero primero felicitarte por el aporte. Rescato claramente y comparto el tema de la globalización y el fuerte retroceso que sufrirá cuando esto pase, así como que tenemos que repensar prioridades, pues el mundo hace mucho tiempo viene poniendo al Dios dinero, como paradigma de éxito, no solo para las personas sino para los países.
Me gusta ver lo que hacen Uds. y ver lo que hacemos nosotros, así se aprende más, y hoy creo que Chile esta más bien parado que España y muchos de sus países para salir bien parado de esta crisis, sin embargo, el tema es similar al vuestro y se refiere a si el actual gobierno no aplica como tu dices, las medidas en forma correcta, será peor el remedio que la enfermedad. Mi país como contrapartida, tiene una espada de Demócles adicional y muy peligrosa, quizás peor que esta pandemia y es que sufrió un fuerte estallido social el pasado mes de Octubre, que solo se interrumpió por el miedo a la pandemia y la cuarentena, pero esta latente y cuando esto pase, sea mañana o en un año, explotará nuevamente y dependiendo de las cartas y forma como juegue el gobierno, este puede ser letal.
Con todo si te interesa, algunos por acá que estamos propugnando un sistema que usamos solo una vez en la década de los 80, para salvar la banca. Es el llamado «capitalismo popular» que nunca entendí porque no se usó en la crisis del 2008 en tu país y que en simple es, que el apoyo del Estado a las grandes empresas no se hace en forma directa, sino inyectando el dinero a través del público en general, obligando a estas una ampliación de capital la que es suscrita en su totalidad por la ciudadanía, bien sea con recursos propios o préstamos estatales directos.
En la única oportunidad que se usó, fue todo un éxito por lo que espero que nuestro gobierno la use esta vez y con mejores ajustes, para que beneficie hasta los trabajadores del las grandes empresas.
Si es de tu interés, estaré gustoso de comentarlo contigo.
Un abrazo desde Chile
Germán