Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Alfonso Guerra y la izquierda

Leo una entrevista en la que Alfonso Guerra afirma que no identifica a Baltasar Garzón con la izquierda. Cada vez le doy menos importancia a los encasillamientos nominalistas pero la verdad es que me resulta chocante esa afirmación. Salvo que Guerra identifique la izquierda con los recortes brutales, la reforma constitucional y las demás medidas «contra» la crisis que tomó Zapatero y que él apoyó y permitió que salieran adelante con su voto en el Parlamento.

Todos tenemos incoherencias pero a algunos se les nota mucho más que a otros.

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14 comentarios

Beimler 1 de junio de 2013 at 11:47

Garzón tiene mala prensa en Catalunya por los desmanes que se cometieron en las detenciones «preventivas» que dirigió antes de la celebración de las Olimpiadas.Quizá tenga razón Guerra por una vez,porque no parece que maltratar a los detenidos políticos se pueda identificar con la izquierda,aunque él no lo diga por esto,claro.

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Santiago Giménez 1 de junio de 2013 at 12:06

Ese es tonto y nos toma a los demás por tontos.
Pero el problema es que de listo y sabe que no tiene razón.
Pero dice lo que dice para mantener las cosas como están para su interés.

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Pep Pacheco 1 de junio de 2013 at 12:34

Alfonso Guerra se arroga una identidad de izquierdas y socialista -contrario, por definición, a cualquier nacionalismo que no sea el español- que jamás a demostrado con los hechos. Su verborrea chistosa contra la derecha política y su odioso sectarismo a quien intente señalarle por la izquierda, no son más que recursos «literarios con música de Mahler» para esconder su ego de «hombre de estado» que, junto a sus íntimos amigos Abril Martorell o Broseta, impulsaron la denominada Batalla de Valencia para que el País Valencià renunciara a su identidad como pueblo, a su lengua, a sus instituciones, a su estructura económica,… y dió a la derecha valenciana -que cuenta en su interior con un sector determinante claramente fascista- la hegemonía social que dura ya casi veinte años. Afortunadamente el tiempo va poniendo a cada uno en su sitio y lo que proyecta hoy, el otrora poderoso vicepresidente de casi todo, incluído el GAL, es de un patetismo abrumador. Este y Rosa Diez son las dos caras de la misma moneda.

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economistaexiliat 1 de junio de 2013 at 12:50

De la actividad política de Guerra no deriva, por contraste, que Garzón sea de izquierdas; su trabajo contra dictaduras o la corrupción no denota más que un cierto progresismo cuyas contradicciones son notorias (escuchas ilegales, desinterés por las torturas etc.), y que no le impidió participar en el Gobierno más derechista que ha tenido el PSOE (el último de González), del que dimitió denunciando la corrupción, pero no la insensibilidad social del mismo.

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Chesus 1 de junio de 2013 at 13:44

Como no va estar contra las primarias Alfonso Guerra ¿Hubiese estado más de 30 años como diputado en el Congreso? Habría que verlo.
Garzón es un referente moral de primer orden para millones de españoles, claramente tiene miedo de que logré cuajar su candidatura política. Es solamente miedo. Pero los ciudadanos no somos ni tan estupidos ni tan manejables como piensa D. Alfonso y otros muchos de la elite política y económica. Aqui se esta moviendo algo, conciencias, identificación de clase, movimientos sociales, la voluntad de dejar de vivir atemorizados laboralmente, socialmente, de vivir como hombres libres y no como SIERVOS

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Curro Rodríguez 1 de junio de 2013 at 20:23

Al parecer el Sr. Guerra sabe qué es la izquierda y sabe también donde está. Es un consuelo. Al menos alguien en España lo sabe.
Yo no. Lo digo con humildad y con un poco de vergüenza. Yo no sé donde está la izquierda. No sé qué es lo que hace.
Creo sinceramente que el PSOE es derecha con cara amable. Nada más. Y, desde luego, este señor que presume de tanta honradez, más le valdría hacer examen de conciencia y valorar su alícuota parte de responsabilidad en esta situación a la que nos han abocado los partidos políticos gobernantes, que digo yo que alguna responsabilidad tendrá… ¿O no, señor Guerra?.

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Arturo Ferrín 2 de junio de 2013 at 05:36

Acerca del «izquierdismo» de este personaje (acompañante de “Isidoro” al Congreso de Suresnes), puede ser útil leer el reciente lbro de Alfredo Grimaldos «Claves de la Transición».
Sirva una reseña:
“Grimaldos publica el testimonio del general Manuel Fernández Monzón, enlace de los servicios secretos de Carrero Blanco con la CIA: “No es verdad todo lo que se ha dicho de la Transición. Como eso de que el rey fue el motor. Ni Suárez ni él fueron motores de nada, sólo piezas importantes de un plan concebido al otro lado del Atlántico. Todo estuvo diseñado por la Secretaría de Estado y la CIA”.
Cuenta este oficial retirado que el SECED, los servicios secretos de Carrero Blanco, coordinados con la CIA, escoltaron a Felipe González para que consiguiera en 1974 la Secretaría General del PSOE en el Congreso de Suresnes. Fernández Monzón era entonces capitán en el SECED (Servicio Central de Documentación): “El SECED expide los pasaportes que permiten a Felipe González y a los suyos viajar a Francia y escolta al emergente político sevillano hasta Suresnes. En un restaurante de la calle madrileña de Santa Engracia hablamos con Felipe González, en presencia de Enrique Múgica, para garantizarle su viaje a Suresnes. Otros compañeros se entrevistaron con Nicolás Redondo que entendió enseguida que debía ceder el puesto a un Secretario General más joven y con otras características. José Faura, entonces oficial del SECED, tuvo un destacado papel en aquellos acontecimientos. Llegaría a general y fue Jefe del Estado Mayor del Ejército veinte años después con Felipe González como presidente del gobierno. Le pedimos a Willy Brandt, presidente de la Internacional Socialista, que le diera la patente al sector renovador del PSOE. La operación salió perfecta. Felipe González fue el hombre más importante de la Transición y el que mejor la comprendió. No tuvo ninguna duda de que había que conservar la monarquía”.
No tuvieron éxito los espías franquistas y sus patrocinadores de la CIA en el intento -confirmado también por Fernández Monzón- de sustituir a Santiago Carrillo por Nicolás Sartorius en la Secretaría General del PCE.
La CIA y la socialdemocracia alemana se turnaron celosamente en la dirección de la Transición española para aniquilar a la izquierda comunista.
(*) “Las claves de la Transición
De la muerte de Carrero Blanco
al referéndum de la OTAN”
Alfredo Grimaldos
Ediciones Península

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Segundo 2 de junio de 2013 at 10:08

Bajo mi punto de vista Garzón ha tenido a veces actuaciones que no sintonizan con la izquierda, pero Guerra y su partido yo creo que no pueden dar lecciones de izquierdismo a nadie.
Con ponerse la etiqueta de izquierda no basta, esto se ve con la práctica diaria.

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Beimler 2 de junio de 2013 at 11:02

Todos sabemos lo que son Guerra y Felipe González,apoyados por la CIA y los servicios secretos franquistas.Pero Garzón,por su confusión ideológica y sus antecedentes de malos tratos a detenidos políticos, no sirve como candidato de la izquierda.Vamos,por lo menos yo no le votaría ni loco.Sí votaría,por ejemplo,a Vicenç Navarro.En todo caso,hay que buscar a otro candidato,distinto de Garzón.

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Pastora 2 de junio de 2013 at 15:07

Juan Torres lo dice con precisión «todos tenemos incoherencias», que bien entendido,creo yo, no está diciendo que Alfonso Guerra, en verdad no fué, como no es, de izquierda. El debate, la reflexión, está, en mi opinión insisto, en qué ocurrió con la Izquierda Europea que ha devenido en algo parecido en ese «ambiguo espacio ideológico» de Centro político, absolutamente insostenible.
Todo esto lo escribo a razón de que tan peligroso para un proceso de recuperación de la Democracia en España es el turbio espacio de Centro, como no reconocer diferenciarse entre Alfonso Guerra y, por poner un ejemplo pasado, Acebes, Mayor Oreja, Alvarez Cascos y un largo etc.
Sería como mezclar políticos (de decisiones fallidas) republicanos con la derecha golpista de la época. Creo yo que un pensamiento indiscriminado es peligroso.

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antonio casero 2 de junio de 2013 at 17:31

La historia del Psoe hay unas lagunas que ahora se ve con más claridad el lado oscuro de esa época.Una de las prioridades era que el gobernar no era solucionar problemas sino en conseguir desmovilizar a toda la sociedad civil para emprender su proyecto sin estar comprometido con ellos.
La catadura moral se ve cuando uno escribe sus memorias en vida, ya que intenta justificar su pasado.
Este hombre tiene un gran problema con su síndrome de Hybris…………….

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Juan 2 de junio de 2013 at 17:53

Alfonso Guerra no identifica a Baltasar Garzon con la izquierda porque hace 30 años que perdió el norte. Alfonso, considerará que ser de izquierdas, es firmar con la iglesia católica la prorroga de sus privilegios o que cualquier politico, por haber sido diputado unos años tenga derecho a la pension máxima de jubilación,… . Puede ser por la edad que ya tiene, pero sé que se le ha olvidado completamente lo que es ser de izquierdas,

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José 16 de junio de 2013 at 11:28

Otra perogrullada más. Evidentemente si estaba con Felipe en su ultimo gobierno era por ser de derechas como Felipe, como Guerra etc. etc. . El «único» Garzón que parece tener algo de izquierdas se llama Alberto. Jueces que cierran periódicos, por poner un ejemplo, no me parecen muy de izquierdas. Igualmente me parecen totalmente antidemocráticas/os leyes y jueces que ilegalizan partidos. El delito de «opinión política» existe en España, aunque lo enmascaren con verborrea legalista.

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