El ex presidente del gobierno español José María Aznar acaba de opinar sobre la crisis económica en la línea de su forma habitual de pronunciarse: tratando de dar gato por liebre cuando se trata de comparar lo que hizo su gobierno con lo que hace el actual de Rodríguez Zapatero.
Dice Aznar que «la crisis de hoy es la cosecha de los últimos cuatro años. Es la cosecha de los últimos cuatro años de gasto público excesivo, de subida de los impuestos y de ausencia de reformas económicas».
El argumento es cainita, demagógico y falso. Pero no resiste medio asalto así que lo rebatiré en pocas palabras y de la forma más evidente e intuitiva:
Primero. ¿Es la crisis una cosechada de cuatro años de gobierno socialista?
Si la crisis solo se padeciera en España quizá podría decirse que es la cosecha de cuatro años de gobierno socialista. Pero ¿cómo aceptar ese razonamiento cuando otros países (entre ellos, por supuesto, los gobernados por los amigos ideológicos de Aznar, como Bush), la padecen en igual o incluso mayor grado?
No vale la pena, pues, perder ni medio segundo en este argumento
Segundo. ¿Es el gasto público excesivo de Zapatero el origen de la crisis?
La expresión «gasto público excesivo» es una expresión vacía si no se concreta. ¿Qué es excesivo y qué no? ¿El gasto en becas que redujo Aznar era excesivo? ¿o quizá lo era el gasto social en general, cuyo porcentaje sobre el PIB bajó con Aznar?
En cualquier caso, la afirmación es demagógica y sin fundamento porque lo que sabemos con certeza es que cuando Aznar dejó el gobierno, el presupuesto del Estado registraba un déficit equivalente al 0,3% del PIB mientras que a final de 2007 se registró un superávit del 2,2%.
¿Cómo puede Aznar calificar de excesivo al gasto público de Zapatero y culparlo de la crisis si con su gobierno se registraba déficit y con éste último superávit cuando se desencadenó?
Tercero. ¿Son las subidas de impuestos con Zapatero la causa de la crisis?
También en este aspecto utiliza Aznar un argumento inválido, por no calificarlo de una forma más hiriente.
La verdad es la siguiente: cuando Aznar llegó al Gobierno la presión fiscal en España era del 33,7% del PIB y cuando se fue en 2004 había aumentado al 34,45% del PIB.
Por tanto, y aunque ahora lo disimule, la verdad es que Aznar subió los impuestos de los españoles.
De hecho, según el informe «El futuro de la fiscalidad. Propuestas para un tejido productivo más competitivo», elaborado por el Instituto de la Empresa Familiar los españoles soportaron con Aznar el mayor esfuerzo fiscal de todos los países de la OCDE.
Lo que le pasa a Aznar es que confunde una cosa fundamental: el aumento de la presión fiscal global con los impuestos que pagan los ricos, que fue lo que él redujo.
Según el estudio «Simulación sobre los hogares españoles de la reforma del IRPF de 2003» del Instituto de Estudios Fiscales, los hogares más beneficiados en términos de renta neta por la reforma fueron los de mayor capacidad económica, porque lo que hizo Aznar favoreció especialmente a los perceptores de rentas del capital, entre ellos, los arrendadores de pisos, y porque la pérdida de recaudación generó un IRPF con menor capacidad redistributiva, pues Hacienda dispuso de menos fondos para transferir de las rentas altas a las bajas.
En 2007 la presión fiscal había subido al 36,8% del PIB pero, al contrario de lo que sucedía con Aznar, la presión fiscal que soportaba una familia media en España bajó en 2007 por vez primera en cuatro años, según un informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Cuarto. ¿Ha sido la ausencia de reformas económicas la que ha generado la crisis?
En este aspecto estoy algo de acuerdo con Aznar. Creo que en gran medida padecemos una crisis singularmente grave porque el gobierno de Zapatero no ha hecho algunas reformas económicas imprescindibles. Por ejemplo:
– Cambiar radicalmente la Ley del Suelo de Aznar que abrió paso a la venta más irracional y especulativa de suelo de toda la historia de España.
– Dar marcha atrás más valientemente a las políticas fiscales regresivas de Aznar que he mencionado arriba y que habían hecho perder recursos al Estado.
– Dar la vuelta (aunque entiendo que esto era ya imposible) a las reformas de Aznar que pusieron en manos privadas (y en muchos casos de sus amigos) el patrimonio empresarial público español a bajo precio y e forma lesiva para España.
En fin, también en este punto discurre Aznar fuera de razón. Más bien fueron precisamente sus reformas las que en gran medida hicieron que la crisis que ahora padecemos haya sido tan grave.
Como es natural, la valoración global del periodo de gobierno de Aznar puede ser muy diferente según los puntos de vista de cada uno y de las ventajas y perjuicios que se recibieran puesto que, como acabo de señalar, las medidas que tomó afectaron como es lógico de forma desigual, según su renta y condición, a los ciudadanos.
Pero en relación con los juicios que ahora hace sobre la situación actual de la economía española, y a la vista de los argumentos que acabo de aportar, creo que sí se puede llegar a una conclusión evidente. O el ex presidente está tremendamente mal informado sobre lo que él mismo hizo cuando gobernó (algo realmente surrealista e imposible de creer) o se trata de otra cosa: que Aznar también miente cuando habla de la crisis.
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