La editorial Cátedra acaba de publicar una obra maestra de la literatura contemporánea griega que recomiendo muy vivamente: Ciudades a la deriva, de Stratís Tsircas.
La obra no es solamente la bellísima narración de una circunstancia social y política excepcional en un mosaico de situaciones y personajes que nos llevan de un lugar a otro (en realidad, a tres ciudades entonces a la deriva, Jerusalén, El Cairo y Alejandría) y a una mezcla constante de perfiles humanos y políticos (espías, militares, civiles, fascistas, comunistas…) sin solución de continuidad. Es también la reconstrucción de un momento al que cuesta trabajo volver la mirada, un ejercicio lúcido de memoria histórica, una reivindicación y una reafirmación de la independencia, del valor humano y de la libertad ahora, quizá más necesarios que nunca.
La edición está a cargo de Ioanna Nicolaidou y la traducción es de Vicente Fernández, dos veces galardonado con el Premio Nacional de Traducción. Ambos son una garantía de que la novela se puede leer en castellano sin que pierda la belleza de su idioma original.
No dejen de leerla. Les gustará.
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4 comentarios
Muchísimas gracias, Juan desconocía la traducción española.
Mañana iré a mi librero de cabecera por mi ejemplar.
Un abrazo José Manuel.
Petros Markaris – Con el agua al cuello.
Género: novela policiaca
Un caluroso domingo del verano de 2010, el comisario Jaritos asiste a la boda de su hija, esta vez por la Iglesia y con fanfarria musical. Al día siguiente, poco después de llegar a Jefatura, le informan del asesinato de Nikitas Zisimópulos, antiguo director de banco, degollado con un arma cortante. El macabro homicidio coincide con una campaña que alguien, amparándose en el anonimato, ha emprendido contra los bancos, animando a los ciudadanos a que boicoteen a las entidades financieras y no paguen sus deudas e hipotecas. Lo cierto es que Grecia, al borde de la bancarrota, pasa por un momento muy crítico, y la población no duda en salir a la calle para quejarse de los recortes en sueldos y pensiones. Para colmo, Stazakos, el jefe de la Brigada Antiterrorista, sostiene que el asesinato de Zisimópulos podría ser obra de terroristas.
Jaritos, en desacuerdo con esa hipótesis, tendrá que apañárselas con sus dos ayudantes para enfrentarse a un asesino cuyos crímenes apenas acaban de empezar.
VII Premio Pepe Carvalho 2012
El padre del comisario Kostas Jaritos entiende que las cosas en Grecia «van de mal en peor» y asegura que la gente ahora ve que no hay perspectivas y que «sufrirán durante muchos años».
Sus últimas novelas, precisamente, ya reflejan cuestiones como los créditos bancarios o la evasión de impuestos, y aunque no olvida su particular sentido del humor, reconoce que ahora plasma situaciones lúgubres, con personajes que no están en su mejor momento.
El autor heleno ha recordado que cuando hizo público que tenía previsto escribir una trilogía sobre la coyuntura económica, una joven periodista le preguntó: «¿Cree que la crisis durará tanto como para escribir tres novelas?», y él respondió: «Da gracias si sólo dura tres novelas».
Hoy ha señalado que después de Con el agua al cuello (Tusquets), en octubre de 2011 publicó el segundo volumen de la trilogía, titulado Pereosis, una palabra griega de difícil traducción y que tiene que ver con el fin de la vida, pero también con una tasa fiscal relacionada con cerrar y finiquitar contabilidades.
Ahora, Jaritos se enfrentará a un asesino que se autodenomina el «Recaudador Fiscal Nacional» y que acaba con la vida de evasores fiscales después de inyectarles cicuta, el mismo veneno que acabó con la vida de Sócrates.
A su juicio, la evasión fiscal es una «enfermedad social al no respetar los valores comunes que cualquier sociedad debe cumplir».
La tercera parte de esta trilogía, que no sabe si continuar con otra novela o con un epílogo, se titulará Pan, educación y libertad, lema que utilizaron los jóvenes griegos para enfrentarse a la Junta Militar que gobernó el país entre 1967 y 1974.
Precisamente, en esta parte de la serie los jóvenes serán los protagonistas al entender Márkaris que, igual que en España, son los que «más pagarán por esta crisis».
El escritor ha reflexionado hoy públicamente sobre lo que está ocurriendo en Europa y ha considerado que parte de la responsabilidad de lo que ocurre en su país es de los propios griegos por sus decisiones políticas y por haber sucumbido a un sistema «de riqueza de ficción basado en un dinero que era de prestado».
Pero también ha achacado parte de la situación a la «responsabilidad europea, a los que ahora vienen a imponer medidas estrictas de recortes, que lo que hacen es aumentar la recesión».
«Si la terapia que ellos nos están aplicando -ha proseguido- fracasa deberán ser ellos los que ofrezcan explicaciones, porque son los que la han creado. Dicen que es la única terapia posible, pero yo lo dudo».
Márkaris ha recordado que el proyecto inicial de Unión Europea fue un Mercado Común Europeo con unos valores compartidos, mientras que al final «a Europa se la identifica con el euro y el resto se ha dejado de lado. Europa hoy es el euro. ¿Dónde están los valores comunes?», se ha preguntado.
Llegado a este punto, ha cuestionado el papel de intelectuales y artistas porque, a su juicio, están «cediendo el campo de batalla a políticos y economistas. Hace demasiado tiempo que callamos, pero la defensa de los valores comunes es nuestro trabajo, no el de los economistas o el de los políticos».
En su opinión, «la cultura es el plato principal de un menú, y los políticos siempre lo han servido como si fueran los postres. Ahora que van mal las cosas quieren quedarse con la sopa y olvidarse de los postres, lo que hay que combatir». «Es nuestro deber y responsabilidad luchar por ello», ha apostillado.
Durante la rueda de prensa también ha tenido unas palabras para su amigo Theo Angelopoulos, el director de cine fallecido recientemente al ser atropellado por una moto en Atenas, y ha resaltado la lección que ofreció siempre de actuar para superar las dificultades.
Petros Márkaris, que de forma extraordinaria se pondrá corbata esta tarde para recibir el Pepe Carvalho, ha dejado asimismo constancia de su agradecimiento a Manuel Vázquez Montalbán, porque el desaparecido autor catalán fue quien le hizo ver que era posible introducir la crítica social en el género de la novela negra.
EAM ELAS EPON KKE PEEA
«…el pasado no fue empleado tan activamente para explicar el presente más que con el designio de justificarlo mejor o de condenarlo. De tal manera que en muchos casos el demonio de los orígenes fue quizá solamente un avatar de ese otro enemigo satánico de la verdadera historia: la manía de enjuiciar.» (M. Bloch)
Un buen día para reflexionar en la inversión foucaultiana de la famosa frase de Clausewitz, como apunta Nicolaidou en la introducción de esta gran obra que me tiene enganchado. Gracias por la recomendación.