El gobierno español acaba de anunciar que va a elaborar una ley de «suicidio asistido» para permitir que un enfermo reciba ayuda para poner fin a su vida, sin que necesariamente se encuentre en situación terminal.
Como expresión me parece sencillamente aberrante, aunque a la vista de lo que ha dicho el ministro me parece que es lo que exactamente buscan
Se trata de una cuestión que suscita mucha controversia y debate social y yo me preunto que por qué ahora.
Podría pensarse que este gobierno tiene el don de la inoportunidad pero es que yo creo que es algo peor: es que tiene la brújula de las prioridades al revés.
En mitad de una crisis económica de alcance histórico, cuando las estadísticas muestran que la participación de los beneficios en las rentas se dispara y que baja la de los salarios, cuando se suman a las listas del paro docenas de miles de personas, cuando aumenta la pobreza, cuando en algunas ciudadades hay batallas campales entre inmigrantes y policías… ¿es ahora cuando el debate que hay que llevar a la sociedad es el del aborto o el del suicio asistido?
Yo me niego a aceptar ese orden de prioridades y le digo NO al gobierno. Yo no quiero hablar de cuestiones que por muy importantes que sean en algunos casos personales son socialmente de segundo orden en una coyuntura social como la actual.Yo quiero debatir las fundamentales, las que están haciendo y van a hacer sufrir a millones de personas.
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