Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

De nada sirve sobreactuar

En mi artículo de esta semana en El País Andalucía critico la actitud de la presidenta de Andalucía que para dar una imagen de fuerte rechazo de la corrupción se salta las normas de su propio partido. Puede leerse aquí.

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4 comentarios

PIA 19 de noviembre de 2014 at 00:44

Una vez más me reafirmo en la importancia de lo jurídico: códigos, leyes, normas…
claras, transparentes, justas e iguales para todos.
¿Qué pasa de la transparencia del Sr. Bono, del Sr. Zaplana y de muchos otros?

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José 19 de noviembre de 2014 at 08:16

Ya que usted cita a nuestros dos ex, me gustaría que cuando pueda nos dé su opinión sobre la forma ( y hasta los motivos) en que estos dos políticos que representaban desde lo más alto al pueblo andaluz, se marcharon de Andalucía por la puerta trasera y sin darnos una mínima explicación de su marcha. ¿ Le parece seria y respetuosa con Andalucía esa actitud?

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José 19 de noviembre de 2014 at 08:26

Vivimos tiempos de zozobra. Los partidos, que no han sabido apartar a sus corruptos, ahora inmersos en un huracán de escándalos y pérdida de votos, ya no saben qué hacer para no perder más votos y expectativas. Desde luego la imputación no es suficiente grado como para desfenestrar a nadie de su puesto. Pero en estas circunstancias, reaccionar mañana es reaccionar ya tarde, y con unas elecciones a las puertas cualquier sobreactuación entra dentro de la politequería habitual. Desde luego nuestros dos Ex, no se han distinguido por marcharse dando explicaciones de sus motivos. Y eso hace más sospechosa su actuación.
Vivimos tiempos muy difíciles y entre acertar y seguir fallando sólo hay un paso.

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Molina de Tirso 21 de noviembre de 2014 at 16:08

Y cuando se trata de partidos ajenos ya es el colmo. Me parece vergonzoso lo que está haciendo estos días con Errejón y su famosa beca para investigar por su cuenta. Intenta aprovechar el bulo y mantener la sospecha bien alta, jugar sucio se llama a eso. Pero, eso sí, muy hábil, como usa siempre el condicional ¡ah! a ella que la registren.

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