Publicado el 9 de junio de 2021 en Público.es
Hace unos días, el Banco de España ha publicado un informe sobre el efecto que supuestamente tuvo la subida del salario mínimo (aquí) cuyos resultados han sido ampliamente difundidos por los medios de comunicación en términos como los siguientes:
El País: El Banco de España calcula que la subida del salario mínimo en 2019 restó al menos 100.000 empleos
Expansión: El Banco de España calcula que la subida del SMI pudo destruir hasta 173.500 empleos en 2019
Cinco Días: La subida del salario mínimo en 2019 privó de empleo a mayores y jóvenes, según el Banco de España
El efecto del informe del Banco de España es, por tanto, evidente: la subida del salario mínimo que realizó el gobierno de Pedro Sánchez fue negativa para la economía española pues dañó al empleo, el problema que más duele a todos nuestros compatriotas desde hace años. Tratar de subirlo de nuevo, como pretende el gobierno, sería insistir en algo que ha funcionado mal, así que el informe del Banco de España constituye un clarísimo aviso a navegantes: no se les ocurra volver a subirlo.
Así, el Banco de España se constituye, una vez más, en lo que no debe ser porque no tiene competencias para ello, el árbitro que decide qué medida de política económica es deseable y cuál no. Algo curioso, como he señalado ya muchas veces, porque resulta que falla estrepitosamente a la hora de llevar a cabo las funciones de control y supervisión financiera que sí le corresponden (provocando costes elevadísimos para todos los españoles) y, sin embargo, se mete a dar consejos donde nadie se los pide ni tiene por qué darlos.
Muchas personas creerán de buena fe que si este tipo de informes del Banco de España sirven para orientar y resaltar lo que está bien o mal hecho deben ser, al fin y al cabo, bienvenidos, aunque eso le lleve a suplantar las funciones que corresponden a los poderes democráticamente elegidos para tomar las decisiones de política económica.
El problema radica en que el Banco de España no suministra en sus informes una opinión objetiva, técnica, científica, neutra o indiscutible, sino subjetiva, ideologizada y sesgada por las hipótesis, valores y métodos de análisis que utiliza. La realidad es que el Banco de España, como cualquier organismo o economista, puede llegar a las conclusiones que previamente haya deseado alcanzar según los presupuestos de los que parta. Y eso es justamente lo que ocurre con el informe sobre el salario mínimo que acaba de publicar.
Los titulares de prensa que he presentado al comienzo de este artículo no dejan lugar a dudas sobre lo que ha conseguido el Banco de España con su reciente informe: hacer creer a la inmensa mayoría de la población que la subida del salario mínimo ha sido negativa porque destruyó empleo, a la vista de los análisis sofisticados y aparentemente científicos que han utilizado sus autores.
Sin embargo, no es muy difícil mostrar que la realidad de las cosas es bastante diferente al mensaje que traslada el Banco de España.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), durante el año 2019 la población ocupada en España aumentó en 402.300 personas.
En ese mismo periodo, la población de entre 16 y 19 años ocupada aumentó en 10.400 personas, la de 20 a 24 en 46.700, la de 25 a 29 en 23.000 y la de más de 65 en 19.600 personas.
Por tanto, no es verdad que el aumento del salario mínimo haya destruido empleo en España en ese año, y ni siquiera entre los más jóvenes o los de mayor edad. Y, si lo hubiera destruido por un lado, se ha ganado por otro.
Es verdad que el informe del Banco de España no dice exactamente lo que señalan los titulares de los medios, sino que el efecto de la subida fue un menor crecimiento del empleo en el colectivo con menos salarios. Pero es imposible saber si esa subida del salario mínimo destruyó el empleo de esas personas que podría haberse generado si no se hubiera dado porque el propio informe reconoce que es muy difícil determinar de forma inequívoca qué personas lo perciben. Y, por otro lado, no se puede concluir que fue la subida del salario mínimo la que produjo un menor aumento de la creación de empleo sin haber analizado la incidencia de otros factores que hubieran podido contribuir a ello.
Si el Banco de España fuese una institución responsable y trabajara con independencia y pluralidad al servicio de los intereses generales y no del poder financiero privado, no haría este tipo de anuncios. Haría una evaluación general y sin sesgos de los efectos de las medidas de política económica sobre el empleo y no solo de los que le interesa descalificar por motivos ideológicos.
¿Por qué no analiza y denuncia el Banco de España el efecto sobre el empleo de la desigual carga fiscal que soportan las empresas españolas como consecuencia del fraude y la elusión de las grandes? ¿Por qué no cuantifica los costes que soportan las pymes y el empleo que pierden como consecuencia de que las grandes empresas no cumplan la ley en materia de pago a proveedores? ¿Y por qué no señala la destrucción de empleo que conlleva la falta de competencia que eleva artificialmente el coste de los suministros o los financieros, o los obstáculos que tienen las pymes para concurrir a la contratación pública?
El Banco de España vuelve a extralimitarse en sus funciones, vuelve a ofrecer conclusiones ideológicas a partir de análisis sesgados y vuelve a mentir a los españoles haciéndole creer que no deben adoptarse las medidas que aumentan su bienestar y mejoran el funcionamiento de la economía para defender así los intereses exclusivos de las grandes empresas y la banca.
SUSCRIBETE Y RECIBE AUTOMATICAMENTE TODAS LAS ENTRADAS DE LA WEB
10 comentarios
Muchas gracias por sus artículos. Me he preguntado y pregunto, ¿de quién es la potestad de nombrar a los dirigentes del banco de este país? Porque, por lo que llevo leído, en muchos años, siempre sus dirigentes han sido nefastos para este país, para los de abajo, lo/as que pagan impuestos. Están al servicio de los poderosos… ¿hasta cuándo?. Gracias y saludos cordiales.
El Gobierno
¿Quién le sopla el nombre al gobierno?
son realente interesantes, gracias por tus escritos ,saludos desde barcelona
Buenos días profesor.
¡¡anda que no llevo tiempo diciendo que lo mejor que se puede hacer con el Banco de España es CERRARLO y mandar al paro a esos desvergonzados!!
Si en mi mano estuviera, el jefe de ese chiringuito, no cobraría más de 1000 euros al mes. ¡a ver si entonces tenía los santos ……. de defender sus casposas tesis…
PD.
Su artículo no va a salir en ninguno de esos «medios de información» ni le van a invitar a ninguna tertulia en ninguna tele…los dueños son los amiguitos del «señor gobernador y compañía……
Gracias, ya me lo dijo todo.
Hay muchas pequeñas empresas que sobreviven porque pagan una miseria a sus trabajadores, sin contar el fraude que hacen de contratar por menos horas de las que se trabajan y luego pagar la diferencia en negro. La subida del salario mínimo hace que tengan que pagar más en nómina y cotizar más. Al menos algo se consigue. Aunque no es suficiente, es cierto que en esta situación viven cómodos y no se preocupan de mejorar la productividad y la organización de su taller o empresa. Si se vuelve a subir el salario mínimo, tendrán que volver a cotizar más. La inspección de trabajo tiene ante sí una enorme labor.
«Su excelencia el relato».
Podía haber sido perfectamente el título de este artículo.
El gobernador se encuentra en el ecuador de su mandato y todavía nos resta sufrirlo un trienio adicional.
El PP no gobierna, pero desde el BDE, el CGPJ y otras instituciones que le son afines, amén del «citado» entorno mediático, le son suficientes para poner la mayor cantidad posible de palos en las ruedas de la política nacional.
El objetivo, llevar la economía nacional a la ruina, y una vez conseguido, ganar las elecciones y vender la restauración.
Arriba España!.
Le admiro mucho Don Juan y le sigo desde que escribió un libro con Vicens Navarro.
Creo que es usted un buen referente. Ojala hubiera más personas como usted.
Es una vergüenza que en estos tiempos, aún no hayamos aprendido nada. Esto nunca acabará…