Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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El peligro del dólar como moneda de reserva imperial

Publicado en https://trtespanol.com/ el 19 de septiembre de 2024

Al acabar la II Guerra Mundial, Estados Unidos tenía un PIB que representaba la mitad del mundial, nueve veces mayor que el del Reino Unido que le seguía en magnitud, y disponía del 80 % del oro existente en el mundo. En esas condiciones y cuando los demás países occidentales estaban prácticamente destruidos y sin liquidez, no le supuso ningún problema imponer al dólar como moneda de reserva internacional en la Conferencia de Bretton Woods de 1944.

Estados Unidos disponía de oro suficiente para respaldar a su moneda y se pudo comprometer a convertirla automáticamente en dicho metal cuando se le solicitara. Algo que, además, no le suponía dificultad ninguna puesto que los demás países demandaban constantemente préstamos en dólares para reconstruirse, lo que aumentaba sin cesar su cotización en los mercados.

Con el paso del tiempo, sin embargo, el resto de las economías comenzaron a despegar y a exportar sus bienes y servicios. Lógicamente, fueron reclamando que se les pagase en su respectiva moneda, de modo que la demanda del dólar comenzó a reducirse.

Paralelamente, las grandes multinacionales que operaban a escala internacional inundaban los mercados de la moneda estadounidense. Y, para colmo, las subidas en el precio del petróleo y de otras materias primas multiplicaban la oferta de dólares provenientes de los países productores. Finalmente, a todo eso se unía que la economía de Estados Unidos comenzaba a debilitarse, a causa de sus problemas internos, por la creciente competencia internacional y por el gasto asociado a las guerras de Corea y Vietnam.

El dólar se depreciaba y al presidente Nixon no le quedó más remedio que hacer oficial esa pérdida de cotización, primero devaluando su divisa y, poco después, en agosto de 1971 suspendiendo su convertibilidad en oro .

Una fuente ilimitada de crédito a cuenta de los demás

Desde el momento en que el dólar dejó de tener el respaldo del oro, se convirtió en un puro papel que se utilizaba en los intercambios por la confianza que pudiera tenerse en el buen uso que de él hiciera su emisor, la Reserva Federal de Estados Unidos. Una confianza que podría estar inicialmente justificada en la medida en que, incluso cuando se declaró la no convertibilidad, la economía estadounidense seguía siendo todavía la más fuerte y poderosa del mundo.

Las cosas, sin embargo, fueron cambiando.

Disponer de una moneda propia que los demás usan confiadamente es algo así como tener una fuente inagotable de crédito. El común de los países tenía que controlar la cantidad de moneda que emitiera. Si aumentaba la cantidad en circulación de su moneda sin disponer de demanda interna suficiente, sus precios se dispararían; y, si no tenían demanda externa, la cotización de su moneda se hundiría.

Estados Unidos no tenía que preocuparse de eso. Mientras los demás países utilizaran sus dólares, podía emitirlos sin límite alguno y, por tanto, endeudarse sin problema y comprar o invertir con ellos lo que deseara y donde quisiera hacerlo. Lo único que tenía que conseguir, por cualquier medio que fuese, era que siguieran usando su divisa.

Eso le ha permitido que su deuda pública haya pasado de representar el 34,5 % del PIB al comienzo de1971 al 121,6 % a finales de 2023. Y que la externa ha crecido incluso en mucha mayor proporción, pues sólo desde 2004 se ha multiplicado por cuatro.

Como dijo por entonces el general de Gaulle, lo que se había concedido a Estados Unidos era un «privilegio desorbitado».

Durante algunos años, como dije, ese privilegio pudo estar justificado por su potencia económica, pero ni siquiera eso fue suficiente.

El dólar requiere dominio imperialista y militarismo creciente

El uso del dólar ha ido disminuyendo ciertamente. Ha pasado de representar el 70% de las reservas totales de divisas hace 20 años al 58% actual, según el Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, su uso se corresponde cada vez menos con el peso efectivo que la economía estadounidense tiene en el comercio internacional: se utiliza para liquidar el 40% de las transacciones comerciales internacionales cuando a Estados Unidos sólo le corresponde un 10% de todas ellas.

Hoy dia, el dólar es una moneda que se utiliza sin correspondencia con la fortaleza de la economía que la emite. Sobre todo, desde que otras hasta hace poco emergentes se han consolidado como auténticas fortalezas tecnológicas, industriales y comerciales, tal y como ocurre principalmente con la de China.

En 1970, el PIB estadounidense era unas once veces mayor que el de este último país, mientras que hoy lo es tan sólo 1,5. Y es sabido que China incluso adelanta a Estados Unidos en un buen número de indicadores y registros en los que muestran un avance económico extraordinario.

La pregunta que hay que preguntarse, entonces, es bastante elemental: ¿cómo puede conseguir Estados Unidos que su moneda siga siendo tan utilizada y qué consecuencias tiene eso?

La respuesta es sencilla.

Lo consigue, principalmente, controlando antidemocráticamente los organismos económicos internacionales y los centros de decisión global para que desde allí se impongan las políticas que garanticen el sometimiento y la asunción del dólar como medio de pago y reserva internacional. Los países que se salen de ese «consenso» lo pagan caro, como es bien sabido.

Cuando ese control no es suficiente, Estados Unidos recurre a la amenaza e incluso a la agresión militar o a las sanciones de todo tipo, aunque estas sean contrarias no sólo a la legislación internacional, sino a la suya interna.

Tratar de organizar al conjunto de las economías al son de los intereses de una potencia imperial como Estados Unidos sólo puede traer, tal y como la experiencia demuestra, desequilibrio y desorden.

Los datos no dan lugar a dudas. El periodo de predominio del dólar como moneda si respaldo, se corresponde con el de peor rendimiento de las economías occidentales. Las economías han crecido menos, se ha generalizado la especulación, la deuda se ha multiplicado exageradamente, han aumentado la corrupción, el crimen financiero y las desigualdades; la globalización ha multiplicado la inseguridad, todo ello ha provocado un cambio climático que amenaza a la humanidad… y se ha producido el mayor número de crisis de la historia. Según una investigación publicada por el Fondo Monetario Internacional, de 1970 a 2017 se produjeron 461 (151 bancarias, 236 de divisas y 74 de deuda soberana).

Se cuenta que el entonces secretario del Tesoro estadounidense, John Connally, dijo a los ministros de economía de los demás países occidentales con quienes negociaba en 1971: “El dólar es nuestra moneda, pero es vuestro problema”.

Han tenido que pasar más de cincuenta años para que se aprecie cuánto había de verdad en esa afirmación y el daño general que produce el imperialismo monetario del dólar y para que se pongan en marcha proyectos de creación de monedas de reserva mucho más seguras y favorables para el bienestar y el equilibrio mundial, descentralizadas, con respaldo efectivo y orientadas a promover el desarrollo integral, multilateral y conjuntamente gobernado de las economías y los pueblos.

8 comentarios

Gabriel 24 de septiembre de 2024 at 11:51

Gracias por la claridad y síntesis explicativa. Necesitamos esa visión general del mundo del dinero y las economías para comprender bien lo que nos pasa y nos ha pasado y para intentar salir de esta desgraciada situación.

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Manuel 24 de septiembre de 2024 at 14:09

Aleccionador y clarificador como siempre, gracias profesor, maestro.

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Antonio Moll 24 de septiembre de 2024 at 15:27

La economia esta llena de problemas . Parece dificil o imposible guiarse por teorias que sean generales . Gracias

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Manuel 24 de septiembre de 2024 at 16:56

El matón global, ¿A donde nos conduce esta espiral? a la III o al colapso no? una insensata locura, a la que nos vemos irremediablemente arrastrados, Huxley y Orwell se quedaron cortos.

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Alberto Fernandez Fernandez 24 de septiembre de 2024 at 17:08

En 2010 con la incorporación de Sudáfrica nace un nuevo espacio de relaciones económicas internacionales. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica configuran los BRICS. Hoy en día este espacio se ha ampliado. Son los BRICS+. Argentina había solicitado su incorporación. Milei la frenó. Venezuela está siendo invitada a incorporarse. Esto explica muchas de las cosas que pasan en ese país. Algunos miembros de los BRICS+ están proponiendo abandonar el dólar en los pagos internacionales lo que supone el «Gran Desafío». Por eso la guerra de Ucrania. Por eso se ha desestabilizado Oriente Medio y por eso por aquí suenan tambores de guerra.

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Alfonso Casas Moreno 24 de septiembre de 2024 at 18:47

Cuando ese control no es suficiente, Estados Unidos recurre a la amenaza e incluso a la agresión militar o a las sanciones de todo tipo, aunque estas sean contrarias no sólo a la legislación internacional, sino a la suya interna.

Tratar de organizar al conjunto de las economías al son de los intereses de una potencia imperial como Estados Unidos sólo puede traer, tal y como la experiencia demuestra, desequilibrio y desorden.
Os suena Brasil, Venezuela, etc… Alemania a través de la EU quiso salir y le han metido la guerra por detrás y por delante

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Dragonfly 24 de septiembre de 2024 at 23:29

El fantoche milei, jactanciosamente, le ofreció consejos económicos a la mujer de Néstor Kirchner. Se le deberían poner pantalones cortos (al fantoche) y obligarlo a recibir clases de economía con el profesor Juan Torres L. Un saludo cordial.

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Wenceslao 25 de septiembre de 2024 at 10:10

Buenos días. Viendo la tele esa semana, atónito me quedé con el desparpajo y gran alegría con la que el presentador en un programa de noticias la TVE decía que el 1% de la población del mundo poseía las mismas riquezas que el 99% restante de la población y para adornarlo nos ponían imágenes del los «dueños» de amazón, facebook, etc., no se por que motivo siempre se olvidan de los Rothschild, Rockefeller, etc..
Siempre que nos venden las bondades de USA y del jardín de Borrell, me acuerdo de la escena de una peli de los «superheroes» de USA..(Superheroes=individualismo=divide y vencerás=trabaja hasta que te mueras) el tío de spiderman «obligado» a seguir trabajando pese a ser un anciano …
Todo el mundo sabe quien maneja USA, no pueden ser mentados pues cualquier cosa que se diga de ellos te lleva directamente a la cárcel y como muestra de lo que son capaces preguntarle a Norman Finkelstein, nos llevan sacando dinero desde 1945 y jamas nadie dice algo de las víctimas de otros holocaustos tan sólo en EEUU: de limpieza étnica, indios; víctimas de esclavitud, africanos; del trabajo esclavo en las fábricas, las mujeres trabajadoras que el capitalista de una fábrica quemó para no ceder a sus reivindicaciones (¿saben por qué se instituyo el 1º de mayo?), las hambrunas y persecuciones sobre los trabajadores antes del derrumbamiento del capitalismo de 1929; podemos hablar del machismo, de las persecuciones a los homosexuales, y de cuántos más, … hoy mismo sabemos que los pobres alcanzan en EEUU la cifra de 45 millones (cuántos más caerán a ese pozo empujados por la descomposición del imperio capitalista ¿harán los responsables un paréntesis en su enriquecimiento para sacar a los más empobrecidos de la ruina? Parece que nadie se acuerda de hacer un paréntesis para las víctimas de la explotación), sin embargo, son los judíos-sionistas, presentándose como «víctimas» a través de la propaganda que esparcen desde todos sus medios, los que han hecho negocio del holocausto. Quién lo iba a decir, los capitalistas judíos hacen negocio hasta con la desgracia ajena.
USA jamas ha sido desde 1945 defensora de la libertad-igualdad es incompatible con ser un imperio que desangra al prójimo.

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