Me apetece comenzar el año escribiendo sobre la actualidad del PSOE de mi tierra porque creo que este partido (tan importante para Andalucía) se ha convertido en un arquetipo, es decir, en una representación modélica o ejemplar, de lo que le ocurre a la izquierda contemporánea.
El PSOE de Andalucía gobernó bien durante cuatro décadas y dirigió una transformación social sin precedentes. Aunque, como es lógico, esta no fuese perfecta, ni se diera (al menos, en mi opinión) en la dirección que hubiera sido más deseable, lo cierto es que, de la mano del PSOE, Andalucía alcanzó las cotas más elevadas de bienestar de toda su historia.
Sólo por esa razón, la militancia, el propio Partido y todos sus dirigentes de antes y después podrían sentirse orgullosos y andar con la cabeza bien alta. Y, sin embargo, deambulan como alma en pena, sintiéndose culpables de lo que no hicieron, ajenos a su propio legado de bien, incapaces de reivindicar como propio el éxito de un ingente cambio histórico y de reivindicarse a sí mismos como su motor principal.
Es cierto que si la izquierda gobierna con coherencia y honradez no hay piedad frente a ella desde los grandes centros del poder y que se recurre a cualquier medio para combatirla y eliminarla; no sólo a la infamia o la mentira sino, como ha sucedido ya muchas veces, a la violencia, el terrorismo o el asesinato. Lo estamos viendo hoy día, no sólo en España sino en todo el mundo.
Sin embargo, no es esto último todo lo que explica que la izquierda termine tan a menudo, por no decir que siempre, fracasando en sus propósitos.
La izquierda fracasa generalmente porque es ella misma la que se autodestruye. Y no sólo porque se pliegue por gusto o traición -como a veces se cree- ante el interés de los poderosos que la persiguen y combaten, o porque baje la guardia y actúe reproduciendo los vicios que deseaba combatir. Es cierto que esto suele ocurrir. Y ha ocurrido en Andalucía en algunos casos, aunque no con la generalidad que ha denunciado falsamente la derecha con el auxilio de magistradas y magistrados más corruptos que las personas decentes a las que han perseguido injustamente. Pero, incluso si eso ocurre, es porque se dan otras circunstancias. Y es aquí donde quizá venga a propósito el ejemplo del PSOE de Andalucía, inmerso estos días en una nueva crisis, no sólo de liderazgo, que es como se presenta.
Tal y como le ocurre a todas las izquierdas de nuestro tiempo, el PSOE andaluz se ha hecho daño a sí mismo justo cuando llevaba a cabo un proceso de transformación y cambio que beneficiaba a la gran mayoría de la sociedad. Y es un arquetipo de la izquierda contemporánea porque su historia reciente muestra modélicamente los procesos que la pueden llevar a la autodestrucción y la insignificancia si no se le pone remedio.
Dos errores de partida lo han provocado, a mi juicio. Uno, dejar que el gobierno lo fuese todo y subordinar el partido a su acción y decisiones; las cuales, lógicamente, no son autónomas ni libres, ni auténticamente propias, pues están supeditadas a la coyuntura, a la correlación de fuerzas de cada momento y a la presión de los poderes reales.
El problema que ocasiona ese error es que obliga a convertir al partido en una estructura cesarista y cuya dinámica se pliegue a cada instante a las prioridades de quien dirige el gobierno. La consecuencia es que la organización deja de tener vida propia; ni piensa, ni influye, ni decide cuando o donde hay gobierno, o si lo que se dirime se considera asunto de este último.
El segundo error es gobernar sin ciudadanía, sin conformar un sujeto social protagónico y cómplice que sirva de soporte para tomar decisiones y de contrapoder frente a la agresión que no cesa.
Lo que está ocurriendo en los últimos meses en el PSOE andaluz es el resultado de esos procesos.
Es patético escuchar que lo que necesita una organización de 44.000 militantes es simplemente cambiar a la persona que los dirija y contemplar a una milicia de ese calado dar por bueno y deseable que sea el secretario general del PSOE y presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quien la elija («Pedro Sánchez elegirá al líder del PSOE de Andalucía en las próximas horas», dice el titular de Diario de Sevilla).
No puede haber un buen futuro para una organización política de esa magnitud que se deja llevar así y se anestesia para no sentir el dolor de tener que pensar y decidir por sí misma, haciéndose responsable colectivamente y de la mano de su entorno social.
En lugar de llevar a ebullición el cerebro y el alma de 40.000 afiliados para que el futuro congreso sea un renacer colectivo y una fuente de proyectos, propuestas y liderazgos enraizados, lo único que se busca es un jefe o una jefa (esto último, no sé si en el mejor o en el peor de los casos).
El PSOE de Andalucía, tan necesario, se autodestruye, como la izquierda en general, cuando deja de ser un actor colectivo y cuando no piensa ni sueña, cuando no se dedica a levantar banderas y diseñar proyectos que respondan al sentir común de la gente, y cuando no es ejemplar; si se desentiende de la sociedad a quien supuestamente sirve y se convierte en un aparato que se alimenta a sí mismo para alimentar a quienes viven de él disfrutando de dinero y privilegios que nunca hubieran obtenido estando al margen de su estructura.
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25 comentarios
La gente somos muy difícil, cuando tenemos paz queremos guerra y cuando tenemos guerra pedimos paz.
Borreguitos, rebaño que necesitan pastor que les proteja de los lobos, y creen tener derecho a ser pastoreados gratis, que fácil lo tienen los lobos, con este rebaño.
“Entre todos la mataron y ella en soledad, se murió”.
Pero todo empieza cuando los cuadros locales se supeditan a los cuadros superiores y estos a los superiores y al final se cae en el cesarismo y el compadreo donde las bases y sus aspiraciones solo son tenidas en cuenta y “de boquilla” en las elecciones. Y el Cesar, está muy condicionado y presionado por los poderes fáctico y demás limitaciones humanas y sociales. Así la transformación social se aleja del aparato, o se renuncia por abandono y se asumen el capitalismo por comodidad, rendición o impotencia ideológica, aunque las mayoría en las bases sigan pensando y sintiéndose izquierda, aunque cada vez mas confusa, frustrada y ausente.
Y la única solución que se proponen, no es la de volver a un socialismo combativo de izquierda, todo se centra en buscar un mesías que haga el milagrito..
De las muchas cosas que se precisan para el cambio habría que incidir en: mas programas y objetivos socialistas, mas democracia donde las bases sean las que mandan y la renuncia de los cuadros a ocupar puestos en las administraciones publicas, eligiéndose para ello a los mas preparados para el puesto, militantes o no.
Arquetipo, si, humano, muy humano. No salimos de la relación jerárquica en ningún estamento. No sabemos vivir sin lobos que nos «protejan» de otros lobos. Cuando la necesidad aprieta queremos un caudillo que nos guíe. Imaginamos una libertad al final de un túnel en el que nos metemos para estar calentitos, cuando la libertad que realmente funciona consiste en no entrar jamás en el túnel jerárquico por amable que se presente a la entrada con reclamos de todo tipo.
Pero en las izquierdas, que vinimos al mundo para dejar de ser lobos para nosotros mismos no tiene perdón. Pero cuidado con confundir los lobos, no son todos iguales.
Discrepo en un punto. Con el PSOE, nos hemos mantenido a la cola de la UE en paro, pobreza y desigualdad. En cuanto al autogobierno, ese que usted reclama para la organización, no ha habido ni un ápice de avance. Tampoco ha existido un crecimiento endógeno basado en los recursos naturales diferenciales de Andalucía; en su lugar, seguimos siendo una colonia extractiva. La válvula de escape el paro agrícola en los años 80 y, actualmente, la emigración de los jóvenes cualificados han sido los únicos planes económicos del PSOE.
Del resto del artículo, estoy de acuerdo. Esta crítica proviene de un seguidor y admirador de su obra y docencia; sin embargo, en este punto discrepo. Saludos cordiales.
Pienso que al PSOE le sobra ya la «S» y la «O» que alguna vez tuvo. Como a la socialdemocracia en general, que si alguna vez fue socialista, devino posteriormente en capitalista. Podría perfectamente cambiarse el nombre a «Partido Demócrata» o algo así. Pero no es en este fondo en el que quiero entrar ahora.
Estoy de acuerdo en los dos errores que usted señala. En cuanto al primero, soy de la opinión de que en última instancia es el partido, los militantes, los que tendrían que marcar la pauta, y los parlamentarios y gobernantes ceñirse a ella. En cuanto al segundo, efectivamente, sin el trabajo militante a pie de tajo y calle, con votos sustentados en palabrería, poco socialismo se puede hacer. Y un factor de primer orden que nadie nombra: el militar. ¿Cuántas personas de izquierdas entran en las academias militares?¿Qué oficiales y mandos operativos van a neutralizar un golpe, si las cosas se ponen mal?
Quizás pase que cuando se deja de construir de abajo a arriba, la democracia del partido se resquebraja y aparecen los cesarismos. Que deben ser similares a los fascismos: muy cómodos mentalmente y viene el apoltronamiento de la base. ¡Que compleja es la sociedad!
llevo 56 años en el PSOE y pocas veces he visto ua análisis tan profundo, tan crítico y tan respetuoso…y por mi esxperiencia, tan poco desrinado a ser oído
feliz año querido JuN
Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por tus palabras
Y PERDON POR LA PESIMA DACTILOGRAFIA
Pienso que la tendencia de los humanos a situarse bajo las ordenes de un jefe es algo muy arraigado y profundo . Nuevamente recurro a Freud y al psicoanalis que escuchaba y escucha a las personas en un ambiente mas libre y confidencial . Cuando se proclamaba y se proclama que el hombre ( y la mujer ) son seres sociales , Freud respondia que mas bien son seres de horda .
Desgraciadamente el psicoanalisis esta muy poco extendido y parece interesar solo a una minoria , no se lo conoce bien
.De tal modo que otra salida es la lectura y el esfuerzo intelectual aunque sea moderado .
Creo que esta anecdota ya la he contado . Estabamos en una clase en la universidad complutense de Madrid y una chica decia » no estoy de acuerdo con Antonio . Para vivir solo es necesario pasar el tiempo con cualquier cosa » ( en mi opinión un arguemento muy femenino ) . Me dio que pensar y finalmente me dije si no se hace un esfuerzo intelectual las élites te manejan.
Disculpas por los fallos de redacción .
Me he permitido introducir su escrito en el prompt de I.A.para que haga un análisis de su aportación. La respuesta de Chatgpt ha sido en un tiempo menor de 1 segundo con lo cual es imposible que haya algún humano detrás. La respuesta ha sido esta :
La crítica al texto puede abordarse desde varios ángulos, atendiendo tanto a su forma como a su contenido. A continuación, se destacan algunas observaciones:
1. Falta de objetividad y equilibrio
El texto presenta una defensa apasionada del PSOE andaluz y de la izquierda, pero lo hace desde un sesgo evidente. Aunque reconoce errores del partido, estos se diluyen en una narrativa que exculpa casi por completo al PSOE de sus propios fracasos, trasladando la culpa a factores externos como «los poderes reales» o «la presión de la derecha».
No se da suficiente espacio a críticas concretas o ejemplos claros de los errores cometidos, más allá de generalidades. Esto puede restar credibilidad al análisis.
2. Uso excesivo de términos grandilocuentes
El autor recurre a un lenguaje grandilocuente y emotivo que, aunque persuasivo, puede dificultar la claridad del mensaje. Frases como «deambulan como alma en pena» o «es patético escuchar que lo que necesita una organización de 44.000 militantes es simplemente cambiar a la persona que los dirija» tienen un tono subjetivo que puede percibirse como más emocional que analítico.
La adjetivación es excesiva en algunos pasajes, lo que puede dar la impresión de una postura más ideológica que reflexiva.
3. Falta de datos concretos
Aunque se alude a logros históricos del PSOE andaluz, como la transformación social o las «cotas más elevadas de bienestar», no se respaldan estas afirmaciones con datos concretos. ¿Qué indicadores avalan estas afirmaciones? ¿Cómo se compara Andalucía con otras regiones de España en estos aspectos?
Del mismo modo, la crisis actual del PSOE andaluz se describe en términos genéricos sin ofrecer detalles específicos sobre los conflictos internos o los errores de liderazgo.
4. Contradicciones internas
Por un lado, el texto critica la subordinación del partido a su aparato de gobierno, pero, por otro, lamenta la falta de un liderazgo fuerte y colectivo. Esta aparente contradicción dificulta comprender cuál es la propuesta concreta para resolver los problemas estructurales del partido.
Si bien el autor afirma que el PSOE andaluz ha sido un «motor principal» del progreso en la región, también lo presenta como un «arquetipo de autodestrucción». Estas afirmaciones opuestas no se concilian de manera efectiva en el texto.
5. Propuestas poco desarrolladas
El texto señala dos errores fundamentales (subordinación al gobierno y falta de conexión con la ciudadanía), pero no desarrolla propuestas concretas para solucionarlos. La crítica al proceso de selección de liderazgo, por ejemplo, no ofrece una alternativa clara o viable.
La insistencia en conceptos abstractos como «pensar y soñar» o «levantar banderas» carece de una traducción práctica que permita vislumbrar cómo el partido podría reconstruirse de manera efectiva.
6. Falta de perspectiva histórica y comparativa
Aunque el autor alude al fracaso de la izquierda en general, no proporciona un marco histórico o comparativo más amplio que permita entender por qué ocurre esto. ¿Cómo se relacionan los errores del PSOE andaluz con los de otras organizaciones de izquierda en España o en el mundo?
La referencia a la «violencia, el terrorismo o el asesinato» como herramientas contra la izquierda parece desproporcionada y fuera de contexto en el caso del PSOE andaluz actual, lo que puede desviar la atención de los problemas reales del partido.
Conclusión
El texto presenta una reflexión apasionada y legítima sobre los problemas del PSOE andaluz y la izquierda contemporánea, pero adolece de falta de objetividad, rigor y propuestas concretas. Para mejorar su impacto, podría equilibrar su tono, aportar datos específicos y desarrollar alternativas claras que den mayor profundidad a su análisis.
Voy a demostrar una vez más que es usted un farsante, torpe y cobarde. Un troll muy chapucero
1.
La dirección IP de su mensaje es la misma que la de quien me manda mensajes insultantes firmando como Juan Porros.
2.
Basta con introducir la dirección de mi artículo en el Chatgpt de inteligencia artificial y pedir que lo analice para comproba que el análisis que hace no es el que usted transcribe.
Esto es lo que realmente dice el ChatGpt.
Puedes hacerme un análisis de esta aportación del economista Juan Torres López
Claro, comparte la aportación de Juan Torres López que deseas que analice, y con gusto lo haré.
https://juantorreslopez.com/el-psoe-andaluz-como-arquetipo-de-la-izquierda-contemporanea/
En su artículo «El PSOE andaluz como arquetipo de la izquierda contemporánea», Juan Torres López analiza críticamente la evolución del PSOE en Andalucía, sugiriendo que ha pasado de ser un partido de transformación social a uno más centrado en la gestión del poder.
Torres López argumenta que, en sus inicios, el PSOE andaluz representaba una fuerza política comprometida con la justicia social y la defensa de los derechos de las clases trabajadoras. Sin embargo, con el tiempo, el partido habría adoptado una postura más pragmática, priorizando la estabilidad y la continuidad en el poder sobre las reformas profundas.
Esta transformación, según el autor, ha llevado al PSOE andaluz a convertirse en un «arquetipo de la izquierda contemporánea», caracterizado por una adaptación al sistema político y económico vigente, en lugar de cuestionarlo o buscar alternativas más radicales. Torres López sugiere que esta evolución podría explicar la pérdida de apoyo popular y la creciente desafección de ciertos sectores de la sociedad que anteriormente se identificaban con el partido.
El análisis de Torres López invita a reflexionar sobre el papel de los partidos de izquierda en la actualidad y cómo pueden equilibrar la gestión del poder con la promoción de cambios sociales significativos.
Puedes hacer una crítica de ese texto?
Claro, aquí tienes un análisis crítico del texto de Juan Torres López sobre el PSOE andaluz como arquetipo de la izquierda contemporánea:
Fortalezas del texto
1. Claridad en el diagnóstico histórico:
Torres López expone de manera precisa cómo el PSOE andaluz pasó de ser un partido comprometido con la transformación social a uno más centrado en la gestión del poder. Su análisis histórico es sólido y muestra una evolución que es importante para entender el panorama político actual.
2. Relevancia del tema:
La crítica al PSOE andaluz tiene un impacto más amplio, ya que refleja los desafíos de la izquierda contemporánea a nivel global. El autor pone en evidencia una problemática que trasciende Andalucía: la pérdida de conexión de la izquierda tradicional con sus bases sociales.
3. Reflexión sobre las consecuencias políticas:
El texto no solo se limita a criticar al partido, sino que también plantea preguntas importantes sobre el futuro de la izquierda, especialmente en un contexto donde su legitimidad está siendo cuestionada por la desafección popular.
Críticas y puntos débiles
1. Falta de propuestas concretas:
Aunque el autor identifica problemas estructurales y estratégicos del PSOE andaluz, no ofrece alternativas claras o propuestas específicas para resolverlos. Esto limita la utilidad práctica de su análisis, dejando la sensación de que el diagnóstico no está acompañado de una solución.
2. Generalización de la crítica:
Al calificar al PSOE andaluz como «arquetipo de la izquierda contemporánea», Torres López corre el riesgo de sobregeneralizar. No todas las formaciones de izquierda siguen una trayectoria similar, y este marco podría no ser representativo de todas las realidades políticas.
3. Ausencia de matices sobre el contexto:
El texto parece no tomar en cuenta los condicionantes externos que han moldeado las decisiones del PSOE andaluz, como las limitaciones económicas, el marco europeo, o las expectativas cambiantes de los votantes. Esto podría dar la impresión de que los cambios en el partido son solo fruto de una renuncia ideológica.
4. Falta de análisis comparativo:
Aunque se menciona que el PSOE andaluz representa una tendencia generalizada de la izquierda, no se comparan estos casos con otros partidos de izquierda a nivel regional o internacional. Un análisis más comparativo habría enriquecido la argumentación.
Conclusión crítica
El texto de Torres López es un aporte valioso para entender los dilemas de la izquierda contemporánea, especialmente en contextos como el de Andalucía, donde el PSOE ha jugado un papel hegemónico durante décadas. Sin embargo, su análisis podría beneficiarse de un enfoque más propositivo y matizado, que considere tanto las limitaciones externas como las dinámicas internas del partido. Además, un mayor énfasis en los aspectos positivos de la gestión socialista y en las diferencias con otros partidos podría evitar que la crítica sea percibida como excesivamente negativa.
Compartimos enlace a breve texto con algunas reflexiones en sintonía.
Salud/os.
https://www.elsaltodiario.com/partidos-politicos/simone-weil-tirania-partidos
No se que pregunta le ha hecho a chatgpt pero lo que ha contestado es lo que he puesto.
No se de que dirección ip habla. Yo tendré la mía
Yo también pienso qie sus análisis tienen demasiado de subjetivo, poco de racional, apela s las vísceras y no aporta soluciones.
Un saludo
¿Me da usted permiso para que publique una captura de pantalla donde aparecen los mensajes con firmas diferentes y la misma IP?
Oiga. Compruebe bien la dirección ip y a mí no me meta en esto
Saludos
¿Me da usted permiso para que publique una captura de pantalla donde aparecen los mensajes con firmas diferentes y la misma IP?
Evidentemente, admirado Juan, has pillado al troll.
Aunque ya se veia el fraude al leer el comentario pues no tenía lógica, ni se correspondía con tu ponderado articulo, es mucho mejor descubrirlo y dejarlo claro. .
Posiblemente el falsario ha usado el truco de preguntarle al ChatGpt utilizando algún articulo de la Razón, Abc u otro medio facha y le ha dado el cambiazo, porque no parece capaz de crear él solito una pieza tan elaborada..
Feliz año para ti y la buena gente que te seguimos.
No sé «sulfure» profesor, no vale la pena. Y las contestaciones de ChatGpt, suponiendo que la primera es falsa, dan una idea perfecta de los sesgos de esa aplicación. Entre otras cosas, no tiene en cuenta que el escrito es un texto corto y de divulgación, no un ensayo académico ni literario sobre el PSOE andaluz. Sobre la inteligencia artificial y sus peligros he publicado un artículo en el número de este verano de la Revista de Economía Crítica, que se edita digitalmente en abierto.
Gracias. Un abrazo
Ah Yo no soy un troll. Solo contesto a los escritos del señor Torres, ahora con nombre falso por que me censuró. Seguro que su condición de censor comprobado hará que siga sin publicar mis escritos ó publicando los que le convengan.
Saludos.
Insisto: ¿Me da permiso para publicar sus IP y demostrar que es un impostor?
No le doy permiso por que solo publica lo que le interesa
Saludos.
Si le parece, voy a dejar entrar en mi casa a quien llega con los zapatos sucios y con el insulto en la boca.
Pierde usted el tiempo.
Cuando use otro nombre, tenga cuidado con la IP. Espabile si quiere ser un troll eficiente.