Endesa: anatomía de un escándalo financiero

Yo no se que tiene que ocurrir para que les demos una patada en el culo, tenemos una tragaderas

¿Las ratas abandonan el barco, hundiéndolo de paso?
Gracias, sr. Torres.

Los L’Oreal.
Hubo un anuncio de TV, en el que a una chica se le preguntaba por qué usaba un determinado producto de L’Oreal. Ella contestaba !Porque yo lo valgo!. Blesa me lo ha recordado.
Las privatizaciones de los bancos y empresas públicas españolas, – Lo sucedido en Caja Madrid podría ser trasladable a algunas de ellas- se hicieron poniendo al frente de las mismas una serie de personajes que mantuvieron su poder, acabada la privatización, merced a un entramado de favores y haberse rodeado de fieles a su imagen y semejanza.
Su principal preocupación fué subirse astronomicamente sus sueldos y los de sus fieles, poner blindajes multimillonarios a sus contratos y crearse unos fondos de pensiones que ni el rey Midas podía soñar. Vamos que pasaron a vivir como reyes a costa de las tarifas que pagaba el pueblo.
Cuando a estos señores les preguntaba algún sindicato, no piensen ni en UGT ni CC.OO. que miraron para otro lado en este asunto como en tantos otros, en las juntas de accionistas por este dislate. La respuesta siempre era la de la chica de L’Oreal. !Porque lo valemos!. Era la respuesta de Blesa y muchos más.
Lo triste de todo esto es que los distintos gobiernos de España, pierdan su SOBERANIA, acudiendo a ellos para pedirles consejos sobre como afrontar la crisis.
No Sres. Del Gobierno Estos L’Oreal no le van a resolver la crisis. Ya lo ven. Muchas cajas quebradas. IBERIA ya no es española. ENDESA Tampoco. TABACALERA Lo dejó de ser hace tiempo. A juzgar por el resultado, mas que la marca ESPÂÑA parece que los chicos L’Oreal son la marca ANTIESPAÑA.

Para desalojar a esta gente hay que ganar las próximas elecciones y para esto tenemos que trabajar en la calle con nuestros conocidos en nuestros lugares de encuentro, amigos. Recordemos que los otros cuando llegan las elecciones llevan a votar hasta los ancianos de sus familias, las monjas a los que están en los asilos o en las casa acogidas los llevan con la papeleta debidamente cerrada y el voto dentro, la mayor parte de las iglesias pide el voto en los sermones dominicales, los obispos en las cartas pastorales ect, aunque caigan rayos de punta, no fallan nunca. Amigos en las próximas elecciones nos tenemos que movilizar, basta ya de tanto retroceso de tantos derechos perdidos, de tanta corrupción, y de esta forma de gobernar que utilizan al pueblo para sus fines, y no para servirlo como debe de ser. Gracias Antonio
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Scipion,en realidad el pueblo espanol tiene demasiado aguante.
Y cuando Endesa transfiera el dinero para pagar a Italia hasta
donde subira la deuda espanola, pues dinero es deuda.

Estas cosas ya pasaban en España en tiempos de la dictadura y primeros años de la democracia, aunque no afectaban a Endesa, única empresa pública del sector energético (entre las grandes) y, curiosamente, la única rentable. Quienes nos opusimos a la energía nuclear, tuvimos la oportunidad de consultar estudios (como los de Greenpeace) que aportaban mucha luz en relación con las sobredimensionadas inversiones que estaban haciendo las eléctricas privadas, las obras faraónicas que costaban mucho más de lo presupuestado inicialmente y el consecuente reajuste final (parón nuclear) tras comprobar que se habían pasado un pelín con los préstamos y el hormigón (algo endémico de este país, como la burbuja inmobiliaria, los aeropuertos sin aviones y las autopistas sin vehículos).
El resultado fue un parque eléctrico que sobrepasaba con mucho la demanda presente y futura. La explicación: grandes compañías eléctricas privadas (Hidroeléctrica Española, Iberduero, Sevillana de Electricidad, Unión Fenosa) de capital muy atomizado, en cuyo consejo de administración se sentaban los proveedores y clientes con una pequeña participación en el capital, por lo que velaban por sus intereses (bancos, constructoras, empresas de bienes de equipo), sin que importara mucho el alto nivel de endeudamiento de aquellas, entre otras razones por el hecho de que todos los españoles éramos contribuyentes, por lo que bastaba con elevar las tarifas para intentar cuadrar la escandalosa contabilidad.
Lo sorprendente del caso es que, como en otros ejemplos, la versión oficial sobre la privatización de Endesa se sigue basando en los típicos tópicos de rentabilidad, competitividad y corrupción, cuando era, entre las grandes eléctricas, la única que daba beneficios. Gracias al artículo recomendado por Juan, tenemos claro que el objetivo era convertir en sujeto activo y beneficiario de la tasa eléctrica de Endesa a los miembros del establishmet económico nacional y transnacional, regalar a los mercados el patrimonio público y su rentabilidad, esta vez una transnacional italiana.
Aunque no tenga una relación muy directa con el artículo, quiero mencionar otro ejemplo de ingeniería financiera, punta de lanza de un proyecto de saqueo contra una nación a la que, según la versión de los grandes medios de comunicación, se pretendía rescatar del eje del mal para integrarla en el club de la democracia y de los derechos humanos. Con motivo del golpe de estado neonazi en Ucrania y tras anunciarse el proyecto de contratar grandes préstamos con el FMI y el BM, ciudadanos ucranianos decidieron manifestarse en contra porque tenían la fundada sospecha de que el dinero acabaría evaporándose para que no quedara otra opción que proceder al saqueo de lo público y a la socialización de los pagos. Pero los españoles somos los que menos motivos tenemos a la hora de escandalizarnos por una peccata minuta como esta.

El primer paso es cambiar de comercializadora, yo llevo más de un año en una «verde» porque creo que es lo que más duele al oligopolio eléctrico: se van a ver obligados a entrar sin ganas en las renovables porque se les están yendo clientes.
Aunque demasiado pocos, porque nadie quiere cambios si no ahorra. Y estos de endesa e iberdrola o gas natural, todas multinacionales en manos extranjeras, siguen haciéndose ricos por la falta de conciencia y comodidad de la gente.
No entiendo cómo todavía no se han quedado sin clientes particulares. Es como darles la razón en su expolio y en su abuso.