Mi amigo el economista y profesor colombiano Guillermo Maya ha escrito un artículo sobre la entrega a España del tesoro que cargaba un viejo galeón hundido y se pregunta, creo yo que con toda la razón, si esos tesoros no deberían entregarse con más derecho al pueblo indígena a quien se lo robaron.
Lo transcribo a continuación.
España se lucra del esclavismo, por Guillermo Maya en El Mundo, 23 de Febrero de 2012
¿Por qué España, poder colonial monárquico y que fue derrotado por los movimientos independentistas del siglo XIX, en Latinoamérica, reclama un tesoro que fue producido con trabajo esclavo, tanto de africanos, principalmente, como de indígenas?
De acuerdo a reportes publicados en El Tiempo, el tesoro rescatado en el fondo del mar, al frente de las costas de Portugal en el Atlántico, de una fragata española, Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804, por la flota británica, fue adjudicado al estado monárquico español, por un juez de Florida (EEUU). El Tesoro lo componen 594.000 monedas de plata y oro, valoradas en 500 millones de dólares, que al parecer fueron acuñadas en Lima. Igualmente entre los demandantes estaba “también un grupo de descendientes de los dueños de la carga”, 4 familias colombianas, 3 españolas y 11 familias peruanas (En una semana llegará a España el tesoro de Las Mercedes, www.eltiempo.com, febrero 17-2012).
¿Por qué España, poder colonial monárquico y que fue derrotado por los movimientos independentistas del siglo XIX, en Latinoamérica, reclama un tesoro que fue producido con trabajo esclavo, tanto de africanos, principalmente, como de indígenas, en las minas, probablemente peruanas?
¿Acaso este tesoro no pertenece a quienes produjeron los metales preciosos como esclavos, las comunidades indígenas y afrodescendientes? ¿Cómo un país reclama un tesoro que es producto de trabajo esclavo como propio? El problema no es jurídico, bajo el principio de inmunidad soberana, como se ha tratado en las cortes, es de justicia hacia las comunidades esclavizadas, que fueron arrebatadas de sus raíces, de sus vidas cuotidianas y que fueron hundidas en los socavones de por vida para que extrajeran riquezas para una monarquía parasitaria, rentista y decadente.
Durante la segunda guerra mundial muchas empresas alemanas, bajo el régimen nazi, usaron trabajo esclavo o forzado, de acuerdo a la biblioteca virtual judía, que recopila los nombres de estas empresas (German Firms That Used Slave or Forced Labor During the Nazi Era, January 27, 2000). En 1999, de acuerdo a Norman Kempster, de Los Ángeles Times, los gobiernos de EEUU y de Alemania lograron un acuerdo sobre las reparaciones al trabajo forzado o esclavizado, durante el periodo nazi, hace 68-72 años, de 5.200 millones de dólares (Agreement Reached on Nazi Slave Reparations, dec 15-1999).
Igualmente, bajo la Ley de Libertades Civiles de 1988, promulgada por el presidente Ronald Reagan, el gobierno de EE.UU. se disculpó por la detención en campos de concentración, en EEUU, de inmigrantes japoneses, durante la Segunda Guerra Mundial y pagó por reparaciones 20.000 dólares a cada sobreviviente, para compensar las pérdidas de propiedades y de libertad durante ese período (Wikipedia, Reparations for Slavery). Además, a algunos bancos, en EEUU, se les ha exigido pagar reparaciones por su involucramiento y lucro en el comercio de esclavos.
¿Cuánto vale el trabajo de un esclavo? En la carta de un esclavo liberado, Jourdon, dirigida a su antiguo amo, quien le pide que regrese, después de la Guerra de Secesión de los EEUU, publicada el 22 de agosto de 1865 en el New York Daily Tribune, el propio Jourdon le hace los cálculos de cuánto le debe: “Gano 25 dólares al mes, con vituallas y ropa”. Para probar las buenas intenciones de su amo, respecto a su suerte futura, le pide que “nos envíe nuestros salarios por el tiempo que le servimos, por treinta y dos años (Jourdon), y Mandy -su esposa- veinte años. A 25 dólares el mes para mí, y 2 dólares a la semana para Mandy, nuestros ingresos ascenderían a 11.680 dólares. Agregue a esto los intereses por el tiempo que nuestros salarios fueron retenidos (…) Si usted no nos paga por el trabajo de fieles trabajadores en el pasado, podemos tener poca fe en sus promesas futuras”.
Entonces, ¿a quién pertenecen las 594.000 monedas de oro y de plata? ¿Al estado monárquico español? ¿A los descendientes de los esclavistas? ¿A los esclavos y a sus descendientes? Es una vergüenza que España, país rico, todavía aspire a los tesoros sacados de América y que yacen en la profundidad de los océanos, cuando debería estar pagando las reparaciones a quienes esclavizó, maltrató y asesinó. Tampoco ha pedido perdón. Pide preferencias comerciales y de inversión.
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5 comentarios
Virgen santa, menudo desvarío de artículo, fiel reflejo de cuando nos metemos en parcelas que no se dominan como es el caso de un economista haciendo juicios históricos fuera del correspondiente contexto espacio-temporal. Ya que se apellida «Maya» que exija también a los descendientes de los mayas que pidan disculpas a las tribus y sociedades mesoamericnas que los nutrían de esclavos en sus razias, a no ser que se crea el cuento de que eran unos pacíficos astrónomos llegados en naves espaciales; o lo mismo se siente orgulloso del pasado imperialista de Pachacutec que algún «científico social» explicaba por una suerte de «socialismo andino» de los incas. Hala hijo, a danzar en honor de la Pachamama…
Es un punto de vista muy acertado, hace unos días pasé por el mercadillo del pueblo en el que vivo y me detuve a conversar con un amigo camerunés que trae sus mercancías, charlabamos precisamente de hasta donde llega el despotismo y la poca vergüenza del estado español para reclamar un tesoro que no le pertenece. Es cierto que es un anacronismo decir que «los españoles fuimos allí», pero nos es un anacronismo que estas generaciones reconozcan el daño que se hizo en nombre de la cruz y la espada, y al menos pidan perdón, y que la justicia social que se pide en las calles sea para todos, mi amigo camerunés y yo que soy ecuatoriana estamos de acuerdo en que no queremos que nuestros países se hagan ricos explotando las riquezas de otros pueblos y sus gentes.
Lo pero es que encima esos 500 millones de dolares se los van a repartir entre los cuatros espabilados de siempre; los que deberían indemnizarnos a todos por muchas más cosas.
Como dice “Sol de los Andes”: ¡Menudo desvarío!
Este señor que se preocupe de su país, gobernado por paramilitares y narcotraficantes y con millones de personas excluidas sociales, lanzadas a la miseria o al trabajo semi esclavo y deje su tufo NI-Ni que tanto daño y confusión están originando. Y ya cuando mezcla reclamaciones de sionistas a sus hermanos nazis y al fascista Reagan, pues apaga y vámonos.
Si quiere además, le puedo aclarar la época histórica tras la Paz de Amiens, en el contexto de la cual se desarrolla la “aventura” de las cuatro fragatas – no galeones- de la Real Armada que regresaban de Montevideo cargadas de civiles (muchísimas familias enteras), además de todo tipo de cargamentos, con cuatro navíos rebajados ingleses artillados con cañones de mucho mayor porte y sin declaración de previa de guerra.
Creo en el mundo actual que este señor se indigne con esta majadería anecdótica y no se indigne del genocidio al pueblo libio alentado por mentiras criminales por los medios “informativos” y apoyados por significados NI-NIs de la izquierda, los mismos “izquierdistas” que apoyan con más mentiras la agresión encubierta de Occidente contra Siria, aunque aquí han sufrido una humillante derrota. ¡Qué placer imaginar cómo están cruzando por “patas y cagando leches” la frontera del Líbano, mercenarios franceses, integristas islámicos, mercenarios de Al Qaeda! Armados hasta los dientes con material de última generación israelí, financiados por Qatar y Sauditas y entrenados por franceses, ingleses en Turquía.
Como dice este señor: “Entonces, ¿a quién pertenecen las 594.000 monedas de oro y de plata?”, yo me pregunto: “¿Entonces a quién pertenece los cientos de miles de millones de euros del pueblo libio que han desaparecido en bancos franceses y estadounidenses? Tal vez al Pueblo de Libia ¿no? Ese que han mandado al paleolítico inferior con bombas humanitarias de uranio empobrecido.
Pues eso que vaya desvarío.
La guerra de la independencia americana fue feroz, pero en los programas escolares españoles no se refleja. La reconciliación vino de la mano de una millonaria masa de pobres campesinos y exiliados políticos republicanos y tampoco aparece en los libros. El neocolonialismo con el que volvió España al servicio de los intereses anglosajones (ni siquiera del propio como bien lo están experimentando los españoles) dio por tierra con tan largo proceso de acercamiento entre los pueblos.
Hoy por hoy, los latinoamericanos vemos en el Reino de España a una madrastra patria.
¡Qué desperdicio histórico!