He leído prácticamente de un tirón el último libro de Sami Naïr (Europa encadenada. El neoliberalismo contra la Unión. Galaxia Gutenberg 2025) que está en librerías desde el pasado 22 de enero. Como digo en el título de esta reseña, me parece que es una obra fundamental para entender lo que viene ocurriendo en Europa, para aventurar con algunas certezas lo que puede ocurrir si no se cambia de rumbo y, sobre todo, para tener ideas sobre cómo afrontar los desafíos que tenemos por delante.
El libro tiene un valor extraordinario, pues extraordinaria es la condición de quien lo escribe. En primer lugar, porque su autor es, antes que nada, un pensador en el sentido más rico del término. Alguien con valentía para enfrentarse a la «culpable incapacidad» que Kant asociaba con el no atreverse a razonar sin tutela, con autonomía y libertad. Sami Naïr analiza a Europa en este libro respondiendo con determinación al reto de Horacio (sapere aude!), es decir, atreviéndose a pensar sin ataduras y, como él mismo dice, «a riesgo de incomodar la conciencia de los biempensantes» (p. 253). En segundo lugar, porque conoce a Europa no sólo como objeto abstracto de reflexión, sino como algo propio y vivido gracias a su experiencia como eurodiputado y hombre de acción de larga trayectoria. Y, finalmente, porque Sami Naïr es un habitual interlocutor de líderes políticos y de opinión de varios países, lo que le proporciona información puntual y muy valiosa que se deja ver en libro, unas veces entre líneas y otras explícitamente, y lo enriquece.
Si tuviera que resumir en una sola frase lo que esta obra aporta y por qué es fundamental leerla, diría que explica el cómo y el por qué Europa ha sido encadenada y de qué manera las cadenas se podrían convertir en lazos que proporcionen bienestar, estabilidad y paz.
El libro comienza con un asunto crucial, el de la carencia de una identidad europea que pudiera servir de motor para alcanzar «la unidad política de pertenencia común» que no puede lograrse, como bien dice Naïr, «sólo a través de la unión económica» (p. 28). La Europa social es, en su opinión, la premisa de una identidad común capaz de generar la «solidaridad de destino», pero ese es, justamente «el elemento que falta en la construcción europea» (p. 43), y de ahí es de donde nacen los problemas.
El segundo asunto del libro es, como he dicho, el análisis del cómo y el por qué Europa ha sido encadenada, no sólo por las políticas neoliberales de las últimas décadas, sino incluso por el diseño de su arquitectura fundacional.
Es cierto que todo ello ha sido ya ampliamente analizado por muchos autores, pero creo que el libro de Sami Naïr tiene, además del valor de hacerlo sintéticamente, algunas aportaciones novedosas e interesantes.
Una de ellas es demostrar que la Unión Europea tiene lo que yo creo que es una auténtica anosognosia, es decir, incapacidad para percibir y reconocer la enfermedad que padece. Ni los fracasos evidentes que produjeron las políticas austericidas, generando los efectos justamente contrarios a los que se aseguraba que iban a tener, fueron capaces de producir autocrítica, no ya rectificación. Con razón señala el autor que «una reflexión crítica del pasado para poder hacer balance de la integración europea» es un paso imprescindible para abordar con éxito el cambio de ciclo que pueda producirse.
Otra aportación a mi juicio muy interesante del libro es analizar el papel que en ese encadenamiento ha desempeñado otro doble fracaso de la Unión. Uno referido a la integración y la igualdad, y otro derivado de su incapacidad para gestionar «el desafío del Sur». A diferencia de lo ocurrido con las demás vecindades, la estrategia ha consistido en «contenerlo» (p. 170), manteniendo una situación «estructuralmente conflictiva» (p. 165) porque, dice Sami Naïr, se quiere «una zona dividida, no competitiva, para dominarla mejor» (p. 181).
Sin embargo, y sin perjuicio de lo que acabo de señalar, lo que me parece más interesante de este libro es que Sami Naïr analiza el proceso de construcción de la Unión Europea reconociendo a los sujetos responsables de lo ocurrido, pero no de manera abstracta, como se hace cuando se habla, por ejemplo, de los mercados, de la Europa del capital o de los monopolios. En su obra desvela el papel de los operadores políticos (institucionales, colectivos y también personales) que han puesto las cadenas a Europa.
Si esta «ya no tiene brújula, no sabe a dónde va» y «ni siquiera es consciente de que necesita reencontrar un sentido, una identidad centrada en el porvenir» (p. 253), si la Unión Europa está atada por «cadenas neoliberales» (p. 260) ha sido por la acción deliberada de individuos y partidos que abrieron las puertas y se dejaron caer en los brazos de un credo magistral y exclusivamente concebido para concentrar al máximo la riqueza y el poder en una minoría social. En particular, Sami Naïr señala con su análisis a las élites que la gobiernan, a la vista o en la tramoya, y a la cantidad de lobbies «que no deja de crecer» favoreciendo «un sistema de corrupción organizada» (p. 123). Y, sobre todo, responsabiliza a la socialdemocracia europea y, en especial, a los socialistas franceses que conoce perfectamente, ilustrando así las razones profundas que explican la crisis de las izquierdas europeas y el paralelo ascenso del neofascismo.
Ahora bien, este libro no se limita a ser un balance de daños, aunque hayan sido tantos los producidos por las políticas neoliberales que en la Unión se han asumido como un credo (desigualdad, desindustrialización, pérdida de peso de Europa en el mundo, crisis de los servicios públicos, precariedad, endeudamiento, inestabilidad, desafecto…). Sami Naïr proporciona claves para diseñar respuestas y abrir caminos alternativos. Y lo hace para terminar, poniendo el dedo en la llaga: «Mientras las actuales corrientes progresistas europeas no asuman la responsabilidad de proponer un proyecto posneoliberal que garantice la integración efectiva de los ciudadanos en el mismo, el futuro de la Unión Europea seguirá siendo un asunto farisaico que subyace en la resignación, en la parálisis, y no la voz de una Europa democrática y social» (p. 254).
Un libro fundamental, como he dicho, si se quiere saber dónde estamos y por qué, y qué necesita Europa para que sus gentes y sus pueblos se unan, porque asuman que les conviene, en torno al requisito esencial de «querer ser europeos».
P.S. Sami Naïr Sami Nair es catedrático de Ciencias Políticas, consejero de Estado honorario, exdiputado europeo (1997-2004), profesor en varias universidades en Francia y España, especialista de las migraciones, autor de ensayos sobre la geopolítica y las identidades y también articulista de la prensa internacional.
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11 comentarios
Gracias por la recomendación y lo leeré en cuanto me llegue de España, pero la última de las preocupaciones de los Prodi, Barroso, Juncker y von der Leyen, por no citar más que los cuatro últimos presidentes es construir una Europa social, ampliar el mercado, mercado y mercado ha sido y es su mantra y lo demás llegará por añadidura, algo que ni ellos creen… Gracias de nuevo
En mi caso tratar de aportar unas ideas simples que surgen tras la lectura del escrito sobre el libro de Nair . Espero que sean utiles al lector .El comcepto de patriota o cudadano o pueblo es un concepto problematico . Conseguir que la gente se considere un patriota europeo es algo muy dificil , Ya lo es que se considere un ciudadano o patriota español , veaseJunts y la politica inexorable que lleva en conseguir una separación de Cataluña a costa de provocar daño y sufrimiento al conjunro de España
En libros de autores norteamericanos se hace una referencia continua a los textos fundacionales de los estados unidos que en esencia. y en mi opinion se pueden resumir como un gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo y una igualdad frente a la ley .
Cuabdo decimos el pueblo o la ciudadania ¿ aquien nos estamos refiriendo ? ¿ a la gente que vive en la opulencia , a la gente que tiene un trabajo , a la gente que se puede clasificar como precariado que trabaja pero no llega a final de mes ?
A la gente que vivie de us inversiones en capital y paga unos impuestos superreducidos , ridiculos en ocasiones , a la gente que vive del trabajo y paga unos impuestos normales ?
Yo no creo estar solo , Schumpeter , un ecomista famoso , decia que no es posible conocer a un partido politico sin estudiar a fondo sus presupuestos economicos . . En el momento actual mi opinión es que no se puede juzgar a la Unión Europea sin tener presente y priorizar que es lo que esta haciendo en economia . Si de verdad esta trasfiriendo riqueza hacia los mas debiles . Por supuesto que las libertades y la democracia son importantisimos pero la economia lo es mucho mas . ¿ Se esta enfrentando la Unión a la gran banca ? ¿ Se esta enfrentando a los grandes monopolios ? ¿ Se esta enfrentando al capital que no paga impuestos ? . Que evade y se desentiende de la ciudadnia , del pueblo.?
Gracias, Juan por tu recomendación. Después de leer tu sinopsis y comentarios, no se porqué, me ha venido a la mente la imagen física del rostro de Luis de Guindos saliendo de la sede del BCE. Mañana compraré el libro y te haré un comentario de los míos…
Un abrazo
Si el libro es como lo cuentas, querido Juan, me parece que es el típico libro académico lleno de tópicos que ya sabemos, aderezado por una soflama progre. Que no existe identidad europea, ya lo sabemos. Además, de la mayor lacra que asolaba europa, es decir no habla de una alemania ocupada desde la segunda guerra mundial incapaz de rebelarse contra sus opresores anglosajones, que esta arrastrando al resto de las naciones europeas al suicidio. Me da que va todo de lo mismo. Bendiciones
Desde el repugnante rescate a Grecia y bendecirnos a los países del sur como PIGS,los ricos europeos
nos demostraron que nunca se sintieron ni europeos ni nacionalistas. Los políticos de todos los países
que se denominaban o calificaban de izquierda aceptaron el insulto, el desprecio, los recortes en todos
nuestros derechos sociales, sin lugar a dudas nos dejaron muy clarito lo que era Europa y su servilismo
integro y vil a los grandes capitales.
En España Mr.Sánchez,sus buenas intenciones no han pasado de dar migajas de pan duro, pues si han subido
los salarios y pensiones, todo lo necesario para la vida lo subieron tres veces más.
Gracias profesor, esto debería debatirse al menos en los medios públicos, pero el servilismo de los políticos
de la genética franquista y el PSOE , (los verdaderos PIGS) también tienen encadenada toda la información
para programar y cegar a los ciudadanos.
Recomiendo el libro ENSAYO PARA LA CEGUERA DEL NOBEL JOSÉ SARAMAGO
Lo compraré. Saludos.
Julio.
Buenos días.
Yo sigo erre que erre con lo mismo, «cui prodest» y/o «»cui prodest scelus, is fecit». Han nombrado a un tal De Guindos, ¿Podría pensarse que le preocupa el bien de los Europeos?…pero todo el mundo debería de saber que ha trabajado para USA e infiltrado en el BCE sigue trabajando para USA, solo hay que ver que hace la Troika, era Asesor del banco de inversión Lehman Brothers para sus actividades en Europa, no creo que haga falta mencionar en lo que participó Lehman Brothers.
Si se hace un somero repaso sobre la «elite europea que supuestamente trabaja para el bienestar de los Europeos» te da cuentas muy muy rápido que «eliges» para que te gobierne el rebaño de ovejas a los peores y mas hambrientos lobos que encima se llevan la carne para USA.
Se habla mucho, muchísimo de que Rusia quiere ocupar la «libre Europa» pero ni un solo «libero» europeo se da cuenta que lleva desde 1945 invadido, amenazado y siendo expoliado por los mas buenos y generosos del mundo mundial, por si no lo sabéis en algunos lares les llaman «Gringos»… Por cierto, mucha gente fuera del «jardín de Borrell tiene claro que el «liberador desembarco de Normandia sólo tuvo un objetivo, llegar antes a los centro de desarrollo alemanes y devolver a casa a los científicos alemanes que desarrollaron las novedosas armas que diseñaron como el Ho 229, la V2 de Von Braum, el submarino tipo XXI, Horten Ho XVIII, Focke-Wulf Ta 183, etc.etc, y ahora en plena guerra inducida por USA en Ucrania se esta externalizado hacia USA la poca industria que queda en Europa y aún así los europeos mas nos arrastramos hacia USA, que poco honor queda ya en el jardín de Borrell.
Europa encadenada», yo creo que también seria apropiado decir «Europa hacia el feudalismo». Baste para confirmar esa deriva lo expuesto por el gran filosofo y pensador político, Puigdemont que para hacerlo más concreto y cual es su creencia de «su mundo ideal más justo en el tema de pensiones» es que los pensionistas del resto de España cedan parte de su pensión a los catalanes para que cobren más.
Puigdemont: «Un jubilado catalán debería cobrar más que el de una comunidad donde vivir es más barato»
¿Somos tontos lo españoles? Como mas de 45 millones eligen políticos para que gobiernen con la colaboración de segundo energúmeno?
En función de su comentario, Juan Torres López, no sé si en este libro de Samir Naïr da una explicación del pensamiento actual de la sociedad europea occidental capitalista, es decir, de los cambios que ha generado el capitalismo no solo en Europa sino en las personas, en las sociedades, en el mundo. Esto se llama posmodernidad: un estado individualista acérrimo, sin mitos, sin el recurso de sentirse abrazado por lo colectivo (marxismo, comunismo, cristianismo, etcétera.) Vivimos en la época de la posmodernidad, una situación nueva en la historia. Y entender esta, puede ayudarnos a saber las causas que han diseñado la Unión Europea actual, y el camino que sigue hoy día el mundo, la humanidad.
Yo conocí un joven filósofo que decía «la batalla está perdida, sólo queda defender la derrota». Dan ganas de llorar… Saludos.
«cosas veredes’.¡Lo que hay que ver!.. Como cambia la Europa, ese lugar que es un jardín en el que la que nos «robó» comprando a la empresa de su «marido» directivo de Pfier. La ultima hazaña de los «jardineros» es «olvidar» quienes liberaron auschwitz, donde unos 1,3 millones de personas fueron deportadas, era el campo de concentración Auschwitz-Birkenau, ubicado en Polonia.
Resulta que no ha sido invitada Rusia, pero si Ucrania donde gobierna Zelensky en estrecha colaboración de los nazis de «azov» y seguidores del Stephan Bandera y no lo duden, hay muchísima información en video imágenes etc etc. sobre ello..
Resulta peligrosa, temerosa la deriva de la Unión Europea gobernada por una tal Ursula…Los reyes Felipe VI y Letizia asistieron este lunes a la ceremonia para conmemorar los 80 años de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, una cita a la que asistieron otros monarcas así como varios jefes de Estado europeos.