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18 comentarios
Ojalá fuera doble moral, al menos la tendrían, aunque fuera ambigüa. Si tuvieran que encajar racionalmente sus códigos morales en orden a un sistema, morirían por sobrecarga cerebral.
El cuento de nunca acabar http://histericapeninsula.blogspot.com.es/2013/03/el-cuento-de-nunca-acabar.html
Juan, y a todos los que comentan, lo que más nos puede ofender es la expresión «fascistas de izquierdas». Pues todos sabemos que un fascistas jamás es de izquierdas. Que el fascismo es básicamente de ultraderecha. Que una izquierda de verdad está siempre a favor del pueblo, la igualdad, el progresismo y la justicia. Y para finalizar, que estos personajes den lecciones de moralidad, y llamen a los demás «fascistas». Lamentable. Gracias, Juan, por la labor que haces.
El PP solo hace poner en practica los 11 principios de la informacion de Goebbels.
Principio de la transposición.
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
Un saludo
Comparto totalmente Hiperbóreo.
Además invaden la sociedad mediática con lo que Carlos Ortiz de Zárate denomina «el discurso de la arrogancia», que es internacional.
http://www.rebelion.org/hemeroteca/imperio/040120ortiz.htm
Confieso que empieza a gustarme que me llamen extremista de izquierdas, filocomunista, energúmena socialista o kaleborroquera. Eso significa que la distancia entre ellos y yo es absoluta, sin posibilidad alguna de que exista un puente que nos una. Así no hay la más mínima posibilidad de confusión entre su moral (en caso de que la tengan, que lo dudo) y la mía.
Estimado D. Juan (¿como suena?)
Gracias por vuestro blog y, en especial, por su contenido. Simplemente deciros que no creo que se trata de una doble moral, sino de una sola (derecha y fascista) que no es neutral ante hechos claves y preocupantes de las sociedades española y andaluza.
Saludos
Que la gente de derechas hablen de fascismo de izquierdas es una muestra del desconocimiento del origen del fascismo italiano, íntimamente relacionado en su ascenso a la burguesía.
Así como es una muestra de la manipulación de la terminología política con tal de esconder sus vergüenzas y sus políticas fascistas que están provocando la destrucción del Estado, con lo que ello conlleva.
El PP se está destapando como lo que es, un partido fascista heredero del dictador Franco, aquél que no dudó en fotografiarse con Hitler y seguir una política de asesinatos sistemáticos y de tierra quemada durante el avance de las tropas que él dirigía con el apoyo fascista y nazi.
El PP podrá dar lecciones de moral cuando denuncie los crímenes del franquismo.
Visca la Terra
Lo de la doble moral se queda corto. Mirad lo que están diciendo algunos medios y políticos de Ada Colau y su movimiento PAH. Como no tienen argumentos sólidos que convenzan se dedican a crear falsas realidades y a desprestigiar al adversario. Quieren que nos perdamos en la mentira que a ellos les interesa.
No lo llamaría doble moral si no manipulación periodística, intentando manejar la opinión del pueblo, de todo esto viene la mala imagen que tienen los periodistas.
No es un discurso de doble moral, como dice un comentarista, ya tendrían algo, es simplemente una indecencia periodística. Igual que se les retira el permiso de trabajo a quien ejerce mal la profesión deberíamos de aplicarlo al mundo del periodismo democrático, pues seguramente en democracia no pueden estar dirigiendo periódicos los que tiene los mismos pensamientos que los que lo dirigían en la dictadura, pues los actos dictatoriales deberían ser un delito, y manipular , mentir, engañar al ciudadano debería en democracia considerarse delitos
Juan, creo que el seguir, discutiendo sobre estas personas, es perder el tiempo, ya soy bastante educado con llamarles personas, creo que la indiferencia es la mejor arma, me preocupa mucho mas esa izquierda que hace política y actos de derecha, I.U., sociolistos y sindicalistos.
Está claro que el tratamiento de la información es totalmente distinto y que existe una doble moral. Creo que este es un rasgo que compartido con los partidos de izquierdas.
Por cierto, es frecuente acusar a la derecha de manipulación terminológica al tiempo que se acusa de «fascistas» a estos partidos. Pues más de lo mismo. Acusamos demás de lo mismo que nosotros hacemos. Resulta que es fascismo implica totalitarismo y dirigismo estatal. Creo que está claro que la actual derecha hace exactamente lo contrario en favor de las reglas de un asimétrico mercado que será todo lo injusto que se quiera pero que es contrario al intervencionismo estatal.
Estoy de acuerdo con lo expuesto por Felip.
Me gustaría comentar el valor que esta perdiendo «El poder de la palabra». Hemos llegado a un punto, o quizá estamos instalados en él, en el que la verdad ya no es la verdad, la diga «Agamenón o su porquero». Acabo de leer una página muy interesante en la que Jorge Larrosa somete a análisis esta frase a lo largo de la literatura y la historia llegándose a la conclusión de que «el poder de la verdad está al servicio de la verdad del poder».
En el caso que nos ocupa: el poder tacha de terrorista y de violentos a todos los que denuncían los abusos que están sucediendo desde el Poder, no sólo del de el PP., si no de los diversos poderes fácticos. Su violencia: Desgarradoras escenas de
desahucios con niños llorando aterrados; niños que tienen que quedarse sin comer por que en los colegios, si no pagan ya no les sirven; personas que no encuentran más solución que suicidarse (como dice Ana Colau no son suicidios, son asesinatos); ancianos víctimas de toda clase de abusos financieros y un largo etc… son solo LEY y ORDEN.
Los movimientos ciudadanos que se manifiestan ante las casas de los políticos, sin más violencia que la de» la verdad de las palabras» deben renunciar a esta única posible plataforma pues asusntan a los pobres hijitos del Sr Pons y demás comparsas.
¡QUE PENA!
Si estas descalificaciones hacia el pueblo que sufre la crisis y complicidad con los culpables las hiciera la prensa burguesa diríamos que vivimos en un sistema plutocrático conducido por sicarios de la pluma y del teclado pero, como se trata de medios «democráticos» e «independientes», tendremos que darles la razón, comprarlos todos los días en los kioskos para que puedan sobrevivir y leerlos de principio a final (publicidad incluída).
Cada vez que me acuerdo de cuando nos decían, al comienzo de la transición, que había que leer mucha prensa independiente, cuanto más mejor, sinónimo de distinción, objetividad, imparcialidad, tolerancia, frente a los medios interesados y manipuladores de los partidos, los libros publicados por editoriales radicales y revolucionarias, las publicaciones sectarias y mediocres de los movimientos sociales, soy consciente de la primera gran estafa de este país, imprescindible en toda plutocracia que se precie, para que el rebaño paste allí donde interesa y en los momentos cruciales la burguesía pueda vivir y dormir tranquila.
«En el caso que nos ocupa: el poder tacha de terrorista
y de violentos a todos los que denuncían los abusos que
están sucediendo desde el Poder, no sólo del de el PP.,
si no de los diversos poderes fácticos»
Es la historia de siempre, satanizar a los que se oponen
de alguna forma.
Pía Uribe.
Tan sólo me gustaría hacer una puntualización que para nada pretende hacerla cambiar su opinión en relación a lo que es correcto o incorrecto. Creo entender que con su comentario intenta indicar que en España se da prioridad a la ley y al orden público. Los datos no dicen eso. En el comienzo de la crisis España se gastaba aproximadamente el 20% del PIB en política social (ahora estamos en el 24 como consecuencia del gasto en prestaciones por desempleo), no dudo que la cantidad deba ser mayor (la media europea está en el 27) pero lo que si es cierto es que el gasto en seguridad (la palabra orden tiene unas connotaciones distintas) es infinitamente inferior (creo que entorno al 2% del PIB).
Algo que siempre me ha llamado la atención sobre el momento histórico que nos ha tocado vivir es que durante mucho tiempo, al inicio de la crisis, se haya insistido en el «problema» de los millones de pisos vacíos sin vender y se haya pasado por alto el problema de la gente que no puede acceder a una vivienda o que la pierde.
A mi me parece más importante hacer ver esta realidad que ir coaccionando a los políticos.