Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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La mentira destruye la democracia

En una entrevista publicada en Le Progrès de Lyon en 1951, el Premio Nobel de Literatura Albert Camus dijo: «La libertad consiste, en primer lugar, en no mentir. Allí donde prolifere la mentira, la tiranía se anuncia o se perpetúa».

Me viene a la cabeza el recuerdo de esa frase al leer unas declaraciones de Donald Trump en las que vuelve a mentir sin disimulo.

En el coloquio de una charla que impartió el pasado día 5 en el Economic Club de Nueva York, el multimillonario inversor John Paulson intervino para preguntarle sobre el efecto de sus políticas en el déficit fiscal. La respuesta del expresidente republicano fue la siguiente:

«Bueno, acabamos de alcanzar cifras récord que nadie jamás hubiera creído posibles. Tienes razón, más de 2 billones de dólares. Nadie pensó que esa fuera una cifra… Quiero decir, si nos remontamos a cuatro años atrás, nadie pensó que una cifra como esa fuera posible. Es una locura. Es simplemente horrible, en realidad.»

La realidad no es la que dijo Trump. Según la Oficina del Presupuesto, el déficit federal fue de 1,7 billones en 2023. Y, lo que resulta aún más impresionante: ese registro no fue, ni mucho menos, una «cifra récord». Lo cierto es que el déficit en el último año de presidencia de Trump fue de 3,13 billones de dólares, casi el doble que el de 2023.

Aunque este último registro fue alcanzado a causa de la Covid-19, la evidencia es que Trump volvió a engañar a la gente que lo estuviera escuchando o lo haya oído después. Y esa no fue su única mentira en la charla. Dijo que en el último año habían perdido el empleo 1,3 millones de trabajadores, cuando la cifra real es de unos 800.000. Afirmó que su administración había creado 7 millones de empleos, cuando la realidad es que se perdieron 2,7 millones (a diferencia de lo ocurrido en los años de Biden, con casi 16 millones de nuevos empleos). Y, entre otras cosas, dijo que salvó a la industria automotriz mediante aranceles que, en realidad, nunca estableció en ese sector.

Sobre Kamala Harris se extendió en sus mentiras y exageraciones habituales: afirmó que es marxista y que promueve «controles comunistas de precios, confiscación de la riqueza, aniquilación de la energía, el mayor aumento de impuestos jamás realizado, amnistía masiva y ciudadanía para decenas de millones de migrantes que consumirán billones de dólares en beneficios federales y destruirán la Seguridad Social y Medicare».

Sin duda, Trump no es el único político mentiroso de nuestra época, entendiendo el concepto de mentira en su doble sentido estricto: expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente; o cosa que no es verdad. Aunque, ciertamente, se ha consagrado como el más compulsivo, con cifras de afirmaciones falsas o engañosas difícilmente superables: 30.573 a lo largo de sus cuatro años de mandato, según el cómputo realizado por The Washington Post.

En España no somos ajenos a este fenómeno que es claramente coincidente con el del vaciamiento progresivo de la democracia, de crisis de sus instituciones y de lo que incluso puede ser todavía peor, desprecio de los principios éticos sobre los que puede y debe sostenerse.

La democracia sirve para que la ciudadanía revele sus preferencias, delibere sobre ellas y pueda decidir con libertad, conocimiento efectivo y en igualdad de condiciones las que se asumen con prioridad al tomar las decisiones. Y lo que a mí me está resultando aterrador es que nos hayamos acostumbrado a convivir entre tanta mentira sin apenas reaccionar y sin pedir cuentas a quienes la utilizan constantemente como arma política. No sé bien si porque la sintamos como un modo más de proteger nuestra ignorancia, prejuicios o intereses, porque nos creamos indefensos e impotentes ante ella y ante los medios tan poderosos que la propagan conscientemente, o por inconsciencia sobre sus efectos devastadores.

Nuestra Constitución declara en su artículo 20.d que reconoce y protege el derecho (fundamental) a recibir «información veraz». ¿No es la mentira un atentado flagrante contra este derecho? ¿No sería hora de que reclamásemos la existencia de un poder o de instrumentos específicos para combatirla y para defender, así, a la democracia? ¿Cómo podemos callar y no hacer nada cuando mienten constantemente quienes dicen ser sus grandes y auténticos valedores?

A la vista está que los actualmente existentes o no funcionan o lo hacen muy deficientemente. La alternativa, el silencio y dejar de hacerlo, es la tiranía, como muy certeramente nos advirtió Camus.

17 comentarios

Wenceslao 10 de septiembre de 2024 at 18:02

«La mentira destruye la democracia»…y tanto, pero lo peor no es eso, lo peor es la casi total incapacidad de la masa de preguntarse un «será verdad» buda en su día fue capaz de decir…»No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan creído en ello durante muchos siglos.
No creáis en nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen.
No creáis en nada porque así lo hayan creído los sabios de otras épocas.
No creáis en lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de pensar que es Dios el que os lo inspira.
No creáis en lo que dicen las sagradas escrituras sólo porque ellas lo digan.
No creáis a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano.
Creed únicamente en lo que vosotros mismos hayáis experimentado, verificado y aceptado después de someterlo al dictamen del discernimiento y a la voz de la conciencia», esto ultimo es una utopía para la ciudadanía actual para ello ya tiene el ChatGPT(mas que reír da ganas llorar como tanta gente se arrodilla ante el ChatGPT)

Hoy pleno siglo XXI ni una sola persona es capaz de poner en duda lo que le muestran en sus móviles y si por un casual hay uno que dude, automáticamente es defenestrado.

Un ejemplo de lo «tontos» que somos y lo fácil que nos torean y tratan como a un rebano de ovejas..»·.antes de la elecciones de Venezuela la periodista española Helena Villar en la red X escribió, Si la oposición pierde en Venezuela, cantará fraude. Edmundo huirá en un avión y Maria Corina llamará a la violencia en las calles. Aquí, ( En el mundo OTAN) se activarán, como siempre, los bots y baneados. El 7 de septiembre Edmundo abandona Venezuela en avión destino Madrid»… esto es muy facil de comprobar entrando en la red X de Helena Villar

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Jorge Felgar 10 de septiembre de 2024 at 18:09

Nombra un político que no mienta.
Es una clase profesional que miente por naturaleza…

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José Luis Pineda Acosta 10 de septiembre de 2024 at 18:32

Los intereses del capital,transnacionales,terratenientes,medios de comunicación,monopolio de la educación son los mismos que los de los partidos politicos nacionales.
Por ésto tenemos Venezuela y mentiras para digerir y vomitar las 24 horas.
A éstos lacayos no les importan un bledo los problemas reales de los ciudadanos,solo los puestos que van a ocupar sus afiliados y las posibles puertas para ellos,familiares y amigos de los que amasan y acumulan las grandes fortunas y patrimonios.

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José Gómez 10 de septiembre de 2024 at 20:56

Si por lo menos pudiéramos contar con una mayoría de fiscales y jueces activos y diligentes sería posible frenar a los medios y a los políticos corruptos; mientras, si no les presionamos y conseguimos activarlos será clamar en el desierto.

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Antonio Moll 10 de septiembre de 2024 at 22:40

Es estupendo Ud , sr.Torres esta escribiendo y haciendo una gran labor en defensa de la democracia y de la mayoria de personas en nuestra sociedad . Lo que habria que pensar es porque no se pueden publicar sus articulos en un medio de alta difusión como por ejemplo el periodico El Pais .

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Juan Torres López 11 de septiembre de 2024 at 13:30

Gracias por sus palabras. Un abrazo

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Jose 11 de septiembre de 2024 at 00:15

La democracia esta corrompida, macron en francia, troudeau en canada, milei en argentina, sanchez en españa, todos titeres de la mafia globalista? Todos marionetas del dinero, como es posible que se haya llegado a esta situación con estos tipos tan mediocres y tan mentirosos, no me lo puedo creer, si me lo hubieran dicho hace unos años no me lo hubiera creído.

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Manuel 11 de septiembre de 2024 at 07:11

Lo peor es la impotencia que se siente al ver con qué facilidad esos mentirosos convencen al público, como las masas consumen, toleran, admiten, blanquean, comparten y difunden la mentira y a veces hasta con orgullo, parece que la humanidad está demente, es como si el mismísimo demonio nos arrastrase a los infiernos.

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Roser Batlle 11 de septiembre de 2024 at 11:38

Cuando leo tu escrito justo acabo de recibir un correo electrónico descalificador, lleno de mentiras y medias verdades manipuladoras (que son las peores). No va dirigido a mi persona específicamente, sino a la organización de la que formo parte. La verdad es que no tengo ánimo de responder, en una mezcla de impotencia y de cansancio ante tantas falsedades y tanta mala intención. ¿Debería sobreponerme y hacerlo? Ya sé que estoy contando una anécdota circunscrita a un círculo muy pequeño, pero no sé si, hasta cierto punto, no se podría parecer a lo que nos pasa a nivel global. Sin embargo, no es excusa.

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Juan Torres López 11 de septiembre de 2024 at 13:30

Mucho ánimo! Lo mejor, creo yo, lo que salga de dentro, lo que te haga más libre, lo que te proporcione paz.

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José Luis 1º 11 de septiembre de 2024 at 11:45

Pero la Verdad en Política nada tiene que ver ni con la Lógica ni con la Moral pues está sometida al principio de utilidad: es verdadero lo que hace ganar elecciones. En esto ocurre como en el campo de la Economía con la Publicidad: es buena la publicidad que hace incrementar las ventas del producto publicitado.
La cuestión es la de siempre, estimado profesor: qué hacer , quién y cómo, para impedir la degradación de la democracia.
Dicen que Kamala Harris ha derrotado a Trump. Yo no lo tengo tan seguro porque mucha, muchísima genta tiene la sensualidad pervertida (título de una novela de Pío Baroja) y se conmueve con la mentira de que los inmigrantes se comen sus «pets» pero no con las muertes por hambre o por inmigrar o por las guerras
¿Qué hacer, profesor?

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Julio 11 de septiembre de 2024 at 12:40

La mentira en política siempre ha existido. Lo de ahora, es mucho peor. Saludos.

Julio.

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Alberto Fernandez Fernandez 11 de septiembre de 2024 at 16:28

Hoy, 11 de Septiembre, se cumple el anivetsario de la muerte y derrocamiento pir un golpe de estado de un gran hombre, SALVADOR ALLENDE. Un modelo de dignidad humana y que debe servirnos para distiguir la mentira de la verdad. Y para guiar los actos de nuestra vida. .

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wenceslao 11 de septiembre de 2024 at 17:08

Estimado Sr. José Luis, ¿Trump es un problema? para los globalistas, para la agenda 2030, además no inició ninguna guerra, la peores guerras que ha iniciado USA siempre ha sido con un presidente «demócrata», de todas maneras es un atentado a la inteligencia asimilar «partido demócrata» con un partido socialista.
«se conmueve con la mentira de que los inmigrantes se comen sus «pets» pero no con las muertes por hambre o por inmigrar o por las guerras» Debería la gente conmoverse, la masacre de Gaza, el asesinato de mas de 42000 personas y creciendo la cifra, cometiéndose con la complicidad necesaria de USA_OTAN., pero claro son los buenos y por ello tienen derecho de pernada…
La hipocresía reina en el imperio de USA y sus súbditos de la OTAN.

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José Manuel Ferrero Iglesias 12 de septiembre de 2024 at 19:26

El capitalismo no necesita a la democracia. En España hubo capitalismo y no hubo democracia, en China hay capitalismo y o hay democracia. En España si hay democracia, pero no ha llegado al dinero.

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Gus 16 de septiembre de 2024 at 06:50

La mentira es un arma de guerra. Y la primera víctima es la verdad. Sun Tzu sigue siendo actual. Y la lucha de clases en la época de la democracia -2.0: https://zenodo.org/records/11390424

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Francisco Altemir Ruiz-Ocaña 16 de septiembre de 2024 at 13:03

Albert Camus era un genio casi desconocido en España. Recuerdo una frase de La peste: » Les despreciaba porque pudiendo hacer tanto se contentaban con tan poco» Recuerdo también al hermano intelectual de los Karamazov que en charla con el pequeño, monje, le cuenta un cuento: Jesús baja de nuevo a la Tierra y lo hace en Sevilla en tiempos del Gran Inquisidor Torquemada que ni corto ni perezoso le detuvo y le crucificó de nuevo. sin comentarios

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