Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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Los «expertos» de Davos confunden a la gente cuando hablan de la deuda

Publicado en trtespanol.com en febrero de 2025

Los medios de comunicación se han hecho eco del «temor de los expertos de Davos» sobre el crecimiento de la deuda pública, tal como titulaba literalmente una información publicada en la propia web del World Economic Forum.

Sin embargo, la opinión de esos «expertos» es un engaño por dos razones. En primer lugar, porque ponen la atención donde no se encuentra el principal peligro al que pueden enfrentarse las economías en relación con la deuda. Y, en segundo, porque no mencionan las causas reales que, en todo caso, provocan el incremento de la deuda pública.

Un problema grave, pero no el principal

La deuda pública es la que acumulan las administraciones públicas de un país como consecuencia de haber gastado más de lo que ingresan a lo largo del tiempo. Es, sin duda, un problema importante, incluso podría decirse que muy grave, para muchos países y, sobre todo, para los más pobres. Es fundamental entender por qué y cuándo es grave.

Según el informe sobre deuda mundial 2024 de las Naciones Unidas, la deuda pública global fue de 97 billones de dólares en 2023, lo que equivalía al 93% del producto bruto mundial de ese año, que fue de aproximadamente 105 billones. Y, según las últimas estimaciones, en 2024 habría superado los 102 billones.

Si la deuda pública fuese un problema grave en todos los casos y para la economía mundial en su conjunto, los «expertos» tendrían que preocuparse por lo que ocurre con el país que registra la mayor deuda pública de todos: Estados Unidos. Según el Fondo Monetario Internacional, la deuda de todas sus administraciones públicas (36 billones de dólares) representa nada más y nada menos que la tercera parte de toda la deuda mundial. Y si se preocupan por países concretos, deberían poner atención, antes que nada, en Japón, cuya deuda pública representa, según la misma fuente, el 250% de su producto interno bruto (PIB).

No es casualidad que los países más ricos sean los que tienen una deuda pública más elevada. En volumen, por supuesto, e incluso casi siempre en porcentaje sobre su PIB. La que acumulan equivale, según la ONU, a casi el 70% del producto mundial.

¿Cuándo la deuda pública representa un problema?

En realidad, el crecimiento de la deuda pública no es un mal en sí mismo, ni para todas las economías por igual. Su efecto depende de circunstancias variadas. Fundamentalmente, de quiénes sean los acreedores (en Japón, por ejemplo, casi toda la deuda pública está en manos de japoneses) y de la capacidad que se tenga para hacerle frente.

Estados Unidos puede permitírselo porque financia su deuda con su propia moneda: el dólar. Hoy en día, puede emitir prácticamente sin límite, ya que es la divisa utilizada para pagar casi el 40% del comercio mundial y, además, es la principal divisa de reserva para los demás países. De hecho, representa casi el 60% del total de reservas en el mundo.

Mientras se pueda pagar y no haya acreedores que presionen a los gobiernos, la deuda pública no es un problema grave. De hecho, puede ser un motor importante de impulso económico, sobre todo, cuando los demás –consumo privado, inversión empresarial y comercio exterior– funcionan a medio gas, como viene ocurriendo últimamente. De hecho, no se ha podido probar con evidencias empíricas que volúmenes más elevados de deuda pública frenen el crecimiento económico, ni que sean una rémora para crear actividad económica y empleo.

Los «expertos» de Davos se olvidan, como ocurre siempre con los economistas convencionales, de que el peligro real de las economías, aquello que de verdad puede provocar y ha provocado crisis peligrosas, no ha sido la evolución de la deuda pública, sino la de la deuda privada. Así lo indican los datos: las crisis y recesiones se producen justamente cuando su crecimiento se frena tras un periodo de fuerte expansión.

Y se olvidan también del factor que realmente explica el aumento extraordinario, tanto de deuda privada, como de deuda pública en casi todo el mundo.

Lo que nadie cuenta sobre el aumento de la deuda

Sin necesidad de quitarle importancia a lo que ocurre en los países ricos, lo cierto es que la deuda pública elevada es muy dañina, principalmente, para los países más pobres. 54 países más empobrecidos tienen que dedicar más de un 10% de sus ingresos al pago de intereses y, según Naciones Unidas, 3.300 millones de personas viven en países donde se gasta más por ese concepto que en salud o educación.

Los «expertos» olvidan que no es el crecimiento de la deuda pública, sino el coste de los intereses asociados lo que puede hacerla insoportable. El caso de la Unión Europea, perfectamente extrapolable al resto de los países, lo demuestra: según datos oficiales de Eurostat, desde el año 2000, la deuda pública aumentó en 8,6 billones de euros en los 27 países miembros y, en ese periodo, se pagaron 6,56 billones en intereses. Eso quiere decir que tres de cada cuatro euros del aumento de la deuda en ese periodo, corresponden a este último concepto. Y, si se toma la Eurozona, resulta que 88 de cada 100 euros de aumento de la deuda pública, corresponden a intereses.

El beneficio oculto de los bancos

Los «expertos» no mencionan que el crecimiento de la deuda gubernamental que tanto les preocupa podría frenarse en gran medida si las administraciones públicas no fueran financiadas con criterios de mercado, es decir, pagando intereses, sino por los bancos centrales. Esto ocurría antes de que comenzaran a aplicarse las políticas neoliberales, a partir de los años setenta del siglo pasado. Antes de eso, la deuda pública promedio en el mundo se situaba en torno al 30% del PIB.

Por otra parte, los «expertos» se olvidan de la deuda privada porque, en realidad, no desean que se reduzca la deuda. No puede olvidarse que esta es el negocio del grupo más poderoso del planeta: la banca. Lo último que quisieran los financieros que dominan el mundo, es que se aplicaran políticas que redujeran de verdad la deuda, fuente de sus beneficios millonarios.

De hecho, la experiencia demuestra que, cuando se reclama que se reduzca la deuda pública, no se pide que baje todo el gasto público, sino tan sólo el social. Los datos históricos de los gobiernos aparentemente más enemigos del gasto público muestran claramente que, en realidad, no lo reducen en su totalidad: con la excusa de la deuda, disminuyen el gasto social y en bienestar, pero aumentan mucho más el militar y las ayudas directas o fiscales a las grandes empresas. Al final, suben la deuda más que nadie, y lo hacen con el aplauso de los bancos que se lucran con ella.

Los grandes bancos, las grandes empresas y fortunas y los políticos que defienden sus intereses utilizan el miedo a la deuda pública para recortar gastos del gobierno que no les hacen falta pero, en realidad, desean y hacen todo lo posible conseguir que la economía esté medio paralizada y endeudada porque, cuanta más deuda se genera, más renta improductiva extrae el sistema financiero en forma de intereses.

La deuda pública y privada es esclavitud. Lo ha sido siempre a lo largo de la historia, pero hay que entender bien que esta esclavitud existe porque es un negocio de los poderosos, de los que hablan de reducirla cuando, en realidad, hacen todo lo posible para que eunente porque se lucran con ella.

El conservador Mark Rutte, actual secretario general de la OTAN, es una muestra palpable de ese discurso fariseo. Reclama un aumento del gasto militar a los mismos países a los que, hasta hace poco, cuando era primer ministro de Países Bajos, regañaba porque gastaban mucho.

Para controlar el incremento de la deuda, lo necesario es reformar el sistema financiero e impedir que los bancos privados se lucren financiando bienes públicos y sociales y, en el caso de los países más pobres, compensar las injusticias que se han cometido con ellos y acordar internacionalmente la reestructuración y el jubileo general de su deuda.

 

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11 comentarios

Leonardo Miño 15 de febrero de 2025 at 16:33

Muchísimas gracias Sr. Juan Torres, ha puesto en evidencia la perversidad del sistema económico global actual y ha señalado con nombres y apellidos a los mentirosos y perversos y, para rematar ha indicado claramente los intereses que defienden. Sólo falta proponer cómo hacemos para ponerles coto, detenerlos, y cambiar estructuralmente el sistema. Y eso hace más falta en estos días en que esos canallas han puesto a sus matones a sueldo al mando en EEUU y otros países.

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Jano 15 de febrero de 2025 at 17:48

No veo quien puede poner el cascabel al gato.
Ese miserable de Rutte, «corre ve y dile» del Pentágono ¿que va a decir?…

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julio collado 15 de febrero de 2025 at 20:19

Muchas gracias, profesor. Ha puesto en evidencia la perversidad del sistema económico global actual. Ahora, falta hacer propuestas para poner coto y cambiar estructuralmente el sistema y que seamos capaces. Los poderosos nunca están dispuestos a ceder si no tienen en frente una fuerza que les haga sombra. ¿Cómo unir fuerzas si la izquierda siempre está dividida discutiendo sobre su «pureza» de marca? Pero no hay que perder nunca la esperanza y poner chinas en el engranaje económico dominado

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José Luis 1º 15 de febrero de 2025 at 20:36

Lección magistral, estimado profesor. Creo que fue Thomas Jefferson, uno de los padres de la Constitución de EEUU, el que dijo que es un contrasentido que sinedo el Estado el que crea el dinero tenga sin embargo que pagar intereses a la banca por prestárselo.

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Carlos 15 de febrero de 2025 at 21:37

Gracias Juan. En la diana, como siempre

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Antonio Moll 15 de febrero de 2025 at 22:56

Son problemas con el capital , con el capitalismo . Ojala se supere algun dia . Mi punto de vista quizas sea un poco parcial .Si hay deuda , los poderes facticos ,incluida la prensa , diran que el estado gasta demasiado en servicio sociales , en pensiones por ejemplo, y eso se repite y se repite hasta que la gente se lo cree . No somos ricos , no podemos gastar tanto. La gente no hace el esfuerzo necesario para entrar en los temas economicos , para eso estan lo economistas .

Muy señores mios , el tema es cristalino , si hay un deficit publico , la solución no esta en reducir de forma automatica la protección socia ,l sino en estudiar subidas de impuesros directos hasta el limite de lo posible y en esto nos vamos a encontrar con las indicaciones marxistas , la sociedad , la cioudadania son conceptos que estan completamente barrados ( se diria en psicoanalisis ) estan barrados por las diferencias de clase social por las diferencias entre el capital y el trabajo .

El trabajo parece estar bien atado por el irpf . Pero el capital es volatil y se escapa y esa es una causa importante del deficit publico y la deuda . A mi las comparaciones de la deuda publica con el producto interior bruto me dan risa .

No se puede obligar a la gente a que tome clases de economia pero esta claro que la economia es demasiado importante para dejarla en manos de los economistas que en muchos casos son unos portavoces de los sistemas del capital .

Hablando del deficit publico y la deuda queria dar dos cifras relativas al año 2013 en España

Estimación de la imposición sobre la economia sumergida ( Dinero que no va a las arcas publicas ) 61.300 millones de euros anuales

Estimación del coste de la corrupción 15,000 millones de euros anuales .

Y hay mas cifras pero creo con esas dos ya tenemos bastante por hoy

Saludos .

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Carlos Herranz Martin 16 de febrero de 2025 at 09:23

Es de urgente necesidad, saber, con nombres, y si posible apellidos, quienes son los dueños de los 97 BILLONES de Dólares, que todos los paises del mundo les deben. No estaría de mas saber donde pagan los impuestos que, ja, ja, ja, que, deberían pagar.
Sr. Profesor, el canibalismo del capitalismo, llevara este mundo a la mierda.

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Wenceslao 17 de febrero de 2025 at 11:50

Señor Jose Luis….su cita es de Wright Patmann cogresista demócrata en EE.UU 1928-76 “Todavía no encontrado la manera de justificar, de forma lógica y racional, que el estado deba pedir prestado a los bancos privados el uso de su propio dinero. Creo que llegará el día en que el pueblo exija que esto cambie. Llegará el día que nos echaran la culpa por permitir que este sistema
estúpido continuara …
Mayer Anselm Rothschild
«Denme el control del dinero y ya no importará quién haga las leyes»

Reginald Mc Kenna – jefe Banco Midlands Inglaterra
«Me atemoriza pensar que la gente común no quiere saber que los bancos pueden y crean dinero y aquellos que controlan el crédito del país dirigen la política de los gobiernos y tienen en sus manos el destino de la humanidad»

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Manuel 17 de febrero de 2025 at 13:02

Es decir usura pura y dura practicada a nivel global, alguien debería poner freno a esa banca especulativa y sin escrúpulos, poco algo la gente no cree en los políticos ni en los poderosos, solo mienten y ocultan la verdad, la gente vota con las tripas, y la malaleche el odio y la falta de pensamiento crítico, y de ahí sacan sus beneficios los especuladores y usureros, la ignorancia también causa estragos en la sociedad civil, para ellos solo somos carne con ojos que no ven oídos que no oyen y bocas que no dicen nada por desconocimiento, miedo, o codicia.

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José Luis Pineda Acosta 17 de febrero de 2025 at 18:14

Pedagogía imposible y vámonos que nos vamos

Lo del salario mínimo no es un problema de pedagogía fiscal.

Más bien todo lo contrario.

Pedagogía es mostrar, explicar, enseñar…

Y lo que ocurre realmente es la imposibilidad de explicar como el sistema tributario español es tan regresivo. Inconstitucionalmente no progresivo.

Aquí tributa más quien menos tiene. Aquí se han construido «progresistamente» herramientas para que quien más tiene, menos contribuya.

Y eso pedagógicamente es imposible de explicar.

El liberalismo sí es fácil de explicar.

El liberalismo de Smith habló de cuanto menos Estado mejor. Policía y ejército y vámonos que nos vamos.

El «neoliberalismo» de Friedman/Thacher/Pinochet/Aznar…. habló de cuanto… Y…

El «llámalo-como-quieras» de Trump/Musk habla de cuanto… y aumentar gasto militar.

Todo muy original.

Aceptamos sin rechistar la deuda y todo lo que nos imponen los políticos más corruptos del planeta.
Todo lo que necesitan los pueblos ( Andalucía),es una unión total de la clas e trabajadora,( no existe clase medía,es un invento del capital para enajenar ,robar,corromper y dividir al pueblo),un médico puede caer enfermo de cáncer y terminará en la Sanidad pública.
Los homosapiens se unieron para que las fieras no se los comieran,han pasado miles de años,las fieras hoy son los mayores criminales y corruptos de la historia del planeta.
Unidos podemos dejarlos sin poder alguno.
!VIVA ANDALUCÍA LIBRE Y SOBERANA!

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Alfonso Casas Moreno 17 de febrero de 2025 at 20:22

Como siempre impoluto, pero…corto.
Como dice un contertulio, «El trabajo parece estar bien atado por el irpf», creo que NO, es el control que el gobierno, los señores feudales, y principalmente los SINDICATOS, tienen atado y amordazados a los trabajadores, ya que dichos sindicatos , están comprados por el gobierno y el IBEX35.
Lo mismo que se controlan los salarios, porqué no se controlan los BENEFICIOS, y no digo que no haya beneficios, pero si control, sobre ellos.
EE.UU. es el nido del judaísmo, estos parásitos desde que conocemos la HISTORIA, han traído de cabeza a reyes, señores feudales, empresarios y gobiernos, y si han intentado liberarse de ellos, los han hundido mas.
Hoy tiene EUROPA, una oportunidad de oro de liberarse de esta MAFIA, LIBERÁNDOSE del yugo americano, por un lado rompiendo relaciones con ellos y buscando otros mercados, otra uniéndonos a Rusia, como estado europeo, bajo el paraguas de china y el resto de países libres de AMÉRICA. y que se alimenten de su deuda, sigan haciendo mas dólares para comer.
Y esto hace más falta en estos días en que esos canallas han puesto a sus matones a sueldo al mando en EEUU y otros países.

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