El presidente del país que gasta la mitad del presupuesto militar mundial, que tortura en sus bases militares, que incumple sus propias leyes policiales, que justifica y ampara a golpistas que atentan contra los derechos humanos, … acaba de recibir el Premio Nobel de la Paz. Ya tiene el Premio, ahora solo le falta la Paz. Ojalá Barak Obama sea capaz de conseguirla.
Y mientras tanto, a ver si alguien puede conseguir un antiemético potente porque la paloma de la paz lleva vomitando desde esta mañana.
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