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4 comentarios
Estimado profesor: Ante todo felicidades en el nuevo año. Del artículo me parecen destacables dos párrafos. «El problema del paro es político y para acabar con el hay que repartir los recursos de otra manera a la que no están dispuestos quienes tienen el poder y manejan a los gobernantes», y dos. «Las grandes empresas tienen 5 billones de dólares en dinero efectivo sin utilizar ni invertir». Es evidente que los ricos nunca han estado ni estarán jamás, dispuestos a repartir. En cuanto a lo de disponer de 5 billones de dólares en la recámara, desde la óptica del gran capital, es totalmente coherente. El control político de las sociedades se hace mucho más fácil y llevadero con la capacidad de maniobra que otorga ese colchón económico. La modulación de los ciclos económicos se hacen mejor disponiendo de grandes recursos que sin ellos. Yo siempre he pensado, en contra de las opiniones de muchos analistas, que nuestros gobernantes no actúan erróneamente: saben perfectamente lo que hacen y les importa un bledo que haya paro o no, en tanto que no se les vaya de las manos la situación. Y para ello tienen abundantes herramientas de medida además de contar con un conocimiento depurado de la reacción ciudadana a lo largo de los siglos. Yo lamento que en el momento presente haya desaparecido de las organizaciones de izquierda la figura del agitador, ese elemento que en su entorno es capaz de actuar como catalizador y provocar una verdadera reacción. También eso lo tienen controlado con la dependencia financiera y los asuntos de corrupción de partidos y sindicatos. Lamentablemente el espejismo de doblar los escaños no va a conducir a nada. Salud,
Coincidiendo con Karateka, creo qué la pregunta es ¿Se desea, deseamos crear empleo?… en un putiferio mundial (TODOS) que HEMOS aceptado la globalización como mantra aunque nuestro falsa arcadia dependiese de sojuzgar a quién toque por localización geográfica, el color del conejo de su madre (perdón por la burrada, paso de eufemismos), su santoral… el hablar de temas gobales como la creación de empleo, aún coincidiendo con sus propuestas… me parece poco realista sin planes a medio-largo plazo … esta desastre de sociedad acabará bien o mal (mas bien lo 2º ;-) ) pero si marcamos objetivos objetivos “cercanos”, creo (personalmente) qué a lo sumo ganaremos tiempo… a la vez que crecerá nuestro odio-desconfianza… hacia el inferior….
Un Abrazo!!!
Excelente artículo,profesor,claro y conciso.Sabemos lo que hay que hacer, técnicamente,el problema es CÓMO lo llevamos a cabo,porque mientras el PP PSOE siga ganando las elecciones,y las previsiones son de que seguirá,primero uno y después el otro,no hay nada que hacer.La «mayoría silenciosa»,ese 10 o 15 por ciento de idiotas en sentido político,nos jode a todos ¿ Dice algo el libro que le han regalado por Reyes sobre el tema,habla del «vivan las cadenas ! » ? Antes había la clase obrera que luchaba,yo lo ví,soy testigo,pero Carrillo(ya no digo nada de Felipe y de Guerra,que siempre estuvieron en el otro bando,no en el de Franco,en el del capital),Carrillo al final se bajó los pantalones y lo fastidió todo.Ahora parece que no hay más que una clase media que pretende arreglar las cosas sólo votando,y votando al PP o al PSOE, ¿ cómo se arregla esto,profesor,qué dice su libro sobre la ignorancia política y humana,promovida y fomentada desde arriba ? ¿Nos dirá algún día cómo cree que partidos como IU pueden llegar al poder,sin alianzas espurias con el PSOE ? ¿Hay que seguir votando y votando,y nada más, para que al final la «mayoría silenciosa» decida si nos impone a Rajoy o a Rubalcaba ? Yo seguiré luchando,en la medida de mis posibilidades,pero sólo porque es mi deber de persona y porque me han educado así.Sin,apenas,esperanza.
Totalmente de acuerdo con Beimler, con Karateka, con Jm y con Juan.
Pero además yo SÍ creo que existe una forma de crear empleo urgente y estable y, a lo mejor, acabar con la/s crisis. La respuesta la encontramos cuando nos preguntamos cómo es posible que las zonas mas avanzada del planeta sistemáticamente entran en crisis a pesar de acumular gran parte de la riqueza mundial y, sobre todo, de la experiencia, la cultura y en definitiva el mejor «saber hacer».
Pues bien, la respuesta es que todos nuestros logros no bastan para mantener en pie a un sistema económico carente de SOSTENIBILIDAD.
Entre muchas de las «insostenibilidades» que nos azotan destacaría que es insostenible:
Un sistema económico que necesita crecer permanentemente para mantenerse en funcionamiento. ¿Crecer hasta el infinito?
Que para crecer necesita crédito y este solo se consigue generando deuda… ¿Cómo vamos a pagar nuestras deudas si el dinero existente es el que es?
Que basa su desarrollo en la competencia en vez de en la cooperación y cuyo motor es el egoísmo personal y la maximización del beneficio personal en vez de la consecución del bien común.
Que está parasitado por una especulación monstruosa y una financiarización abismal cuyo volumen supera a la economía real en casi 100 veces.
Que admite y convive con un fraude fiscal totalmente insoportable por la cada vez más débil Economía Real.
Etcétera, etcétera, etcétera…
Pero la peor de las insostenibilidades es, con diferencia, la atroz hipocresía social con la que convivimos diariamente: la hipocresía de consumir convulsivamente productos baratos fabricados mediante dumping y deslocalización (para el que no lo sepa todavía: fabricación en lugares donde los costes son muy inferiores por la laxitud o la ausencia de normativas). Esta es una forma perversa que el neoliberalismo ha encontrado para reducir costes teniendo como principal consecuencia la necrosis de los tejidos productivos a los que, precisamente, van destinados estos productos.
¿Soluciones?
Para las primeras «insostenibilidades» solo cabe: DECRECIMIENTO, BANCA PUBLICA, COOPERACIÓN, DESPARASITACIÓN Y FISCALIDAD PROGRESIVA EXPONENCIAL.
Para la última, un tratamiento de choque de ÉTICA INTERNACIONAL que condene e impida toda forma de dumping. ¿Imposible? En absoluto: basándonos en una ética básica, exigir, mediante regulaciones y acreditaciones eficaces y transparentes, que los productos cumplan con las normativas del país de destino. Basta ya de mirar para otro lado mientras «nuestro sistema» esclaviza, expolia o contamina otros pueblos y otras tierras.
De esta forma, conseguiremos dos efectos esenciales para una macro economía sostenible: una, la recuperación del tejido productivo real en los países desarrollados y, dos, la exportación de los logros de nuestro modelo de sociedad al resto de países explotados que ahora malviven del dumping.
Se trata de pasar del «Estado del Bien Estar» con cualquier medio, al «Estado del BIEN SER». Un estado de una sociedad verdaderamente Justa, Solidaria y Sostenible.
Se trata de entender que un Sistema Económico pata qué sea verdaderamente sostenible tiene que ser un «ECOSISTEMA ECONÓMICO».