Publicado en Público.es el 26 de enero de 2014
La propuesta de un amplio grupo de personas encabezado por Pablo Iglesias bajo el lema Podemos me parece que supone un golpe de aire fresco y un revulsivo muy importante para promover la unidad ciudadana, imprescindible para frenar los ataques a los derechos y los recortes sociales que estamos sufriendo.
Es lógico que pueda haber divergencias en algunos de sus planteamientos, o más o menos simpatías personales. Pero eso me parece que es lo de menos. A mí, por ejemplo, me hubiera gustado que viniese con pronunciamientos más concretos no solo sobre lo que hay que hacer en España sino, sobre todo, en Europa, pues al fin y al cabo se presenta como una propuesta de cara a las elecciones europeas. Pero supongo que podrán ir haciéndose en el futuro inmediato y de manera común.Comparto con sus promotores la idea de que estas elecciones son fundamentales. Nadie es tan simple como para pensar que solo con éxitos electorales se puede transformar la sociedad. Es preciso, además y sobre todo, que una gran mayoría social se empodere y ejerza su capacidad de decisión frente a los grupos que hoy deciden por todos. Pero es igualmente evidente, o al menos así me lo parece a mí, que si no se ocupan las instituciones con el apoyo de esa gran mayoría, tampoco puede lograrse ningún tipo de transformación. Por muchas que sean las huelgas y movilizaciones, si los de arriba siguen disponiendo del Boletín Oficial de Estado y tomando decisiones, seguiremos perdiendo derechos y bienestar porque nos gobernarán a su antojo.
Las elecciones europeas de mayo son muy importantes por ambas razones. Porque pueden servir para movilizar y avanzar hacia el el empoderamiento de la población y porque pueden permitir que se ocupen instituciones que ahora van a tener mucha más capacidad para frenar o impedir el daño que están produciendo las políticas dominantes.
Coincido también con la idea de que será muy difícil, por no decir imposible, que se consigan resultados electorales capaces de avanzar en esa dirección si no hay candidaturas unitarias y si éstas, en lugar de representar viejas formas de hacer política, no se identifican con la indignación y el rechazo de la mayoría de la sociedad hacia la forma en que hoy día se vienen gestionando los asuntos públicos. Un rechazo que es tan frontal que implica que ninguna fuerza política contaminada de lo viejo va a poder ser capaz de regenerar, como es necesario que ocurra, la vida social y económica.
Y sobre todo coincido en la convicción de que la única forma de promover candidaturas de esa nueva naturaleza y demostrar que efectivamente lo son es convocar elecciones primarias abiertas.
¿Cómo se puede decir a la ciudadanía que se ofrece un nuevo modo de representación y de hacer política si al final son los aparatos de siempre los que nos imponen la cara y el curriculum de nuestros representantes?
Es verdad que, antes que nada, hay que ponerse de acuerdo en qué medidas se defienden y en qué programa común se asume, pero basta con echar un simple vistazo a los documentos que se vienen elaborando, no solo desde la izquierda sino por cualquiera que de verdad quiera una auténtica democracia y bienestar social para España, para darse cuenta de que establecer los puntos de acuerdo no es un problema mayor.
Avanzar hacia ese programa de acción, algo que tampoco puede ser ajeno al debate abierto y participativo, es una tarea urgente pero igualmente lo es, y me atrevería a decir que incluso aún más, promover nuevos liderazgos y empoderar a personas que vengan a proporcionar aire nuevo a las instituciones y a la representación popular. Algo que se puede conseguir si se convocan las primarias que propone Podemos.
¿O es que de verdad hay otra alternativa para visualizar la amplia gestación ciudadana de cualquier candidatura y para que se revelen las preferencias ciudadanas sobre el nuevo tipo de personas que la mayoría de la gente quiere como representantes?
En estos momentos hay varias opciones políticas que proponen el encuentro y la convergencia, la unidad frente a la agresión que sufrimos: una organización política muy importante, Izquierda Unida, y algunas otras que se van abriendo paso, además de plataformas diversas que proponen lo mismo. Todas ellas y sus dirigentes y responsables tienen ante sí una responsabilidad muy grande.
Es imprescindible que se convoquen cuanto antes y que acuerden la unidad de acción que pase por acuerdos programáticos fundamentales, la puesta en marcha de nuevas formas de organización desde la base y la convocatoria de elecciones primarias abiertas.
No se trata de sustituir la iniciativa de ninguna de ellas. Cada una puede y debe dar los pasos que mejor considere para proponer ideas, políticas y personas que puedan optar a ser candidatas. Se tratar de salir de su espacio para ir al universo de la ciudadanía que es mucho más amplio y que integra a todas las sensibilidades, ideologías y posiciones políticas, variadas pero con el común denominador de querer acabar con todo lo terrible que está pasando.
Los responsables de todas esas organizaciones y plataformas tienen ante sí un dilema fundamental: deberse a sus aparatos o a la ciudadanía. Habría que pedirle cuentas si no dan pasos visibles, concretos, efectivos y urgentes para poner en marcha esas candidaturas de nuevo tipo sin las cuales solo se conseguiría, si acaso, alguna que otra victoria precaria e incluso pírrica.
Agradezco a los promotores de Podemos y concretamente a Pablo Iglesias su propuesta y generoso ofrecimiento y los animo a no caer en la tentación de crear un espacio más, sino de exigir la convergencia de todos los existentes.
Como ellos dicen, ¡Podemos!
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12 comentarios
Muy buen análisis.
Creo que en las europeas ni siquiera hace falta converger, dado que es una elección de circunscripción única. Y sinceramente prefiero que se mantenga la pluralidad.
Sin embargo, en España no hay otra que converger y, quien no quiera converger, juega a someter y eso es peligroso.
Dejo un microcuento dedicado al orden financiero que gobierna el mundo. Pinchen en mi nombre si les apetece leer.
Pienso que esto sólo se arreglara cuando unas cuantas personas, no muchas, con liderazgo en diferentes ámbitos, se encierren en una habitación y no salgan hasta llegar a un acuerdo de candidatura y programa unitarios. Así de sencillo. Lo demás es humo.
Acertadísima observación Juan. Cuando la ciudadanía estamos reclamando más participación, es alentador que manen personas e ideas innovadoras para tal fin.
Y que los partidos tradicionales reflexionen si el deseo es transformar este caduco sistema o seguir participando en él, con unos pocos escaños más, que serán a todas luces insuficientes para cambiar este régimen injusto e insolidario.
El grupo progresista más numeroso es sin duda IU, por tanto creo que es el mayor responsable para que esta reivindicación ciudadana salga hacia adelante e ilusione a un electorado sin referentes en estos momentos. Un saludo y PODEMOS
Comprendo y comparto la preocupación de Juan. «Ninguna fuerza política contaminada de lo viejo va a poder ser capaz de regenerar, como es necesario que ocurra, la vida social y económica». En esto debemos estar de acuerdo con él, pero cometeríamos un grave error (otro más) si buscáramos la solución de la izquierda en la creación de un fenómeno mediático bajo el liderazgo de la audiencia, por la sencilla razón de que todos los grandes medios de comunicación en este país pertenecen a la burguesía. Sería un capítulo más de la gran charlotada ibérica. Falsimedia volvería a crearnos la ilusión de que somos nosotros quienes elegimos las políticas y los políticos, cuando lo cierto es que, hoy por hoy, son ellos los dueños absolutos de la opinión pública, dispuestos a cambiar lo que haga falta para que todo siga igual. Y dispuestos también al linchamiento de los pocos políticos que puedan representar una amenaza seria para el sistema, como ocurriera en su día con el invento de «la pinza», que acabó con la carrera política de Julio Anguita, o está ocurriendo actualmente de forma obsesiva con Juan Manuel Sánchez Gordillo.
El gran problema de fondo de la izquierda española es que no acaba de comprender que no se puede ser anticapitalista sin la confrontación y distanciamiento crítico con los medios de persuasión de la burguesía y no se puede ser alternativa sin la creación de poderosos movimientos sociales. Si el clientelismo que hoy tienen los medios burgueses entre la izquierda pinta un panorama desolador, la ausencia de grandes movimientos sociales y medios de comunicación alternativos confiere plena tranquilidad y osadía a los partidos burgueses en sus reformas neoliberales. Ya no funcionan ni las asociaciones de vecinos de toda la vida y los grandes sindicatos de clase dejaron de serlo cuando Marcelino Camacho y Nicolás Redondo perdieron el liderazgo. En esto, tenemos mucho que aprender de los procesos políticos que acontecen en naciones de América Latina como Ecuador y Bolivia, donde los liderazgos de la izquierda surgen de los movimientos sociales (y no de fenómenos mediáticos), se mantiene un pulso permanente con los partidos políticos y líderes que son correa de transmisión de los mismos y una permanente confrontación con los medios de comunicación de la burguesía. Es allí donde la izquierda ha logrado crear la liga de las estrellas, capaz de alumbrar un mundo mejor para todos, pero va a ser muy difícil que esto lo pueda entender la audiencia de falsimedia.
Las elecciones europeas nos puede servir para empezar a crear un amplio movimiento social capaz de emprender nueva vía de cambio a nivel del Estado.No nos deberíamos conformar con conseguir un resultado aceptable del X% sino de ser una inmensa mayoría que den respuestas a todo eso que durante estos años hemos venido reivindicando y movilizándonos. Creo que Podemos, pero es mucho más creíble que JUNTOS PODEMOS.
Podemos es algo tan confuso, tan inconcreto, tan poco realista, tan oportunista y tan mediático que me hace dudar de cuáles son sus auténticos intereses. No me creo que Pablo Iglesias sea un «sacrificado» por mor de la causa anticapitalista como tampoco me creo que el Papa sea el representante de Dios en la tierra. No creo en Podemos, ni en Pablo Iglesias, ni en el Papa ni en Dios. Estoy harta de visionarios que crean adicción en la gente y luego se quiebran en cuanto comprueban que la cruda realidad hay que combatirla con otras armas que no son precisamente las que se usan en los juegos de ordenador. No se puede pretender la unión de la izquierda intentando primero dividirla porque así sólo se beneficia a la derecha. No, no me gustan los bomberos pirómanos.
Totalmente de acuerdo con el mensaje de Isabel. Que ya está bien de «bonitas palabras» que en nombre de la «unidad» dividen, que en nombre de un «proyecto» se basan solo en personajes presuntamente «carismáticos», que pretenden de haberlo comprendido todo y lo que hacen no es otra cosa que sembrar confusión.
Coincido con Isabel en desconfiar de todas esas figuras mediáticas que con buenas palabras se meten en el bolsillo el corazón de las buenas gentes. Pero disiento en cuanto al su rechazo a PODEMOS por temor a que divida a la izquierda. ¿Qué importa que la divida o no? Esa izquierda parlamentaria que hoy tenemos no representa al pueblo sufriente. No hay más que ver dónde están cuando la gente está en la calle. Quizá esté yo mal informado, pero nunca vi rastro de ellos en ningún sitio que no fuese de los que dan publicidad, es decir, en grandes manifestaciones con pancartas y banderas.
Estoy de acuerdo también con Iván en casi todo lo que dice, sobre todo en su desconfianza a los apoyos del fervor mediático y en que para dar la batalla hacen falta organizaciones sociales fuertes. La capacidad de manipulación de los medios es inmensa y hay que temerle. La mayor parte de la gente carece de inquietud política y sobre todo de participación. Quizá ese debiera ser el primer punto a combatir, el de la motivación e implicación del pueblo. Pero eso comporta librar un pulso con los medios que promueven el desinterés y la desmovilización. ¡Difícil tarea!
Al igual que Isabel, yo no espero nada de Pablo Iglesias ni del Papa Francisco. Solo el pueblo consciente y motivado puede meter patas arriba este desorden que tan bien organizado tiene el poder.
Pero en mi opinión, sin que eso implique acto de fe alguno, “a falta de pan buenas son tortas”. Y si esos muchachos en quienes no confío logran llevarse unos cuantos votos que de otro modo hubiesen ido a manos de los de siempre, algo se habrá logrado.
De acuerdo, bien, pero ….. es que lo que se dice, lo que se insinúa, lo que se desea como acción para conseguir lo que queremos todo, ya esta a punto, hecho, y comienza el día 31. Acción electoral para cambiarlo todo. Candidatos no solo elegidos en abierto por los ciudadanos, lo que se conoce como «primarias abiertas», no, sino algo más avanzado aún, que sean los mismos ciudadanos los que no sólo voten a los candidatos de tal o cual organización, sino …. que los propongan. ¿Alguien supera eso? Eso es lo que los ciudadanos queremos. Y si además el primer y total punto de acción electoral es que los ciudadanos puedan votar, votar, las leyes, los presupuestos, etc, (recuerden, ustedes pueden elegir en una urna, pero no votar, votar por ahora solo pueden hacerlo los elegidos), pues ya tenemos todo lo necesario para cambiar cualquier cosa. Pero sobre todo para impedir para siempre jamás, que nadie nos vuelva a hacer esto. Nadie. Se llama Red Ciudadana , o Partido X, como ustedes prefieran.
Ah, y una recomendación: lean y difundan entre sus conocidos este libro.
Es el manuela de instrucciones para conseguir lo que queremos. Perfecto y explosivo.
http://www.bubok.es/libros/230092/ASALTAD-EL-SISTEMA
http://partidox.org/
hecho por ciudadanos como usted y como yo para ciudadanos como usted y como yo.
Buenos días Sr. Torres
Necesitamos converger, pero desde una propuesta creible donde las ideas o los mensajes no solo sean decir lo mal que estamos, necesitamos respuestas, cambiar el concepto de vida y conseguir implicar a las personas en crear y participar en la nueva sociedad que esta naciendo.
Ya no es suficiente con decir que representamos una opción, ahora es el tiempo de cambiar realmente las cosas, no podemos seguir pidiendo democracia y vivir en pequeñas dictaduras, la democracia debe ser la nueva forma de vivir, en la familia, en el trabajo y en el ocio.
Necesitamos creer en la justicia, no podemos permitir que difamen a jueces justos y los delincuentes campen por el poder politico.
Hoy las movilizaciones deben pedir JUSTICIA por los jueces que se estan jugando su vida como: Elpidio José Silva Pacheco, como el Juez Castro y tantos otros que nos hacen sentir que todavia tenemos una esperanza de cambiar las cosas.
Un abrazo
Fernando
El Partido X, también tiene unas propuestas muy interesantes y todavía no he escuchado nada sobre este partido por parte ningún partido de los nuevos, y con un trabajo tan metódico, y transparente, posiblemente a Pablo Iglesias venda humo, ya que de los poderes mediáticos no me fío, y no dice nada de la transparencia, el dividir a la Izquierda, haber cuando nos enteramos que esta no existe, desde que cayó el muro, yo la defino los de arriba o los de abajo, este partido X lo veo mas como el partido del sentido común
pueden visitar su pag. y leer van bastante avanzados
un abrazo Juan
No estaría mal que el profesor Juan Torres asesorara a podemos en cuestiones de economía, creo que es el eslabón débil de Podemos. Por lo demás completamente de acuerdo con el análisis del Profesor.