Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¡Que vienen los rojos!

En el artículo de esta semana en El País Andalucía comento las reacciones viscerales que ha habido en el entorno del PP y particularmente de los medios afines a la Iglesia Católica ante el decreto de la Junta de Andalucía que trata de hacer efectiva la función social de la vivienda. Puede leerse aquí.

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9 comentarios

Andres Niporesas 21 de abril de 2013 at 20:49

A cualquier persona de izquierdas que se precie y que se crea la izquierda de verdad, que le llamen bolivariano, comunista o socialista lejos de avergonzarle, debe enorgullecerle. Yo he visto a muchos papanatas, incluso en el PSOE una vez llegados al poder, renegar de Castro, Che Guevara, Allende o Chavez. Considerar trasnochado a Marx. Y no reivindicar la figura de Olof Palme.
La derecha ultraliberal, que ensalza a los suyos como debe ser (ha pedido una calle en Madrid para Margaret Thatcher) siempre ha pretendido abanderar los comportamientos. Darnos clases de moral. Definirnos lo bueno y lo malo. Quien no sigue a su abanderado es demonizado. Es esta derecha ultraliberal, que nos califica, la que nos conducirá, si la dejamos, a una situación laboral de principios del s. XIX.

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A.Salvador 22 de abril de 2013 at 08:41

Sila derechona y sus acólitos se ponen como se ponen, es que la medida va en buena dirección. Sin entrar en mayores profundidades, es lo que mi «instinto de clase» me dice.

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Miguel 22 de abril de 2013 at 09:04

Yo de hecho en algunos casos ya me siento en un entorno laboral propio no sé si del siglo XIX, pero si al menos de la época de mis padres. Estamos volviendo a los años 60. No me refiero a los 60 de Europa o Estados Unidos. A los sesenta de la época del tardofranquismo, del supuesto desarrollismo(Otro mito franquista). Lo he vivido en los últimos días en mis propias carnes. Nada de repartir el trabajo, al contrario, con menos personal, hacer lo mismo, o incluso más, que se hacía antes con mayor número de individuos trabajando. Y sabiéndose con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Es horrible.

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Miguel 22 de abril de 2013 at 09:08

Por cierto, rojo, y a mucha honra. Como lo fueron mis abuelos. Mis padres. Buena parte de mi familia y entorno. No hay que confundir con aquellos regímenes totalitarios y estalinistas. Aquellos no eran rojos. Eran tan fachas como cualquier gobierno de ultraderecha. El rojo es democrático. No hablo de este sistema pseudodemocrático tan limitado. Hablo de lo que significa literalmente la palabra democracia: dominio del pueblo. Es decir, para mí, ser rojo, progre, de izquierdas, es indignarse ante las injusticas, las desigualdades, la arbitrariedad, el abuso por parte del poder. Indignarse ante la guerra, el hambre, la opresión. Oponerse a la destrucción del medio ambiente. Y preocuparse por hacer un mundo mejor, para nosotros, y para nuestros descendientes.

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jose manuel betis 22 de abril de 2013 at 11:24

Efectivamente, siendo de izquierdas lo que te debe preocupar es lo que a la derecha le parezca bien y a tí se te haya pasado por alto. Nunca tienen argumentos para imponer las cosas, así que tiene que ser a golpe de religión o de verdades económicas irrefutables (como la falsa relación entre el déficit, la deuda y el crecimiento ahora descubierto)

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Guillermo 22 de abril de 2013 at 12:04

Esta sociedad de grises casi negros necesita un poco de rojo para darle algo de color

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Antonio Gonzalez 22 de abril de 2013 at 18:21

Ellos suponen la gente soportara cualquier cosa ante la
realidad de que no hay algo diferente detras del Elba y
la gente ya desilusionada soportara cualquier cosa.
Una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero….asi
decían en el barrio donde nací.

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doorstep 22 de abril de 2013 at 21:18

Perdón, hay error en el titulo del post… Mejor estaria ponerle «Socorro, que se van a los rojos!»:
http://politica.elpais.com/politica/2013/04/21/actualidad/1366563992_739233.html

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Reinaldo 22 de abril de 2013 at 23:26

Sigo insistiendo… EXPROPIAR LA BANCA PRIVADA….1- Pagando las expropiaciones según el Patrimonio Neto de esos Bancos ( Activo-Pasivo) con un bono a 30 años, amortizable semestralmente. 2- Crear Banco de Datos de los deudores hipotecarios y su grupo familiar, reestructurando esas deudas, detrayendo los intereses de usura y las actualizaciones del capital. 2- Realizar un Plan de pago de esas deudas, con cancelación mensual por importes que no deben superar el 25% del ingreso del grupo familiar. Ello traerá tranquilidad a las familias y se estimulará el consumo interno, verdadero motor de la economía!!!. Esta idea la he publicado en cuanto medio pude, pero hasta el presente no he recibido opiniones…¿estaré bloqueado?

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