Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¿Quién quiere que haya mucha deuda?

Publicado en Madrid 15m, nº 3, mayo 2012

Una de las muchas mentiras que se repiten continuamente es que las izquierdas defienden los déficit y la deuda mientras que las derechas son partidarias de la austeridad y de los superávits.

La cuestión no tiene fundamento así planteada, ni histórica ni doctrinalmente.

Baste recordar que fueron regímenes de extrema derecha los que endeudaron hasta las cejas a los países latinoamericanos en los años setenta y ochenta o que los déficits más grandes de la historia los han generado paladines de la austeridad como los derechistas Reagan o Bush.

Para entender lo que hay detrás de esa mentira conviene saber de dónde viene la deuda y cómo se financia.

Cuando alguien, bien sea un sujeto privado o el sector público, gasta más de lo que ingresa, tiene deuda y, por tanto, tiene que financiarla: alguien le tiene que prestar para que pueda realizar ese gasto mayor que el ingreso.

Hasta hace unos años (y todavía ahora en la mayoría de los países) cuando eso le ocurría al sector público podía recurrir el banco central. Este era un «banco de los bancos» y además el banco del gobierno, a quien le proporcionaba el dinero que necesitaba. Si se trataba de cantidades razonables, podía financiarlo sin problemas pero si se limitaba a imprimir dinero alegremente, con independencia de la situación de la economía, antes o después tendría ante sí un grave problema porque el dinero cada vez valdría menos. Solo Estados Unidos puede permitirse ese privilegio porque tiene la «suerte» de que su moneda se use en más del 60% de los intercambios mundiales (gracias a su poder económico, político y militar). Gracias a ello puede imprimir dólares con independencia de cómo esté su propia economía porque siempre habrá alguien fuera que los desee. Lógicamente, disfrutando de este privilegio, a Estados Unidos no solo no le importa que haya mucha deuda sino que la aumentará constantemente para poder financiarse sin cesar, mientras haya otros que estén dispuestos a adquirir su moneda.

Por otro lado, cuando los particulares nos endeudamos hemos de acudir a los bancos privados. Y estos, cuando necesitan más dinero del que tienen, también se endeudan, recurriendo para ello o bien a otros bancos o al banco central.

Esta situación cambió en Europa cuando se constituyó el Banco Central Europeo. Sus estatutos establecieron que no podría financiar a los gobiernos. Algo raro porque era como ser un banco central…¡que no era un banco central! La razón de esa decisión es fácilmente deducible: si los gobiernos necesitaban financiación deberían pedírsela a los bancos privados.

Y aquí está la madre del cordero porque, aunque mucha gente no lo sabe o no se da cuenta, el negocio de los bancos es prestar, es decir, crear deuda. Cuando lo hacen crean dinero y entonces obtienen beneficio y poder.

Veamos un sencillo ejemplo. Supongamos que yo tengo los únicos 100 euros que hay en la economía y que se los presto a mi amiga Y. En ese momento sigue habiendo 100 euros, solo que 80 en mi bolsillo y 20 en el de Y. Pero si el banquero Sr. Botines me convence y deposito los 100 euros en su banco, éste pensará que yo no los voy a retirar enseguida. Entonces, buscará un cliente a quien prestar con una parte de mi dinero. Supongamos que mi amiga Y va al banco y el Sr. Botines le concede un crédito de 20. En ese momento el dinero que hay en la economía ha pasado a ser… ¡¡¡120 euros!!! Parece magia pero no lo es. En dinero legal (monedas o billetes) sigue habiendo la misma cantidad (100 euros) pero el banco ha creado medios de pago: con mi cheques o con mi tarjeta puedo gastar 100 euros y mi amiga Y puede gastar sus 20 euros, luego el dinero que ahora hay en total en la economía es 120 euros. El Sr. Botines ha creado «dinero bancario». Y al hacerlo gana dinero, porque a mí me dará quizá un 5% por depositar mi dinero y a mi amiga Y le cobrará un 8%, por ejemplo pero siempre más del 5%, por el préstamo.

Pero además de ganar dinero, al crear dinero el banquero Botines aumenta su poder porque todos sabemos que el dinero da poder, poder de satisfacción y también poder de decisión.

Resulta entonces que hay un grupo social (los banqueros) que cuando crean deuda, crean dinero, y cuando crean dinero aumentan sus beneficios y su poder. ¿A qué se van a dedicar entonces? Pues lógicamente a tratar por todos los medios de que aumente la deuda: obligando a que, como en Europa, los bancos centrales no den gratis el dinero a los gobiernos para dárselo ellos, influyendo en los gobiernos para que apliquen políticas de moderación salarial y así los trabajadores tengan que endeudarse, haciendo que bajen los ingresos de las empresas y tengan que pedirles créditos, haciendo que la gente compre viviendas en lugar de alquilarlas, etc, etc.

En definitiva. No es verdad que haya tanta deuda porque hayamos vivido por encima de nuestras posibilidades sino porque la economía, la sociedad y hasta el poder político están dominados por un grupo social que tiene el privilegio de ganar dinero y de aumentar su poder aumentando la deuda y porque hay un país imperial, Estados Unidos, que tienen también el privilegio de endeudarse continuamente dándole sin fin a su máquina de imprimir dólares.

La conclusión es clara: si de verdad queremos que disminuya la deuda, acabemos con el privilegio de crear dinero que tiene la banca privada y con el imperialismo económico y monetario de Estados Unidos.

 

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14 comentarios

Juan Moreno Yagüe 28 de mayo de 2012 at 09:47

Cuantas más vueltas le doy al asunto, más claro veo que la solución es única. Nos dirigimos a una revolución de las históricas, sino la más grande, si la más asombrosa. Como todas, está habrá de comenzar con una negativa general a seguir pagando. Lo que no entiendo es porque los impresentables creen que eso no va a pasar. Las únicas armas de que dispone la población, los ciudadanos, son sus pocas monedas, sus escasos números. Y con ellos es que con lo único que puede liarla. Y la liará. Vaya que si. No se paga y asunto arreglado.

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Juan Murillo 28 de mayo de 2012 at 11:14

Tambien, si exporto mas que importo obtengo márgenes positivos. La competitividad es un factor a considerar tanto en el mercado exterior como en el interior, por ello, la optimización de costos y la reducción de gastos generales juegan a favor del aumento en las ventas o de la consecución de contratos. Recuerdo tiempos en los que la rotación de capital previsible era un elemento fundamental en la elaboración de presupuestos. Ahora no es así, casi nadie paga antes de seis meses, un año, o incluso dos años, es imposible afrontar los costos de mano de obra que son inmediatos, o las reservas de compras de materiales en las que se exige un % al hacer el pedido. Todo ésto es un hándicap tremendo para la actividad que pueda promover el sector público. Es imprescindible apoyarse en el crédito bancario como un factor mas del costo, y aquí tambien juegan los privilegios, que van desde la imposibilidad de obtener créditos por las pequeñas empresas a, en el mejor de los casos, la desventaja que siempre habrá entre éstas y las grandes empresas que tienen mayor capacidad para obtener un trato bancario favorable. Conclusión: Sin la protección del estado, todo el tejido empresarial español formado en un alto porcentaje por PYMES y autónomos esta condenado de antemano y, desde luego, en manos de la banca en cualquier caso.
Ante algo tan fundamental para la actividad económica y creación de empleo como lo anteriormente expuesto, ¿ Que sentido tienen los slóganes gubernamentales dirigidos a posibles «emprendedores» y las pseudo-medidas que parece van a ser puestas en práctica ?
¿Que queda por llegar?
Saludos,

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Carlos 28 de mayo de 2012 at 11:46

Estimado Juan ¿La teoría austriaca puede ser una solución actual, desde tu punto de vista, a este sistema inflacionista? Un cordial saludo!

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Angel 28 de mayo de 2012 at 11:55

Creo que toda la complejidad acerca de los temas económicos que los «entendidos autorizados» pretenden escenificar ante los ciudadanos se reduce, en gran medida, a la explicación que ofrece este artículo. ¿Por qué no se enseña en las escuelas conceptos tan básicos como la creación del dinero bancario, la titulización de las hipotecas o el verdadero origen de las deudas descomunales de los países? La respuesta a la pregunta es obvia. Al igual que la Iglesia siempre tuvo «libros prohibidos» que ponían en peligro su propia existencia y estructura, basada en la cruel manipulación de las incertidumbres y sentimientos humanos sobre la vida y la muerte, los Estados y la Banca tienen sus propios «conceptos prohibidos». Si estos se enseñasen desde las primeras etapas de aprendizaje las nuevas generaciones verían que, a pesar de la apariencia de libertad y bienestar que el Sistema parece proporcionar, éste sólo funciona para perpetuar el poder de unos pocos a costa del engaño vital de muchos, la muerte de millones y la destrucción del entorno natural del que dependemos. No correran ese riesgo y, al igual que el Hermano Jorge destruye la biblioteca en «El Nombre de la Rosa» , preferirán quemar y destruir países y sociedades enteras con tal de que no se destape el monumental engaño en el que se basa el Sistema en que vivimos.

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alberto 28 de mayo de 2012 at 12:37

Se nos ha ocurrido que un físico use kilogramos, metros, kilopondios, etc., para fabricar aviones, puentes, barcos, etc., ¡NO! Sólo los utiliza para medir, y cuando los objetos cambian, la unidad de medida pertinente lo hace en la misma medida para reflejar fielmente el valor, otra cosa sería un disparate en el resultado final del proyecto.
Entonces alguien quiere explicarme el motivo por el cual utilizamos la unidad de medida de los bienes y servicios el “dinero” para acumular valor, cual es el motivo por el cual cuando los bienes merman de valor (oxidación) la unidad de medida permanece inalterable.
Ver.- Silvio Guesell, “El orden económico natural”
SALUD.

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Pep 28 de mayo de 2012 at 12:50

Buenos días.
Visto ese poder de los bancos y el apoyo que reciben de gobernantes e instituciones, no sería mejor para la humanidad hacer caer a los bancos. Si todos los que tenemos ahorros los sacáramos de golpe, se hundirían, no? No me parece peor que lo que hacen ellos con las familias.Y cuando se hundan los botines de turno, los que quieran dedicarse a la banca empezar a controlarlos como es debido desde cero. Y si hacer caer a los bancos significa que caen los países, ya los levantaremos pero basándonos en principios morales y nunca sería peor que lo que tenemos o lo que nos espera con estos ladrones de guante blanco.

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Anónimo 28 de mayo de 2012 at 12:57

Con tanta discusión sobre cómo se generó la deuda y como pagarla no se habla nada de a quién se la debemos y me parece crucial.
Por favor, si alguien lo sabe que responda…¿ A quién le debe el dinero la Unión Europea en última instancia? ¿Se ha contraído con algunas entidades de forma mayoritaria o no?
Por lo que comentas en la entrada me da en la nariz que le debemos a entidades bancarias privadas de Estados Unidos, ¿es así?

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Antonio 28 de mayo de 2012 at 15:18

Asin esplicado, asta llo soi capaz de entenderlo. Haora solo falta qe yege al masimo de personas posivles y qe lo lean.
Gracias.
De acuerdo totalmente con el comentario de Angel, el de las 11:55 h.

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J 28 de mayo de 2012 at 16:42

Juan, soy un gran seguidor de tus artículos y defensor a ultranza de la mayoría de tus opiniones. Estoy convencido que ese es el camino, pero hoy he de ser muy crítico con tu conclusión: «si de verdad queremos que disminuya la deuda, acabemos con el privilegio de crear dinero que tiene la banca privada y con el imperialismo económico y monetario de Estados Unidos». Soy crítico porque pides un imposible y por lo tanto es absurdo que lo plantees. A todos nos gustaría que no existieran paraísos fiscales, que el negocio de la guerra no existiera, que el control del petróleo no fuera el fin último de exterminios varios, que hubiera una conciencia ecológica mayor, etc, etc, todos ellos objetivos utópicos pero con un mínimo punto de alcanzables, pero, «acabar con el privilegio de crear dinero que tiene la banca privada y con el imperialismo económico y monetario de Estados Unidos» me parecen tan imposibles, que me ha resultado absurdo solo leerlos.
Así pues, estando de acuerdo en que la emisión de deuda tal y como funciona hoy en día es una gran estafa, por favor, que se propongan alternativas y formas de lucha realistas, todo lo demás solo sirve para perpetuar este asqueroso sistema y desanimar al personal por irrealizables. Somos muchos los que queremos movilizarnos, luchar y ser activos en esta revolución que está por definirse más, pero aunque vamos despacio porque vamos lejos, creo que hay ocasiones en que hay que ser más realista y proponer algo factible.
Un afectuoso saludo.

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Josep Esteve 28 de mayo de 2012 at 19:31

La película Concursante, dirigida por Ricardo Cortés, nos presenta una interesante reflexión sobre el mundo financiero que merece, para aquellos que no han podido disfrutar el film, unos minutos de atención del fragmento que os proponemos.
Podemos pensar que el aporte de Ricardo Cortés en su ópera prima es un guión ficticio y que los hechos no se ajustan a la realidad y que cualquier economista podría rebatir la tesis que presenta Chete Lera a Leonardo Sbaraglia interpretando respectivamente a Edmundo Figueroa y Martín Circo Martín, un extravagante profesor y el protagonista de la película. Ver fragmento y artículo en: http://goo.gl/i5dHh

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eva 28 de mayo de 2012 at 22:05

Las preguntas están hechas quién quiere que haya mucha deuda?
Obviamente los que ganan con ella. Los que les parece una «miseria» el sueldo de político, y su nivel de vida les pide algo más.
Lagarde ha dicho a los griegos que no esperen compasión.
Los griegos han inaugurado una página en facebook en su honor.
Una niña canadiense pone al mundo en evidencia y dice con un cuento de su propia invención que los gobiernos en connivencia con los bancos, están esclavizando a sus ciudadanos.
A Miguel enhorabuena: ya hay una que ha descubierto «la risa» como arma de destrucción masiva. Sin miedo, desvela la verdad y reta al poder.
No se lo han enseñado la escuela, pero se ve que no la han criado los lobos.

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jose luis 30 de mayo de 2012 at 18:28

En este planteamiento ¿Qué interés tienen los partidos mayoritarios – PSOE y PP, de mal nombre- de no permitir que se produzca la comparecencia de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, alias Mafo, y de Rodrigo Rato (sin alias, aunque se me ocurren algunos)?

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Javier 31 de mayo de 2012 at 00:07

El poder está en el pueblo y ahora mas que nunca. En Mayo del 68 y en ese tipo de revoluciones no tuvieron la suerte de contar con internet o con los móviles para conseguir llegar a toda la población.
Ahora los poderes políticos tiene mucho miedo de lo que puede traer el 15M, internet y las redes sociales. Estoy convencido de que esto tiene que llevar a algo bueno.
No hay mas que ver como algunos cambiaron sus discursos políticos en plena campaña electoral presionados por el 15M, o el tema de los desahucios etc… si presionamos un poquito podemos acabar con estas injusticias a las que nos someten la Banca y los políticos esntre otros. El pueblo puede.

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Fernando Montes 31 de mayo de 2012 at 02:11

Hola Juan: Referente a este articulo, del cual me parece esclarecedor, te comento que cuando dices que no es verdad que parte de la deuda se deba a que muchos hayan vivido por encima de nuestra posibilidades. Comento que si es cierto, que los bancos generan dinero para dar gusto a vivir por encima de nuestras posibilidades, que la ingenuidad o la ignorancia de pedir creditos para satisfacer nuestros deseos ha existido. si hablamos de necesidades basicas, como la vivienda, podria respetarlo algo mas, pero aun asi, me ha parecido de irresponsable pedir creditos para acceder a vivienda a unos precios descomunales. Si la gran mayoria hubiese tenido la conciencia colectiva a la que todos estamos conectados. en sintonia con lo justo, y al ver los bancos que sus viviendas no se vendian, otro gallo hubiera cantado, por que ellos se hubieran dado cuenta de que no somos tan tontos. Pero me lamento decir, que la gran mayoria ha sido imbecil, creyendo, que siempre cabia el recurso de vender y ganarle algunos euros al valor de la vivienda, imitando de esta manera la especulacion de la banca, con la diferencia, que de al no salirle bien la operacion a estos nos le rescataria nadie, mientras que a la banca si. Pero este cuento de imitar a los bancos se acabo, y por tanto aqui todos somos culpables del hecho de la crisis. Es cierto que no todos tenemos el mismo porcentaje de culpabilidad, pero si es cierto que todos tenemos culpa, con la añadidura de que estos efectos secundarios o colaterales, tambien lo teniamos que asumir democraticamente los que nos dabamos cuenta del error.
Ahora que esta crisis que nos ha desarmado, es nuestra obligacion darle soluciones, pero la primera responsabilidad, recide en el individuo. Las demas soluciones vendran por añadidura. No es facil, y para esto tendremos que mojarnos el culo si queremos peces. Asi es la vida, y tien sus satisfacciones, sembrar lechugas y compartilas con el quer siembra cebolla, para hacer una ensalada. Pero me temo que aun la mayoria no sabe lo que es crear riqueza y repartir la misma. Muchisimos se posisionan quejandose de lo que no nos dan, pero no se dan cuenta de lo que no ofrecen, ya que esto supone, como dije antes, mojarse el culo.
Salud y acierto
Fernando

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