Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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«Si no sirve para nada y todos son iguales, ¿para qué voy a votar?»

Publicado en Público.es el 26 de mayo de 2023

He oído la expresión con la que titulo este artículo docenas de veces, pero nunca en boca de alguien rico o con ideas de derechas. No digo que no haya ricos que digan eso, sino que a quien yo oigo decir que no vale la pena ir a votar es a gente que vive al día o malvive o que no es de derechas.

Los datos estadísticos indican claramente que no es una simple percepción mía, subjetiva. En mi tierra, Andalucía, la abstención en los barrios más pobres fue unos quince puntos más alta que la media en las últimas elecciones autonómicas y unos treinta por encima de la registrada en los barrios más ricos. En algunas mesas electorales de barrios pobres, la abstención fue del 90%. Si se toma el conjunto nacional, las diferencias son aún mayores, en los territorios y barrios más pobres puede haber el doble de abstención que en los más ricos.

¿Acaso son los pobres más listos y se dan cuenta de que votar no sirve para nada, mientras que los ricos son más ingenuos y votan en mayor proporción, a pesar de su inutilidad?

No parece que vayan por ahí las cosas. La evidencia histórica demuestra que el disfrute de cualquiera de nuestros derechos, políticos, laborales, ciudadanos… depende de quién gobierne. Se adelanta cuando gobiernan unos y se atrasa cuando lo hacen otros. Los gobiernos no son neutrales.

Poner a unos partidos u otros en los gobiernos sirve para que se reconozcan o no derechos como el del divorcio, el aborto, la negociación colectiva, el salario mínimo, o para que se disfrute en mayor o menor medida de la libertad de expresión, del derecho a la vivienda, a pensiones dignas o a la salud universal, entre otros.

Quien dispone de buena información, sabe qué le interesa y tiene influencia y poder (directamente o por delegación) está siempre interesado en que llegue al gobierno quien crea que más le conviene. Es decir, no renunciará nunca a votar. Sólo quien no es consciente de en qué medida tan grande le afecta que gobiernen unos u otros, renunciará al poder que le proporciona el voto. Un poder, desde luego, que no lo puede todo por sí solo pero que sí es una condición sine qua non, sin el que es imposible que se puedan defender los intereses propios en nuestras sociedades.

Eso explica que haya quien esté interesado en transmitir a quien está menos informado la idea de que votar no vale para nada, tratando de desmotivar su voto y haciendo que, justamente los más desheredados, quienes más necesitarían llevar a los gobiernos a quien pudiera defenderlos, sean justamente los que menos voten.

Por otro lado, también oigo muchas veces decir que no vale la pena votar a quienes se precian de saber muy bien lo que pasa, de estar bien informados y de no dejarse engañar: «son todos iguales», suelen decir.

Pero ¿son todos iguales, realmente?

Entre personas más a la izquierda suele oírse que el PSOE es igual que el PP, que Felipe González era de derechas, Zapatero un traidor y Sánchez un vendido a Estados Unidos.

No se puede negar que, en multitud de ocasiones, el PSOE ha tomado medidas idénticas a las que adopta la derecha, que votan juntos muchísimas iniciativas y que se a menudo se ponen de acuerdo para frenar otras que vienen de su izquierda. Eso es innegable, pero ¿son lo mismo? 

Si Felipe González era de derechas, ¿cómo es posible que la derecha política, económica, mediática y religiosa se movilizara como se movilizó para atacarle y exigir que dejara el gobierno, al margen del resultado de las urnas? ¿O es que ya no nos acordamos lo que hacía la derecha y el PP en concreto cuando González presidía el gobierno? 

¿La derecha habría tomado las medidas de avance social que se tomaron en los gobiernos socialistas? ¿No fue precisamente la derecha quien recurría constantemente las medidas más progresistas que tomaban? Ni siquiera en materia económica o fiscal, generalmente en manos de socialistas más liberales, se puede decir con objetividad que los gobiernos del PSOE hayan hecho lo mismo que han hecho los del PP. Mucho menos, y por muy conservadora que haya podido ser en estos campos, en materia sanitaria, educativa, laboral o de derechos de ciudadanía. ¿Y acaso el PSOE manipula, incumple la Constitución y boicotea las instituciones para protegerse y mantener sus privilegios, tal y como está haciendo ahora el PP?

¿Lo que dicen los dirigentes socialistas, ni siquiera sus «barones» más conservadores, es lo mismo que dicen Ayuso o Aznar? ¿Es acaso lo mismo lo que proponen en materia económica, social o de derechos en general el PSOE, Izquierda Unida y Podemos? ¿Seguro que estos últimos dicen y hacen lo mismo que PP o Vox?

¿Son iguales el PP, un partido con multitud de dirigentes y cargos públicos condenados por corrupción y financiación ilegal, que Podemos, en más de veinte ocasiones absuelto de acusaciones de esto último o con causas simplemente archivadas? 

Es verdad que ha habido casos de corrupción incluso en Izquierda Unida, pero ¿en la misma proporción? Es muy fácil poner los nombres y los números sobre la mesa y comprobar que no es así, de ninguna manera. Incluso en el caso del PSOE, donde los ha habido en mayor número, la realidad es incomparable con la del PP. Ninguno de sus presidentes o gobiernos ha batido el récord de Aznar: de sus catorce ministros, doce resultaron imputados, implicados en tramas o en escándalos de sobresueldos y alguno incluso encarcelado. Y eso por no hablar de quién se hace rico y quién no en la política. 

¿Son la misma cosa los partidos que defienden o no condenan la dictadura franquista y su legado y quienes la sufrieron?

Los partidos y los políticos no son lo mismo. Es una evidencia que unos proponen leyes y medidas que otros recurren o derogan; a unos los financian gratis los bancos y grandes empresas y otros renuncian incluso a préstamos bancarios; y es fácil comprobar que la beligerancia, la exigencia y la crítica que hacen los medios de comunicación a unos partidos y otros no son las mismas en los mismos supuestos. Ni tampoco la difusión que dan a sus propuestas o escándalos.

Solo quien vea el mundo en blanco y negro, es decir, como no es en realidad, puede decir que PSOE, PP, Vox, Izquierda Unida o Podemos son lo mismo y que sus dirigentes se comportan de la misma forma.

Es verdad que cualquier persona de esas que no suelen ir a votar porque piensan que no vale la pena y que todos son lo mismo podrían tener otras razones para no hacerlo. La democracia de partidos es muy imperfecta y los partidos son una fuente constante de frustración porque incumplen promesas, hacen en muchas ocasiones lo contrario de lo que dicen y se olvidan a menudo de quien los vota. Pero, incluso así, se pierde mucho más no votando que yendo a votar a pesar de todo ello.

De hecho, esa idea de inutilidad y de rechazo, esa visión en negativo de la política se siembra a propósito porque se busca la abstención de quienes, por su situación económica, más necesitan gobiernos de izquierdas. La polarización, la zafiedad, la divulgación constante de bulos y mentiras… se promueven para eso. Aunque tampoco podemos engañarnos. Desgraciadamente, son los propios partidos de izquierdas (unos más que otros, también es verdad) quienes dan pie a que su electorado se abstenga en tan gran medida. Primero, porque no tienen una estrategia específica de acercamiento a la población que los necesita y se comportan como aparatos ajenos a la gente normal y corriente. Segundo, porque generan ellos mismos el desafecto y la lejanía cuando se empeñan en magnificar con malas formas las diferencias y los encontronazos entre sí, en lugar de subrayar lo que los une y la cooperación. Y, sobre todo, porque no se empeñan en poner en pie espacios de participación, organización y movilización que proporcionen poder real a la ciudadanía, sin el cual no se pueden llevar a cabo desde los gobiernos sus promesas más decisivas.

El próximo domingo tenemos una nueva oportunidad de mostrar si nos dejamos engañar una vez más o no; si nos dejamos llevar por el desaliento y el negativismo que tan sutilmente propagan la derecha y sus medios de comunicación, o si vamos a votar por quien, más o menos imperfectamente, sabemos que son los únicos que pueden defender los intereses de la que gente que menos tiene.

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24 comentarios

Liborio Guaso 26 de mayo de 2023 at 14:57

Lo único que justifica que la población siga votando en las llamadas elecciones democráticas es la creencia de que eso ayuda para alcanzar el paraíso después de la muerte.

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luis 26 de mayo de 2023 at 15:20

Lo que plantea no tiene fácil solución: los que detentan el poder tienen experiencia de siglos.
¿Dos tazas o taza y media? Incluso puede que hayan agregado una taza más.
Las derechas votan: claro que sí, es su sistema, es su victoria, es su legitimación, en su nada cambiará sin que se note.
Además, tienen unos políticos que cumplen con su deber: un deber torcido, por supuesto, pero coherente:
Somos atlantistas, somos procapitalismo, no queremos igualdad en cuanto tenemos grandes o pequeños privilegios. No queremos que nada cambie, por lo cual asqueamos a todos para que se abstengan. Pero ganamos de una u otra forma.
Cuando no votamos, perdemos
Y cuando votamos, nos deslegitimamos y consolidamos su poder. Por supuesto hay pequeños partidos que veremos por primera vez, por unas horas, en las mesas, y desaparecerán luego totalmente..
Nadie creará un sistema en el que todos partan
Si gana la ficciónizquierda, a los primeros que visitarán será a los de la CEOE, a la embajada de ahí donde no hay golpes porque no hay embajada, etc.
Más complicado lo tiene alguien de izquierdas: en 1986 la cosa daba vergüenza; lo de ahora ya no tiene nombre. No es que se haga lo que se puede: es que se hace a gusto.
Si no corro delante, me queman un poco, si me paro me quema totalmente.
Pero hay un momento en el que los pueblos han de decir, basta ya.
Pero ¿cómo apoyar a quienes hacen coas como las que se han hecho contra nuestros hermanos saharauis?
¿Cómo ir a EEUU para visitar al secretario de trabajo de Biden, como hizo Y Díaz?
Dicen que cuando le preguntaban a Sócrates si casarse o no, respondía: no te preocupes, de cualquier manera te equivocarás.
Hoy hay un pulso en el que el mundo entero puede perder ¿hacia donde empujan los «nuestros»? Pues el barco es más importante que el camarote.
Interesante artículo, como todos los demás.

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Miguel Rodríguez Sanchez 26 de mayo de 2023 at 16:58

A veces debemos de votar «contra» los que en ningún caso queremos gobernandonos, en vez de «pro» algún grupo o programa que no nos satisface. Tristemente es muy común, y así en EE. UU. se vota a Biden como un acción anti Trump.
Gracias por su blog, siempre instructivo y claro.

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jose 26 de mayo de 2023 at 17:47

Hay personas que no se preocupan por los asuntos políticos, hasta los llamaría «analfabetos políticos». Qué le vamos hacer… si de todo tiene que haber en la viña del señor.
Mucha gente se deja llevar o influir por redes sociales (los más) o medios de comunicación (los menos). Suelen elegir el caballo ganador, quieren verse ganadores como en el fútbol (realmadrid-barsa).
Con la frase «todos los políticos son iguales», siempre que la oigo suelo decir: «…unos más que otros».
Del famoso Felipe González (alias Isidoro)… me reservo lo que pienso. Si puedo decir que, alguien que estuvo en XXVI Congreso de Suresnes en 1974, en el que se debía elegir a Nicolás Redondo y salió Felipe González (Sorpresa), bueno, me dijo que había más de la CIA que del PSOE.
Para terminar, siempre aconsejo a mis hijas que ejerzan su derecho a voto y que lo hagan al partido que quieran mirando sus intereses.

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Rafael 27 de mayo de 2023 at 19:52

Pienso que el que crea que la convivencia y la democracia es algo fácil de conseguir. Está en un error, creo que es algo que requiere un esfuerzo constante, como lo requiere mi brazo para sostener el vaso con el agua que quiero beber, y que sostengo en mi mano. Si bajo mi brazo, el vaso cae de mi mano y la democracia y la convivencia se rompen.
Si por votar a una opción y hacer el terrible esfuerzo de ir hasta las urnas, alguien quiere obtener unos resultados tangibles al dia siguiente nuestro voto, está en un gran error, aunque ganara el partido votado.
Creo que a estas alturas hay que saber quién tiene el poder de verdad, que son los grandes poderes económicos, y financieros que tienen múltiples redes entre los medios de difusión y entre los poderes fácticos.

Pero a pesar de todo, si todas las personas que se consideran de izquierdas, veláramos y votáramos por nuestros intereses, los de cada uno, tendriamos mucho poder de nuestra parte y podriamos conseguir desnivelar la balanza a hacia la izquierda. ¿Y sabéis por qué? Porque somos muchos más a los que beneficia a nuestros intereses todo lo que sean mejorar las INSTITUCIONES PÚBLICAS.
Y al menos se podría presentar batalla democrática para conseguir alcanzar nuevos derechos y consolidar otros en los que estamos retrocediendo, (como SANIDAD, EDUCACIÓN, VIVIENDS) para nuestros hijos y nietos.

Pero no soy un ingénuo y no es posible reunir tantas voluntades, ni siquiera en votsr por nuestros propios inteteses, y lo sé porque no se tiene consciencia de que lo que mejora LO PÚBLICO ME BENEFICIA A MÍ TAMBIÉN.

Os digo un ejemplo sacado de mi propia experiencia. Me han operado del corazón dos veces, cada operación podia estimarse en más de 150.000€. Yo no lo hubiera podido financiar, al menos sin arruinarme a mí y a mi familia.

Sabéis lo que decía el enfermo de la cama de al lado, recién operado, y que la noche siguiente a la operación, estando en la UCI, enfrente de mí, tuvo una parada cardiorespiratoria y tuvieron que aplicarle unas descargas para volver a la vida.
Pues cuando a los 4 dias estaba en la habitación, después de salir de la UCI, decía que él no estaba de acuerdo con pagar tantos impuestos (y su familia estaba de acuerdo).

Ni siquiera era consciente que lo que le había salvado la vida eran esos impuestos de todos que le habían permitido tener a su disposición UN HOSPITAL PÚBLICO DE LA SEGURIDAD SOCIAL Y SU OPERACIÓN HABÍA SIDO GRATUITA PARA ÉL.
Cómo echo de menos aquellas facturas simuladas (que solo eran informativas, no se tenían que pagar por los pacientes) que valoraban el importe de las estancias y las opetaciones en los hospitales y que dejaron de realizarse porque muchos pacientes se quejaron.

Sr Torres, gracias por su ideas, siempre prudentes, sensatas pero valientes.

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JANO 28 de mayo de 2023 at 12:22

Tremendo. Así es. Hay gente incapaz de asumir que la única opción para el común de los mortales son la solidaridad y la mutualización de nuestras necesidades. Que afortunadamente nunca se dan todas y al mismo tiempo para todos.
¿cómo explicar a un individuo como el que comentas lo siguiente?
Yo pagaba impuestos para tener educación pública y gratuita y no tenía hijos. Así que -con la lógica de ese individuo- yo estaba «haciendo el tonto»…pero un día tuve hijos y ¡sorpresa!: allí estaban el colegio, los profesores…y luego el instituto…y luego la universidad….y ahora, sigo pagando para que los que tienen hijos encuentren !oh sorpresa¡ el colegio, el instituto la universidad….
El individuo que usted encontró en el hospital, corresponde a una categoría humana que se corresponde con la más peligrosa de todas, que es transversal a todas las condiciones y escalas humanas, que se da en el mismo porcentaje en cada una de ellas: LA ESTUPIDEZ.
El estúpido es incapaz de diferenciar nada. Actúa contra todos sin beneficio propio.
Así son los que se abstienen en las elecciones con el «todos sois iguales» incapaces de entender que arriba se llega de peldaño en peldaño, que NO se pueden subir todos los escalones de golpe. El estúpido es incapaz de comprender, que no es lo mismo subir un escalón (o -en el peor de los casos- quedarte en el que estás) que BAJAR un escalón.
En cuanto a los Felipe González, Leguinas y demás, la cosa es bastante fácil: si no vives como piensas, acabas pensando como vives…igualitos que el que fuera presidente de Uruguay Pepe Mújica.
En fin….

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fhd 28 de mayo de 2023 at 14:11

«Y supongo que en Podemos».

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Juan Torres López 29 de mayo de 2023 at 06:41

Gracias por haberse dado cuenta de esa expresión. En mi texto original la incluí así porque no sabía de ningún caso, pero quería decir que alguno puede haber en cualquier partido. Como pensé que podría entenderse mal, y hubiera sido injusto ponerlo sin comprobar, la quité en la versión publicada (es fácil comprobar que no está). Al editar el artículo en esta web utilicé una versión previa en la que sí estaba. Más tarde, cuando usted hizo este comentario, hice una comprobación y he leído que sí ha habido algún cargo de Podemos por asuntos que pueden considerarse corrupción.
En todo caso, he decidido borrarla también de esta versión del artículo para que sea idéntica a la de Público.es.
Muchas gracias

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Tito 28 de mayo de 2023 at 15:15

Bueno. He tenido que emplear mucho tiempo para leer su escrito que como todo lo que se escribe sobre fenómenos no medibles, puede ser verdad, mentira ó lo contrario. Es verdad que el poder económico, lo ejerce independientemente del resultado de las urnas. Es verdad que el Psoe y el PP no son lo mismo pero si que en términos de corrupción, van compitiendo encarnizadamente. En esta página web se puede ver un resumen

https://casos-aislados.com/

Es verdad que hay partidos que no han ejercido la corrupción tanto como PP Y PSOE, por ejemplo Pacma, pero es que no han detentado suficiente poder y por tanto no hsn podido tenerla ( también es el caso de podemos ) . Es verdad que también en izquierda unida, como se puede ver en el informe anterior, ha tenido también varios casos de corrupción. Es verdad que cuando un partido piensa menos en su poder y sus dirigentes piensan menos en su ego por que el ego de un dirigente es enemigo de la generosidad necesaria para favorecer a los más necesitados y sólo sirve para favorecer se a si mismos y como usted dice, varios partidos a la izquierda del PSOE han ejercido su intolerancia con partidos muy próximos provocando una división crónica entre ellos y explicitando que están en guerra por el poder entre sí más que contra la injusticia. Es verdad que hay grandes bolsas de barrios humildes que directamente no votan. Hay otra verdad: los dirigentes de todo el espectro de los partidos, empezando por VOX y terminando por partidos como la CUP recomiendan que se vote por que el hecho de presentarse, es por que confían en que cuanto más se vote, más poder obtendrán. Sin embargo, no estoy de acuerdo en que esos señores que dicen que votar ó no votar es lo mismo, que son cuatro y no son promocionados por los medios de comunicación, sean realmente la causa de que haya enormes bolsas de barrios obreros que ni siquiera votan ó votan a partidos que se supone que están para empeorarles la vida, como si fuesen masajistas. Yo creo que la causa última de la abstención es más bien la decepción de haber votado a ciertos partidos que prometían el oro y lo que no es el oro o de verles actuar unos contra otros . Al fin y al cabo, no es la primera vez que tenemos elecciones y no considero tontos a los que decepcionados no votan ó votan a partidos que están ahí para complicarles la vida y no para convertirles en miembros de un paraíso
También es verdad lo que dice , que es importante fijarse en los que han llegado a la política para beneficiarse a sí mismos, no sólo por el hecho de mejorar su poder económico, si no también su influencia y sobre todo por satisfacer su inconmensurable ego.
PERO QUE QUEDE CLARO QUE CUANTA MAS GENTE VOTE, MEJOR PARA QUE ESTE SISTEMA IMPERFECTO DE PARTIDOS, REPRESENTE DE LA MANERA MENOS DESASTROSA A LAS PERSONAS. Al fin y al cabo, existen otros sistemas políticos mucho peores y siempre es mejor elegir lo menos malo.
Aún que no me ha quedado claro del todo, solamente ha sido una impresión, también en su escrito, me ha parecido deducir a que partido ó partidos tenemos que votar. Evidentemente, a los buenos, descartando a los malos.
Hoy ha habido bastantes coincidencias respecto a lo que yo pienso, aún que lógicamente, disiento de algunas cosas.
Un saludo.

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William 28 de mayo de 2023 at 15:18

El problema no es izquierda o derecha, el problema es el sistema que elegimos a partidos y no ha personas.

Salvo alguna excepción todos los políticos piensan en ellos y modifican sus ideas para seguir en el poder haciendo la misma mierda, no tienen principios, son personas mediocres y despreciables en su mayoría.

No olvidemos la ley de hierro de las oligarquías , la que nuestro ex-ministro de universidades blandía contra el gobierno cuando podemos se inició y después si te veo no me acuerdo.

Si votas legítimas el sistema.

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Raul 28 de mayo de 2023 at 15:33

Excelente artículo. No se puede explicar de forma mas clara lo que sucede en cuanto al abstencionismo.

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Tito 28 de mayo de 2023 at 15:35

Ah. Creo que también hay otras causas de que bolsas enormes de barrios obreros no voten. La verdad es que cuando para hacer campaña, los partidos emplean los peores calificativos para insultar a sus adversarios y venden sus mejores calificativos propios, tan simples como mejorar la vida de la gente, y luego nada de lo que prometieron ha mejorado la vida de nadie, eso provoca cierta decepción.
También calificar a partidos que podrían ser aliados, de izquierda cuqui ( seguimos con adjetivos que no se utilizan para hacer el bien ) eso desanima a cualquiera. Las luchas de poder tan descarnadas y basadas en el insultó, no son útiles a la larga y desmotivan a los votantes. El insultó es el argumento de quien no los tiene.
Saludos

Responder
Tito 28 de mayo de 2023 at 15:47

Ah. Otra causa de desánimo y abstención es de índole práctico:

Nuestro poder adquisitivo ha descendido hasta el que teníamos en 1996 lo cual podría deberse fundamentalmente a dos cosas :
A) Nuestros políticos lo han hecho muy mal
B) Nuestros políticos lo han hecho muy bien pero no está en su mano mejorar nuestro poder adquisitivo ni nuestra vida
Ninguno de los dos casos anima a votar otra vez a quien ha estado en el poder, aún que yo siempre recomendaré votar para ser corresponsable con este pequeño desastre que vivimos.
Saludos.

Responder
copitodenieve 28 de mayo de 2023 at 17:19

Poco que añadir al artículo y mucho que abundar en las estrategias de las derechas para obtener regalías.
Un saludo profesor y que Dios nos pille confesadis

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Tito 29 de mayo de 2023 at 02:09

Yo no digo ni pío después del resultado de las elecciones esta noche. También entiendo que después de lo visto hoy, haya gente que opine que los españoles votan fatal. Votan a quien no deben.
También puede ocurrir que a los partidos a los que los españoles deberían votar, estén inmersos en una lucha fratricida y destructiva entre Ellos, fundamentalmente por un problema de egos y de amor PROPIO más que de amor AJENO y amor a los más desfavorecidos.
Que la derecha haga lo que le de la gana pero creo que la izquierda debería considerar la opción de liberarse de ciertos personajes cuyo mundo es el insulto, incluso a sus potenciales socios CUQUIS además de a otros partidos, personas físicas y empresas y a todo lo que se mueva cuya manera de pensar no sea la «adecuada »
Saludos

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Tito 29 de mayo de 2023 at 13:25

En su primera comparecencia en los medios, Pablo Echenique opina que ha habido:
«falta de valentía a la hora de gobernar y de impulsar medidas que se quedan cortas». Dicho de otro modo, Unidas Podemos no ha sido la parte de la coalición de gobierno que ha fallado. La mayor responsabilidad, según parece desprenderse de sus palabras, la ha tenido su socio de coalición PSOE . La falta de valentía se suele llamar cobardía, es decir, la cobardía de sus socios de gobierno ( PSOE ) es la que ha causado esta debacle. Cuantas veces he añorado yo pertenecer a un partido que jamás ha cometido errores, ( que cometen sobre todo los demás) y que para más inri, es humilde como todos sus miembros, empezando por los fundadores de dicho partido. También de sus palabras, se deduce que el revés que han sufrido a causa de los demás, les empuja a seguir actuando exactamente como hasta ahora por que no es necesario cambiar.
¡ que envidiable seguridad en sí mismos !
Un saludo

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Francisco 29 de mayo de 2023 at 18:49

El 29/5/2022, usted escribe «Balance de la gestión de Moreno Monilla en Andalucía», donde da los motivos por los que hay que votar a la izquierda. Resultado: triunfo arrollador de la derecha

El 26/5/2023 usted escribe «Si no sirve para nada y todos son iguales, ¿para qué voy a votar?», donde, y otra vez, llama a no dejarse engañar por la derecha. Resultado: triunfo arrollador (no solo en Andalucía) de la derecha.

Conclusión: por favor, ponga algún post similar a los anteriores antes del 23 de Julio de este año. Gracias

PD: Quizás es mejor hacer un paper serio, honesto, y de calidad (no le pido ni siquiera un Q2), a andar dando vueltas por distintas facultades de Andalucía para vender sus libros que las empresas editoriales, gustosas, ponen, sin más revisión que la ortográfica, en sus escaparates. Un saludo «Catedrático»

Responder
Juan Torres López 29 de mayo de 2023 at 19:04

Muchas gracias por sus consejos. No obstante y si usted no tiene inconveniente voy a seguir haciendo uso de mi libertad y dedicándome a lo que me parezca mejor. LLevo toda la vida así y ahora que estoy a punto de cumplir los 69 años comprenderá usted que no me apetezca mucho cambiar.
Mis libros, por cierto, no los vendo en las facultades. El penúltimo se está vendiendo en Japón, por ejemplo. Y seguro que algo escribiré antes del 23 de julio. Si se me antoja.
Por cierto, las personas que critican a otras desde el anonimato ¿qué calificativo cree usted que merecen? El de valientes no precisamente.
Saludos

Responder
Tito 29 de mayo de 2023 at 19:36

Señor Francisco. Ser activista y tener un blog de economía para ejercer su activismo, no es delito.
Por otro lado, vender libros ó hacer propaganda de ellos, tampoco es delito. Estamos en la zona de libre mercado que posiblemente usted apoye y por tanto a nadie puede reprochar que venda algo. Si usted, señor Francisco, fuese contrario al libre mercado, entonces podría criticar la venta de cualquier producto incluidos los libros y sería coherente pero si apoya el libre mercado, no puede reprochar a nadie la práctica del comercio. Si es usted contrario al libre mercado usted señor Fancisco y vende libros, entonces sería una contradicción andante.
.Por otro lado:
Yo creo que el ser anónimo en un chat como este o cualquier otro no es nada malo siempre que las opiniones se defiendan con argumentos y educación incluso utilizando la ironía, que también me parece admisible.
Un saludo a tod@s

Responder
Juan Torres López 29 de mayo de 2023 at 19:56

Amigo Tito, lleva razón sobre el anonimato. Yo estoy acostumbrado a dar la cara siempre pero entiendo que no tiene por qué ser así.
Sobre la otra cuestión es que resulta curioso. Si alguien me dice, mire, profesor, en este libro suyo o en este escrito ha dicho usted algo falso, pues yo lo asumo. Pero lo que dice Francisco es que no le gusta mi opiniòn subjetiva y que por eso debo dejar de darla. Y, por otro lado, que en lugar de dedicarme a lo que desde hace años decidí libremente que me iba a dedicar, a la divulgación de mis conocimientos, que me debo dedicar a otra cosa. Es como si me dice que debía haberme dedicado a la química en lugar de la economía. Y eso, porque no le gusta mi enfoque de los problemas. Es muy significativo que diga eso. ¿No soy libre de dedicar mi tiempo a lo que desee? Cumplo con mis obligaciones académicas y soy mucho más productivo que muchos de mis colegas. Nadie puede decir que no trabaje. Y, al menos, tengo el reconocimiento del mercado. ¿Son tontas las miles de personas que compran mis libros en varios países, acaso las obligo yo a que lo hagan? Saludos

Responder
Tito 29 de mayo de 2023 at 20:10

Por una vez señor Torres vamos a estar casi en total acuerdo en lo referente a su último comentario.
Usted puede editar los libros que quiera con o sin reconocimiento del mercado. Puede publicar libros que versen sobre las teorías y modelos económicos estén ó no equivocados. De sobra es conocido cual es el trabajo de un catedrático de economía ó de cualquier otra cosa, que es cumplir con el programa educativo de su universidad que no dudo que usted hará con honestidad. A pesar de todo, comprenda que hay personas en este chat y fuera de el cuyas ideas sean muy diferentes a las suyas. Yo no coincido con usted en muchas cosas y argumentaré mis opiniones y desacuerdos lo mejor que se.
Un saludo.

Responder
Juan Torres López 29 de mayo de 2023 at 20:11

Muchas gracias

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Capsicum 30 de mayo de 2023 at 18:29

Por primera vez en 36 años no voto. Y no tengo ninguna intención de votar más. He tardado todos estos años pero ya me quedó bien claro, no existe ni la derecha ni la izquierda, es todo un juego de espejos, es un Barca-Madrid, es un enfádate con tu vecino pero no le pidas cuentas a tu político, es un divide y vencerás, es una manipulación a diestro y siniestro. Que tranquila me he quedado cuando me he apolitizado, ya no veo el enemigo rojo, azul, violeta, verde oscuro o verde claro, ahora veo al ciudadano que quiere lo mismo que yo, pero que aún sigue ofuscado en el juego de la voz aparente que te da las urnas. Lo único que te da es la legitimación del que no trabaja para ti ni te representa ni tiene ninguna intención de hacerlo. La democracia es un mito griego. Demostrado con mi experiencia de votante. Hasta nunca, urnas. Es la única solución a la vida en comunidades humanas? Recomiendo la lectura de Proudhon, Sin amo ni soberano.

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Daniel 12 de junio de 2023 at 03:39

Me abstengo directamente porque creo en la gestión a largo plazo, y la democracia no es capaz de garantizarla.

Digamos, que es un acto en busca de la derogación de la democracia.

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