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Un gobierno que revienta el principio de solidaridad y fractura el Estado no es progresista

Puesto que la información que se posee es todavía incompleta y sin los datos necesarios para evaluar los acuerdos, es pronto para saber qué consecuencias concretas va a tener la negociación que se lleva a cabo para hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa, candidato del Partido Socialista de Cataluña. Sin embargo, con lo que se sabe sí se pueden establecer algunas conclusiones generales muy relevantes.

a) El acuerdo implica que Cataluña saldría del sistema de financiación autonómica común u ordinario para pasar a tener uno especial o singular más o menos parecido al que ahora tienen el País Vasco o Navarra. Eso significa que tendría y recaudaría sus propios impuestos (para aumentar quizá en 30.000 y 35.000 millones de euros sus ingresos) y a cambio pagaría al Estado una «cuota» o cupo (cuyo método de cálculo y cuantía no se concreta) para compensarlo por los servicios que proporciona a Cataluña y otra (también sin concretar) como contribución solidaria a las comunidades de menor renta. Para hacer posible todo ello, Cataluña tendría capacidad normativa y una agencia propia dedicada a la recaudación e inspección de sus propios tributos.

b) El acuerdo afecta al conjunto de las Comunidades Autónomas y, sin embargo, se está negociando con una sola de ellas.

c) El acuerdo modifica el sistema de financiación autonómica, la forma en que pueda llevarse a cabo la política fiscal del Estado, las posibilidades que este tendrá en el futuro de llevar a cabo el resto de las políticas económicas y sociales y, en general, afectará a la marcha de la economía española en su conjunto y a las condiciones de vida de toda la población española. Sin embargo, sólo se está debatiendo con el objetivo de conseguir que el candidato del Partido Socialista de Cataluña, Salvador Illa, sea presidente de la Generalitat.

d) La experiencia ha demostrado que ese sistema es muy volátil y que esas cuotas acaban siendo una especie de cromo que se intercambia cada vez que hay elecciones, casi siempre a la baja y en perjuicio del Estado y, por tanto, del resto de los territorios.

e) El sistema que prevé el acuerdo implicará con casi totalidad seguridad menos ingresos para el Estado, así que su resultado será un aumento en las desigualdades entre sus territorios y poblaciones, sin que nada asegure, además, que no aumenten también en el interior de la propia Cataluña.

f) El acuerdo implica de hecho y de derecho, una vez que se establezca la normativa correspondiente, una sustitución del principio de solidaridad (a cada uno según su necesidad y de cada uno según su capacidad) por otro de ordinalidad (recibe más quien más aporta).

g) El acuerdo de cupo o cuota con Cataluña será materialmente imposible de aplicar a los demás territorios, salvo admitiendo un quebranto fundamental de las finanzas y de la estructura del Estado. Implica, por tanto, conceder un privilegio a una de las comunidades.

h) La fragmentación de impuestos tan esenciales como el IRPF o el IVA y de la agencia tributaria estatal que llevará consigo el acuerdo, tal y como se ha presentado, supondrá un aumento de las ineficiencias y menor eficacia, así como la disminución de su capacidad recaudatoria y redistributiva.

i) La creación de un consorcio para llevar a cabo, con el dinero del Estado, las inversiones que ahora se diseñan y ejecutan a nivel estatal, también supondrá pérdida de eficiencia y un deterioro de la dotación de capital y de los servicios públicos para todo el territorio nacional, incluida Cataluña.

j) El acuerdo, tal y como se ha presentado hasta ahora, implica en la práctica convertir a España en un país cuasi confederal y la renuncia a los principios de solidaridad e igualdad que, al menos teóricamente, hoy día se reconocen como inspiradores de las políticas económicas y sociales. Dejando a un lado el debate sobre si esto en bueno o malo, peor o mejor (que hay que abordar), lo cierto es que supone un cambio radical de esencia y de principios, una mutación de conjunto, que se está resolviendo entre el gobierno de la Nación y un partido político catalán para obtener su voto en el acto de investidura del presidente de una sola comunidad autónoma.

Un gobierno que revienta los principios de solidaridad e igualdad y destroza el cerebro, los pies y las manos del Estado central, impidiendo que este lleve a cabo políticas de definición y ejecución común y de redistribución (mucho más, cuando formamos parte de una unión monetaria justamente diseñada con el objetivo de maniatar a los gobiernos en beneficio de los grandes capitales) es cualquier cosa menos un gobierno progresista. Tratar de gobernar a cualquier precio no es progreso, es oportunismo y traición.

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27 comentarios

Manuel 31 de julio de 2024 at 08:58

El binomio pp-psoe ellos mismos se retroalimentan, justifican la existencia necesaria, entre ellos, para mantenerse en el poder, el pueblo para ellos es solo su cartera de votantes a repartirse.
Juego de Tronos.

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Carmen 31 de julio de 2024 at 09:25

Totalmente de acuerdo. Esto es el precio de hacer posible otro gobierno del PSOE tras las últimas elecciones dependiendo de dos partidos como Junts y Esquerra a los que solo les importa ellos. Esto, en definitiva, es la tumba del PSOE.

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José Luis Pineda Acosta 31 de julio de 2024 at 09:37

Éste coctel demofranco/Nazi/fascista,de occidente nunca servirá de nada si no se expropia el 80% de la riqueza y se pone a disposición del bienestar de los pueblos y sus gentes.
Mientras un ser humano tenga que mal venderse para comer,matar y amenazar a otros,votar sólo les sirve y justifica a los ricos.
EN Grecia vimos el ejemplo más cristalino de la historia de las democracia s fascistas.
Sólo el pueblo unido salva al pueblo.

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José Luis 1º 31 de julio de 2024 at 09:55

Si estuviéramos ante un gobierno que revienta un Estado que arrastra todavía importantes lastres del franquismo (por ej. el poder judicial y el poder económico haciendo política) ¿sería progresista o reaccionario?

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copitodenieve 31 de julio de 2024 at 10:25

Con todas las dudas que plantea este texto sobre la «financiación singular de Cataluña», y el desconocimiento del texto firmado por el PSC y por ERC, parece claro que la zozobra nos embargue (a mí me «embarga»).
No obstante la financiación autonómica es un proceso que hay que abordar cuanto antes, y junto a la financiación autonómica deben abordarse otros aspectos no menos importantes y que tienen que ver con la situación de cada territorio autonómico en el.proceso productivo y de solidaridad territorial.

El título del artículo es en este caso harto significativo, pero vamos a estar ojo avizor y a no colocarnos la venda antes de tener la herida.

Los ricos nunca han querido compartir nada con los menos favorecidos y los nacionalistas vascos y catalanes no son una excepción.

PSC y PSOE deben tentarse la ropa antes de dar un salto en el vacío, por su buen y por el de todos los que creemos que la riqueza es algo más que el.producto del esfuerzo oersonal.

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RAMÓN ORTIZ BENJUMEA 31 de julio de 2024 at 10:56

De acuerdo con sus apreciaciones querido profesor,pero es necesario conocer la totalidad del documento…la marginación ,dependencia económica y el subdesarrollo andaluz está relacionado con los distintos acuerdos que la burguesía catalana y vasca con los gobiernos centrales durante estos dos siglos.No entiendo una supuesta izquierda nacionalista no solidaria….todos los nacionalismo identitarios me dan miedo, se retroalimentan,…,las regiones rican no quieren compartir ,cuando su desarrollo ha sido a costas de las regiones periféricas, transvase de mano de obra,recursos financieros…

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José Gómez 31 de julio de 2024 at 11:13

A ver si se les cae la venda de los ojos a los votantes del PS y ven que no tienen nada que ver con la izquierda, que son iguales que el PP (por sus actos los conoceréis) y que Vox es solo un señuelo del sistema para los neoliberales parezcan demócratas y para contrarrestar la vocación izquierdista de la mayoría de la clase trabajadora
Entre el golpe de togas y el fascismo incrustado nos espera un largo túnel con todas las luces apagadas.

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Antonio Molines 31 de julio de 2024 at 11:56

Estoy bastante de acuerdo con tu planteamiento. Sin embargo, ¿por qué el País Vasco y Navarra -los famosos regímenes forales pueden tener un trato especial, y las demás CCAA no? Y, ¿cómo tendríamos que orgaanizar territorialmente el Estado: confederación, federación, régimen autonómico, descentralizacion administrativa, estado unitario y centralista? Creo que el problema viene de lejos, desde el 78 desde luego, pero lo están agravando y complicando y, quizá, lleguemos a un callejón sin salida. Viendo los comportamientos de los diversos actores políticos, no soy nada optimista, aunque me gustaría equivocarme.

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Juan Torres López 31 de julio de 2024 at 19:38

El sistema de cupo es materialmente imposible de generalizar. Es un privilegio que no debería existir

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Wenceslao 31 de julio de 2024 at 12:10

Buen día
«Un gobierno que revienta el principio de solidaridad y fractura el Estado no es progresista», creo que ha dicho algo que esperaba ver alguna vez y es el decir del PSOE lo que es, lo denomina progresista que no tiene nada que ver con socialismo, un socialista jamas aceptaría ser parte de un estado feudal, que es a lo que la cierta derecha y el psoe nos lleva.
PP_PSOE, hay potenciado y estimulado la corrupción, que gran acertado fue es prologo de un comic sobre el gran «españistan»…

Bienvenidos al país con el mejor sistema educativo de toda África. El país de las hipotecas crecientes y los sueldos menguantes, una democracia joven que lo mismo te patenta la fregona que te planta un adosado sobre una fosa común por aquello de cerrar viejas heridas.Bienvenidos al país con los directivos mejor pagados de Europa y la tasa de paro más alta del mundo libre.

El país donde el 65% del dinero(negro) circula en billetes de 500, la nación de naciones con más idiomas, bailes regionales y cocaína por habitante del planeta. La capital mundial del currículum vitae, el neón en los bajos y el inglés nivel medio, orgullosos inventores de la hipoteca a cincuenta años y el minipiso cuco pero asfixiante.Bienvenidos a este fantástico país donde los ingenieros son parias y las chonis líderes de opinión. ( la tasa de paro de titulados es la mas alta de europa).

Han pasado muchos años y esa situación a modo de burla es mas real que ficticia,.

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Julio Rodriguez López 31 de julio de 2024 at 12:15

Juan, creo que el tuyo es un articulo que resume bien las consecuencias económicas y tambien polticas derivadas del preacuerdo PSC-ERC, que es mas bien un preacuerdo gobierno de España-ERC.
Me sorprende la contundencia del texto, ante la frecuente admiración que con frecuencia expresas ante el titular del gobieno de coalicion

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Juan Torres López 31 de julio de 2024 at 19:36

Cuando me parece bien lo que hace, lo apoyo sin fisuras. Si me parece mal, lo crítico sin miedo. Soy independiente y libre

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Trolls a mogollón 31 de julio de 2024 at 13:26

El principio de solidaridad está reventado desde la propia Constitución, que permite el fuero navarro y el cupo vasco. Posteriormente, don Ánsar firmó con Pujol que pudieran recaudar una parte del irpf, como también sucede por cierto, en aquellas autonomías españolistas que tanto se quejan cuando lo hacen los demás. Y qué hablar del nacionalismo madrileño, su paraíso fiscal y la tarada de mandataria. Perro Sanxe no ha inventado nada que no existiera y se hiciera previamente. Como está de moda, sacudir al perro, pues todos a ello.

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Juan Torres López 31 de julio de 2024 at 19:35

Lleva usted mucha razón

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jose 31 de julio de 2024 at 13:43

Con todo el respeto, no perdería el tiempo con esos lares. Otras cosas más importantes nos sacuden en España.
Los vascos como catalanes saben muy bien que tanto Francia como España no los van a dejar. Pero haciendo todo este meollo van a conseguir más de todo.
Al dictado de Bruselas como EEUU, el bipartidismo (PP-PSOE) hace lo que le dicen en España (Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera.). Qué le vamos hacer…

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Meester van Niemand 31 de julio de 2024 at 14:06

O sea que… ¿ahora los catalanes como los vascos y los navarros, que no es poco, o hay algo más?

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Juan Torres López 31 de julio de 2024 at 19:34

No exactamente lo mismo pero sí detrás muy parecido

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Mario Javier 31 de julio de 2024 at 16:14

En principio estoy a favor de todas sus afirmaciones, especialmente en la que dice que ellos, no son un gobierno progresista. Pero es más si ellos crean un agencia tributaria propia no es más que un paso mas hacía la independencia.
Lo que es una traición a España.
Saludos y felicidades por su análisis y lo bien explicado que está.

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FRANCISCO GONZÁLEZ CRUZ 31 de julio de 2024 at 17:01

Me sumo a «copito de nieve», sin añadir ni restar ni una coma.

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Pilar 31 de julio de 2024 at 18:22

Vamos a estar de acuerdo (parcialmente) esta vez.
En Cataluña nos fríen a impuestos y los malgastan en «sus cosas». Ahora quieren dinero de todos los demás, también para «sus cosas», que no las nuestras. Miren cómo tenemos el tema del agua, de las pruebas PISA, la sanidad, 9000 empresas que han escapado de aquí, la delincuencia…

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Bernardo 31 de julio de 2024 at 18:42

No sabemos los términos del acuerdo detallados, que impuestos se ceden y en que porcentaje, tampoco el del cupo, en su caso.
Un gobierno progresista debe defender la solidaridad entre los ciudadanos y los territorios, es un principio de la izquierda desde siempre.
Llegado a este punto hay que hablar del deseo y la realidad y esta es que si no se llega a un acuerdo con ERC peligra el gobierno de Cataluña y de España, donde podríamos contemplar la posibilidad de un gobierno PP/VOX.
? Entre seguir con el actual gobierno y otro de PP/VOX que elegiría¿ ? Ese posible garantizaría mas solidaridad entre los ciudadanos y los territorios¿
A veces hay que elegir entre los malo y los peor. Esa es la realidad.

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Alberto Fernandez Fernandez 31 de julio de 2024 at 21:47

¿Saben a mi a que me recuerdan los conflictos que se establecen entre las Comunidades Autónomas y el Estado Central? Me recuerda al conflicto entre los trabajadores y los empresarios. Me recuerda a aquellas huelgas en las que yo participaba para obtener mejoras sociales y económicas. Mientras unos trabajadores íbamos a la huelga otros se quedaban sentados en su puesto de trabajo, haciendo méritos para sus jefes. Al final unos y otros se beneficiaban de los logros obtenidos gracias a la huelga. Pero unos quedaban como buenos y otros como revoltosos ante sus jefes. En aquel entonces, aún lo pienso así, los insolidarios son los que «no mueven el culo» para conseguir las mejoras sociales y económicas pero luego se adjudican esas mejoras. Pues eso mismo pasa con las Comunidades Autónomas. Hay Comunidades que no tienen ni han tenido históricamente un espíritu federal, como hay trabajadores que no tienen conciencia de clase.
Y es que la solidaridad a veces depende del color con que se mira. Aquí lo que se debería plantear es si el Estado Central- no confundir con gobierno-judicatura, policía, ejército, en general la Administración Central cumple su cometido democrático o no. ¿Si el Estado centralizado favorece mas la democratización del poder que el Estado Federal, o no?

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Carmen 31 de julio de 2024 at 22:53

Leído el artículo con el que estoy muy de acuerdo y los posteriores comentarios, mi pregunta es la siguiente:cómo resolver la cuestión de la financiación si ya se parte dee cupos como el vasco y el navarro que en sí ya son discriminatorios para el resto de territorios? Gracias.

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Julio 1 de agosto de 2024 at 06:58

Habrá que esperar haber cómo acaba todo esto. Me parece que no tiene buena pinta.

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Maria de Lluch Gual de Torrella 1 de agosto de 2024 at 10:04

Y luego, tristemente, se preguntan porque la gente vota a Vox-PP.

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Miguel Ángel González 1 de agosto de 2024 at 12:45

Ante la pluralidad ,con diversas argumentos respetables a tener en cuenta ,yo me quedo con la de Bernardo por ser concreta y realista, en mi humilde opinión.

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Antonio 2 de agosto de 2024 at 13:19

«Cuando me parece bien lo que hace, lo apoyo sin fisuras. Si me parece mal, lo crítico sin miedo. Soy independiente y libre» (Juan Torres López)

Como se dice, hasta un reloj (de agujas) parado da dos veces bien la hora en un día completo. Si alabamos uno de esos momentos concretos que por casualidad se acierta sin hacer mención a la inmensa mayoría de veces en la que no se actúa con arreglo a lo establecido podemos dar la impresión de estar apoyando un bodrio.

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