Mi amigo Jose Manuel me envía una nueva entrega de la Fundación García Agüera, ahora con un poema del genial malagueño Rafael Pérez Estrada. Como hace tiempo que no traigo poesía a la web, y eso pesa, lo transcribo porque me parece, como casi toda su obra, sumamente hermoso.
UNA TÍMIDA PROPUESTA DE CAMBIO
Cambio la inútil voluntad del pez volador
por la audacia del felino ciego.
Las alas de los ángeles, por los brazos
perdidos de un Apolo.
Una gala de Pavarotti, por las chimeneas de
un viejo trasatlántico en la soledad del mar.
El grito por el cable del trapecista.
El vértigo, por el écuyère del Circo Price.
El humo, por el vuelo.
La bañera por las catarátas del Niágara.
Lo posible, por lo imposible.
La realidad por la ebullición imaginativa.
Suplicaría el temblor de la lluvia en los
cristales,
la utilidad de la lágrima,
el otoño en las playas,
y el poder de la melancolía.
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2 comentarios
Y yo cambio al juez norteamericano Griesa por el juez español Castro, que si no encaja literariamente en este bello poema, compensa embelleciendo la Justicia.
Lo mismo digo