Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Hay alternativas al rescate

Publicado en Sistema Digital el 19 de octubre de 2012

A la vista de como se está presentando la situación económica en la inmensa mayoría de los medios de comunicación y de la falta de pluralidad que hay en tertulias, informativos y demás fuentes de opinión, es natural que la mayoría de la gente piense que el llamado rescate es inevitable.

El razonamiento con el que están vendiendo su inevitabilidad es elemental: el Estado español ha acumulado una deuda muy grande, los mercados no confían en su capacidad de pago y por eso le imponen unos tipos de interés muy elevados que antes o después harán imposible que España haga frente al vencimiento de los pagos. Por eso no hay más remedio que acudir a un «rescate» en forma de un préstamo o crédito con el que el Estado enjugue sus pagos inminentes y pueda garantizar los venideros.

A pesar de su aparente evidencia, el razonamiento hace aguas por varias partes. Sobre todo, porque la alternativa a la presión de los mercados a cuenta de nuestra deuda no es únicamente que el Estado se cargue con una aún mayor y a cambio de imponerle condiciones draconianas que van a hundir nuestra economía durante años.

Desde luego había otras alternativas antes de que la situación llegase a la degradación actual, como hemos puesto de manifiesto en otros trabajos, y particularmente en el libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, y a las que no me voy a referir en este momento.

Pero también las hay ahora, ya en situación de emergencia.

Para bajar la prima de riesgo no hace falta rescate alguno sino simplemente que el Banco Central Europeo se comporte como una auténtica autoridad monetaria y evite que las presiones especulativas la eleven con el único propósito de obtener beneficios. Ni el nivel de deuda pública española cuando comenzaron las presiones ni incluso el actual (cercano al 90% pero mucho más bajo que el de otros países) justifica por sí mismo la presión de los mercados. Esos niveles (ahora, no lo olvidemos, más altos por la inacción del BCE) están todavía dentro de los que pueden asumirse sin demasiadas complicaciones a poco que se recupere la actividad y el ingreso, que es lo que están impidiendo, precisamente, las políticas europeas y la posición que mantiene el BCE.

Lo que ocurre es que los dirigentes del Banco Central Europeo no actúan para evitar que siga subiendo la prima de riesgo española porque no busca resolver la inestabilidad que eso provoca sobre el euro. Lo que está haciendo en realidad es actuar como manager de los intereses de la banca privada europea que solo trata de asegurarse el cobro de la deuda privada que con ella tienen los bancos de la periferia, y concretamente los españoles.

La presión que sufre España es la excusa que sirve para imponer un rescate que en realidad no es el rescate de España para que haga frente a su deuda soberana, sino para que financie la deuda que los bancos privados tienen con los alemanes y franceses (139.191 y 115.261 millones, respectivamente, a comienzos de 2012, que representan el casi el 45% de los 571.519 millones de dólares que deben).

Si de verdad quisiéramos «rescatar» a la economía española lo que se debería hacer no es imponerle una losa de deuda aún mayor, más recortes en el gasto público que se requiere para que las empresas puedan crear empleos y los ciudadanos vivir dignamente, y, en definitiva, frenar aún más la actividad económica que se necesita para crear ingresos, empleo y proporcionar bienestar social.

Lo que habría que hacer serían otras cosas: recuperar inmediatamente la demanda y hacer que las empresas y consumidores dispongan también de inmediato de la financiación que necesitan. Y además, como ya he explicado en otros textos, avanzar para que la actividad que se recupere sea de nuevo tipo, vertebradora y sostenible y que no reproduzca los males que provocaron la situación en la que estamos.

Esos tres objetivos (demanda suficiente, financiación adecuada y cambio de modelo) se podrían conseguir incluso en el muy corto plazo si en lugar de dejarnos llevar por el fundamentalismo neoliberal que nos invade nos dedicásemos a innovar y a concretar las diferentes propuestas alternativas que muchos economistas, personal o colectivamente, están ofreciendo.

Como una muestra más de que estas alternativas al rescate existen, de que son viables y de su efecto mucho más positivo para la economía y la sociedad española, quisiera referirme brevemente a la que acaba de divulgar Antonio Quero, alto funcionario europeo y militante socialista, con muy amplia experiencia política y de gestión (se puede ver con detalle en Bases para un Acuerdo Nacional para la salida de la crisis y la defensa de la soberanía económica).

En resumidas cuentas, su propuesta se basa cuatro ejes principales.

En primer lugar la creación de 3 millones de empleos y 2,5 millones de puestos de formación para jóvenes, principalmente poniendo en marcha un innovador sistema de anticipo subvencionado de contrataciones a las empresas, nuevos sistemas de rotación-sustitución, un fondo de inversiones para la creación y expansión de empresas y planes de eficiencia energética y de empleo juvenil.

En segundo lugar, un estímulo inmediato de la demanda incrementando la renta disponible familiar mediante la rebaja temporal de hipotecas y alquileres al 20% de la renta de las familias con ingresos menores a 3.000 euros mensuales. Una medida que inmediatamente permitiría incrementar la demanda agregada en 48.750 millones en tres años.

En tercer lugar, la generación de 75.000 millones de euros anuales de recursos públicos adicionales mediante una reforma del modelo bancario actual consistente básicamente en separar, por un lado, la captación de depósitos y, por oto, la concesión del crédito. Para ello se crearía inmediatamente una Central de Depósitos que garantizaría la integridad del sistema y haría innecesario cualquier tipo de rescate y que permitiría que inmediatamente comenzase a fluir el crédito a empresas y familias así como financiar sin problemas la deuda del Estado.

Finalmente, se propone blindar la inversión en educación y en I+D+i porque constituye la base imprescindible para mejorar el futuro de nuestra economía y el progreso de nuestra sociedad.

Si a todo ello se añade una reforma fiscal en la línea de la que proponen los técnicos del Ministerio de Hacienda, que permitiría obtener 63.000 millones de euros adicionales al año, el Estado y el conjunto de nuestras empresas y consumidores podrían ir generando de modo inmediato ingresos suficientes para salir de la situación en la que estamos sin necesidad de un rescate traumático, injusto y claramente contrario a los intereses nacionales.

La cuestión es clara: no se aplican medidas alternativas no porque no las haya sino porque se quiere utilizar el rescate para beneficiar a los grupos sociales privilegiados y no al conjunto de la sociedad.

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16 comentarios

amigo 19 de octubre de 2012 at 14:48

Tiene toda la razón.
¿Qué podemos hacer?, me temo que una revolución o algo parecido, otra cosa no serviría de nada :(
Saludos.

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Ernesto 19 de octubre de 2012 at 17:15

Así es, profesor Torres. Ya tenemos los ingredientes que hace falta para «el guiso». Pero falta lo fundamental, el cocinero o cocinera que quiera preparar dicho guiso.
En este país tenemos gente muy válida y preparada, para emprender un proyecto político, que lleven a la práctica todas esas alternativas. Y en ese grupo selecto, le incluyo a usted, al igual que el profesor Navarro, el señor Garzón…
El tiempo corre en nuestra contra, el salir a la calle, como procesiones laicas, está comprobado que no cala; sólo hay un camino, el de la lucha a través de un nuevo partido político.
tic tac tic tac

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Carlos 19 de octubre de 2012 at 19:03

Todo eso esta muy bien, pero los neoliberales españoles, PP y PSOE, por medio de determinados acuerdos como son Maastricht, Constitución Europea, modificación de la constitución española, etc, se encargaron de blindar a la oligarquía de las medidas que genericamente podemos denominar «socialdemócratas»; libertad de capitales, libertad para deslocalizaciones de empresas, Banco Central como es en la actualidad, etc, hay que agradecérselo a estos dos partidos. Por lo tanto es una quimera lo que propone y está más cercano a la realidad y a la posibilidad, decir la alternativa es el socialismo. Y si se tuviese el poder suficiente para hacer los cambios que proponen, ud y Quero, no hay razón para no ir más allá.

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Ernst 20 de octubre de 2012 at 09:30

Como dice Ud: “Demanda suficiente, financiación adecuada y cambio de modelo se conseguiría si nos dedicásemos a innovar y a concretar las diferentes propuestas alternativas.”.
Probablemente convendría empezar con el cambio de modelo.
Por otra parte intento comprender la postura alemana y de los países nórdicos. ¿No se contentarían con medidas fiscales similares a los de ellos agravando más los ingresos más altos, persiguiendo al fraude fiscal y reduciendo el gasto desmedido de algunas o muchas instituciones públicas? Parece que se trata de unos cientos de millones. Pero sin cambio de modelo hacia una mayor democracia y especialmente verdadera participación de la población probablemente no conseguiremos nada que valga la pena, al contrario.

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jose luis 20 de octubre de 2012 at 09:36

Hay un refran español, que dice «Una cosa es predicar y otra dar trigo»
Le vengo siguiendo. Coincido con sus planteamientos. Leo ahora los de Antonio Quero y tambien coincido con los mismos
Me pregunto
¿Como es con esas ideas tan claras y «sencillas de aplicar», no las han puesto en marcha en Andalucia, donde gobierna el PSOE con IU desde marzo de este año?

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Asunción Herranz Adeva 20 de octubre de 2012 at 09:55

Gracias profesor Torres por darnos un poco de esperanza con las posibles alternativas.
Al mismo tiempo,siento gran impotencia al no saber como poder colaborar para llevarlas a cabo.
Saludos

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Jano 20 de octubre de 2012 at 09:58

Jose Luis: Una cosa es actuar a un nivel amplio, (si no es global, al menos a escala europea) y otro querer actuar en un nivel tan reducido como el de una comunidad semiautónoma, ya que es bien sabido que las supuestas autonomías deben plegarse a un dictado mayor que es el del Estado.
Una cosa tan evidente como la necesidad de la tasa Tobin (por ejemplo) solo es posible ponerla en marcha si una gran cantidad de estados la asumen. ¿Sería posible aplicarla a los bancos de una comunidad autónoma?…Pues eso.

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nemesis 20 de octubre de 2012 at 11:42

Me parece interesante que desde la universidad se hagan propuestas, pero. Con la que está cayendo donde está la universidad, fábrica de mobiliario de ministerio,malo y caro.
El 80% de los diputados son funcionarios, nunca han tenido que trabajar y en los 5 años que llevamos de depresión, siguen cobrando su paga, estos no se van a mover. Y si, si hace falta un rescate y una quita de deuda de al menos 30% más una rebaja en la nómina del Estado de otro 30%. Dos condiciones, que se quiera o no, se tienen que dar.

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Reinaldo 20 de octubre de 2012 at 14:14

Lo reitero: ¿Porqué salvar a los Bancos?. España se merece algo mejor!!!. Soy Argentino, nieto de Gallegos…y la sangre «NO ES AGUA…». Mis abuelos vinieron aquí y aquí dejaron sus huesos, pero su alma…. Por ellos, y por Ustedes, y por nosotros: 1-Expropiación de la banca, fijando el pago de su Patrimonio en bonos del propio Estado. 2- Base de datos con el detalle de las hipotecas en cartera ( datos del hipotecado y de su grupo familiar). 3- Reprogramación de esos deudores, detrayendo los intereses de usura y actualización del capital, con pago de amortización mensual no mayor al 25% de los ingresos del grupo familiar. Entonces…el Estado, en lugar de tomar deuda para salvataje de los Bancos, logra sanear las cuentas a cobrar y vuelca dinero para el consumo, base de la economía…por ahora capitalista. Luego veremos….

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Pep Castelló 20 de octubre de 2012 at 15:26

Estoy de acuerdo con Ernesto en que hace falta cocinero o cocinera, valga la metáfora. Pero el problema está, a mi ver, en atraer comensales. ¿Cómo se hace eso en una sociedad tan controlada por el poder y manipulada por el capitalismo como la nuestra? ¿Qué otros valores tiene hoy día la mayor parte de la población que no sean el lujo, el confort, el éxito y cuantos predican de forma más o menos subliminal los medios de comunicación?
Pienso que aciertan quienes dicen que la crisis actual es una crisis de valores. Soy maestro de primaria jubilado y puedo asegurar que en los currículos de enseñanza todo lo concerniente a valores está postergado a eso que llaman áreas transversales, las cuales quedan a la buena de Dios y de los docentes.
Lo que hoy se proponen los planes de enseñanza en España -y quizá en el mundo entero- es dar a la ciudadanía los conocimientos y habilidades que necesita para desempeñarse profesionalmente. Cualquier otra consideración es desestimada por quienes elaboran los currículos y por la sociedad en peso. Competir, triunfar, ganar dinero… Mal caldo de cultivo para la solidaridad y la justicia. ¿Quién puede cambiar eso y cómo hacerlo? Y si no se cambia eso, ¿cómo pensar en políticas verdaderamente humanas?

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Leonardo Casasola Recio 20 de octubre de 2012 at 20:42

La idea de rebajar las hipotecas y alquileres suena muy bien, pero tiene un dificultad.
Supongamos una persona que gane 1.000 €. Lo máximo que pagaría por un apartamento serían 200 €. Pero hay apartamentos que entre comunidad, IBI y seguros, pagan cerca de esa cantidad. Si además tiene una hipoteca , por decir algo de sólo 200 € , no veo la viabilidad de la propuesta.

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Madariaga 20 de octubre de 2012 at 21:17

Hola Juan, de acuerdo con tus plenteamientos.
Viven los politicos en otro mundo??
Son las urnas la antesala del cielo??
A qué juegan los politicos españoles??
Tienen un conejo en la chistera??
El país se está desangrando, y todos hablan de la prima de riesgo, qué pena.
Una enorme marcha de parados y ddesclasados es necesaria ya en este país, una marcha que llene Madrid.

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rocío 21 de octubre de 2012 at 16:49

Sigo su página Señor Juan Torres. Alguien debe poner en el papel ideas como las suyas. Ojalá lo hiciésemos todos.
Está visto y comprobado que todos pensamos y sentimos este compás fuera de lugar donde pretenden meternos y la mayoría no podemos bailar. Yo me pregunto,…si hay tantas voces que razonablemente están poniendo soluciones…¿porque no se les escucha?…pues ahí está el problema. La democracia sería esa y lo que está ocurriendo es cuestión de poder, abuso de poder y engorde del poderío.
Alguien ha mencionado una revolución? …no creo que sea la solución, pero sí un buen escarmiento a través de los mercados, del gasto cotidiano y el consumo.
Lo difícil de esto es ponernos todos de acuerdo.

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Alfonso Casas 22 de octubre de 2012 at 00:02

Juan, hago mio el comentario de arriba (Ernesto), amplio la creación de un consejo de (ancianos), que por su experiencia y apoyo a la sociedad demostrados vayan guiando el carro. Ademas nos quejamos de los políticos ¿Y los jueces? tienen mucho que decir…

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Johnny Peralta 22 de octubre de 2012 at 16:39

De acuerdo con su comentario final Juan. Siempre en problemas de crisis los beneficios son grupos económicos solventes y no la sociedad en su integridad

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Javier C. 22 de octubre de 2012 at 20:30

Ninguna teoría que no se base en financiar las políticas que se quiera basándose en ahorro real de las empresas y personas va a ser viable. En caso contrario, el que tenga que financiar no lo hará salvo que le aseguren la devolución del dinero prestado. El problema de crear 3 millones de puestos de trabajo está, de nuevo, en quien garantiza el dinero invertido. Además, crear esos millones de puestos de trabajo sin que haya consumo asociado crean dos efectos perniciosos, a saber: 1.- la creación de bienes y servicios que se quedan acumulados al no tener quien los compre y cuyo valor hay que financiar sin que sean útiles en este momento para la sociedad y 2.- los sueldos de dichas personas seguirán utilizándose en parte para pagar deudas con bancos que, al final, pagarán a bancos extranjeros. El dinero seguirá saliendo de España.
Respecto reducir el pago hipotecas o alquileres, sólo podrá llevarse a cabo si los ciudadanos son capaces de avalar lo que dejen de pagar más los intereses que se generen. En caso contrario dudo mucho que se quiera alquilar o rehipotecar, sobre todo teniendo en cuenta la bajada del valor de los inmuebles y los interminables periodos de pago (hasta los 70 ó 75 años). Muchas de las hipotecas más problemáticas y elevadas están avaladas por propiedades de menor valor que la deuda viva. ¿Quién sigue corriendo con el riesgo de estas hipotecas?
Por último, habla Vd. del aumento de 75.000 millones de euros de recursos públicos. Esto implica quitarle a la sociedad este capital, que significa reducir notablemente la renta disponible de las familias.
En resumen estamos diciendo que el Estado, con el dinero quitado a los ciudadanos, cree artificialmente puestos de trabajo que aprovecharían empresarios que no son capaces de crear suficiente valor para la sociedad (de lo contrario estarían generándolo en estos momentos) para que unos pocos ciudadanos sí tengan dinero en efectivo (los tres millones de parados) pero que acaba saliendo de España en un porcentaje muy elevado.
Lo mejor para que se genere riqueza es que el potencial generador de valor se invierta en aquellos proyectos que sean capaces de generar más valor. Para esto lo mejor es que el dinero que vaya a para a manos del Estado sea el justo y necesario. Ni un sólo euro supérfluo o que vaya a proyectos generados para mayor gloria del político de turno.

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