Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Impresiones de un viejo anarquista (1871) con gran actualidad

Anselmo Lorenzo fue un distinguido anarquista español de vida y obra muy interesantes. Lo traigo aquí a colación porque creo que sus impresiones sobre lo que ocurría en la Primera Internacional (a cuya conferencia de Londres asistió en 1871 como delegado español) tienen gran actualidad en nuestro tiempo. Así me lo parece a mí cuando observo las relaciones que hoy día se dan entre quienes se presentan a sí mismos como los grandes defensores y salvadores de las clases trabajadoras y populares.

En su libro El proletariado militante (Biblioteca Virtual Antorcha, 2008, p. 210) escribió: «De la semana empleada en aquella Conferencia guardo triste recuerdo. El efecto causado en mi ánimo fue desastroso: esperaba yo ver grandes pensadores, heroicos defensores del trabajador, entusiastas propagadores de las nuevas ideas precursoras de aquella sociedad transformada por la revolución en que se practicará la justicia y se disfrutará de la felicidad, y en su lugar hallé graves rencillas y tremendas enemistades entre los que deberían estar unidos en una misma voluntad para alcanzar un mismo fin».

Parece que no se ha avanzado mucho.

11 comentarios

Louzaifer 24 de enero de 2015 at 13:13

¿Por qué será?………. Tal vez porque el afán de protagonismo y los egos mal entendidos, nos hacen ser egoístas en lugar de altruistas y desinteresados. Será tal vez que detrás de muchas máscaras de progresía y defensa de los intereses de los trabajadores sólo se oculta alcanzar una parcelilla de poder, aunque sea mínima y ser preeminente sobre los demás.

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Diego Carretero Rivera 24 de enero de 2015 at 13:21

La noción de emancipación no es entendida lo mismo por unos y por otros. Unos sueñan con colmenas y otros con el entendimiento. La verticalidad no es propia de las sociedades humanas, siempre se les impone. Y si esta existe, le pertenece en exclusiva al sujeto de sí-mismo en su intimidad.

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Loli Mariño Gutiérrez 24 de enero de 2015 at 16:11

Los que pierden, son siempre los mismos: los más desfavorecidos por los egoísmos, protagonismos, triunfalismos, victimismos,….. de la izquierda que no es capaz de ir unida en un objetivo común, en un programa, que transforme La derecha siempre unida, la izquierda siempre a la gresca. Si hay verdadera voluntad de echar a los que matan la esperanza de los que nada tienen ni nada esperan se tienden, se construyen puentes y lo que haga falta. No a la soberbia de unos y otros, que piensan más en sus siglas que en los objetivos. Estamos en un momento histórico as y los vamos a echar a perder por las rencillas y la gente que estamos en medio de ellas nos desilusionamos. Pero tenemos la calle, los movimientos sociales y ahí seguiremos, exigiendo y luchando por que se logren esas ideas de transformación que «tanto defienden» los partidos. Un saludo desde Cádiz.

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Antonio 24 de enero de 2015 at 21:42

Recuerdo cuando hace muchos años leí algo sobre Enrico Malatesta Anarquista Italiano de 1853/1932 creo recordar que era Anarco sindicalista que emigro a América en el sigloXIX llegaron a América los primeros anarquistas, que querían introducir el Anarco Sindicalismo, el Socialismo libertario basado en Bakunin, las posturas federalistas que tanto italianos com españoles se basaban en bakunin y Proudhon, creo que también estuvo en Inglaterra en esto tiempos nacen las famosas frases ; La Anarquía es la más alta expresión del orden y esta otra que según tengo entendido se dijo mucho en las colectividades de Aragón. A cada uno según sus posibilidades y cada uno según sus necesidades.Antonio

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Antonio Gonzalez 25 de enero de 2015 at 00:44

No era su mundo, allí se imponía el marxismo.

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Francisco Altemir 25 de enero de 2015 at 10:18

Desgraciadamente se quedaba corto. Ahora es un guirigay insoportable pues don los «adelantos» todo se amplifica y llena todos los espacios vitales impidiendo no solo el discenimiento sereno sino vivir plenamente porque tiende a llenar todo el espacio y el tiempo.

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Jose Antonio 25 de enero de 2015 at 13:01

Es triste, pero cierto.Malditos personalismos y personalistas que se anteponen al bien social. Desgraciadamente abundan y es dificil, muy dificil,que se aparten por el bien de todos.La historia se puede repetir , pero debemos poner toda la carne en el asador para conversar y aclarar este problema que en muchas ocaciones ha dado al traste con muchas iluciones. Debemos buscar la solución a este hecho ,educarnos y sacrificarnos por el bien de todos . Aprendamos de la historia.Que no sean los nombres ni los hombres, sino las ideas ,aunque solo sean las minimas y principales las que nos hagan sumar. Hagamos ese esfuerzo.

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Pepe Sanchez Si se eo 25 de enero de 2015 at 18:06

Efectivamente,las rencillas son viejas en el movimiento obrero,como en todas las organizaciones.Anselmo lorenzo era ,por decirlo de alguna forma,el ala mas buenista del anarquismo.Todavia hoy existen seguidores,aunque de muy poca , extension son los llamados Grupos de Anselmo Lorenzo en torno a la CNT.

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Alfonso 26 de enero de 2015 at 15:26

Desgraciadamente así seguimos, actualmente se han presentados por Podemos, personas que su único trabajo es haber estado muchísimos años en un sindicato.
A lo que iba, política es sentir en su piel las carencias de las mayorías…y si no sabes o no puedes solucionarlas deja a otro, esto es tener vergüenza y honradez.

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Vicente 27 de enero de 2015 at 06:35

Entre esas rivalidadedes y las tarjetas negras (silloncillos de pacotilla) es lo que han dado pie al lugar que finalmente ocupa IU. Esperábamos otra cosa, unas miras más amplias. Hay que tener en cuenta que la organización la componen los comunistas en un 80?%. Es decir, ante que cualquier organización política, habría de haber sido ésta la que revolucionara la situación en la calle. Se le escapó la oportunidad por no tener ampliar y desinteresadas miras, como no fuera como dice aquel anarquista, la justicia social y la felicidad de la inmensa mayoría de los ciudadanos, es decir, la masa obrera, el trabajador, el pueblo.

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Beimler 29 de enero de 2015 at 11:18

El alma de la Primera Internacional era,como es sabido,Carlos Marx,un genio,como también es bien sabido.El problema es que los genios a veces tienen mucho «genio» y se impacientan ante la gente que no entiende,o no quiere entender,la evidencia y que dos y dos son cuatro.Mal hecho,desde luego.Pero nadie es perfecto.

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