Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Las finanzas mundiales con mujeres al frente

Publicado en Público.es el 15 de agosto de 2014

A principios del pasado mes de julio se celebró en Washington un interesante debate entre dos de las mujeres más poderosas del mundo, Janet Yellen y Christine Lagarde, máximas responsables de la Reserva Federal de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional, respectivamente (La transcripción puede leerse en inglés aquí).

De entrada, es muy significativo que ya veamos a dos mujeres y no a hombres en puestos ejecutivos tan importantes. Lo que demuestra que, aunque sea lentamente y en dosis mucho más bajas de lo que sería necesario y deseable, se van rompiendo las barreras y la discriminación de género gracias a que la preparación y capacidad de las mujeres que han tenido acceso a la educación sin discriminación les permite dar mejores resultados que los hombres.

Y es también muy interesante comprobar que su presencia se traduce en un discurso más realista que el que solían y suelen hacer los varones que se encuentran en esas posiciones de liderazgo.

No quiero decir que haya diferencias sustanciales, como enseguida mostraré, pero sí me parece que no puede ser solo una simple casualidad que ambas mujeres reconozcan problemas que nunca se manifestaban abiertamente cuando en sus lugares había hombres y que ellas apunten peligros que siempre se han querido ocultar con tal de no tomar las soluciones más radicales que requieren y que el poder financiero trata de evitar a toda costa.

En ese debate Janet Yellen reconoció abiertamente algunas de las cuestiones que economistas más críticos vienen señalando desde hace tiempo y que siempre se habían negado o que ni siquiera han sido consideradas por las autoridades y expertos más ortodoxos. Por ejemplo, la máxima responsable de la política monetaria estadounidense reconoce que una buena parte del sistema financiero está fuera del alcance del poder regulatorio de las autoridades porque constituye, dice textualmente, “un universo paralelo”; que la banca no ha resuelto sus problemas y que acumula mucho más riesgo del que en un momento dado podría ser controlable; que los instrumentos que se vienen utilizando por los bancos centrales no son completamente eficaces y que no saben bien cuáles deberían ser utilizados; que quizá sería necesario que la política fiscal tuviese más alcance; que la independencia de los bancos centrales no es un valor absoluto y que ha de combinarse con la responsabilidad. Y tanto Yallen como Lagarde contemplan, quizá por todas esas razones y aunque ambas bromeasen sobre el momento tardío en que pueda darse, que puede darse una nueva y gran crisis económica.

Puede que sea una simple cuestión de matices, pero lo cierto es que se trata de un lenguaje y de enfoques diferentes a los de la altivez y la extraordinaria seguridad que solían mostrar los discursos de sus predecesores masculinos, siempre convencidos de que sabían lo que había que hacer y de que todo estaba bajo su control.

Pero, en todo caso, lo imprescindible es que esa forma más realista de abordar los problemas financieros del mundo llevara consigo nuevas formas de actuación, medidas mucho más contundentes y eficaces y un verdadero control de los factores de riesgo que se siguen generando en la economía internacional. Algo que de momento no acompaña a la gestión de ambas dirigentes y lo que no permite que seamos muy optimistas sobre los resultados de su mandato. Como ocurre en otros muchos campos, parece que el sistema solo permite ascender a mujeres que no cuestionan el statu quo.

A pesar de ese mayor realismo, lo cierto es que se siguen sin abordar las cuestiones de fondo principales. A finales de 2013, Citibank tenía una exposición a derivados financieros por un valor que era 38,7 veces mayor que el de sus activos totales, JP Morgan Chase 38,2 veces, Deutsche Bank 34 veces, Bank of America 30,7 veces, y Goldman Sachs de 362,5 veces más (para hacerse una idea gráfica de lo que eso significa puede verse una interesante infografía en http://bit.ly/1jC7fty).

La mayoría de todos esos derivados (más concretamente, 441 billones —millones de millones— de dólares según el Banco Internacional de Pagos) están vinculados a tipos de interés. Hablando en claro: son apuestas sobre los tipos de interés y si éstos comienzan a subir y lo hacen de una manera mínimamente rápida, las pérdidas bancarias de nuevo se multiplicarán y estallará una bomba inimaginable en el sistema financiero y bancario mundial. Téngase en cuenta, por ejemplo, que se calcula que una subida de tres puntos porcentuales en el tipo de los bonos de Estados Unidos produce una pérdida de un billón de dólares a los propietarios de esos derivados.

Por eso no basta el simple ejercicio de mayor realismo que pueda venir de mujeres como Yellen o Lagarde. Para combatir el monstruo en que se han convertido las finanzas internacionales se precisa algo más que el lavado de cara que se viene realizando, antes con sus predecesores masculinos y ahora con ellas al timón de sus respectivas organizaciones. Para empezar, hay que acabar con el sistema de derivados financieros (el “universo paralelo” al que se refiere Yellen en el debate) que ha convertido a la economía mundial en un casino que juega con recursos fundamentales para la economía y la vida humana; hay que acabar con los bancos quebrados y disponer de otros dedicados real y exclusivamente a financiar a la economía y para que eso pueda ser efectivo y útil no hay más remedio que hacer que sean de interés y propiedad pública y ajenos al sistema de reservas fraccionarias, es decir, que no creen dinero emitiendo deuda; hay que establecer impuestos sobre las transacciones financieras internacionales y gobernarlas a escala mundial; y hay que reconsiderar el papel de los bancos centrales para convertirlos en instrumentos de la creación de riqueza y del empleo sostenibles.

Mientras no se avance en esa dirección el sistema financiero seguirá en estado de máxima vulnerabilidad con sus bancos quebrados, y la economía mundial al borde una vez más del abismo, sin poder tomar respiro alguno, tal y como está pasando justamente en estos momentos en que de nuevo se viene abajo en los países más poderosos.

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7 comentarios

Beimler 17 de agosto de 2014 at 12:57

Pues la verdad,a mí me da igual que sea Adolfo o Adolfa el que nos mande a los hornos crematorios.

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Pléyades 17 de agosto de 2014 at 18:05

Apreciado Juan, estamos montados en una falacia: Los capitalistas no ganan porque si lo hicieran los bancos no se quebrarían. Esa verdad es la que hay que aceptar y obrar en consecuencia. Engañar a los capitalistas ha sido útil a los trabajadores que han encontrado un trabajo, pero por cuánto tiempo, Juan? Las finanzas, pobrecillas ellas, terminan siempre quebradas, porque no hay nadie que salga indemne cuando su negocio consiste en entregar producción y no cobrar, más que una parte de los intereses pero no el principal. Lógicamente no todos los préstamos terminan en impagos, pero al llegar al fin del ciclo del endeudamiento caen todos: deudores y acreedores. Fin de las finanzas. Bien harán estas dos poderosas mujeres en prepararse para ese momento y por sobre todo en cambiar de sistema, que no deja progresar al mundo empobrecido en el sur del planeta. Los que se dicen ricos en los momentos de auge no quieren asumir su verdadera pobreza, y hacen y deshacen para ir contra la realidad, pero ella muy testaruda, vuelve y asoma la cabeza.

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Fernan Gallego 19 de agosto de 2014 at 15:12

Estamos asistiendo a los primeros síntomas inequívocos de que se avecina una catástrofe económico-financiera sin precedentes y estamos viendo cómo los lideres mundiales y los estados son absolutamente impotentes para evitarla.
¿Cómo es posible que en el corazón de la zona más desarrollada del mundo, estén ya varios países en la bancarrota y otros estemos al borde de ella?
¿Cómo es posible que la primera potencia mundial, hasta ahora EEUU, necesite seguir aumentando su crecimiento y su deuda indefinidamente?
¿Cómo es posible que la mayor parte de la economía mundial sólo sea un casino de apuestas?
Para estas preguntas y muchas otras del mismo tipo, probablemente habrá muchas respuestas y explicaciones pero la conclusión de todas ellas es que el sistema es perversamente insostenible. Hasta ahora, en la peor de las hipótesis, los profanos nos imaginábamos que era cuestión de tiempo llegar al límite del crecimiento posible porque obviamente nada puede crecer hasta el infinito en un planeta finito y nos quedábamos con la angustia de cuándo se alcanzará ese trágico momento, cruzábamos los dedos para que no nos tocase y nos santiguábamos pensando en nuestros descendientes.
Pero ahora vemos que la desgracia no se queda ahí, sino que se nos echa encima porque el mundo vive sobre un polvorín apunto de estallar: la especulación ha convertido a la economía del planeta en un aberrante casino mundial absolutamente alejado de cualquier atisbo de sostenibilidad. Es tan grande la financiarización de la economía respecto a la economía real que es matemáticamente imposible que las deudas se puedan pagar nunca. Ni la deuda pública, ni la privada, podrán ser devueltas jamás por la sencilla razón de que hay que devolver además del principal los intereses: pero con la paradoja de que el dinero prestado (o «principal») jamás ha existido. Entonces ¿de dónde va a salir el dinero para el saldado de las deudas? Es imposible.
Estados Unidos, que conserva su soberanía monetaria, está inundando el planeta de dólares. De momento, «el planeta» se traga las ingentes cantidades de dólares que imprimen para sustentar su delirante economía: Inyecciones masivas a los bancos «demasiado grandes para dejarlos caer», emisión de deuda pública con promesa de pago con más dólares, apropiación de recursos allá donde los halla y a costa de lo que sea, etc. etc. Parches que solo van agravando la situación.
Pero para colmo, aquí, en nuestra «Vieja Europa», nos atamos los pies y las manos en un ejercicio de masoquismo y ceguera: aquí ya no tenemos soberanía monetaria. Se la hemos entregado a «los mercados»: Mercados que nos han traído al desastre. Le hemos dado al lobo la llave del gallinero.
No se puede ser mas tonto.

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Asteroide Atón 20 de agosto de 2014 at 10:09

Discrepo un poco de ti Fernan, en el sentido que el principal nunca ha existido. A mi modo de ver el principal son los capitúlales que llevan los empresarios y demás personas a la banca y que la misma toma y sobre ella realiza la emisión, dinero este que en verdad sale de la nada, pero precisamente se otorga como deuda para que las fuerzas productivas le den el respaldo que no le pueden dar los banqueros. Dinero que a veces se usa para comprar trabajo muerto, en este caso el respaldo ya está dado por la materialidad existente. Como no se termina por pagar el principal, sino una parte de los intereses, ello quiere decir que el que emite la deuda no logra darle el respaldo que espera y cuando los deudores se declaren impotentes de crear más riqueza, el emisor de deuda caerá con ellos porque no ha logrado cobrar. Aunque la banca no tuviera el poder de emisión el problema es el mismo y consiste en que el capital no se termina pagando porque para evitar que se desplome el sistema se van generando deudas continuamente, hasta que la masa crítica de deudores ha llegado al punto de implosión. Un abrazo fuerte.

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Asteroide Atón 20 de agosto de 2014 at 10:12

Discrepo un poco de ti Fernan, en el sentido que el principal nunca ha existido. A mi modo de ver el principal son los capitales que llevan los empresarios y demás personas a la banca y que la misma toma y sobre ella realiza la emisión, dinero este que en verdad sale de la nada, pero precisamente se otorga como deuda para que las fuerzas productivas le den el respaldo que no le pueden dar los banqueros. Dinero que a veces se usa para comprar trabajo muerto, en este caso el respaldo ya está dado por la materialidad existente. Como no se termina por pagar el principal, sino una parte de los intereses, ello quiere decir que el que emite la deuda no logra darle el respaldo que espera y cuando los deudores se declaren impotentes de crear más riqueza, el emisor de deuda caerá con ellos porque no ha logrado cobrar. Aunque la banca no tuviera el poder de emisión el problema es el mismo y consiste en que el capital no se termina pagando porque para evitar que se desplome el sistema se van generando deudas continuamente, hasta que la masa crítica de deudores ha llegado al punto de implosión. Un abrazo fuerte.

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alex 20 de agosto de 2014 at 13:47

En serio te crees que si los tipos de interés suben los bancos van a perder miles de millones de dólares? Seguro que si leo por tu blog serás de los que dices que Goldman Sachs es la que dice a la FED cuales son los siguientes pasos, …
Es verdad que el mercado está descontando una subida menor de tipos de interés que la que en un principio ha planteado la FED, pero de ahí a que vaya a ver otro caso Lehman….

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Miguel Mayol 21 de agosto de 2014 at 13:08

Espero conocerle pronto virtualmente en el círculo de economístas de podemos
Hace tiempo que ideé una propuesta para acabar inmediatamente (en 1 mes) con el desempleo, la he testado en plaza podemos y parece que no tiene pegas.
Y podría ser nuestro pan del «pan y paz» la paz un banco público que nos ahorre ente un 75% y un 14/90, casi 5/6 (84%) que usted calcula
El pan: Reparto del trabajo: trabajo para todos,
– Contratar 1 empleado nuevo por cada 3 actuales
– Cuota de SS gratis 3 meses (casi gratis sale el trabajador) el doble de cuota de SS como multa al que no lo haga
– Jornada de 4 días, igual salario por jornada, reparto de las horas (de 3x(5×8=40)=120h a 4x(4×7.5=30)=120h
– Efectos:
– subida de la demanda interna del 33% o más
– A los 3 meses subida de los costes totales sólo un 16.5% de media al ser los salariales la mitad de los costes totales
– bajada enorme de la morosidad
– subida enorme de la recaudación fiscal
– vuelta al superhabit presupuestario
– Necesidad incluso de inmigración pos posterior crecimiento, empezando por la repatriación de los nuestros
– reducción del parque inmobiliario vacio (con prestamos a 40 años y 20 de carencia de amortizaciones del neuvo Banco Público)
Hay más detalles ( como ayudar a la sempresas exportadoras de más del 502% de su producción y al sector turístico promoviendo us desestacionalización y consumo interno en los nuevos fines de semana de 3 días)
Esperando que le guste la propuesta y esperando sus críticas por si le encuentra alguna debilidad para establecer un mecanismo adicional a la propuesta que salve esa posible debilidad, quedo.
Atentamente me despido hasta la próxima
Miguel Mayol https://plus.google.com/u/0/102427185464881229528/posts

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