Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¿Mejor dentro o fuera del euro?

Publicado en Público.es el 19 de septiembre de 2013

Desde que se planteó la entrada de España en el euro, e incluso en la Unión Europea, los grupos de poder y los gobernantes de turno han procurado soslayar el debate público, plural y democrático sobre sus ventajas e inconvenientes reales.

Desde el principio se trató de convencer a la población de que nuestra pertenencia a ambos clubs no tendría nada más que efectos positivos, así que quienes tratábamos de levantar la voz para mostrar lo contrario fuimos tachados siempre de iluminados, cavernarios o excéntricos.

La realidad creo que ha demostrado que el camino emprendido ha estado lleno de muchas más dificultades e inconvenientes  de las que nos dijeron al iniciarlo y que el saldo final no es tan claramente favorable a nuestros intereses como se daba por hecho. Y, en cualquier caso, me parece indiscutible que la carencia de debate y la falta de claridad a la hora de poner sobre la mesas los costes y beneficios que los diferentes grupos sociales soportamos por pertenecer al euro son una clara muestra de las carencias reales y muy importantes que tiene nuestra democracia.

Soy plenamente consciente de que el asunto no se resuelve en una pocas líneas pero como una muestra más de que la realidad no es la que nos quieren hacer creer me parece oportuno traer aquí los datos bastante significativos que proporciona John Weeks, economista y profesor de la Universidad de Londres, en un artículo reciente (Join The Euro? Yes, For Lower Growth).

Aunque sabemos que el Producto Interior Bruto (PIB) no es un indicador adecuado para conocer el estado real de una economía (entre otras cosas, porque el PIB deja muchos factores y costes y beneficios fuera, como los ambientales; porque no valora más que las actividades que tienen expresión monetaria; o porque desconoce todo lo que tenga que ver con la calidad o con los efectos de la actividad económica), podemos utilizar en este caso su tasa de crecimiento para comparar lo que ocurre dentro y fuera del euro. De hecho, esa tasa es la que usan los economistas convencionales para evaluar la situación en la que se encuentran las distintas economías, afirmando que van bien y que se crea empleo cuando crece y que van mal y aumenta el paro si disminuye.

Pues bien, al respecto es interesante comprobar lo que ha ocurrido con los 12 países de la Unión Europea que a partir de 1999 (Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal y España) o 2001 (Grecia) entraron a formar parte del euro con lo sucedido en los 10 que no entraron en la unión monetaria (Chequia, Chipre, Dinamarca, Estonia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Reino Unido y Suecia), a los que Weeks añade Noruega, al tratarse de una economía plenamente integrada en el espacio económico europeo.

Los datos son claros. Entre 2000 y 2007, en la etapa de expansión económica, los países que formaban parte del euro tuvieron un crecimiento promedio anual del 2,8%, mientras que los que no formaban parte de él alcanzaron una del 4,3%.

Es decir, que hubo una diferencia muy notable (de 1,5 puntos) a favor de los países que permanecieron fuera del euro, una diferencia que sería aún mayor (de 2 puntos) si se tomara el periodo de 2002 a 2007.

En el siguiente periodo de crisis que va del primer trimestre de 2008 al segundo del año actual, 2013, se vuelve a registrar la diferencia a favor de los países que se quedaron fuera de la unión monetaria europea.

Para esta fase ya había 16 países dentro del euro (Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal y España y sin contar Malta por falta de datos), que registraron un crecimiento promedio anual negativo del -0,7%.

Sin embargo, los 7 países que permanecían fuera del euro (Chequia, Chipre, Dinamarca, Hungría, Noruega, Polonia, Reino Unido y Suecia), registraron un tasa promedio anual de crecimiento positiva, del 0,4% (que sería del 0,6% si se excluyera al Reino Unido que en materia de austeridad se ha comportado en ese periodo prácticamente igual que los países del euro).

Pero el peor rendimiento de los países del euro, en cuanto a crecimiento económico se refiere, es aún más evidente en esta etapa de crisis si se distinguen dos fases dentro de ella. Una primera marcada por la política de estímulos a la actividad, hasta mediados de 2010, y otra segunda de políticas de austeridad en el seno de la Eurozona, desde 2010 hasta ahora.

Se comprueba fácilmente que el estímulo permitió a las economías de dentro y fuera del euro recuperar el crecimiento: gracias a esas políticas, las economías del euro pasaron de las tasas negativas de 2009 a registrar un crecimiento positivo del 2,2% a mediados de 2010. Sin embargo, a partir de este último año se pusieron en marcha las llamadas políticas de austeridad que han conducido a registrar de nuevo una tasa de crecimiento del PIB negativa (del -1,5%) tres años más tarde en los países de la Eurozona.

Por su parte, el impacto de las políticas de estímulo en el crecimiento de los países que se mantenían fuera del euro fue mayor mientras que la caída posterior, cuando la austeridad deterioró el clima general, fue menor, pues han llegado al segundo trimestre de 2013 con una tasa de crecimiento positiva del 0,4%, y sin que apenas se haya registrado (salvo muy levemente en dos trimestres) una tasa de crecimiento negativa.

La conclusión a la que llega John Weeks es clara: pertenecer al euro ha supuesto una penalización en términos de crecimiento económico a las economías que forman parte de la unión monetaria de 1,5 puntos porcentuales en la fase de expansión y de 1,1 puntos en la de crisis.

Aún a sabiendas de que hay que tener en cuenta otros factores, lo cierto es, por tanto, que pertenecer al euro se ha demostrado como una circunstancia que genera menor crecimiento de la actividad económica, mientras que haber permanecido fuera está asociado a tasas más elevadas de crecimiento de las economías. A la luz de los datos puede afirmarse, pues, que no son ciertas las virtudes que se dicen que son indiscutibles e intrínsecas a la pertenencia a la unión monetaria europea. Bien porque está muy mal diseñada (por asimétrica y por favorecer solo a algunos países), bien porque las políticas que se aplican son contraproducentes para la actividad y el empleo, lo cierto es que pertenecer a ella tiene costes explícitos en términos de crecimiento económico.

Por tanto, es muy posible que fuera del euro le hubiera ido mejor a la economía española en su conjunto, aunque no, desde luego a los grandes grupos empresariales, inmobiliarios, industriales y financieros españoles y extranjeros que han casi monopolizado sus ventajas. Parece entonces evidente que es obligado poner sobre la mesa este tipo de datos y debatir con rigor y pluralidad sobre dónde nos conviene más estar porque las cosas no son tan evidentes como nos han querido y nos quieren hacer creer.

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11 comentarios

ANTONIO GONZALEZ MENDOZA 11 de septiembre de 2013 at 17:16

Como siempre. ¡¡GENIAL¡¡¡¡

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JM 12 de septiembre de 2013 at 05:09

Hola Juan,
comparto casi todas las preguntas y opciones planteadas… sin embargo el problema (punto de vista persona y por tanto parcial) creo qur ha sido principalmente la falta de información y preocupación individual sobre la situación… vamos, hemos actuado como siempre, como borregos y lazarilllos (de tormes):
1.- Sin posibilidad de elección.
2.- Unificar monedas sin sufragios (ni claros ni oscuros) en los que participen los afectados es …. ¿democrático o impresentable?
3.- Union monetaria sin un plan anterior de “fedralización y sentimiento de unidad” = desastre.
4.- En nuestro panorama (supongo que en el de otros países) la decisión ha sido política/económica, nos conocen… somos anumerales… en poco tiempo se igualó en el imaginario popular moneda de 100 ptas a euro.
5. Nadie analizó el inicio de la hecatombe:
5.1.- caída del muro de Berlín y equiparación de las 2 monedas sin oposición de nadie, como harry potter, vamos
5.2.- 1995 Curiosamente usa abandona su habitual proteccionismo y liberaliza la entrada de productos chinos y alemanes = los pilla de los genitales a cambio de papelotes sin valor. La partida empieza a ganarse por “Los ocultos transnacionales”
6.- Después de ca/R/garse los tratados de bretton woods empezó el desastre
7.- En el 1999 (no se si por la felación o por la presión de lobbys), Clinton de pule el banking act. del 33… y empieza el jusego sillas-ponzi (incluso el gran gurú, Madoff, tanga a sus iguales y curiosamente no duda nadie ni de las intenciones de estos ni de su capacidad como gestores jajaja)
8.- Importante, plantera ahora una salida del Euro sin modificar el régimen partitocrático (según la prosti la monarquía parlamentaria (constitucional de facto, creo) ) sería un error, seguiríamos careciendo de posibilidad opinión/decisión, a la que debemos sumar la absoluta sumisión a poderes económicos “por encima del bien y del mal”, aprobada por el cejas y el babas al alimón y por la vía 2, y que dejan en segundo plano las necesidades de las personas… con una moneda devaluada me parece un suicidio.
Resumen: Coincido con el fondo pero hecho en falta, no por tu parte, un plan de acción coherente… que veo casi imposible dada la cultura política que nos han vendido como demócrata e inevitable en el cortijo… al fin y aql cabo no te entierran en la cuneta… solo te mandan a la puta calle por no cuidar tu empleabilidad… por ejemplo….
Un Abrazo a todos!

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Miguel Ángel Fernández García 12 de septiembre de 2013 at 10:36

Habia muchas prisas por entrar en Europa y por formar parte del euro que costaron muchos años de sacrificio para los de siempre. El tiempo da y quiza razones y se ha acabado demostrando que el euro no era la panacea.

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Wolf 12 de septiembre de 2013 at 13:00

Hola, si bien dudo mucho de los beneficios reales de pertenecer al euro, no veo clara la causa-efecto que se pretende demostrar, me parece mucho suponer. Sería necesario comparar como eran los crecimientos antes de entrar al Euro, e interesante también saber la comparación por paises, ya que al hablar de medias podemos estar mezclando cosas (como ocurre al hablar de «salario medio») y puede haber paises con alto crecimiento que compensen el de otros. De la misma manera que sabemos que el crecimiento en Alemania o Francia es mayor que en España o Portugal. Existen muchos otros factores que podrían explicar esto, como la deslocalización y el traslado de fabricas a los paises del Este, que probablemente tengan poco que ver con el Euro, sino más bien con el hecho de que en esas economias se puede fabricar mucho más barato, y esto tiene más que ver con la apertura de mercados y con la globalización que con el Euro. Muchas empresas Alemanas de automoción por ejemplo han trasladado o abierto fábricas en Chequia o en Hungria por ser allí los salarios mucho más bajos. Relación con el Euro? Poca. El euro lo que permite es a estas empresas tener un acceso mas rápido y directo al mercado en su proceso de Ventas ,menores aranceles o trabas a las exportación. Si acaso podría existir un perjucio por la inflación de precios que ha supuesto el Euro. Me parece en consecuencia que las conclusiones no se siguen directamente de las premisas, y que haría falta entrar en mayor detalle para mostrar que realmente sea así.

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Eduardo Pampará Casas 12 de septiembre de 2013 at 16:21

¿Donde está el error?

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Jordi Doménech 12 de septiembre de 2013 at 21:00

No viene a cuento con el artículo, pero creo que vale la pena leer el Informe de Intermón Oxfam (sept. 2013), «La trampa de la austeridad. El verdadero coste de la desigualdad en Europa»:
http://www.intermonoxfam.org/sites/default/files/documentos/files/Informe%20Oxfam%20La%20Trampa%20de%20la%20Austeridad.pdf
Intermón Oxfam:
http://www.intermonoxfam.org/es/que-hacemos/campanas-educacion/trampa-austeridad
Oxfam International (con informes parciales sobre distintos países):
http://www.oxfam.org/en/policy/cautionary-tale-austerity-inequality-europe

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Alberto Enrique 12 de septiembre de 2013 at 22:02

¿El error?…………¿qui lo sa?. Hoy me he tomado unas cañas con un par de amigos,en un muy conocido bar de Granada,y me han clavado ¡32 e.!. Antes del euro llevar mil duros en la cartera no era cosa frecuente y si entrabas en un restaurante podías pagar una comida decente para tres personas y te sobraba dinero…………esa es la realidad de nuestra economía. Mi pensión,en 10 años,practicamente no ha subido y no me quejo pero mis padres,entre los dos,cobran 1.200e y gastan en Residencia 2.100e. Soy economista pero no mago para estirar el presupuesto. Esta es la situación: mi generación ha vivido mejor que nuestros abuelos y padres pero con lo que está ocurriendo veremos,al paso que vamos,vivir peor a nuestros hijos y nietos. En definitiva,si no ponemos remedio pronto,España va camino del Cuarto Mundo.

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Antonio Gonzalez 12 de septiembre de 2013 at 23:28

Desde luego sobre el tema la primera pregunta debe ser:
Para que el Euro, que buscan con esto?
Seria de tontos pensar se realizo sin tener en cuenta el
desastre que se acercaba y al final un «Euro bobo» se ha
convertido en el mayor negocio de la crisis, sirve para
unir Europa pero no resuelve nada, aunque si sirve para
hacer buenos negocios la banca y de paso garantiza a
sangre y fuego el pago de las deudas en una moneda
comun y no se permiten rebeldes.
Si se mira detenidamente el Euro fue programado como
una trampa para Europa en el mundo de hoy.
NO, entonces porque nos quejamos de que todo va mal.

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Mª Pia Uribe 13 de septiembre de 2013 at 12:12

A toro pasado, todo está siempre más claro. Somos tan cerriles, ignorantes derrochadores y triunfalistas, que seguiremos sin cambiar nada, ni siquiera la base para hacer posible un país diferente.
Que yo sepa todos los que nos han venido gobernando (individualmente puede que alguno no) están muy contentos de lo bien que lo han hecho y que por ello merecen todas las prebendas que han conseguido, y no se libra casi nadie. Por supuesto ni Felipe González ni Aznar, ni la camarilla de la «Transición» por citar solo a los más importantes.
¿Quiénes serían capaces de marcar una ruta para comenzar a salir de tanta miseria
económica y moral?
¡Salud y República!

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Reinaldo 14 de septiembre de 2013 at 18:26

Insisto: NACIONALIZAR LA BANCA PRIVADAAAAA!!!: YA LO EXPLIQUË VARIAS VECES…he insertado en esos comentarios mi correo, para intentar lograr el cambio de opiniones…pero hasta ahora: NADAAAA¡¡¡¡¡
Españoles: A LAS COSAS…. que el dií que pongan un canon para opinar…los españoles se quedan mas pobres de lo que están!!!.
mi correo:rjenriquez1@yahoo.com.ar ( por si alguien se anima…)
Y espero que no me bloqueen…soy Argentino, nieto de Gallegos…

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Marc 19 de mayo de 2014 at 19:06

Buenas, me parece que el artículo obvia la distinción entre economías maduras ( y lo que ello comporta, el freno de las tasas de crecimiento ) y economías en fase de catching up, de convergencia, que son las del segundo grupo, obviando al Reino Unido y Noruega ( petróleo ).
Muchas gracias.

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