Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Otro mito liberal sobre los impuestos

Publicado en Público.es el 11 de enero de 2013, en con la colaboración de Mauricio Matus.

Todos los datos disponibles, y sea cual sea el punto de vista desde el que se consideren, muestran que las políticas neoliberales que se vienen aplicando en los últimos años tienen un resultado muy claro: mejorar los ingresos y la riqueza de los más ricos.

Como es lógico, quienes las ponen en marcha no las presentan a la población como si tuvieran ese propósito. Nadie iba a apoyar a un gobierno que dijese públicamente que las medidas que adopta se dirigen a aumentar la desigualdad y las rentas de los que ya están en la cima de la riqueza y el poder. Tienen que disimularlo y para ello llevan años pagando a economistas y a grupos de investigación para que difundan ideas que permitan ocultar el verdadero propósito de las políticas que llevan a cabo.

Eso es lo que ha convertido al neoliberalismo en una ideología verdaderamente mentirosa basada en un sinfín de proposiciones sin fundamento empírico alguno pero que, a base de ser difundidas sin descanso por todo tipo de medios de comunicación y de haberlas impuesto como dominantes en la Academia, se adoptan como si fueran verdades indiscutibles.

¿Quién no ha oído decir que para crear empleo hay que bajar salarios, que lo que le conviene a los países más pobres es acabar con el proteccionismo, que los factores demográficos son los que ponen en peligro las pensiones públicas, que el sector privado es más eficiente y barato que el público,…?

Estos y otros muchos mitos del neoliberalismo han sido desmontados ya con los datos en la mano en multitud de estudios pero quienes se encargan de difundirlos no los tienen en cuenta, simplemente los desprecian o los desconocen, y siguen propagando falsedades con el apoyo financiero, mediático y político de los grandes grupos de poder.

Uno de los mitos más extendidos y al que quisiéramos referirnos ahora tiene que ver con los impuestos. Desde hace años se viene insistiendo desde las fuentes de opinión neoliberal que cuanto más impuestos haya peor irá la economía y el empleo y que, por lo tanto, lo que hay que hacer es rebajarlos al máximo para que, por el contrario, pueda haber más actividad económica y más puestos de trabajo.

Con esa excusa llevan haciendo reformas fiscales desde hace años dirigidas siempre a rebajar impuestos a las personas de rentas más elevadas que, lógicamente, tienen como efecto el incremento de sus ingresos y de su bienestar en perjuicio de las demás. Y no solo de quienes necesitan un sector público potente porque no pueden pagarse servicios privados sino de muchos empresarios que también necesitan una buena dotación de capital público y social para crear riqueza y que tienen que renunciar a él por la falta de recursos del Estado que originan los menores ingresos públicos.

La gente normal y corriente suele aceptar estas reformas precisamente porque su justificación es aparentemente muy razonable: ¡todo sea por mejorar la marcha de la economía y por crear más empleo!

Lo que ocurre, sin embargo, es que esa idea que defienden los neoliberales no tiene nada que ver con la realidad.

En contra de lo que nos dicen los economistas y políticos que defienden impuestos más bajos a las rentas más elevadas, esas rebajas impositivas no benefician a la economía en su conjunto, ni favorecen  el crecimiento de la actividad económica, ni el del empleo.

En esta nota nos referimos a un caso concreto de esa política que tiene que ver con los tipos marginales del impuesto sobre la renta.

El tipo marginal del impuesto es el porcentaje adicional que un contribuyente tendría que pagar por obtener un euro más de renta.

Siguiendo su doctrina anti-impuestos, los economistas neoliberales afirman que esos tipos (como en general todos los de los impuestos) deben ser muy bajos porque sin son muy altos actúan como un desincentivo para la actividad económica. Argumentan que si una persona sabe que va a pagar un porcentaje muy alto si obtiene rentas adicionales, entonces no estará motivada para realizar el esfuerzo que le permita obtenerlas (si va a ganar un euro más pero el 45 o el 50% se lo lleva Hacienda no le interesará ganarlo, según dicen).

Se sostiene, entonces, que los tipos marginales elevados suponen un freno para el progreso económico, para la competitividad y para el empleo.

Lo que ocurre es que la realidad no confirma estas afirmaciones.

En las gráficas de más abajo, elaboradas por el Profesor de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pablo de Olavide Mauricio Matus, se presenta lo que ocurre en los 32 países más ricos del mundo que forman parte de la OCDE (Fuente de los datos aquí).

Si tomamos por un lado el tipo marginal máximo del impuesto sobre la renta (en el eje horizontal) y por otro (en el eje vertical) el Producto Interior Bruto per capita observamos claramente (Gráfico 1) que el hecho de tener tipos muy altos no impide ni mucho menos tener un PIB per capita elevado.

Países como Suecia, Holanda, Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Japón, Suiza, Noruega, Francia… (que se encuentran a la derecha del eje horizontal porque sus tipos son elevados) tienen también un PIB per capita alto.

Si los neoliberales estuvieran en lo cierto, tendría que haber una relación negativa entre los tipos marginales y el PIB per capita, es decir, que a tipos más elevados debiera corresponder un menor PIB. Como se ve en los datos de la OCDE reflejados en la gráfica, eso no es lo que ocurre en la realidad.

Es verdad que de esos datos tampoco se puede deducir que tener altos tipos marginales sea bueno para que haya PIB más elevado. Pero sí demuestran que no es cierta la afirmación contraria, la que defienden los neoliberales para justificar sus políticas de rebaja de impuestos a los ricos.

La segunda gráfica también refleja que los neoliberales tampoco llevan razón cuando afirman que tipos marginales más elevados desincentivan la creación de empleo. Si fuese así, en los países con tipos marginales más elevados tendría que haber tasas de paro más altas.

Sin embargo, en la segunda gráfica se puede ver claramente que los países con tipos marginales más elevados (los que está más a la derecha) no son ni mucho menos los que tienen tasas de paro más elevadas. Más bien todo lo contrario, están a la derecha y también abajo del eje vertical porque su tasa de paro es baja. Luego también es falso que tipos marginales más elevados en el impuesto sobre la renta actúen como desincentivo del empleo, tal y como  nos quieren hacer creer los neoliberales para justificar las rebajas fiscales en beneficio de los grupos de población de mayor renta.

También en este caso concreto se demuestra que la política fiscal que llevan a cabo la mayoría de los gobiernos (incluido el español) está basada en falsedades y mitos para ocultar sus verdaderos propósitos y la injusticia y el daño social que provocan.

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15 comentarios

Alberto 11 de enero de 2013 at 13:38

Muchas gracias Juan por compartir este tipo de cosas, da mucha credibilidad que lo explique alguien verdaderamente entendido en la materia, porque muchas veces se hace tan difícil hacer llegar según qué mensaje de economía a quién (sobretodo en este tema de neoliberalismo…). La pregunto que lanzo al aire ahora es: ¿Y no es denunciable esto de alguna manera? y ¿Conoces de algún argumento neoliberal que ponga en duda lo que has comentado?
Gracias!!

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Alberto Tirado 11 de enero de 2013 at 13:39

Transcribo a continuación un par de respuestas del Dr. Ramón Rallo (presidente del Instituto Juan de Mariana, uno de tantos think tanks neoliberales, que hoy en día proliferan como setas, supuestamente independientes, pero financiados por fundaciones e instituciones privadas que comparten sus objetivos) durante el transcurso de una entrevista que aparece publicada el 23 de julio del 1012 en Negocios.com. Porque muestran claramente hasta qué punto el fundamentalismo económico de estas cabezas pensantes (que publican libros, presiden fundaciones, imparten clase en universidades y encuentran tribunas mediáticas desde las que divulgar sus doctrinas) son un verdadero peligro público (nunca mejor dicho)
P:Se echa la culpa de la depresión económica al capitalismo, ¿hay algo de cierto en ello?
R: Es narrativa estatista y liberticida en su máxima expresión. El origen de todo está en la burbuja financiera. Y las finanzas es uno de los sectores más intervenidos, privilegiados y protegidos por el poder político. Fíjese que la moneda la emite un monopolio estatal como es el banco central. Además, ese monopolio tiene prácticamente las manos libres para imprimir cuanto desee: antes el dinero era convertible en oro y eso ponía límites al expansionismo monetario; ahora no existe ninguna restricción.
Fueron los bancos centrales quienes, a base de darle a la manivela del crédito barato, manipularon a la baja los tipos de interés a partir de 2002, y generaron, a través de sus correas de transmisión que son los bancos privados, una de las mayores burbujas productivas de la historia de la humanidad. Y, para más inri, cuando quebraron los bancos que transmitieron ese torrente de crédito barato de los bancos centrales, los Estados acudieron al rescate para evitar que probaran su amarga medicina.
¿Qué libre mercado existe aquí? Ni libre competencia en la emisión de moneda, ni asunción de las pérdidas provocadas. Esto no es capitalismo, es socialismo para ricos.
P:¿Si usted fuese presidente qué reformas abordaría antes de fin de año?
Lo primero es someter a un electroshock al paciente: demostrar a todos los inversores nacionales y extranjeros que no vamos a suspender pagos y que, por tanto, pueden confiar en invertir tranquilamente en España sin riesgos de salida del euro y devaluación.
Para ello habría que reducir el número de empleados públicos, recortar transferencias sociales, eliminar todas las subvenciones, controlar el gasto en subsidios de desempleo y privatizar todas las empresas y activos públicos. Asimismo, sería necesario que el rescate a la banca español no recaiga sobre los hombros de los contribuyentes sino sobre los hombros de los acreedores de la banca (lo que se conoce como bail-in o capitalización de deuda).
Una vez logrado esto, ya sería el momento de comenzar con las reformas estructurales: una auténtica liberalización del mercado laboral, energético e inmobiliario, una progresiva apertura al mercado del sistema educativo, una supresión de todas las barreras a la empresarialidad, una rebaja general de impuestos, sobre todo de aquellos que afectan al ahorro y una privatización de toda la red de transportes. En suma, se trata de convertir a este país en un destino muy atractivo para la inversión nacional y extranjera: justo lo contrario de lo que es ahora mismo.
Hay que darle las gracias al Dr. Ralo por explicarnos de manera tan lúcida que el sistema falla porque los Estados tienen demasiado poder sobre los mercados y son demasiado estrictos en su afán de control y supervisión, con instituciones públicas como los bancos centrales, principales responsables de la burbuja crediticia al funcionar como meras máquinas de impresión de billetes.
¿La solución? Dejar que la competencia perfecta de los mercados corrija cualquier desequilibrio, haciendo desaparecer todo tipo de supervisión y regulación estatal, abriendo las puertas a la inversión privada, privatizando todos los sectores y empresas que en la actualidad caen bajo el dominio de lo público.
O sea: más de lo mismo, pero a lo bestia. Se me ponen los pelos como escarpias de sólo imaginarme la terapia que aplicarían a España estos lumbreras del pensamiento económico como el Dr. Ramón Rallo (¿o es en realidad la Dra. Flecther?). Veo a España tumbada sobre una blanca camilla, con un par de electrodos en las sienes, mordiendo un molde de goma, como Mc Murphy en Alguien voló sobre el nido del cuco, a la espera de que el Dr. Rallo le aplique el electroshock ultra liberal.
Sin embargo, no conviene ser tan truculentos. Hay un pequeño lunar, un contrasentido en la doctrina liberal. Cómo estarán las cosas que hasta ellos mismos reconocen que el rescate a la banca es una especie de socialismo para ricos que nunca debió producirse.

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Dani Ramírez 11 de enero de 2013 at 13:51

Independientemente de las relaciones refutadas en el texto y de las argumentaciones, me veo obligado a realizar una crítica. Me parece profundamente contraproducente emplear gráficas en las que aparecen supuestas tendencias con unos coeficientes de correlación tan, tan, tan irrelevantes. Para poner esas rectas, mejor no poner nada y no ponerle fácil los argumentos al que venga de frente, ¿no?
Saludos!

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Darío Núñez 11 de enero de 2013 at 13:55

Estupendo artículo Juan Torres, magnífica forma de tirar por tierra un argumento típico neoliberal. Solo una cosa, intento descargarmelo en pdf pero aparece en blanco, sin el contenido del artículo. Si lo pudieráis solucionar lo agradecería.
Saludos y a seguir así

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Cristian Juan 11 de enero de 2013 at 19:13

Hola, un amigo me comenta que ese estudio no tiene base, ya que está comparando paises diferentes entre sí, que evidentemente tiene de por sí (sin tener en cuenta presión fiscal) recursos y características diferentes. Además, menciona que lo ideal hubiera sido que comparara los mismos paises en epocas distintas. También me adjunta este enlace: http://diegosanchezdelacruz.wordpress.com/2012/08/13/las-excelentes-consecuencias-sociales-de-la-libertad-economica/
¿Qué me puede decir al respecto?
Saludos.

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Joaquin 12 de enero de 2013 at 11:17

¿Qué reforma habría que hacer para que los ricos pagaran más impuestos? y ¿cual debería ser la definición de «rico»?

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colapso2015 12 de enero de 2013 at 19:35

En primer lugar creo debería aclarar las ideas,…
En el título pone “liberal” y en el texto “”neoliberal”. No pretendo desmenuzar el término “neoliberal” porque no sé muy bien lo que significa, pues, es usado de forma despectiva por colectivistas. En particular, uso el término “neoliberal” aplicado a aquellos persiguen un estado de cosas en asimetría de libertad. Liberal por su parte, aquellos persiguen en proceso la simetría objetiva y racional de la libertad.
De liberal, viene por ejemplo, democracia (liberal).
Respecto a las gráficas, en la primero veo una mariposa y en la segunda un murciélago.
¿Por qué no pone una entre la carga fiscal total PIB y la per cápita en intl $ disponibles?
Los impuestos no solo es sobre la renta,…,es más, dentro de EE.UU. Que ahí aparece, hay estados que no tienen ese impuesto.
Científicamente no se puede relacionar la inexistencia de IRPF y IVA con el índice de criminalidad más bajo del país (pero ustedes si parecen fiarse de esas relaciones a martillazos). Pero ello sucede en EE.UU,…,en esos Estados.
Al final, ustedes comparten mucho más con los neoliberales que los propios liberales, es esa arrogancia intelectual de simplificar las cosas, la cosmovisión del hombre en estado robótico-animal sin ética alguna, tal cual los neoliberales y su “homo robótico-egoista”.

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fernando 12 de enero de 2013 at 19:47

Esos lumbreras, que mencionas,saben el escenario final donde quieren llegar porque pueden ser vendepátrias y traidores a su país pero dudo que sean idiotas.
Hay un tema importantísimo que no está tocando la izquierda y que tampoco he escuchado en los economistas más decentes.Es un asunto,cuya divulgación es un misil en la linea de flotación de la banca, las empresas enérgeticas y demás conexiones vampíricas en nuestras cuentas corrientes.
Creo que en 1901 Nikola Tesla encendía bombillas sin cables a 50 km de distancia.Tenía proyectado recoger los millones de watios que cada segundo llegan la ionosféra, procedentes del sol, para iluminar ciudades enteras.El sol es gratis el aire es gratis, es dificil poner contadores.La eléctricidad podía haber seguido el mismo camino si no llega a ser por la usura de una gente que se hizo dueña de la reserva federal,el banco central privado de USA.Se habla de más de 6000 patentes secuestradas por las petroleras que nos darían movilidad gratuíta a través del hidrógeno de un depósito de agua,la electricidad de baterias avanzadas y prohíbidas o simplemente aire a presión.
Divulgemos,debatamos, pongamos en cuestión el modelo energético.No creo que exista un tema que pueda molestar más a la élite.Más de un 70% del coste de lo que compramos es coste de energía, si este coste fuese próximo a cero podríamos trabajar la mitad de las horas, repartir el trabajo y vivir mucho mejor que ahora.

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Elvira 12 de enero de 2013 at 21:39

Creo que los gráficos, para una persona no acostumbrada a ellos, pese a su sencillez
pueden resultar «repelentes» para muchas personas, que automáticamente los rechazan.
El artículo es impecable, gracias.

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Carlos 12 de enero de 2013 at 23:29

Respondo algo a Juan Cristian. Tiene razón al hablar de contextos diferentes. Los determinantes que rigen toda nuestra acción humana son a nivel consciente, la economia, la politica, etc…, a nivel subconsciente la culture, lengua, hábitos festivos, la historia, etc.. y a nivel inconsciente la estructure familiar, y otros datos antropológicos. Todos hablan del nivel consciente que es el más fácil de explicar y finalmente el que menos explica y de vez en cuando alguién se acuerda de que no todos los paises y regiones están en contextos iguales. Consideramos los otros paises como un stock de piezas de recambio y cogemos las que nos interesan, sin pensar que puestos a copiar hay que copiarlo todo. Una cosa puede funcionar en Alemania y no en Italia, el mundo es así.
Eso no quita que la economia desde hace años, es más una ideologia que una verdadera ciencia. Una prueba es la última mediavuelta del FMI à propósito del indice de equilibrio presupuestario, que tantos daños inútiles ha hecho en paises como España que siguen a ciegas lo que le dicen desde fuera. Otra prueba es que casi ningún economista en el mundo vio llegar la crisis del 2008.

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@KirkCamaron 13 de enero de 2013 at 09:34

Yo antes también distinguía entre «liberal» y «neoliberal». Pero indagando un poquito te das cuenta que un neoliberal no es más que un liberal que ha alcanzado una alta cota de poder: directores y altos funcionarios del FMI, BM, Bancos Centrales y otros organismos tan demonizados por los liberales. Incluso cuando les comentas que sus idolatrados tigres asiáticos fueron desgazuados a la manera neoliberal (se aplicaron las mismas políticas de austeridad que se están aplicando ahora), aducen que «mejor eso a Corea del Norte». Son los mismos, es más, yo utilizaría «liberal» en lugar de «neoliberal».

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mi mi 13 de enero de 2013 at 13:11

Ya que pones los marginales podrías poner los tramos que corresponden, igual te llevas una sorpresa…

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Otra interpretación... 14 de enero de 2013 at 03:46

Creo que los gráficos pueden emplearse en otro tipo de análisis no se si más productivo, filosófico o interesante como ejercicio de análisis:
Si obviamos el eje de abcisas ( tipo impositivo ),y centramos la atención únicamente en el el eje de ordenadas creo que se observa algo curioso:
1.- En el gráfico del PIB per cápita se observa una concentración elevada de países en un rango mas o menos acotado, con menor densidad en la zona de menores impuestos y mayor según aumentan.
2.- En el gráfico de paro hay una desigualdad brutal entre países con una PIB media más o menos homolagable.
3.- Conclusión personal y seguramente errónea: Creo que las principales variables que influyen en el nivel de desempleo son:
a. La disparidad de distribución de la riqueza (el PIB per capita así parece indicarlo, precisamente por su podemos decir homogeneidad dentro de una horquilla más cerrada qué la del índice de desempleo)
b. La orientación al expolio del dinero público… ya que no se emplea (vistos los países) ni en la creación de infraestructuras que permitan el desarrollo de empresas privadas productivas ni en el mantenimiento de beneficios sociales.
c. Como «corolario»… El nivel de corrupción de los gobiernos… aceptado por los ciudadanos… principalmente porque no tienen capacidad alguna de intervención más allá de dar cheques en blanco cada x años, es directamente proporcional a los gobiernos mode juan palomo on jojojo ;-).
Resumiendo:
Lo determinante más que el nivel impositivo es el nivel de corrupción y la coherencia en el empleo de los fondos… realmente nada nuevo… centrándome en el cortijo y empleando la lógica de cualquier tipo de negociación: cuando quienes conducen al infierno al cortijo y a sus ciudadanos al yugo de la culpa (Sean los artífices lugareños y foráneos) insisten en achacar o justificar todo por una determinada causa/variable… podemos estar seguros de que probablemente es una cortina de humo que busca desinformar, enfrentar, domar por la necesidad y robar con la aquiescencia de hooligans desesperados… nadie vota para que le hundan la vida… damos bandazos por impotencia… y culpamos al vecino… como buenos súbditos que saben la línea con el de arriba no existe en ningún caso (80 años de experiencia así lo acreditan)
Saludos, gran blog!!!
P.D. Creo recomendable centrarse por igual en las teorías económicas y la trilogía del padrino … y ya sabéis… cuando empiecen a repartir naranjas…. jajaja ;-)

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Francisco-Javier Braña Pino 14 de enero de 2013 at 11:19

Estimado Juan:
Para los que nos dedicamos a ello es algo sabido, pero eso es lo que menos importa a los fundamentalistas del mercado que sólo utilizan la ideología y el poder.
En la primer gráfica, si quitas Luxemburgo, que siempre es una observación atípica cuando se utilizan datos de la OCDE y de la UE, seguro que el coeficiente de correlación pasa de 0,5, lo que tranquilizará a Dani Ramírez. Y en el segundo gráfico, si nos quitas a nosotros los «cerdos» (Portugal, Irlanda, España, Grecia) y esto habría que explicarlo pero ahora mismo no se ocurre como sintetizar en dos líneas el porqué, ocurre lo mismo, a mayor tipo impositivo menor tasa de paro. Lo importante en todo caso, como bien dices, es que no se puede sostener que a mayores tipos impositivos marginales mayor paro o menor PIB por persona. Además y de hecho los tipos marginales son irrelvantes en cualquier decisión económica racional, y hay evidencia empírica, pues la gente desconoce cuál es su tipo marginal (excepto quizás los asesores fiscales de los muy ricos y los economistas marginalistas), lo que importa son los tipos medios, que son los que conmocemos.
Gracias de nuevo por tus reflexiones.

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Otra interpretación... 15 de enero de 2013 at 01:48

Ahora más seria en su redacción:
De hecho el dato del PIB no significa nada en si mismo a nivel local, en cuanto a la toma de decisiones globales. Como agregado permite tras las debidas ponderaciones comparar resultados económicos entre países, y el PIB por persona no indica necesariamente la realidad en cuanto a distribución de la riqueza.
El valor del dato del PIB a nivel local estriba en el análisis de cada sector de actividad medido, su impacto sobre el total, y el análisis detallado del mismo para definir los planes de ajuste del mismo… en ese caso se podría ver la correlación entre impuestos y resultados concretos… aunque tampoco daría ninguna información más allá de que determinado elemento/sector de actividad generador de riqueza o es accesorio o está mal implantado… si su rentabilidad depende únicamente del tipo marginal y no es posible después de una estudio riguroso encontrar acciones de mejora referidas directamente al proceso… mal vamos, y si se pretende que este sea el factor determinante en el conjunto… peor… es como justificar medidas impositivas (en el sentido que sea) en por ejemplo Madrid atendiendo a un resultado negativo del pib local, ponderando igual el sector pesquero y el de servicios… se que es una estupidez, pero es del mismo nivel que aplicar una medida global en función del dato agregado, cuandoesta, además no incide de forma directa en ninguna mejora u optimización concreta de los procesos de producción… y si toda la gestión y análisis económico se reducen a una única variable… o el resto del cuerpo de la teoría económica que sea sobra o estamos ante la típica falacia de falsa dicotomía absolutamente ligada a la demagogia política, da igual el signo teórico del gobierno o el aspecto evaluado. Cortijo’s BAU. Spain Brand (c) ;-)
Saludos
Saludos

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