Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

La mayor de las mentiras de nuestro tiempo

Publicado en Público.es el 17 de diciembre de 2021

El pasado día 7 el Banco Internacional de Pagos publicó (aquí) los últimos datos disponibles sobre las transacciones financieras registradas en los 27 países o zonas de mayor volumen de todo el mundo, lo que equivale a decir en la práctica totalidad del planeta.

Aunque las cifras no se presentan acumuladas se pueden sumar con relativa facilidad las correspondientes a cada uno de los diferentes conceptos para obtener el total: 14.937 billones de dólares (billones españoles, es decir, millones de millones).

De esa cantidad, el 26% corresponde a las transacciones registradas en Estados Unidos, el 13% al Reino Unido y el 12% a China. Las de estos tres países suman, por tanto, el 51% del total. Las realizadas en España, 74 billones de dólares (0,5% del total)

La cuantía reseñada por el BIP es ya impresionante pero hay que tener presente que no están incluidas todas las transacciones que se llevan a cabo en los mercados financieros. Falta, por ejemplo, las correspondientes a las 9.549 millones de operaciones que, según sus propios datos (aquí), se llevan realizadas en lo que va de año en la OCC (Options Clearing Corporation), una organización de compensación de derivados de acciones.

En cualquier caso, esos 14.937 billones de dólares son ya una cifra suficientemente grande como para sacar algunas conclusiones.

La primera es que la economía mundial está total e innecesariamente financiarizada. Según el Banco Mundial, el PIB conjunto de todos los países del mundo fue de 84,6 billones de euros, es decir, 176 veces menor que el volumen de transacciones financieras. Lo cual, sencillamente significa que estas últimas no se realizan como un servicio de la actividad productiva, como debiera ser, sino como un fin en sí mismas. Es la muestra evidente de que la economía de nuestro tiempo dilapida una cantidad ingente de recursos en un verdadero casino que absorbe los que necesita la actividad productiva, provocando al mismo tiempo burbujas y crisis financieras que la desestabilizan continuamente.

En segundo lugar y esto es lo verdaderamente importante, resulta que una minúscula tasa sobre todas esas transacciones sería suficiente para financiar los gastos que sería necesario realizar para cubrir sobradamente las necesidades de todos los seres humanos sin excepción.

Como es bien sabido, en todos los países del mundo se fijan impuestos con tipos que pueden superar, como ocurre en los personales sobre la renta, el 30-40 por ciento de la cantidad sometida a gravamen. Sin embargo, basta una sencillísima operación para comprobar lo que se podría conseguir con una tasa sobre la totalidad de esas transacciones financieras. Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (recopiladas aquí), los gastos de todos los gobiernos del mundo suman 35,6 billones de euros en 2020, de modo que sería suficiente una tasa del 0,24%, es decir, de 24 céntimos por cada 100 dólares de transacción financiera, para sufragar la totalidad de ese gasto sin necesidad de ningún otro impuesto o cualquier otra financiación adicional.

La maraña de impuestos, tasas, multas y demás fuentes de ingresos que hoy día se utilizan para obtener los 25,2 billones de dólares que, según la misma fuente, obtienen los gobiernos, se podrían generar con una tasa de 17 céntimos por cada 100 dólares de transacciones financieras.

Hasta el momento, se calcula que todos los gobiernos del mundo han gastado unos 17 billones de dólares para hacer frente a la pandemia, lo que se podría haber sufragado con una tasa de 11 céntimos por cada 100 dólares de transacciones financieras y, por tanto, sin ningún impuesto adicional y sin haber generado deuda alguna.

Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (UNCTAD), para conseguir los Objetivos del Milenio, destinados a cubrir las necesidades básicas de la población mundial, se necesitarían entre cinco y siete billones de dólares anuales hasta 2030. Si tomamos la cantidad más grande, resulta que se podría conseguir con una ínfima tasa del 0,04%, es decir, de 4 céntimos por cada 100 dólares de transacción financiera.

Un informe de Naciones Unidas estimó en 2015 que serían necesarios 267.000 millones de dólares anuales hasta 2030 para acabar con el hambre que provoca diariamente la muerte de más de 25.000 personas. Si redondeamos hasta 300.000 millones, se podrían financiar con una tasa del 0,002 por ciento, como he dicho, sin necesidad de más impuestos y sin deuda. ¿No es un auténtico crimen contra la humanidad permitir tantas muertes cuando el dinero necesario para evitarlas lo tenemos a nuestra disposición?

Es evidente que una tasa de esta naturaleza necesita grandes acuerdos y nuevas tecnologías para ponerse en marcha pero ¿de verdad que más complicados o inalcanzables que muchas otras de las medidas que toman los gobiernos de los países más avanzados o las empresas más punteras del mundo?

No estoy hablando ahora (aunque deberíamos hacerlo) de acabar con las más peligrosos e innecesarias de las operaciones financieras y ni si quiera de penalizarlas: ¿quién en su sano juicio y con honestidad puede pensar que se frenarían por soportar tasas de esa ínfima cantidad? Y tampoco vale el estúpido argumento de que el coste de esa tasa sería trasladado a los demás sujetos económicos por quienes las llevan a cabo. Son tan pequeñas que incluso así compensaría aplicarlas. Y, por el contrario, lo que está meridianamente claro es que, con esa tasa minúscula, se aliviarían extraordinariamente los costes de las empresas y hogares, pues dejarían de soportar la carga de impuestos directos e indirectos, entre cien o doscientas veces más cuantiosa, que hoy día han de pagar.

De hecho, ni siquiera sería necesario gravar la totalidad de las transacciones financieras. Su volumen es tan extraordinario que bastaría con hacerlo sobre una parte de ellas para obtener recursos ingentes con tasas igualmente de insignificantes.

Se perfectamente que he expuesto la idea de esta tasa en bruto y que estas cifras son a título de ejemplo pero lo hago para mostrar que la economía y la política de nuestra época se basan en una gran mentira. ¿Cómo se puede decir constantemente que no hay dinero en el mundo para financiar la alimentación, la salud, la educación, la vivienda, los cuidados, las pensiones, las infraestructuras, la seguridad… que necesitamos todos los seres humanos del planeta cuando se podría obtener todo lo necesario para ello por un procedimiento tan directo y efectivo?

Al menos, seamos sinceros y honestos: no hay escasez de dinero, hay miseria de voluntades y un egoísmo atroz por parte de quienes manejan los resortes del poder en el planeta. Los datos que acabo de presentar muestran que vivimos en un sistema que crea la penuria artificialmente. Y lo hace así porque solo se puede tener dominada a la inmensa mayoría de la población si se la mantiene bajo la esclavitud de la ignorancia, la insatisfacción y la deuda.

19 comentarios

Palmiche 19 de diciembre de 2021 at 20:00

Felicitaciones una vez más por la calidad y utilidad de sus artículos en la Galaxia Goebbels, una maraña de psicodélicos vasos comunicantes al servicio de ese modelo de crimen organizado llamado neoliberalismo. Como usted bien dice, la economía mundial está innecesariamente financiarizada. Yo diría que el capital financiero sobrepasa con mucho las necesidades de la economía real mundial, lo que lo convierte en el mayor enemigo de esta, a la que sacrificará tantas veces convenga a la cuenta de resultados de las descomunales corporaciones que tienen en la productividad del dinero su principal fuente de ingresos y que incrementan con su actuar las dimensiones y poder de este apocalíptico agujero negro, como bancos y fondos de inversión, algunos con activos billonarios. Tanto la burbuja inmobiliaria y derivados financieros que provocaron la crisis de 2008 como la más que deficiente gestión de la pandemia en términos sanitarios tras dos serios avisos de coronavirus años atrás son claros ejemplos de lo que el liberalismo económico es capaz de hacer cuando un descomunal y más que sobredimensionado sistema financiero ni duda en busca la rentabilidad a costa de sacrificar la economía real. Si de cada 10 dólares, 9 están en la economía ficticia y 1 en la economía real, es sensato pensar que los afortunados del pantagruelico festín neoliberal no dudarán en sacrificar algunos centavos de ese dólar tantas veces interese a su cuenta de resultados, especialmente cuando se trata de bancos y fondos de inversión que tienen en la productividad del dinero y su capacidad de especulación la forma de maximizar beneficios.

Por supuesto que gravando a las transacciones financieras del modo que usted dice ni siquiera haría falta gravar a la economía real pero dado que es un casino de juego patológico la economía financiera, con reglas de lo más maquiavélico que podamos imaginar (esta pandemia, con su torpe gestión sanitaria en prevención y erradicación podría ser una de sus matrices), yo no contempló otra solución satisfactoria que combatirla y reestructurar la hasta que sus dimensiones y actores estén a servicio de la economía real, de una economía al servicio del hombre y no al contrario.

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Javier Maria Morales Tudela 20 de diciembre de 2021 at 10:57

No me da la gana de leerte, porque eres un mentiros neoliberal de los subsidios condicionados y contaminados de Podemos con la Renta Garantizada que llevó a las generales del 2015 junto con Vincen Navarro.ahí te quedas.Sabiendo

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Jaime 20 de diciembre de 2021 at 11:33

Te propongo para el premio Nobel de Economía.

No he leído en todo el año 2021 un artículo tan interesante o mejor dicho BUENO como este. Es más que excelente…

Es para enmarcar, y pienso que igual lo enmarco este artículo y me lo regalo yo mismo, el 31 diciembre próximo. Soy ateo.
Se lo he remitido a 10 persones como son:

Mi hija,
4 conocidos de Barcelona ,
y a 2 cubanos,
a Vicenç Navarro, – que escribió contigo ¿Están en peligro las pensiones públicas? y también Hay Alternativas, entre otros libros –
a Daniel Raventós Pañella – editor de sinpermiso -, y escritor del libro junto con Julie Wark Contra la Caritat. En defensa de la renda bàsica.
a Luis Garrido Julve, periodista que conozco y vive en Bangkog Tailandia hace más de 10 años y escribe su blog Bangkok Bizarro y escribió el libro Tailandia en paños menores
y por último se lo envío el artículo a Xavier Casanovas, que escribe los: quaderns de Fiscalitat Justa, Una Lluita Global.

!Salud!

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JANO 20 de diciembre de 2021 at 11:35

Se puede decir más alto, pero no más claro.
El crimen organizado maneja el mundo y una enorme manada de lameculos le rinde pleitesía.

¿para cuando abrir el melón proponiendo que los robots contribuyan a la caja de pensiones?….llevo años preguntando y NADIE me responde…..

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Francisco Altemir 20 de diciembre de 2021 at 11:42

Ya lo dijo Lord Acton: «El Poder tiende a corromper y el Poder Absoluto tiende a corromper absolutamente». A los jóvenes de hoy se les enseña desde la más tierna infancia que tienen que dar codazos para intentar ser los primeros. Por eso los primeros son INMISERICORDES, CORRUPTOS Y CORRUPTORES. NO SON PERSONAS.
Hay que empezar a cambiar el modelo desde los jardines de infancia.
¡Felicidades al autor y a todos los lectores y lectoras de Buena Voluntad de estas páginas!
Salud y Bien Común

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Alberto Enrique Roldán Hernández 20 de diciembre de 2021 at 13:47

Blanco y en botella pero ni los ciegos y sordos quieren ver ni escuchar,por avaricia,así de sencillo amigo y colega Juan. Ah y que no nos quiten la salud para acumular más. Un fuerte abrazo. Alberto Enrique Roldán Hernández

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Juan Hernández Baraja 20 de diciembre de 2021 at 15:17

Pues nada que decir…ni añadir..y quien no quiera leerte pues que le den….eres una luz de esperanza para el resto de l@s human@s y sobre todo para l@s más necositad@s..los olvidados..los parias..y algún día quizás te reconocerán tus escritos hasta l@s IGNORANTES/AS que ahora te critican..y no te leen…ell@s se lo pierden..o quizás lo ganen..pero en incultura y desconocimiento de una cuestón palmaria..Sigue por muchos años tocayo..y que la lucidez sea tu guia y la de tus detractor@s.Amén.

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Simón Rodenas Martos 21 de diciembre de 2021 at 10:24

Está claro que hoy no es cuestión de sistema, socialista, comunista o capitalista. Hoy, la cuestión va de responsabilidad y honradez política y económica.
Las religiones no solo no han hecho más humanos a los humanos, sino que además nos han aborregado a beneficio de las mafias financieras.
La lucidez del artículo en cuestión, aclara las verdades universales de la economía y a quienes sirve.
Lo que a mí corto entender falta decir que, los impuestos y toda la generación de gastos corren a cargo de quienes dependen de un salario y quienes consumimos lo elaborado o extraído de la naturaleza.
Que para más inri, coincide con los que padecemos humillantemente los resultados de esas políticas antisociales y mafiosas.

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Antonio Madueño Aranda 21 de diciembre de 2021 at 18:09

Esto y otros males nos pasa porque no queremos ver de frente uno de los grandes problemas: la política no está en manos de los pueblos y de las Naciones, está en manos de los clanes políticos, que no son más de unos pocos dirigentes de los partidos políticos.

Si oyesemos más a Antonio García Trevijano, y miraremos con honestidad la salida, sería distinto.

http://www.juntademocratica.com

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Isabel 21 de diciembre de 2021 at 19:00

Juan Torres, explica de forma clara para los no expertos en macroeconómica, que se despilfarra el dinero y siguen sin atenderse temas prioritarios. Con una ínfima cantidad de lo que manejan quienes dominan el mundo, se podría hacer frente a los temas que de verdad importan a todos. Vivir de forma digna. Gracias señor Torres Lopez.

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Víctor 22 de diciembre de 2021 at 05:46

Tobin, Tobin, Tobin.
No sé si lo comenté en una ocasión, si yo fuera catedrático de economía, el primer día del curso del primer año, comenzaría y terminaría la clase con el siguiente escrito en la pizarra:
«El poder político depende o se encuentra supeditado al poder económico».
Acompañado de un, «Buenos días y hasta mañana».
En su Espíritu de las leyes, Montesquieu y su división de poderes, estableció las normas para que tanto el ejecutivo, el legislativo y el judicial, fueran consensuados «OFICIALMENTE» en el tiempo, por aquellos países que asumen los valores democráticos como base regulatoria de su convivencia.
Pero obvió que en la versión OFF THE RECORD, esos tres poderes, se encuentran bajo el paraguas del poder económico.
Verde y con asa botijo, en el presente artículo se ve con la máxima nitidez, que el movimiento se demuestra andando.
FELICES FIESTAS profesor y resto de foreros!.

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Jose 25 de diciembre de 2021 at 05:17

Le voy a contar una historia. Eramos en los 60 una pandilla que nos llevábamos bien. Corríamos delante de los » grises » y nos descojonábamos de ese enano calvo y analfabeto que se había convertido en Caudillo por la gracia de Dios ó quizá del demonio.
Nuestros pequeños problemas   
– para nosotros importantes- eran los de cualquier pandilla de clase media. Había altos, bajos, graciosos, rubios, morenos, con mejor o peor humor. Había también gente muy válida, positiva que siempre echaba una mano y teníamos un amigo al que también apreciábamos, que era como el pitufo gruñon. Siempre negativo. Nunca dio una solución a nuestros pequeños problemas. Siempre protestando. La mayor parte de los amigos desfacíamos nuestros entuertos entre todos. A pesar de todo, nunca criticó a los miembros de nuestra pandilla pero a quien no pertenecía al grupo, lo ponía a parir, ya fuese persona física ó jurídica. Nos hacía gracia a pesar de todo. Por cierto, en mi país la pandilla se llama cuadrilla. También en mi país había algunos partidos políticos que estaban siempre contra todo que no fuese lo que ellos pensaban, lo que al parecer estaba en los estatutos  de dicho partido. Un día nos enteramos que al final tuvo su minuto de gloria e ingresó en cierta organización clandestina en la que al final se sintio » util » y perpetró ciertas tropelías muy graves contra algunas personas, no sin antes proceder a deshumanizarlas para dar un sentido a su causa justa en su lucha por el bien mundial.
Nada de esto que le cuento tiene que ver con usted Pero con perspectiva, ya de muchos años, me he dado cuenta de que más me gustan las soluciones imaginativas, por absurdas que parezcan,  que la crítica sin más, que recuerdo de nuestro amigo gruñon
La tasa a las transacciones financieras, en teoría no me parece una mala solución pero usted sabe que en un sistema semi caótico, el batir de alas de una mariposa, puede desencadenar una tormenta en el otro lado del mundo, ó en este lado también. Suecia, como país ejemplo de lo social, la implementó en 1984. Poco después, en 1990 fue abolida por que  Algún mercado de negociación cayo  fuertemente . El resultado no fue el esperado. El sistema financiero era más complicado de lo que parecía en un principio.

Sin más, le deseo una feliz navidad

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Jose 25 de diciembre de 2021 at 20:12

A Francisco Altemir:
Por lo que usted dice, parece que el esfuerzo por hacer las cosas mejor cada vez, promover la excelencia en el trabajo, la competitividad, el poner en valor el trabajo de los demás está íntimamente ligado con la corrupción. En los años 60 y 70 hubo Un movimiento musical en el mundo anglosajón, al cual muchos agradecemos. También hubo la mayor competitividad musical de la historia. Yo y millones como yo, hemos disfrutado con su música y para algunos incluso ha sido un motivo para vivir y disfrutar. Ahora bien. Si esa magnífica competitividad y excelencia convirtió a los músicos mencionados en corruptos generalizados, pues yo defiendo lo contrario. Quizá en nuestro desdichado país competitividad y excelencia este ligado con corrupción y delincuencia como parece insinuar, pero creo que si van juntas, es que no hay verdadera meritocracia ni excelencia. Mas bien al revés. La corrupción sirve sobre todo para cusndo no tienes nada que ofrecer y ambicionas demasiado en poco . tiempo. No mezclemos las cosas que bastante confusas están ya. Otra cosa es que en pos de la igualdad, intentemos abolir la meritocracia, que si que admito que pudiera crear algunas desigualdades. Pero a largo plazo es beneficiosa para todos.

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Juan B. Astigarraga 26 de diciembre de 2021 at 00:17

La verdad que descubres en este artículo. es irrebatible.
Es un planteamiento que necesita de una corriente y un espíritu.
Un problema estaría en la recaudación, para evitar
fraudes y desviaciones en la administración de tan cuantiosos fondos
.Es un tema de visiónn a corto y de largo plazos,
por ejemplo en estrategia, formación y networking.
Y claro sería imprescindible una banca pública que estuviese detrás de cada proyecto
NUNCA HUBIESE PENSADO QUE FUERA POSIBLE QUE SIN AUMENTAR LA DEUDA
SE PUDIERA ELIMINAR TANTO SUFRIMIENTO QUE HOY ASOLA A LA HUMANIDAD.
s
TANTO SUFRIMIENTO QUE ASOLA A LA HUMANIDAD.
Por eso ¡MUCHAS GRAIAS!

Te hablo de tu porque soy economista. Y si se generase un movimiento en ese sentido.me gustaría participar
aunque soy jubilado. y he trabajado 40años, y mis puntos fuertes son la creación de empresas y el
desarrolllo del liderazgo.

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Jose 27 de diciembre de 2021 at 13:43

Yo apoyaría un impuesto razonable a las transacciones financieras siempre que no se desencadenara una tormenta que constituyera un problema en la economía mundial. Lo haría sin ninguna duda. Es más, iría gradualmente aumentando el impuesto, desde cero para ver sus efectos a un plazo razonable y así sucesivamente.

Pero profesor, no dé usted ideas por que parece que algo se les ha escapado a los gobiernos hegemónicos ya que por ejemplo:
El PIB del Reino Unido es de unos 3,53 billones de dólares
Si el porcentaje de las transacciones financieras efectuadas en el Reino Unido sobre las totales es de 13% quiere decir que la cantidad de dichas transacciones en UK sería de unos 1889 billones de dólares. Aplicando un impuesto del 0,24% , la recaudación sería de 4,53 billones de dólares frente al PIB de UK de solo 3,53 billones de dólares.
Habida cuenta del deseo de poder del ser humano y su reflejo en los gobiernos de todo el mundo, sean del color que sean, veo más posible que esos 4,53 billones se gasten en armamento y no el erradicar el hambre del mundo. Con 4,53 billones de euros para gastar en armamento y encima sin casi ningún coste para los británicos ni para sus empresas, seguirían manteniendo su PIB intacto. Con 45,3 billones de dólares, UK sería el líder militar en el mundo con un poder decenas de veces superior a la suma de todo el poderío de el resto de potencias del mundo. Evidentemente, ésto sería una catástrofe internacional y casi nadie lo deseamos. Pero algo me dice que es más probable que el dinero se empleara en la hegemonía militar mundial que para erradicar el hambre.
Que ningún mandatario de EEUU , UK ó china lean éste artículo por bien de todos.

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Jose 27 de diciembre de 2021 at 14:04

Estimado Juan. Que conste que a mí me incomoda el hambre del mundo probablemente igual que a usted. Y no solo eso si no el desarrollo personal en todos los potenciales humanos de esas personas que ahora padecen hambre y ó falta de libertad.
Pero para conseguir ésto, hay que huir de las utopías que tantos muertos y desgracias han generado en el mundo y en nuestro país como el fascismo, el nazismo, el comunismo y la reserva espiritual de occidente nacional-católica de su excremencia el jefe del estado que fue.
Al revés de lo que se dice y a veces damos por bueno que hay que ser utópico para conseguir algo, yo hasta eso me lo cuestiono. En la práctica las utopías solo han producido distopías bastante tristes.
Es por eso que pienso hacer lo posible para desmontar dichas utopías, como primer paso. Lo siento. Siento lo.

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Jose 27 de diciembre de 2021 at 14:14

Se que ni las utopías ni las distopías pueden existir, por definición pero permítaseme la licencia literaria de que las utopías conducen a distopías

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Jose 27 de diciembre de 2021 at 14:24

Muchos de éstos personajes son producto de la utopía

https://images.app.goo.gl/D8bRrvXRDJNpemmz9

Saludos cordiales

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Jose 27 de diciembre de 2021 at 15:04

A Javier Maria Morales:
Los insultos son el recurso de los que no tienen capacidad intelectual de argumentar
Gracias por manifestarse tan claramente. Y que conste que a mí tampoco me gustan los aprendices de dictadores megalómanos que purgan a cualquiera que pueda hacerles sombra en su propio partido y acaban destruyéndolo y largándose a vivir de la lengüita después de haber multiplicado su capital varias veces valiéndose de la política, ya tenga coleta, calva ó melena. Igual me da. ( éste último párrafo lo escribo para que sepa de quien hablo por si no se ha dado cuenta, que es muy posible)
No se necesitan insultos. Gracias

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