Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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¿Amnistía?

Hagamos, en primer lugar, la prueba del algodón: Si la amnistía de los delitos cometidos por Puigdemont y otras personas fuera realmente una solución democrática y auténtica de los problemas de Cataluña ¿por qué ni el PSOE ni Sumar llevaban esta «solución» en sus programas electorales?

No nos engañemos. La promulgación de una ley de amnistía con un gobierno en funciones no es una alternativa que resuelva problemas. Es una reivindicación legítima, pero muy minoritaria, de los dirigentes de los partidos independentistas catalanes aprovechando el endiablado resultado electoral que, de llevarse a cabo, provocará nuevos conflictos y quizá más peligrosos.

¿Con qué fin asumirían PSOE y Sumar una amnistía?

Como he dicho, si hubiera sido como solución al problema catalán, lo habrían ofrecido expresamente al electorado en sus respectivos programas electorales.

Pero no fue así. Es un hecho: la amnistía no está en sus programas.

¿Por qué se podrían plantear, entonces, concederla ahora?

La única respuesta posible -si es que se lo plantearan- está muy clara: sólo para poder formar gobierno.

¿Pero qué gobierno?

Un gobierno que necesitaría el apoyo constante de un partido neoliberal dirigido por un cobarde, Puigdemont, que huyó en el maletero de un coche mientras sus subordinados iban a la cárcel. Un gobierno sometido al chantaje permanente de un partido, como ERC, que ha dicho en sede parlamentaria que le «importa un comino la gobernabilidad de España”.

¿Qué gana la izquierda con eso, cediendo ante los independentistas?

La cuestión no es si la amnistía tiene cabida o no en la Constitución (el problema que parece preocupar a Sumar, como si en lugar de un partido político fuese un despacho de abogados).

En España hay una realidad electoral: la derecha del PP unida a la extrema derecha de Vox no puede formar gobierno. La izquierda tampoco, salvo que recurra a contar con apoyos que no sólo no son de izquierdas, sino que reclaman exigencias inaceptables si se quiere poner en marcha un proyecto de transformación progresista.

PSOE y Sumar tienen una única opción: la coherencia y el arrojo, plantarle cara a la derecha cada día más extremista y, al mismo tiempo, al independentismo reaccionario. Es Puigdemont y su partido quienes deben aceptar condiciones; no imponerlas. Y si hay que ir a nuevas elecciones se va, con la cabeza bien alta.

Frente al nacionalismo españolista de la derecha y frente al de las periferias del privilegio, hay alternativas: el diálogo permanente, el orgullo de sentirnos parte de un proyecto en común, el reconocimiento igualitario y en igualdad del derecho de todos a decidir y la riqueza de amar a una España plural, diversa, con distintas y bellas lenguas y plurinacional.

¿Se va a optar -sólo para tener unos cuantos ministerios- por hacerle la cama a quien provocó el problema (el PP de Rajoy), poniéndole en bandeja que gane las próximas elecciones, o  a quienes utilizaron su provocación para quitarse de encima la protesta popular contra sus políticas neoliberales (la derecha independentista catalana)?

Dijo Otto von Bismarck que España es el país más fuerte del mundo porque los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido.

Yo sueño con una patria en la que no nos destruyamos unos a otros sino en la que podamos abrazarnos (dejando fuera a la minoritaria oligarquía que se traspasa generación a generación sus privilegios) no sólo cuando ganen nuestras selecciones de fútbol.

Porque soy de izquierdas y porque rechazo los nacionalismos excluyentes, lo digo con todas mis fuerzas: ¡Viva España! Viva la España que ojalá conceda siempre a la ciudadanía de todas sus esquinas el derecho a pronunciarse con igualdad sobre su futuro y sobre la forma en que quiere ser gobernada.

Que la derecha española no va por ese camino, lo supe siempre. Lo que me apena e incluso me avergüenza es el que parece que están dispuestos a emprender el PSOE y Sumar. Ojalá sea yo quien me equivoque.

43 comentarios

Patrizia 8 de septiembre de 2023 at 18:33

Podría hacer un largo listado del porqué es necesaria la amnistia, pero solo citaré uno: los afectados para la persecución del estado español sus instituciones podridas, su monarquia asquerosa…etc, no afecta solo a políticos, si no a muchos ciudadanos pacifico cuyo delicto es reclamar la autodeterminación a que tiene derecho. Usted, es un motivo más para que los catalanes (yo no lo soy, pero concuerdo con ellos y ellas) queramos irnos de este reino que nos odia, oprime y persigue, incluso a golpes. VISCA CATALUNYA, EUSKADI, GALICIA, ANDALUCIA…abajo el estado español que nos oprime

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Fermín López 8 de septiembre de 2023 at 20:37

Profesor, siento que así sea pero creo que se equivoca radicalmente. No sé si siempre ha pensado igual o si es lo que toca (lo que le toca) pero creo que hace un flaco favor a la izquierda, a la que sé que pertenece y defiende.
Que los grupos minoritarios exijan no es una novedad, ya lo hacían con los gobiernos del PP y PSOE, por ejemplo Puyol, que cobraba el 3% de todo lo contratable, pero se miraba hacia otro lado porque se trataba de la gobernabilidad de España. Entonces sí, ahora lo demonizan.
También se ha permitido al Estado amnistiar al emérito, que se enriqueció repugnantemente aprovechando su cargo, con el beneplácito de los dos grandes partidos.
Ya no nos acordamos de la amnistía fiscal de Montoro a los millonarios defraudadores. A nosotros nos hacen paralelas todos los años, a los ricos se les da un comodín, o dos o…
Llámelo cesión acuerdo, amnistía, solución, o como quieran pero no es peor que todo lo que ha pasado hasta ahora en España. ¿O acaso lo fue la amnistía de 1976? ¿Por qué ahora no es una solución que la política arregle los problemas políticos?
Miremos a Cataluña en 2017 y ahora. Hemos pasado del incendio y las reyertas a la paz social y todo por el diálogo y los indultos políticos.
La Amnistía o como la quieran llamarlo no es el problema, es la solución.
Saludos

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José Luis 8 de septiembre de 2023 at 20:40

» Viva la España que ojalá conceda siempre a la ciudadanía de todas sus esquinas el derecho a pronunciarse con igualdad sobre su futuro y sobre la forma en que quiere ser gobernada». Esta es la meta admirado profesor (por cierto, agradezco sus reflexiones, siga por mucho años, por favor). Es precisamente lo que pide el sr. Puigdemont pero Vd. lo ofende y descalifica como interlocutor, no lo entiendo.
Dice Vd. «Que la derecha española no va por ese camino, lo supe siempre. Lo que me apena e incluso me avergüenza es el que parece que están dispuestos a emprender el PSOE y Sumar». Yo creo que el que emprenden consiste en acercarse prudentemente a la meta. ¿Cuál propone Vd.?.

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Jordi Domènech 8 de septiembre de 2023 at 20:45

Siento contradecirte, pero la amnistía es im-pres-cin-di-ble, y aunque soy catalán no soy ni nacionalista ni independentista. No puedo aquí justificar mi parecer. Un saludo

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José Andrés Arribas Navarro 8 de septiembre de 2023 at 20:47

Como siempre profesor acertadísimo análisis.
A la derecha (y meto al PNV y a los ex-CiU´s) hay que pararle los pies y ponerla ante el espejo de lo que dice y luego lo que hace.
No hay más que comprobar los pactos con VOX: de decir que nunca gobernaría con ellos, a tener ya cinco gobiernos autonómicos ¡y en 4 meses escasos!. Son unos tramposos sempiternos.
Lo que no puede hacer la izquierda es replicar el mismo discurso y hacer la misma praxis de esta derecha casposa, salvo que quiera suicidarse y llevarnos por delante a los que todavía pensamos que otro modelo de sociedad es posible, siendo gestionada con otras herramientas económicas y sociales alternativas.
Si cometen el error del entreguismo a lo que pide esa minoría exquisita de la burguesía catalana, además de la decepción y el hara-kiri político, producirá una melancolía en todos sus votantes de la que no nos vamos a reponer, porque otro 15M ya no será posible.

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Pablo 8 de septiembre de 2023 at 21:03

Juan Torres, de verdad que me cuesta reconocerte en este post. No te he leído ningún argumento que no sean insultos o afirmaciones sin justificar.
La amnistía es una decisión política y, sin duda, no está claro que finalmente se den las condiciones y las actuaciones para que solucione algún problema. De acuerdo, pero de ahí a los gritos que pegas en tu artículo va un abismo.
Yo leo tus libros y artículos porque sueles dar datos y argumentos para pensar. No es el caso.
Saludos

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Manuel 8 de septiembre de 2023 at 21:14

Pues si te equivocas ya seríamos dos, comparto tu para mí,, muy acertada opinión Juan.👍
Hay que ir con dignidad aunque una buena parte del pueblo carezca de ella, con sensatez, entiendo que muchos digan eso de que son todos iguales, dan la sensación… o lo dejan claro?, qué lo que les importa son los sillones? Por qué al parecer tanto a PP vox PSOE y sumar todo vale.
Es la lacra que sufre el pueblo sin formación política tras 40 años de dictadura y 40 de falsa transicion y está seudodemocracia, yo ya no voy a conocer una verdadera democracia en España pero al menos espero no conocer una repetición de su historia con Abascal de caudillo, o algo peor como apuntan los vientos de telefónica.

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Carmen 8 de septiembre de 2023 at 21:17

La lectura de tu artículo,Juan, me tranquiliza. Claro, directo y sobre todo Valinte. La izquierda ni comprendió el conflicto en sus momentos críticos y parece que tampoco la solución del mismo. Ceder a todo lo que demanda ese sinvergüenza, es darle el triunfo en bandeja a la derecha.

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Angelb 8 de septiembre de 2023 at 21:57

Es una opinión, pero está huérfana de soluciones

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Alfonso 8 de septiembre de 2023 at 22:02

Que PSOE, el que nos metió con un calzador en la OTAN, el que puso a su hermano al frente de la guardia civil, el que se mancho las manos con cal, el que hizo amnistia y condecoró a terroristas, a los que han renegado de un referendun para ver que quieren los españoles, los que no han tenido tiempo de derogar la ley mordaza, la que sigue protegiendo a la iglesia, al que bajo ningun pretexto wuieren JUSTICIA NI DEMOCRACIA. PROFESOR, el HEMICIRCO deberia estar imputado y condenado, unos por terroristas de estado, el resto por complice.

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Iluso 8 de septiembre de 2023 at 22:15

Lo malo de todo esto, es que además de depender de fracciones de derechas periféricas que nada tienen que ver con un proyecto progresista, se le da argumentos a la derecha mesetaria en su apuesta por una España, no unitaria, sino uniformadora. Para poder gobernar no vale todo ni se puede ser rehén de nadie. La izquierda no tiene nada que ganar y sí mucho que perder en estas batallas nacionalistas de las grandes burguesías.

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Eduardo Villanueva 8 de septiembre de 2023 at 22:33

Estoy deacuerdo señor Torres, pero nadie está violando las reglas democráticas solo por querer tachar una moralidad independentista de derecha, eso es mejor que la ausencia de la libertad de intentarlo, aunque sea minoritaria la catalana. Además no hay persecución política ni violencia. En cambio, este panorama si sucediera en Latinoamérica ya habría encarcelados y asesinatos y turbas violentas. Lo que sucede en España no es tan malo como parece. Mis respetos y saludos a todos.

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Alberto Fernandez Fernandez 8 de septiembre de 2023 at 23:09

La verdad profesor es que no he leído en ninguna parte que La Amnistía sea un bálsamo de fierabrás para resolver el problema catalán. El problema catalán es histórico, algunos fijan su origen en el “Gran Memorial” del conde duque de Olivares por el que se “castellanizaba” todo el territorio español y que nos costó perder Portugal. No obstante, creó una cultura imperialista. Una especie de imperio castellano frente a los territorios autónomos a los que se les despojaba de sus leyes y de su administración. Esa cultura imperial, es la que lleva a Ortega a proponer la solución de la “conllevanza”, oliéndose la tostada en la península,, después del desastre del 98.
Para mi, la Amnistía, o algo similar, trataría de resolver la sucesión de enormes errores cometidos por parte de las Administraciones Central y Autonómica. Le recuerdo que el Estatuto de Cataluña, aprobado en el Parlamento catalán y en el Parlamento español fue objeto de una campaña dirigida por el PP que alentó en el pueblo su imperialismo castellano: Hubo peticiones de firmas contra el Estatuto- hasta 4 M consiguieron. Se promocionó un boicot a los productos catalanes. La presidenta de la Comunidad de Madrid gritaba: “ENDESA antes alemana que catalana”. Los recursos del PP ante el tribunal constitucional ganaron y se tumbó el Estatuto. ¿Cómo nos sentiríamos si fuésemos catalanes?. Es cierto que optaron por una vía equivocada, no sin intentar antes un acercamiento, que Rajoy no atendió.
En cuanto a Puigdemont prófugo. No lo considera así el catedrático de derecho constitucional de su Universidad, Javier Perez Royo. Si quiere leer sus argumentos busque en Google el artículo “Ni exiliado ni prófugo”. En cuanto al calificativo de cobarde. No creo que Vd. considere cobardes a Negrin, a Azaña, a Carrillo, a Ibarruri, a Vicente Rojo… y tantos que huyeron de España para no enfrentarse a los tribunales de los vencedores. La mayoría del pueblo no pudo huir y algunos fueron fusilados, pero no por ello, yo, les considero unos cobardes.
En cuanto a la repetición de elecciones, me da en la nariz, que las ganaría de calle EL NEOFRANQUISMO, no me gusta llamarlo extrema derecha. En España es neofranquismo. Si Sanchez ha podido resistir, es porque en Cataluña muchos independentistas alentaron la abstención. Consecuencia: subida grande de diputados del PSOE, SUMAR y PP y caída de JUNTS, EZQUERRA y CUP. Pero si en las próximas elecciones no abogan por la abstención. ¿Los diputados del PSOE y SUMAR perdidos en Cataluña y posiblemente en el Pais Vasco vendrán de Andalucia, Castilla, Extremadura?. Ahora La elección es NEOFRANQUIMO o CONTINUISMO. A veces los principios son una puta mierda como dice el Conde de Albrigh, en el Abuelo de Galdos llevada al cine por Garci.

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Jorge 8 de septiembre de 2023 at 23:09

Ojalá profesor, precisamente por declararse de izquierdas, expresase esa misma beligerancia con el feminismo supremacista y excluyente al que rinde pleitesía asumiendo que es igualdad aquello que no es más que discriminación hembrista y un nuevo puritanismo religioso, pues será eso y no otra cosa lo que acabe haciendo zozobrar a la izquierda. Respecto a la amnistía será más bien el cómo, más que el hecho en sí, lo que debería hacernos decantar a favor o en contra. Sí se hace bien es una oportunidad inmejorable para desmantelar un proces ya en declive que la torpeza del gobierno del PP elevó a los altares propiciando una victimización con la que muchos se identificaron. Todo dependerá de las contrapartidas que se exijan a cambio de una decisión política por la que el gobierno asume un alto coste, coste que también deberá ser asumido recíprocamente por la otra parte.

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Julio 9 de septiembre de 2023 at 07:15

Me satura el tema.

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Juan Muñoz 9 de septiembre de 2023 at 08:37

Soy partidario de la amnistía para los independentistas catalanes porque su delito no es mayor que el de un PSOE con sus gal y cal viva, y los dirigentes del PSOE que hoy aparecen indignados en las televisiones por esa posible amnistía son los responsables de aquel terrorismo de estado, o hermano del primer caso de corrupción tras la muerte del dictador que fue el caso Guerra.
Otro tema es acceder al chantaje permanente que catalanes y vascos someten al gobierno central desde 1987. Ese chantaje al que han sometido a TODOS los gobiernos, les ha servido para montar unas infraestructuras en Cataluña y Pais Vasco, con los impuestos de Todos los españoles, que están a años luz de las que hay en Andalucia o Extremadura. Éste es el gran problema, el dinero, que siempre lo han tenido muy claro los gobiernos vascos y catalanes, barriendo para casa.

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José Gómez 9 de septiembre de 2023 at 09:56

Estimado Profesor, gran articulo y comentarios ejemplares y fenomenales.
Yo comenté el tema en otro sitio pero como viene muy a cuento lo repetiré aqui. Ruego disculpas a los que ya lo hayan leído:

La amnistía es para muchos lo ideal, lo razonable y la mejor forma de comenzar una nueva etapa, pero me da la impresión de que no hay suficiente quórum ciudadano para defenderlo y la gresca provocaría una legislatura infernal e improductiva, un calvario posiblemente corto y accidentado. No debemos olvidar que la derecha además de los medios, la judicatura, los poderes coercitivos, los poderes económicos y las iglesias tiene mas Comunidades, mas senadores y más diputados y que aunque los nacionalistas periféricos hayan apoyado la investidura de P. López, votarán contra las propuestas del bloque progresista en la mayoría de temas fiscales y económicos. Con las cartas y la mala hostia que se gasta la carcundia es muy posible que fuera el suicidio a futuro de la izquierda tras un corto éxito.

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Francisco 9 de septiembre de 2023 at 14:21

Creo que habría que ir a la raíz del problema. La dinastía borbónica nace con la derrota de media España en la guerra de sucesión en 1714.
El rey entrante Felipe V, nieto de Luis XIV, el rey Sol. de Francia. entró en España como un caballo en una cacharrería castigando a los que se le habían opuesto y premiando a sus seguidores. Cataluña, austracista y opuesta a él, fue severamente castigada al revocar sus fueros instaurando el Decreto de Nueva Planta por la que perdían sus derechos ancestrales. Cataluña fue ocupada militarmente por el ejército español residente en la Ciudadela. (recuerden la canción infantil que yo oía cantar de niño: » Quisiera ser tan alto como la luna : ay, ay como la luna, para ver los soldados de Cataluña, de Cataluña. De Cataluña vengo de servir al rey, ¡ay, ay de servir al rey,,,,» Ir destinado a Cataluña equivalía a ser destinado a Marruecos en los siglos XIX y XX.
Encerrados en su Ciudadela en plena ebullición hormonal, se cuenta que los días de permiso no dejaban una catalana virgen. Esto ha sucedido hasta hace poco y en la memoria colectiva de los catalane se considera a los españoles como opresores. Lo contaba muy bien Ernest Lluch, ministro se sanidad con Felipe González, asesinado por ETA: «Las Españas vencidas del siglo XVIII» Recordemos que España no existía como tal, Existían Las Españas-
No se puede acabar con el hambre en el mundo con limosnitas. Hay que hacer una reforma radical. De la misma forma habría que escuchar a los catalanes que se sienten humillados por el centralismo borbónico originario. Es un «pecado original» que necesita tiempo y generosidad para solucionarlo. «Paz, Piedad y Perdón» pidió Azaña. Algunos todavía están esperando. Se necesita tiempo y conocimiento por las partes mediante una buena pedagogía. Yo ya no lo veré

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Antonio Aragüés Giménez 9 de septiembre de 2023 at 16:08

Profesor, hace años que le sigo y nunca me ha decepcionado…hasta hoy. Creo sinceramente que el tema de de Catalunya le supera. Jamás le he leído tanta vehemencia -en momentos roza la histeria- y emplear calificativos insultantes. Más allá de la discrepancia, que debe ser enriquecedora, el tono que emplea parece, por momentos, tabernario. Le recomiendo la lectura del texto acerca del tema de profesor Ignacio Sánchez-Cuenca en El Pais y titilado «Plurinacionalidad? Así somos.» Creo que será de su interés. saludos cordiales.

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Antonio Aragüés Giménez 9 de septiembre de 2023 at 17:51

¿De verdad que es merecedor mi comentario de su censura?

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Isabel 9 de septiembre de 2023 at 20:06

Sr Torres Lopez, no se lo que pensó o dijo cuando se amnistió a un grupo terrorista llamado GAL que había torturado y asesinado a todo aquel que se le puso por delante. Ellos eran auténticos terroristas de estado. Su jefe y fundador, el señor X, no fue juzgado en ningún momento y sigue sin serlo. En señor Puigdemont solo propicio practicar la democracia. Su delito fue alentar a meter un voto en una urna. A cambio, todos los que participamos, fuimos apalizados y perseguidos de una forma tan cruel como lo había hecho durante 40 años el partido único del franquismo. Usted no ofrece ninguna solución y me decepciona, lo siento pero me recuerda al “oe oe a por ellos” que gritaron miles de nacionalistas españolistas excluyentes. Tengo la impresión de que no es consciente de que él único nacionalismo excluyente es el españolismo y yo nunca me he sentido, ni me siento, española. Mi padre, dos condenas de muerte por defender un régimen legalmente establecido, me educó para sentirme ciudadana del mundo, hasta que la derecha más casposa me convirtió en catalanista de pro. Los catalanes somos una nación y si 4O años de dictadura y otros 40, de momento, de catalanofobia no nos han cambiado, no lo va a hacer su opinión ni la de miles como usted. Realmente decepcionada.
hasta que la derecha más casposa

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Josep Maria 9 de septiembre de 2023 at 20:27

Esta vez se ha dejado llevar por su españolismo rancio. Hay unos 4.000 represariados, muchos perseguidos por una policía protegida por una ley mordaza que les permite toda clase de abusos. Profesor, ¿en qué mundo vive usted? ¿Se cree de izquierdas? La aministía es necesaria però no suficiente para progresar en la linea de un estado plurinacional, una república confederal i de izquierdas.

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Joaquín Ramón López Bravo 9 de septiembre de 2023 at 20:43

Muchas gracias por su análisis profesor. Quiénes en los comentarios afirman que no justifica usted sus comentarios o no han leído bien o simplemente leen con el cristal de su color. Parto de la base que ningún nacionalismo, ni siquiera el español, me parece justificable. Religión y patria han sido las s dos motores principales de las guerras y las matanzas de la humanidad. Por eso soy de izquierdas, porque creo en el internacionalismo por muy trasnochado que esté el concepto. Ningún ser humano tiene derecho a perseguir o despreciar a otro por su nacionalidad (ni por su sexo, su creencia, su patrimonio…). No sé si la amnistía es la solución al desencuentro con Cataluña. Me temo que no ya que la pulsión nacionalista de quienes la piden con más fuerza (un partido de derechas) tiene muchísimo peso en su ideario. No sirve tener un gobierno: hay que ejercerlo. Y si para ello debo contar con un partido cuya ideología económica y social está muy alejada de la de la mayoría del gobierno me parece muy difícil entenderse para gobernar. Que supone dictar leyes con un contenido social, presupuestos generales adecuados, políticas que pongan en práctica esos presupuestos y leyes (lo que por cierto ha hecho sólo tímidamente y a trompicones el gobierno de coalición que ha dejado vigente la ley mordaza o ha vendido a los saharauis por poner dos ejemplos) y que realmente cambie la firma de vida al menos en el país que gobierna y trate de exportarlo a la UE. El nacionalismo es excluyente porque sólo reconoce «a los suyos». No se puede olvidar cómo se afronta la inmigración o los requisitos a cumplir en cada país para obtener su nacionalidad. No hay nacionalismos buenos. Ni el español, ni el francés, ni el corso, ni el catalán, ni el euskaldun, ni el estadounidense. Todos se afirman en un accidente: haber nacido dentro de unas fronteras o en algún caso de una familia nacional del país oportuno. Pero deshacer la pátina de progresía que los nacionalismos reprimidos por Franco que adquirieron en la transición porque lucharon contra esa represión es una tarea imposible.

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Victor 10 de septiembre de 2023 at 07:02

No cediendo al chantaje impresentable de Junts, Sánchez saldria reforzado en otros comicios y con un poco de suerte Puigdemont pasaria a ser irrelevante y de paso bajarle la tonteria de que hace gala.

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Juan José Sánchez Tirado 10 de septiembre de 2023 at 10:04

Nunca hago comentarios porque me parece que aportarían poco a la discusión. Sin embargo en este caso voy a hacer una excepción para manifestarle mi apoyo. En España parece que estamos ante una caza de brujas constante contra todo aquel que no piense como nosotros. La inquisición desapareció pero sigue existiendo otra que aunque no quema y mata físicamente, pretende mantener viva la hoguera virtual marginando o demonizando a quien se exprese libremente. No hay respeto a las opiniones ajenas. Se podrá o no estar de acuerdo pero esperamos como hienas a que aparezca cualquier hecho o escrito que genere controversia para lanzarnos como carroñeros a ver quién hace el ataque más furibundo. Nunca ha habido tanto dogmatismo, de todos los colores y tendencias, y tampoco respeto y tolerancia. Enhorabuena profesor Torres por sus escritos. No comparto todos pero los respeto. Si coincidiéramos todos al cien por cien, seríamos clones.

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Juan José Sánchez Tirado 10 de septiembre de 2023 at 10:08

Perdón, quería hacer una matización: En la antepenúltima línea, la palabra tampoco, en realidad son dos palabras «tan poco».

Disculpas.

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Alberto Fernandez Fernandez 10 de septiembre de 2023 at 10:32

Yo creo profesor, que lo que menos le importa a los que nos tratan de convencer de que la amnistía es un pecado capital, es la amnistía. Dicen que no tiene encaje constitucional y resulta que entre los juristas acreditados hay división de opiniones como en los toros. Evidentemente su objetivo es otro. Leyendo la prensa digital del domingo, me quedo con este extracto publicado por Jordi Barbeta en elnacional.cat: «la ofensiva de esos poderes fácticos que no tienen otro objetivo que mantener inalterable su monopolio. Y lo que amenaza su monopolio no es la amnistía de los catalanes represaliados, sino otros cuatro años de mayoría parlamentaria integrada por partidos que no forman parte del lobby del 78 y que podrían estar dispuestos a forzar cambios en las instituciones del Estado o, dicho de otra forma, una redistribución del negocio del Estado.». Le aconsejo su lectura completa.

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MARTIN CARPENA PALAO 10 de septiembre de 2023 at 11:52

Como siempre leo con interés tus opiniones. Es verdad que la situación es complicada, pero la alternativa de PP+Extrema derecha, eso no es que sea complicado es que es desolador y muy peligroso, y a las pruebas me remito con lo que están haciendo en CCAA y Ayuntamientos, creo que no es necesario enumerar las decisiones. Aquí en la Comunitat Valenciana, la «primera » medida ha sido bajarles los impuestos a los ricos esto supone unos menos ingresos por ese concepto de unos 300 millones de euros, vamos lo que están haciendo en otras CCAA.
A mi el subsodicho el del flequillo no es santo de mi devoción, pero si que estoy por la continuidad de un Gobierno PSOE y SUMAR, con los apoyos del resto, y todo lo que se tenga que hacer en el marco legal. La situación de crispación que tenemos ahora viene dada por la actitud de la derecha y extrema, en toda esta legislatura, incluido la pandemia, sin embargo tanto en Euskadi como Cataluña la crispación ha bajado de la mano de este gobierno. Por lo tanto se hace necesario la continuidad del Gobierno para no perder los derechos, e insisto es muy complicado por la actitud de determinado grupo nacionalista catalán. Y las soluciones siempre vendrán del DIALOGO.

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Gustavo 11 de septiembre de 2023 at 00:09

Circunspicción única. Una persona, un voto que valga lo mismo, en todo el Estado. Una medida difícilmente tachable de anti-democrática, con la cual el partido de la rata cobarde, el exiliado en Waterloo, no tendría fuerza para estar chantajeando a toda España. Eso es lo que hace, un chantaje. Yolanda Diaz no se si actúa así desde el cariño, desde el no cariño, o desde un cariño mal expresado. Aunque seguramente lo hace desde la estupidez.

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José Salvador Dart 11 de septiembre de 2023 at 02:47

Coincido con usted, quiero resaltar el riesgo qué es para la democracia y la alternancia en el poder, el coste a pagar sería enorme, (aunque ya tenemos encima la sombra de la dictadura ), la derecha y los poderes fácticos reaccionarian cuando llegasen al poder con una democracia de palabra., amaño de votos, no alternancia en el poder ,tamayazos etc.

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Un lector 11 de septiembre de 2023 at 08:21

Buenos días:

A Ud. no le atraen los nacionalismos periféricos, pero no le desagrada el nacionalismo español. Curiosa paradoja. Pues si existen los primeros es porque existe el segundo. España puede seguir siendo España sin nacionalismos: ni periféricos ni estatales. Para las vacaciones de Navidad, le recomiendo libros de Historia de España anteriores a la llegada del liberalismo y el poder de la burguesía. Con problemas, igual que ahora, pero España existía.

Atentamente,

Responder
Juan Torres López 11 de septiembre de 2023 at 08:29

Parece mentira que hable sin saber. Llevo toda mi vida luchando contra el nacionalismo español con mucho más ímpetu que contra cualquier otro. Y tengo mucho cuidado: no hago crítica al nacionalismo periférico que no vaya con mención añadida del español. Lea

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José González 11 de septiembre de 2023 at 10:10

No se puede amnistiar sin más, sin renuncias a volver a imponernos nada, a los que declararon la independencia saltándose todas las leyes habidas y por haber. No se trata de si aceptamos la división, si algún día consta como legalmente posible, que voten. Si algún día partimos a trozos este país, que lo hagan. Pero mientras la ley lo impida, nada de perdones sin arrepentimiento alguno.

Responder
UN LECTOR 11 de septiembre de 2023 at 22:52

Buenas noches:

Manifestar “frente al de las periferias del privilegio” es “criticar” en romance paladino. Si Ud. no fuera nacionalista no hubiera escrito este artículo, porque el cuerpo no se lo hubiera pedido. A mí no me lo pide: un Estado liberal fallido no requiere de estas atenciones. Le leo y he leído, sí, por motivos profesionales de manera abundante para entender, para discernir, cuando España se convirtió en esa triste ficción de las “dos Españas” irreconciliables.

No soy nacionalista, porque esa España “plurinacinal” que reivindica Ud. es un producto programático del liberalismo económico; esto es, es un punto de partida para graciosas concesiones de la burguesía central a la periférica pero siempre condicionado y supeditado a la base nacional, pero no para mejorar la vida de los españoles, para mejorar las cuentas corrientes de quienes nos engatusan con el “nacionalismo”. No, no soy nacionalista, porque reivindico una España como punto de llegada, no de partida, de llegada; esto es, que la riqueza humana y cultural vea a España como una unión deseable y no, repito, como punto de partida condicionado. Lo uno con lo otro no tiene nada que ver. Y sí, para verlo hay que leer mucho y a muchos autores de diferentes tendencias ideológicas.

Dejar atrás el colonialismo cultural del liberalismo francés que arribó aquí, cuesta. Y no se limite a la Revolución Francesa, puede retrotraerse hasta las consecuencias de las guerras napoleónicas.Es muy muy interesante.

Atentemente,

Responder
Juan Torres López 11 de septiembre de 2023 at 23:12

Es impresionante yo digo que no soy nacionalista, que lo rechazo y usted se empeña en decir que sí lo soy.

Responder
José Luis 12 de septiembre de 2023 at 21:10

Sr. Torres,, Vd. no es nacionalista y yo no soy vegetariano pero ¿qué tienen que ver ambas adjetivaciones con el problema político que Pedro Sánchez tiene que resolver para llegar al Gobierno de la NACION?

Responder
Marc 13 de septiembre de 2023 at 09:57

Vamos, que antes facha que rota. No nos engañemos: repetición electoral significa Ayuso presidenta. Señor Torres, a los que necesitamos al estado de nuestro lado, esta perspectiva nos horroriza. Amnistía y lo que haga falta. Como con Vera y Barrionuevo y como con los miles de defraudadores de Hacienda.
Salud

Responder
Enric Pastor Roig 14 de septiembre de 2023 at 11:02

Està claro que para alguien «no perifèrico», le resulta imposible saber que «habla en prosa, sin saberlo». No por decir que uno no es nacionalista, no lo es.

Responder
Juan Torres López 14 de septiembre de 2023 at 17:56

Yo le agradecería muchísimo que me diga cuál de mis ideas es la que expresa que soy nacionalista

Responder
Enric Pastor Roig 14 de septiembre de 2023 at 11:06

Està claro que a los «no perifèricos» les resulta muy difícil (¿Imposible?) «hablar en prosa, sin saberlo». No por decir que uno NO ES nacionalista, no lo és, aunque se diga con convicción.

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Gustavo 18 de septiembre de 2023 at 15:03

El catalanismo no distingue entre «patria» y «nación» y además se configuró como nacionalismo étnico. Por eso expresar «viva España» lo interpretan como nacionalismo

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ALFONSO PUIG BAS 20 de septiembre de 2023 at 18:41

Por fin algún artículo que deja entrever un análisis de clase del «problema catalán», que no lo es más que de su oligarquía, que trata de ampliar su carácter dominante, tratando de imponer sus propias leyes, ahora saltándose la legalidad democrática estatal (¿nadie vio cómo era su proyecto de «desconexión» para la DUI, en el que se sometía su poder judicial al ejecutivo?) Si ya dijo K. Marx muchos años antes: «el nacionalismo es un invento de la burguesía para dividir a la clase obrera». Muy bien, profesor Torres.

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Juan J 21 de septiembre de 2023 at 11:59

Lamento decirlo pero en esta ocasión hierra con su opinión sobre una aministía para los condenados por el proceso, Y ello sencillamente porque esta no es sino la consecuencia obligada para un problema político, corrompido y generado a partir de la intromisión en el mismo de la a su vez corrompida judicatura española. Que usa a su antojo a determinados comisarios políticos, mal llamados jueces, sobre los que ya se ha preocupado de instalar previamente a dedo en sus tronos.

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