El pasado 23 de mayo el REAL DECRETO 885/2008, concedía la Gran Cruz de Carlos III a Su Alteza Real el Jeque Mohamed Bin Rashid Al Maktoum», Primer ministro y vice presidente de los Emiratos Árabes Unidos y emir de Dubai.
Este señor, por llamarlo de alguna manera, es un verdadero perla que en septiembre de 2003 fue acusado junto a su hermano ante un tribunal de los EEUU por su presunta relación con el secuestro de unos 30.000 niños a lo largo de las últimas tres décadas. Estos niños habrían sido obligados a trabajar como cuidadores y jockeys en las carreras de camellos, un deporte muy popular en los emiratos. El litigio ha sido impulsado por los padres de seis de estos niños, basándose en las leyes internacionales contra el trabajo infantil, según se puede leer en Wikipedia.
Ese mismo año, la asociación Human Rights Watch acusó a los Emiratos de edificar su prosperidad sobre el «trabajo forzado».
El periódico británico Independent ha señalado recientemente en un reportaje sobre Dubai que «en cuanto llegan a los Emiratos Árabes Unidos, los trabajadores asiáticos se ven forzados a contratarse durante años en un sistema que en la práctica es de esclavitud. Los derechos se esfuman en el aeropuerto en el instante en que los sicarios de sus empleadores les confiscan sus pasaportes y visas para tenerlos controlados».
Siento vergüenza de un gobierno que honra a estos criminales.