El diario del Vaticano L’Osservatore Romano se suma a la campaña «de los mercados» para poner de relieve la fragilidad de la economía española. No le preocupa la de la italiana, tanto o mayor que la nuestra, por ejemplo, sino la que llama «epidemia española». Pone también en duda la capacidad del gobierno español («Los analistas concuerdan en que el batacazo de la Bola sea la señal de la creciente desconfianza en la capacidad del ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en poner en orden las finanzas») como si España fuera el único país que ha tenido o tiene dificultades como consecuencia de la crisis que han creado los bancos especuladores (entre los que se encuentra, por cierto, el del Vaticano, un auténtico nido de dinero negro, corrupto y criminal que convierte a la Ciudad del Vaticano en otro auténtico y asqueroso paraíso fiscal). Aprovecha el diario de los jerarcas católicos para decir que una gran mayoría de españoles, y también portugueses, no confían en sus respectivos gobiernos y vaticina que «el riesgo de entrar en una espiral crítica» en España, «ex primera de la clase en la zona euro», «es más que serio».
Quienes hayan leído mi anterior artículo (Responder a la extorsión) saben lo que pienso de este tipo de declaraciones. Y ahora, ante lo escrito en el diario de los prelados vaticanos, lo único que puedo decir es que, una vez más, la jerarquía católica hace piña con los ricos y con el poder económico y financiero. Son la misma cosa.