Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Holanda (también) al borde del abismo

Publicado en Eldiario.es el 8 de marzo de 2017

A primera vista, los datos macroeconómicos de Holanda son bastante positivos tras unos cuantos años de políticas de austeridad: el paro es del 5,4%, el déficit público del 1%, la deuda pública representa el 63% del PIB y la cuenta exterior registra casi un 10% de superávit. Aparentemente, todo un éxito.

Pero detrás de ellos hay un panorama muy negro que ha producido cambios políticos y auténticos demonios que están a punto de salir plenamente a la luz en las elecciones generales del próximo 15 de marzo. Así lo advierte el profesor de economía e investigador holandés Servaas Storm, en un artículo en el que se pregunta si Holanda será la próxima pieza del dominó europeo que caerá (Will the Netherlands be the next domino to fall?).

Storm señala que, detrás de esos grandes números, hay otros que reflejan lo que de verdad va a marcar el futuro de ese país. Según ha señalado el propio banco central holandés, si a la tasa de paro oficial se le suman los trabajadores desanimados que ya no buscan trabajo y los que trabajan a tiempo parcial contra su voluntad, porque quisieran trabajar más horas, el paro sería tres veces mayor que el oficial, el 16%. E indica Storm que el porcentaje de empleos seguros ha caído del 56,8% en 2008 al 30,5% en 2015 y que el empleo temporal ya supera el 20% del total.

¿Qué ha pasado en Holanda en realidad?

En ese país gobierna una especie de gran coalición entre el centro derecha y la antigua socialdemocracia que viene aplicando las políticas de austeridad europeas. Dejándose llevar por la locomotora alemana y gracias a la política monetaria del Banco Central Europeo, la economía alemana ha salido adelante con un notable superávit. La austeridad ha aumentado el beneficio de las grandes empresas y la actividad económica pero a costa de deteriorar el mercado y las condiciones laborales, como acabo de señalar, y de reducir enormemente el gasto social en educación, salud, viviendas sociales, I+D, atención a personas mayores e infancia, protección ambiental…. La consecuencia, en paralelo con el aumento del beneficio empresarial, ha sido la caída en el ingreso de las clases medias y bajas, la pérdida de derechos y prestaciones sociales, un gran descontento ciudadano que incluso se manifiesta en el gran incremento de las enfermedades mentales y en consumo de antidepresivos,  e incluso en el riesgo de que la economía se deteriore pronto por la debilidad del mercado interno. Tanto es así, que hasta el banco central holandés está reclamando que suban los salarios (como dice, Storm, debe ser el único banco central en el mundo que pide eso hoy día).

En las encuestas que se vienen realizando la izquierda más alternativa (el Partido Socialista y el Partido Verde) sube un poco (especialmente el segundo) pero no lo suficiente, mientras que el centro-izquierda se derrumba por el hundimiento de la socialdemocracia después de haberse convertido en ejecutora de las políticas de recortes que han generado el gran descontento de las clases medias y trabajadoras. Solo la extrema derecha avanza y será el neofascista Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV), quien con toda probabilidad va a ganar las próximas elecciones.

Así lo vaticina Servaas Storm, aunque éste cree que será prácticamente imposible que pueda gobernar y que, por tanto, lo más seguro es que se produzca una situación que cueste mucho tiempo resolver (quizá como ocurrió en España). Pero al final, dice Storm, la coalición hasta ahora gobernante seguirá siendo el pivote de la política holandesa y se seguirá aplicando nuevas medidas de austeridad que irán aumentando el descontento y el apoyo de cada vez más población a la extrema derecha. Y lo que es más relevante: las ideas xenófobas de Wilders, sus propuestas no solo contra el euro sino contra Bruselas y el Banco Central Europeo, es decir, contra la propia Unión Europea, a medio plazo se irán extendiendo y acomodándose en la agenda holandesa y europea y, de manera inmediata, su victoria dará alas a los partidos neofascistas que defienden lo mismo en Francia e Italia.

Las políticas de austeridad ya trajeron el nazismo y las calamidades que vinieron tras él a la Europa de los años treinta del siglo pasado. Y ahora la codicia de las oligarquías europeas, la incompetencia y la ceguera ideológica de nuestros gobernantes y, lo que es peor, su complicidad con los grandes grupos de poder, nos están poniendo, a todos y no solo a Holanda, al borde del mismo abismo.

Las izquierdas, mientras tanto, se miran el ombligo y discuten entre ellas si se trata de galgos o podencos.

13 comentarios

copitodenieve 11 de marzo de 2017 at 00:37

Otro ‘trofeo’ de la socialdemocracia europea en cuyo blasón reza el lema de sostenerla y no enmendarla.

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José Luis Pérez ALVAREZ 11 de marzo de 2017 at 10:14

Hemos de seguir luchando contra la desesperanza. El cambio vendrá desde el empoderamiento de la ciudadanía o no vendrá. Ese es el dilema de nuestra actual sociedad y nuestra responsabilidad ante las futuras generaciones.
Gracias Juan por seguir abriéndonos los ojos.
Un abrazo.

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Antonio 11 de marzo de 2017 at 10:49

¿Por qué U.S.A. ha tenido estados y ciudades abocadas a la bancarrota (Detroit-Michigan 2013) que, en este caso, aplicando “La ley de quiebras», no solo han conseguido volver a empezar y partir de cero, siendo eficazmente rescatadas solidariamente por el resto de sus socios de comunidad, y recuperarlas en tiempo récord con nuevas inversiones e infraestructuras, mientras que la U.E. tiembla por otro estado que se hunde?… Venga, a buscar culpables y «distintas velocidades»… Penoso.
¿Por qué Alemania quiso arrancarle la hegemonía al dolar, apropiándose del Euro, una moneda pensada única y exclusivamente de forma egoísta y torticera, para que la economía y sus consecuencias sea igual de peligrosas para los ciudadanos de este planeta, como lo sería un arma de destrucción masiva?
Y lo más indigno ¿Por qué todo se hizo tan mal, y todos caímos en tamaña trampa?…
Somos los mejores…
¡Bravo Europa! «Una, Grande y Libre»…
Saludos.

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doorstep 11 de marzo de 2017 at 12:18

«Déficit público del 1%, deuda pública el 63% del PIB.»
Que bem comportados são os holandeses! Que espirito de sacrificio, que coragem! El estado no debe, pero…
E a dívida privada holandesa, Professor? 270% do PIB?!!!!!!!!
A nossa (portuguesa) são 275%. E a espanhola são 216%.
Saludos cordiales!

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Bruno Renaud 11 de marzo de 2017 at 15:24

Gracias, Juan, por facilitarnos – aun desde Latino-américa – la comprensión de fenómenos económicos y políticos frecuentemente desconocidos… Bruno Renaud

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Alfonso 11 de marzo de 2017 at 23:21

Estamos gobernados por enfermos mentales, y dirigidos por una banda criminal organizada, hasta que no tomemos conciencia de que o nos salvamos todos juntos, o nos hundiremos
todos juntos

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JANO 12 de marzo de 2017 at 12:28

Más para mal que para bien, las decisiones políticas alemanas siempre han acabado hundiendo a Europa en su conjunto. Pero no solo ellos: los franceses tampoco es que ayuden mucho en la buena dirección…¿y qué decir de los británicos?…siempre puestos «de perfil»….siempre «fuera» pero siempre «dentro»…caballos de troya de USA en Europa….
Creo que todo va a depender de Francia y Alemania. Si sus clases dirigentes (políticas, económicas y sociales) son capaces se pararse a reflexionar seriamente y -verdaderamente- actúan como ESTADISTAS (es decir: PENSANDO EN LAS PRÓXIMAS GENERACIONES en lugar de en las próximas elecciones); aún hay una oportunidad. El eje franco-alemán, tendría que -necesariamente- integrar a España y a Italia. El resto de paises pequeños (Holanda, Portugal, Luxemburgo, Bélgica) creo que tenderían a integrarse en ese núcleo duro franco-alemán. El resto, la periferia (Grecia, Dinamarca, Noruega, Suecia) también acabarían entrando, porque no nos podemos permitir el lujo de dejar fuera; especialmente Grecia, por la posición geoestratégica que ocupa….¿álguien se imagina de sola y desamparada recibiera ayuda de -por ejemplo- China? Con los países del este, más vale no contar. Polonia y Hungría están perdidos para la unión.
PERO PARA QUE ESTO FUNCIONE SE REQUIERE UNA CONDICIÓN IMPRESCINDIBLE: La perteneia a la UE y al Euro, tiene que aportar a la vida de los ciudadanos del «nucleo duro» esperanza: trabajo digno, condiciones sociales, derechos y deberes claros y justos. Los ciudadanos deben palpar sin ningún género de dudas que ES BUENO ser de la UE y del Euro.
Si -por el contrario- lo que los ciudadanos sientan es que pertenecer a la UE y al Euro es una carga insoportable y que «mejor cada uno por su cuenta», el final será una nueva Edad Media. GARANTIZADO.

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José Luis Pineda Acosta. 12 de marzo de 2017 at 12:52

Gracias Juan, haría falta que éste artículo lo leyera mucha gente.
Nos llevan a la exclusión y esclavismo a pasos agigantados, pero los ciudadanos siguen narcotizados por los medios de comunicación, el Nacional catolicismo y el fútbol.
El 1% más rico permite que el 25% viva muy bien,pero el 75% está en precario o excluido.
Con las nuevas tecnologías y la robótica los % de excluido subirán.

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Sinclave 13 de marzo de 2017 at 11:41

Inmensamente agradecida y al mismo tiempo consternada , ante el panorama diabólico del temido efecto dominó que supondría​ el triunfo de la xenofobia, racismo y el fascismo avanzando y por extensión ,en Europa.
Un cordial saludo.

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Sinclave 13 de marzo de 2017 at 14:08

PD: Releyendo mi comentario , me doy cuenta de que he cometido el error de no dejar meridianamente claro, que el agradecimiento expresado hace referencia al profesor Juan Torres.
Dejo constancia para evitar las posibles​ confusiones que pueden dase , debido a la omisión de dicha aclaración.
Un saludo.

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Juvenal Padrón Fragoso 13 de marzo de 2017 at 18:32

Las perspectivas de un retroceso de la democracia en el mundo no es algo desatinado. Por el contrario, se han producido y se están producienco acontecimientos que son indicadores de esta probabilidad. Frente a los que piensan que todo está hecho y que aquí no se mueve nada hay que oponer la idea de la necesaria y estrecha colaboración de todos los partidos políticos progresistas. Le derecha no va a estar dispuesta a tomar iniciativas que puedan poner en peligro los intereses que defienden y la izquierda sigue perdiendo, no siempre, el tiempo en elucubraciones y discusiones bizantinas que no ponen de relieve lo que es verdaderamente prioritario. Hay que arrimar el hombro y avanzar en la consolidación de las alternativas más claramente orientadas a las transformaciones sociales, sin las cuales la democracia se verá abocada a una terrible derrota.

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Fernando 13 de marzo de 2017 at 20:35

Otro aspecto interesante que comentar sería sobre las Antillas holandesas como paraíso fiscal, con la permisividad del Estado holandés al permitir la creación de sociedades BV, que aun siendo legales se encuentran en casi todas las tramas de delitos fiscales y blanqueo de capitales que afectan a España.

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Antonio 15 de marzo de 2017 at 19:34

Muchas gracias por informarnos de temas que los ofendidos medios de comunicación convencionales no nos informan.
Y visto lo visto, ¿no será Alemania la que sobra en la comunidad?

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