Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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La izquierda se devora a sí misma. Ahora ¿qué?

Publicado en Público.es el 29 de mayo de 2023

Los resultados electorales del domingo pasado representan una derrota sin paliativos de las izquierdas que creo se pueden explicar por cuatro factores a tener muy en cuenta si se quiere que las generales recién convocadas de un vuelco y permitan renovar un gobierno progresista.

El primero de ellos es el acierto del PP.

Sus dirigentes se han limitado a asegurar la permanencia de su electorado tradicional y que el de Ciudadanos se fuera a su cesta de votos. Para ello, han centrado la campaña en un discurso muy elemental y conocido: Pedro Sánchez sólo ha buscado y busca mantenerse en el poder por cualquier medio, para ello se ha aliado con quienes desean destruir España y con los herederos de ETA en particular, y ha formado un gobierno dividido internamente que destruye España.

Gracias a ello, el Partido Popular ha obtenido 1,89 millones de votos municipales más que en 2019, es decir, no sólo los 1,69 millones que ha perdido Ciudadanos, sino otros 200.000 añadidos que habrá quitado a PSOE, o incluso a Vox, gracias a la radicalización de su discurso.

El segundo factor es que la estrategia del PSOE (centrar la campaña en Pedro Sánchez con relatos y propuestas de alcance nacional) no ha podido ser muy buena, pues ha obtenido 407.000 votos menos que en 2019.

Los dirigentes que han perdido alcaldías o que han recogido menos votos de los esperados coinciden en que eso explica su derrota. Pero no creo que eso sea achacable tan solo a la decisión de su líder.

El problema, a mi juicio, es que el PSOE está siendo en los últimos años un partido sin norte, sin proyecto y con una militancia y organización de base (su gran valor y la fuente de sus grandes éxitos electorales) desanimada, desmovilizada e incapaz de hacer política al lado de la gente.

El PSOE, como otros partidos de izquierdas, se ha convertido en una organización cesarista, en donde ya no hay apenas debate y en donde la estrategia se determina al margen de los órganos del Partido y, por supuesto, de la militancia. El partido socialista, como las izquierdas en general, lleva muchos años sin ser uña y carne de la gente de los barrios, sin vivir en el día a día sus problemas y sin construir de su mano la esperanza en un futuro diferente. Y eso se paga con paralización, lejanía y desafecto; y con menos votos.

Por añadidura, el PSOE sigue siendo lamentablemente incapaz de deshacerse de unos pocos oportunistas que suponen, sin embargo, un lastre insoportable para la inmensa mayoría comprometida y honesta de su militancia.

El tercer factor que a mi juicio explica los resultados electorales es la irresponsabilidad histórica de los dirigentes de las organizaciones a la izquierda del PSOE.

Es una irresponsabilidad la desunión con la que se ha acudido a estas elecciones municipales y autonómicas porque se sabía perfectamente que esa división iba a impedir que, en un número muy elevado de municipios y comunidades, la izquierda del PSOE fuese la tercera fuerza o que, directamente, se superase la barrera del 5% que la ley electoral establece para obtener concejalías.

Es una irresponsabilidad histórica porque la alternativa a los gobiernos de centro izquierda es una derecha que se radicaliza constantemente llevada de la mano de los grandes grupos financieros y empresariales que la financian y a quienes la democracia ya les viene grande porque sus negocios son cada día más incompatibles con la transparencia, la competencia, las preferencias ciudadanas y los derechos humanos.

Y lo más grave de esta irresponsabilidad es que no basta con acudir a las elecciones en las mismas candidaturas. Es necesario ir unidos que no es exactamente lo mismo. La experiencia ha mostrado hasta la saciedad que no basta con sumar siglas ni juntarse mientras unos ponen verdes a los otros. Y la realidad es que ni siquiera se han dado tregua en las elecciones.

¿A quién le gusta salir de copas o irse a cenar con una pareja que no para de discutir y se ataca constantemente? A nadie en su sano juicio, y eso mismo es lo que le pasa a la gente corriente cuando ve a las izquierdas dedicadas sin parar a criticarse y hacerse zancadillas, a pelearse y condenar a los demás sin descanso.

Cuesta decirlo, pero esa irresponsabilidad que ha implicado dejar en manos de la derecha cada día más extrema a cientos de municipios y casi todas las autonomías provocará el dolor de millones de personas, el sufrimiento y malestar de los españoles más desfavorecidos. No vale criticar tanto las maldades del capitalismo y luego actuar de modo que se facilite la llegada a los gobiernos de quien lo lleva a sus últimos extremos y con menos escrúpulos.

Finalmente, hay un factor, concomitante con los dos anteriores, que a mi juicio también explica la derrota de la izquierda y que es achacable (no estoy seguro de en qué proporción) a los socios que conforman el gobierno.

Como escribí hace tiempo, este último viene tomando medidas que protegen a la inmensa mayoría de los españoles y con las que estos manifiestan estar de acuerdo muy mayoritariamente en las encuestas. Sin embargo, los partidos que forman el gobierno no logran concitar suficiente apoyo electoral y más bien parece que actúan en contra de la mayoría de todos los españoles.

A mi juicio, la causa de esto es triple.

En primer lugar, el gobierno no ha gestionado bien la comunicación social para contrarrestar la desinformación y las mentiras constantes de los medios privados. Lo ha hecho mal porque en España se ha producido un caso posiblemente único en el mundo: en lugar de apostar por su democratización, el gobierno deja los medios públicos en manos de su oposición. Algo que se puede comprobar fácilmente viendo sus contenidos informativos y el tipo de opinión mayoritaria que difunden. Y, además, porque al mismo tiempo no crea ni despliega un sistema de mediación social (la organización y militancia de los partidos) alternativo al que sostienen los capitales privados. El resultado es que el relato dominante desvirtúa y falsea la información y hace que la población actúe verdaderamente a ciegas.

En segundo lugar, el gobierno se ha dejado llevar y no ha dejado de meterse continuamente en charcos y de hacer un ruido con asuntos de segundo orden, echando por alto sus logros más transversales, importantes y valiosos. Y, digámoslo claro de una vez, porque ha tenido una agenda legislativa al servicio de intereses o planteamientos periféricos y minoritarios claramente contrarios al sentir común de la mayoría de los españoles. Si este gobierno ha roto al movimiento feminista o está haciendo que se abran varios frentes en su seno, o que sus socios se den la espalda en asuntos fundamentales ¿cómo se puede esperar que se mantenga unida en torno a él la mayoría de la población? En particular, el gobierno ha dado giros para la gente incomprensibles (como ante Marruecos), ha elaborado leyes sobre principios para la mayoría social inasumibles, como la ley trans o el cambio de penas del Código Penal, o se ha empeñado en hacer creer que para garantizar la gobernabilidad de España hay que someterse a la voluntad de quienes afirman que esta «le importa un comino». O todo eso se explica bien, o se produce un roto electoral irresoluble.

En tercer lugar, yo creo que la gente corriente no puede entender que unos socios del gobierno digan cosas tan fuertes sobre los demás y sigan ocupando ministerios, que se muestren las desavenencias en público y no se sea capaz de arreglarlas en los despachos.

Cuando todo esto ocurre y, al mismo tiempo, se quiere que la situación nacional condicione el voto municipal o autonómico, es lógico que los resultados sean nefastos.

Ahora qué

La reacción del presidente del Gobierno no se ha hecho esperar, convocar inmediatamente elecciones.

La decisión es sorprendente por varias razones.

En primer lugar,  porque -aunque la decisión corresponde al Presidente del Gobierno- parece lógico que hubiera valorado los resultados y consultado la estrategia con su Ejecutiva. No es la mejor forma de desprenderse del cesarismo que tanto daño hace a la izquierda; más bien lo agudiza.

En segundo lugar, parece una falta de respeto a la normalidad institucional que se haga coincidir la constitución de ayuntamientos y parlamentos y gobiernos autonómicos con nuevas elecciones. En tercer lugar, produce un efecto de imprevisibles consecuencias en el funcionamiento de la presidencia europea. No es fácil entender que se haya dado lugar a que esta se desarrolle con un gobierno en funciones. Y, finalmente, porque la decisión de convocar elecciones cuando el adversario está más fuerte y pletórico parece políticamente incomprensible. Como también lo es que se renuncie a medio año de puesta en valor de lo realizado a lo largo de la anterior legislatura. A primera vista, la decisión del Presidente Sánchez parece que equivale a un sálvese quien pueda, a un salir corriendo de la quema sin apenas recoger los papeles. Y eso, si no lleva consigo la renuncia a volver a presentarse.

¿Podrán tener las elecciones del 23 de julio un resultado diferente a las de ayer domingo?

Quizá eso pueda ser posible pero, desde luego, no actuando de cualquier forma.

Obviamente no hay tiempo para hacer planteamiento de medio o largo plazo.

El Partido socialista tiene muchos años a su espalda, está curtido en mil batallas y si algo tiene su actual secretario general es determinación y coraje. No sería la primera batalla dada por perdida de antemano que termina ganando. En unas semanas veremos si su partido ha podido recomponerse instantáneamente, algo que sólo será posible si prevalecen la unidad y la movilización de su militancia.

A su izquierda las cosas son más difíciles que nunca. No hay tiempo sino para presentar candidaturas de unidad que no sean, otra vez, el resultado de un mero acuerdo desde arriba. La única posibilidad de que la izquierda del PSOE recupere electorado (a su vez, quizá la única de que haya un nuevo gobierno progresista) es que, liderada por Yolanda Díaz, actúe con inteligencia y generosidad y presente candidaturas unitarias, de amplio liderazgo social, que reflejen el compromiso, la inteligencia colectiva y la lucha por la defensa de los intereses de las mayorías sociales, atractivas, un espejo donde se refleje lo mejor de nuestra sociedad.

Y, por supuesto, que se haga una campaña en la que se dé prioridad a lo que une a las izquierdas, en la que se coopere y no se divida.

Es imprescindible tener presente, ahora más que nunca, que una estrategia política nunca puede llegar a ser mayoritaria si se centra en planteamientos, intereses o identidades periféricos. Si la izquierda quiere ser la columna vertebral de la transformación social debe basar su discurso en lo que afecta y preocupa a las mayorías, en el sentido común de la gente y en planteamiento transversales. Una cosa es reconocer y defender los derechos de las periferias y otra confundirse con ellos.

Las izquierdas no pueden renunciar a vertebrar a España ni avergonzarse de que ese ha de ser su principal objetivo. Deben ofrecer un proyecto de interés nacional, única forma de enfrentarse al nacionalismo español y a los periféricos que polarizan sin cesar la actividad política y degeneran la vida social.

 

19 comentarios

Eduardo Villanueva Herrera 1 de junio de 2023 at 06:01

Estupendo análisis, gracias Don Juan, si usted me lo permite mañana lo presento con mis amigos. Hasta pronto.

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Francisco 1 de junio de 2023 at 11:54

Nada que añadir. Habrá que enviar un ejemplar del refranero a los políticos. Lo sabe un niño de 10 años que juegue en equipo . «La unión hace la fuerza». no sería de recibo que fuese presidente del Gobierno de España un señor que no sabe inglés. No serviría para portero de un hotel,

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Jose Jimenez 1 de junio de 2023 at 13:58

Gracias por el análisis. Comparto en casi todo este texto. Salud y comunicación.

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Julio 1 de junio de 2023 at 14:15

Buen análisis.

Julio.

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Alfonso Casas 1 de junio de 2023 at 16:08

El análisis es certero, pero hay cuatro cuestiones que no ha tocado,
1º El ataque frontal de los miserables feudales del partido PSOE, no es que no piensen, lo que ocurre que no le han mantenido los privilegios, como los neoliberales.
2º El partido socialista, cuando se han jubilado los salvadores de España, ya no aparecen ni por la sede son los que de toda la vida se aprovecharon del partido y de las gentes,
3º La gente, si hay que decirlo el rebaño siguen sin ser educados políticamente, no saben discernir, ni tienen el mas mínimo sentido común, y por supuesto se creen todo lo que sale por la caja tonta, y el PSOE, en todos los años de gobierno no ha elevado las penas por mentir al pueblo, o calumniar a un partido o sus componentes elegidos en votación.
4º La disolución de la cámara ¿ha sido casual? o era para que no se investigara a las cloacas del ESTADO, o sea la BANDA CRIMINAL ORGANIZADA INTERNACIONAL PP-PSOE,

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José Luis Pineda Acosta 1 de junio de 2023 at 20:18

EL CRIMEN Y LA MAFIA ORGANIZADA MANEJAN LA EDUCACIÓN Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DESDE 1939.
La intencionalidad del PSOE de volver al bipartidismo,( R.78) cada día es más clara, cuentan con el monopolio de los medios de comunicación fascistas,incluidos los públicos. España no es Francia,allí arden las calles por retrasar dos años la edad de jubilación y aquí aunque maten a 7500 pensionistas los votan y sacan mayorías.
Saben que en Julio la abstención subirá mucho,pero prefieren que vuelva a ganar la mafia ,ellos los barones tienen sus sillones asegurados con salarios muy altos y muchos beneficios. Andalucía es su colonia,no será fácil concieciar al pueblo,pero debemos seguir en la lucha,creo que no tardará mucho en despertar pues todas las políticas de las derechas y PSOE siempre van en la mismas dirección:
HACER MÁS RICOS Y PODEROSOS A LOS QUE YA LO SON,Y LO CONSIGUEN MINTIENDO,ENGAÑANDO Y RECORTANDO TODOS LOS DERECHOS A LOS MÁS VULNERABLES.
🇺🇿🇺🇿🇺🇿

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Tito 3 de junio de 2023 at 13:45

Un poco de humor para los que tienen poco instinto tribal ( de partido-tribu )

https://www.youtube.com/watch?v=VgfjugpKh6Y

Saludos

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luis 3 de junio de 2023 at 15:36

Cuando una opción cede a su contrincante los medios de formación, informaciçon y propaganda es que no hay verdadero contrincante. De lo cual se deduce a su vez o que no hay credo o que hay credos iguales. Acabo de leer un artículo sobre las ventajas del centro. Por supuesto: que no haya tésis ni antítesis, sino síntesis preestablecida. De lo cual se deduce que no preocupa el estancamiento. Casi la inmovilidad del movimiento. Otro artículo enumero los logros del gobierno. Sí, logros olbigados, migajas que no cuestionan lo esencial (quien manda) y utilizan la alternancia como elemento de chantaje. Doy dos, tu quitas uno; quito uno tu das dos. Eso sin entrar en los asuntos extranacionales. Siempre me acuerdo de Pons: voté a Felipe y no me arrepiento. Por supuesto. Voté tal: claro, el ciudadano está obligado a sobrevivir con migajas, sin poder atender asuntos mayores. la permenencia de lo atado.

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iluso 3 de junio de 2023 at 20:01

Cuidado con seguir manteniendo que PSOE y PP son lo mismo. Yo no estoy de acuerdo con muchas de las políticas socialistas, pero de ahí a decir que son lo mismo que la derecha, me parece que es confundir las cosas, además de contribuir a hacerle ejuego a la.misma

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Luis 3 de junio de 2023 at 23:03

No tienen que ser lo mismo, sino jugar dentro del círculo trazado Cual es ese círculo: atlantismo, mercado (no libre), por supuesto, y privilegios escandalosos que en otros países casi, repito, casi, han desaparecido. Con el gno. Sánchez no sé cuál será el porcentaje, pero PSOE pp han superado un 80 por ciento de coincidencias parlamentarias. Hoy día cualquier cosa es sostenible, pero para mí. modestamente, hay cosas insalvables : americanismo, renunciar a la formación e información progresista, y no no hacer, sino no querer. Es evidente que la socialdemocracia ha renunciado a lo poco que le quedaba de social. Por ahí hay datos que demuestran que esos grandísimos avances que se proclaman no son tales. Empezando por un paro juvenil del 40 x 100. , unos salarios miserrimos, unos alquileres desproporcionados, una fiscalidad en nada progresiva (las multinacionales llegan incluso a una carga fiscal del 2 x 100. Por no hablar de aquel proyecto que en 2977 eran unos preciosos carteles que mostraban la idea de un proyecto humanizadora. Humanizadora para ellos. Y eso que después terminen en multinacionales o de secretarios de multimillonarios. Eso no no sé ni socialismo. Que es lo que hay. Bueno, pero que encima haya qué decir gracias. A la sd de la UE se le ha visto la condición hasta el esófago. Idem verdes, morados y rojos desvaídos. No cabe duda de que un posible cambio vendrá por otras vías.

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Luis 3 de junio de 2023 at 23:08

Perdón por la redacción, letras muy tenues. y pequeñas.

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UN LECTOR 3 de junio de 2023 at 23:59

Buenas noches:

Partiendo de un supuesto de que existe la izquierda. Hoy no existe ni izquierda ni derecha. TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS LOS PARTIDOS que merodean el poder (incluso los traidores de Bildu) son ultraliberales.

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Tito 4 de junio de 2023 at 11:58

Para UN LECTOR Hay que buscar una solución al problema de que todos los partidos sean ultraliberales
Que le parece una revolución bolchevique? , o quizá un golpe de estado nacional socialista ? De esta manera quedaría garantizado el fin de los liberales ó ultraliberales ó neoliberales
En todo caso ¿ quién lo hace si el pueblo vota a mogollón lo que vota, que Ai parecer es lo que no debe ?
Lo debería hacer una minoría
Un saludo

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Tito 4 de junio de 2023 at 12:20

Señor Luis:
Solo hay una manera de que los medios de información informen de una manera que se corresponda con » la verdad absoluta » a saber:
A) Que el partido del gobierno sea el que controle y censure a los medios de comunicación.
El problema de esto sería que si la oposición entra en el gobierno por un milagro, entonces haría lo mismo.

B) que no existan ideologías ni partidos , solo la ideología correcta que además controle a los medios de comunicación como en la época de Franco ó como en la Union Sovietica.
C) prohibir los medios privados de información que es casi equivalente a la opción A salvo que en vez de el control lo ejercerla el partido en el gobierno, lo ejercerian los funcionarios, a los que se supondría incorruptibles y sin ideología y por lo tanto no provoque sesgos en la información
D) admitir que vivimos y seguiremos viviendo en un mundo imperfecto y que ni siquiera tenemos claro lo que es la perfección
E) en vez de cambiar el mundo a mejor de una manera contundente y rotunda como nuestros políticos-mesías , trabajar en silencio con honestidad para que poco a poco de paso, el mundo vaya cambiando a mejor, e intentar definir lo que es un mundo mejor, que no lo tenemos claro.
Es preferible que las personas tengan un mínimo en el sentido de dignidad y utilidad para los demás que la igualdad que brinda el estado de Corea del Norte, que tienen todos un tipazo excepto el mandatario
Kim-Jon- Un que está un poco obeso.
Un saludo

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Tito 4 de junio de 2023 at 12:28

Para José Luis Pineda Acosta;
Nosotros somos más numeroso que ellos.
Es dudosa la eficacia de mantenerse en la queja permanente sin brindar soluciones.
Es más, vale mucho más una solución que mil quejas.
Es lo que la izquierda debería hacer para no caer en la melancolía. Por tanto, echo en falta su solución a los problemas que describe. ¿ quizá volver a la revolución cultural de Mao ó algo así ?
No lo se. Cuanto me gustaría saber su solución a todas las calamidades que usted describe.

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Tito 4 de junio de 2023 at 12:54

Para el señor Iluso:
Hay gente que dice que todas las personas son iguales, y efectivamente, analizando nuestro ADN es similar entre personas diferentes en un 99,9999999y más por ciento. Luego tienen razón. Somos casi idénticos.

Hay otra gente que dice que no hay una persona igual que otra ( no hablo de derechos, que si son iguales )
Y es que en maneras de pensar, ideologías, , potenciales , aficiones, preferencias, habilidades y no hablemos del aspecto físico, es casi imposible encontrar dos personas iguales en el mundo.

Luego es verdad que somos todos iguales y también que somos todos diferentes, lo cual es una contradicción lógica.
Lo que si parece que el Psoe, Pp y muchos partidos más tienen parecidos ( ambición, totalitarismo, pillaje, demagogia, contradicciones y muchas más cosas que tienen que ver con la condición humana )
Pero tienen diferentes ideologías y ahí son diferentes
PP ES IGUAL QUE PSOE y también diferente. Ambos se pueden comportar como una mafia aún que eso lo pueden hacer otros partidos que se pelean por el dinero de las subvenciones y por el poder ó que se devoran los unos a los otros como dice el sr. Juan

Es el problema del mundo real. Tenemos un problema con el mundo real y con nuestro sistema de partidos aún que al menos estamos mejor que en otros países en que solo existe un partido. Hemos mejorado mucho desde la edad media, sobre todo gracias a ilustración y sus revoluciones pero no hay un partido que sea perfecto y tanto PP como PSOE como podemos ó Bildu, te la pueden jugar y lo hacen muy a menudo, eso si, todos en nombre de cosas muy sublimes y elevadas como justicia, igualdad , bienestar etc.etc.
Un saludo

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Luis 6 de junio de 2023 at 12:58

En cuanto a la información oficializada, la situación de España es vergonzosa. En los propios EEUU se lee a autores, incluso militares o expoliticos, que tienen más sentido de la veracidad que aquí. Menos mal que queda la información alternativa, tanto en prensa como en videos. Respecto a avances España dentro de la UE está en el 11 lugar en cuestión salarial. Y la medicina pública creo que se dice primaria, al menos en Andalucia prácticamente ha desaparecido. Por ahí hay uno que equipara bolcheviques con nazis. Este es el nivel de conocimientos históricos. Ni los sovietologos de la época habían llegado a tal despiste. Por cierto, eso de provocar guerras, golpes de estado, presiones económicas, asfixiar al mundomediante emisión de billetes sin respaldo que aumentan la deuda de los otros, no la de ellos, tener detenidos años sin enjuiciamiento, eso no es gravísimo.

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Luis 6 de junio de 2023 at 14:00

Esa identificación entre sistemas, no sería más acorde nacionalsocialismo y zarismo. Porque al final el régimen zarista, ell semifeudalusmo, el imperialismo, la ojrana zaristas no existieron. Yo no tenga ninguna simpatía hacia Cromwell, peronoignoro que el rey Carlos te cortaba la nariz por respirar más veces de las permitidas. Por eso la historia y la propaganda política son materias bien distintas. Igual o urte con Trump, demonio de los demonios, pero él nos tuvo guerras, al contrario de Obama Hillary. Este es el problema. Imaginemos lo para España: los franquistas criticando las dictaduras.

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Tito_ 10 de junio de 2023 at 05:44

Señor Luis. Al final va a ocurrir que todos los que no piensan como uno son todos fachas, franquistas, nazis ?
Va a ser que no.
Un saludo

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