Acaba de publicarse el informe Alternativas a la austeridad fiscal en España elaborado por Mark Weisbrot y Juan Montecino, director e investigador respectivamente del Center for Economic and Policy Research, CEPR, de Washington. En él se demuestra que pueden darse escenarios muy realistas bajo los cuales las políticas de austeridad que está llevando a cabo el gobierno español darán niveles más altos de endeudamiento en comparación con lo que sucedería si se continúa con un estímulo fiscal moderado que proponen los sindicatos o economistas progresistas.
El informe señala que la notable reducción en la relación deuda/PIB y los superávit en el presupuesto del gobierno central antes de 2008 niegan la idea general de que los problemas de España son resultado del excesivo crecimiento del gobierno.
Por el contrario, el informe indica que los problemas presupuestarios de España así como el desempleo y la débil recuperación de su economía son resultado de una misma causa: el colapso de la demanda privada. En consecuencia, la política más eficiente según sus autores implicaría que el sector público compensara la falta de demanda privada hasta que la inversión privada y el consumo, y posiblemente las exportaciones netas, puedan sostener un crecimiento normal. Mientras que, por el contrario, recortar el gasto público e incrementar los impuestos bajo estas circunstancias son acciones pro cíclicas (llamadas así porque refuerza el colapso de la demanda) y se puede esperar que dichas acciones debiliten la recuperación o que hasta posiblemente reviertan a la economía a un estado de recesión.
A continuación resumo sus principales argumentos:
a) Cómo llevar a cabo el estímulo fiscal:
– La deuda pública generada por España no es demasiado voluminosa.
– La solución más obvia es mantener el gasto deficitario en los niveles actuales o posiblemente incrementar dicho gasto para así estimular la economía.
– El argumento en contra de esta estrategia es que esta acción pudiera resultar en niveles insostenibles de deuda. Sin embargo, existe otra solución.
– Lo que importa cuando se trata de la sostenibilidad de la deuda es la carga neta de interés sobre la deuda.
– La primera alternativa sería que el Banco Central Europeo comprara una porción de la nueva deuda emitida por el gobierno español y se comprometería a reembolsar el interés sobre dicha deuda al gobierno español, como ha sucedido en el caso de la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Japón.
– Si el Banco Central Europeo adquiriera la deuda del país por un monto equivalente al 4 por ciento del PIB de España, al año, durante los próximos dos años y el gobierno no aumenta los impuestos o recorta el gasto durante este periodo se produciría un aumento en la carga de endeudamiento bruto, pero no del endeudamiento neto, que permitiría un estímulo fiscal de alrededor del 3,9 por ciento del PIB durante dos años sin tener que recortar el gasto y manteniendo los incrementos impositivos planeados.
– De esta forma, la relación deuda/PIB aumentaría de 45,8 por ciento del PIB en 2009 al 60,5 por ciento en 2020, una carga sostenible de deuda. Para la deuda bruta, esta relación pasaría de 53,2 al 75,7 por ciento del PIB. Niveles no demasiado altos si se tiene en cuenta que el promedio para la Unión Europea actualmente es de alrededor de 79 por ciento.
– La segunda alternativa sería mantener el mismo impulso fiscal pero financiado a través de préstamos tradicionales. En este escenario, la deuda neta es significativamente más alta, ascendiendo hasta un 68,3 por ciento del PIB para el año 2020, aunque solamente cuatro puntos porcentuales más alto que en el escenario base del gobierno.
b) Los riesgos de la austeridad
– El gobierno actualmente planea recortes al presupuesto e incrementos en los impuestos, los cuales se proyecta que estabilicen la relación deuda bruta/PIB a un nivel del 69 por ciento del PIB para el año 2013 (con un nivel de endeudamiento neto de 62,4 por ciento).
– Sin embargo, existen muchos ejemplos históricos en los que el crecimiento económico resultó haber sido seriamente sobreestimado cuando se implementaron políticas pro-cíclicas.
– En diciembre de 2008 el FMI proyectaba que la economía de Letonia sufriría una contracción del 5 por ciento en 2009. En la realidad, el resultado fue una contracción del 18 por ciento. Irlanda comenzó a reducir su déficit fiscal a finales de 2008 y el FMI pronosticaba un crecimiento del 1 por ciento para 2009; el resultado final fue de menos 10 por ciento.
– Si las políticas pro-cíclicas programadas resultan en un menor crecimiento o causan que la economía retorne a una recesión, esto podría ocasionar que la tasa de interés sobre nuevas emisiones de deuda por parte de España se incremente. En el informe se analizan tres escenarios que incorporan un pronóstico de crecimiento más bajo, con tasas de interés de 6, 7 y 8 por ciento para la deuda española. En estos escenarios, la relación deuda bruta/PIB aumenta a 85,5, 90,6 y 96,1 por ciento del PIB, respectivamente, para el año 2020. La deuda neta aumenta de 76,6, 81,7 y 87,2 por ciento del PIB, respectivamente.
c) Conclusión
– Por tanto, existen escenarios plausibles bajo los cuales las políticas pro-cíclicas programadas pueden resultar en niveles mucho más altos de endeudamiento en comparación con lo que sucedería si se continúa con un estímulo fiscal moderado, bien mediante financiación del Banco Central Europeo, bien mediante préstamos tradicionales.
– Incluso desde el punto de vista de evitar una acumulación insostenible de deuda, el riesgo de un estancamiento económico prolongado -en combinación con tasas de interés más altas- pudiera ser mucho mayor que los riesgos asociados con políticas fiscales de estímulo fiscal en el presente.
– Además, estas políticas de estímulo alternativas y viables evitarían muchos de los costos sociales y económicos ocasionados por la pérdida de producción y un prolongado periodo de alto desempleo que enfrenta España en la actualidad.
El informe completo puede descargarse aquí