Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

La violencia

Quienes hayan leído desde hace tiempo mi web saben que siempre pongo especial énfasis en subrayar que no hay avance posible en el progreso humano si nuestra actividad no va de la mano de la paz. Hoy leo un texto en el blog de Pedro Olalla, un amigo que vive en Grecia el sufrimiento impuesto criminalmente a todo un pueblo, y me gustaría recomendar su lectura. Empieza diciendo «Hoy día, mientras en las calles arden contenedores y en los parlamentos arden conquistas democráticas, lo políticamente correcto es condenar la violencia», y termina con estos dos párrafos:

«La Violencia, en su sentido original y etimológico, es una fuerza vital, un ímpetu: la fuerza que sustenta una idea, un argumento, un acto, un cuerpo, un estado, incluso una virtud. Violencia (Βία) era en la antigua Grecia una divinidad primigenia, que en las laderas del Acrocorinto compartía santuario con Ananke, la Necesidad; «conciliando violencia y justicia» («βίαν τε και δίκην συναρμόσας») forjó Solón las leyes de la Democracia; y no olvidemos nunca que, en el fondo, la Justicia no es sino una violencia que trata de imponerse sobre el abuso y la desigualdad, una violencia que hay que hacerse a uno mismo para obrar conforme a la verdad y dando a cada cual lo que merece.
Es el uso de la fuerza, y no la fuerza misma, lo que la ética debe juzgar. Condenar la violencia siempre parecerá «políticamente correcto», pero mucho cuidado con la demagogia».

El texto completo se encuentra aquí.

37 comentarios

Tinejo 17 de febrero de 2013 at 19:16

Qué es la violencia? Su contenido siempre se mide por la sangre que derrama a manos de un puñal, de un rifle? Muchísima violencia real recibimos a diario y no podemos responder de ninguna manera, como si fueramos brutales por el mero hecho de sentirnos acorralados.
http://casaquerida.com/2013/02/17/choque-de-trenes/

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Conrado 17 de febrero de 2013 at 19:35

Que esto es así, no tengo ninguna duda.

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Ivan 17 de febrero de 2013 at 21:32

Quiero llamar la atención sobre formas de violencia que no están basadas en el uso de la fuerza sino en la perversión o manipulación de la razón, la libertad convertida en libertinaje y el abuso de poder. La reivindicación del libre comercio, la libertad de empresa y la libertad de medios de persuasión que hacen hoy los privilegiados a través del neoliberalismo y de la globalización en todos los rincones del planeta, creando una inquietante confusión en lo que han sido tradicionalmente señas de identidad de la izquierda, no es otra cosa en la práctica que la legitimación de la licencia para matar sin necesidad de hacer uso de la violencia física ni de las armas de fuego, aunque bien que recurren a estos instrumentos tantas veces lo consideran oportuno. ¿Es acaso la libertad de Calígula o de piratas y corsarios la que puede garantizar los derechos humanos en el mundo? ¿Sería correcto el uso de la violencia contra estas formas de libertinaje, tan frecuentes en la realidad presente, hasta lograr establecer un orden social basado en la razón, la justicia y la igualdad?
En nombre de la libertad, de los derechos humanos y de la democracia, asistimos al intento de implantación de la tiranía en todos los confines del planeta, al saqueo de recursos, al desmantelamiento de los derechos humanos, a la explotación más criminal y a la exclusión de las mayorías. Y lo más extraño es que estas cosas están se están fraguando en sociedades donde existen procesos electorales periódicos con sufragio universal, secreto y directo, sociedades donde las mayorías humildes no vemos otra alternativa para subvertir los tristes acontecimientos que la desobediencia civil y la revolución, aunque para ello se tenga que recurrir a la violencia. El hecho de que no sea viable el cambio en sociedades que se autoproclaman defensoras del pacto social y de la negociación colectiva a través de los procesos electorales democráticos lo que viene a demostrar es que existe un poder en la sombra superior al de la violencia física o de las fuerzas represivas de los estados autoritarios clásicos. Ese poder supremo no es otro que el que se desprende de haber convertido las llamadas sociedades libres en sofisticadas cajas de Skinner donde se somete a la ciudadanía las 24 horas del día a demoledores y consensuados programas de refuerzo al servicio de los intereses de la clase dominante. Ojalá fuéramos capaces de demostrar esta forma de violencia contra las mayorías y de desencadenar una pacífica lucha de clases inspirada en la negociación o en la confrontación colectiva pero donde cada clase social disponga de sus propios aparatos ideológicos, lejos del transfugismo ideológico actual. Es tan grande la manipulación y la sinrazón resultante del oligopolio de la clase dominante en la creación de opinión pública que hoy por hoy no se ve otra salida que el uso de la violencia pero debería abrirse una puerta a la esperanza tras comprobar que el problema de fondo reside en que nos hemos dejado manipular por una clase dominante mentalmente enferma, para quien la acumulación de riqueza está por encima de los derechos humanos e incluso de la supervivencia de nuestra especie (ellos incluidos al ser personas que han perdido el autocontrol sobre su conducta)

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Jorge Carrascosa 18 de febrero de 2013 at 09:13

Violencia es mentir.

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Euplinio 18 de febrero de 2013 at 10:20

Gracias por esta entrada. En uno de los comentarios al texto (cuya argumentación general ya conocemos, entre otros medios, gracias a esta web) se incluye un enlace, del que deduzco que España y Grecia, además del Mediterráneo tienen más cosas en común.
http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=9130

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POCHOLO 18 de febrero de 2013 at 11:36 Responder
adriano 18 de febrero de 2013 at 11:52

Sobre este tema ya Frantz Fanon dijo algunas cosas hace años. Lo tengo bastante claro, que no nos vengan con cuentos. Si no imponemos nuestra verdad otros nos impondrán sus intereses.

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Agustín Salvador 18 de febrero de 2013 at 14:14

Los poderosos y sus adláteres quieren que interioricemos y asumamos acríticamente eso de “condenar la violencia venga de donde venga” aplicado únicamente a expresiones populares de la misma, que al final terminan siendo criminalizadas con la calificación de “terrorista”. Sabemos que por quemar un container, romperle una luna a una sucursal bancaria o atizarle a un policía en defensa propia, te puede caer un marrón carcelario de cuidado y una campaña de desprestigio del copón. Sin embargo, como muy bien lo explica Pedro Olalla, por la que ellos (los oligarcas) practican, enormemente más grave (guerras incluidas), no les pasa nada. Lógico, las leyes, los tinglados institucionales y financieros, las policías y ejércitos, las iglesias, son ellos mismos y están a su servicio.
De acuerdo en eso de que “si nuestra actividad no va de la mano de la paz”, etc., etc., pero de la paz que llegado el caso sabe defenderse con una no deseada pero inevitable violencia bien dirigida y controlada. Como ese monje oriental, pacífico donde los haya, pero que domina el manejo de las artes marciales por si a quien tiene enfrente con malas maneras no le bastan las palabras y los gestos. Y la sabe graduar según la peligrosidad del enemigo. Seamos buenos, pero no tontos o inocentes. Hay hoy en día mucho bendito que no sabe con quien se la está jugando.

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Antonio Gonzalez 18 de febrero de 2013 at 17:58

Y quien es el tonto para creer las eleites van a entregar
sus privilegios como mansas palomas, mientras aprietan
las tuercas en la crisis social, preparan la mas crura
represion utilizando los mas modernos medios posibles
con ese fin, cosa que no hacen para ayudar al pueblo.
Las chacharas estan de mas, ellos van a matar a quienes
tengan que matar, esos es doblemente seguro.

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Alfonso 19 de febrero de 2013 at 12:00

Violencia, es la manipulación subliminar que nos meten todos los días, los políticamente correctos. Violencia es presentarse a unas elecciones con un programa y después hacer lo contrario, y encima decir que son los representantes legítimos de las urnas. Violencia es hacer las leyes saltárselas y salir impunes porque son los padres de la patria.
Violencia es hacer leyes injustas, empujando a los ciudadanos al suicidio para favorecer a los poderes establecidos.
Se pueden decir mucho mas…pero, esto es lo que hay, mientras tantas y tantas asociaciones, sindicatos, partidos, entidades etc.. todas muy cívicas y sociales, se unan de una vez, dejemos todas las siglas a un lado, y la sociedad vea que sólo hay una, posiblemente no se despertará, y seguirá con la vista y las ideas perdidas.
Yo digo que si tu enemigo te abofetea la mejilla derecha…dale una patada en el testiculo izquierdo y no te dará mas

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carmen 19 de febrero de 2013 at 17:48

En Grecia no solo hay violencia, en Grecia el patrimonio cultural, fuente de riqueza se está deteriorando , los expolios en las escavaciones han empezado y la venta de obras de arte en el mercado negro ha aparecido de nuevo. Por si os interesa esta reflexión os dejo el linkhttp://www.lee-gratis.com/index2.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=191&Itemid=30

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Beimler 21 de febrero de 2013 at 18:53

Dese luego que este señor tiene para mí toda la razón,y aún un poco más.Es el uso de la violencia lo que debe analizarse.Una cosa es la defensa de unos derechos que están siendo violados,y otra el uso de la fuerza para vulnerarlos.Eticamente el uso de la fuerza pude ser no sólo aceptable,sino un deber en determinadas circunstancias.Por ejemplo,la lucha contra Hitler,la guerra y la resistencia,era,pienso, un deber moral.Ahora bien,esta violencia debe ser proporcional,sólo hasta donde es necesaria,nunca excesiva,y ejercerse sin odio.Nosotros no hemos hecho la vida,la vida la ha hecho Dios,según los creyentes,entre loa y la vida es así.Otra cosa es la oportnidad del uso de la violencia en unas circunstacias dadas,o sea las consideraciones estratégicas o tácticas son totra historia.

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Beimler 21 de febrero de 2013 at 19:06

Se me ha escapado el mensaje.Con su permiso repito los dos últimos párrafos.
Nosotros no hemos hecho la vida,la vida la ha hecho Dios,según los creyentes,entre los que me cuento,a mi manera,y la vida es así.Otra cosa es la oportunidad del uso de la violencia en unas circunstancias dadas,o sea las consideraciones estratégicas o tácticas,que son otra historia.Pero sobre la cuestión de principio,no creo que hay ninguna duda razonable sobre la legitimidad del uso de la fuerza,con las condiciones indicadas.

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Carlos 22 de febrero de 2013 at 14:36

Excelente tema y muy oportuno Juan, con tu permiso he twiteado, y compartido en Facebook el enlace. También en mi blog, y compartido en inglés (solicito visto bueno) en un topic que inicié en un foro en inglés, y cuyos datos adjunto.
Traducción al inglés basada en el Traductor de EL PAIS. Insertado y compartido en Blog personal y en forum en inglés «If I wanted Europe and Democracy to fail…» en
http://solarcycle24com.proboards.com/index.cgi?board=globalwarming&action=display&thread=2066&page=4
Who have read for some time my website know that I always put special emphasis to underline that there is no
possible breakthrough in human progress if our activity does not extend the hand of peace. Today I read a text on the blog of Pedro Olalla, a friend who lives in Greece imposed criminally suffering to an entire people, and I would recommend reading. Starts saying «today, while in the streets burning containers and in parliaments burning democratic conquests happen, political correctness is condemning the violence,» and ends with these two paragraphs: «violence, in its original and etymological sense, is a life force, a momentum: a force that sustains an idea, an argument, an Act, a body, a State, even a virtue.» Violence (Βία) in the ancient Greece was a primordial divinity, that on the slopes of the Acrocorinth shared sanctuary with Ananke, the need; «reconciling violence and justice» («βίαν τε και δίκην συναρμόσας») forged Solon the laws of democracy; and do not ever forget that, ultimately, justice is nothing but violence that seeks to impose on the abuse and inequality, a violence that needs to be done to oneself to act according to the truth and giving to each one deserves.It is the use of force, and not the force itself, what ethics should be judged. «Condemn the violence always seem»politically correct», but very careful with demagoguery»

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Mancuso 23 de febrero de 2013 at 21:20

Veo que hay muchos en su blog Juan, a favor de «su» violencia para defender «su» verdad. Vamos, que si enfrente está la otra mitad (o más) de la población que no está de acuerdo entonces también se justificaría su conducta violenta ¿no?
La perversión y la manipulación de los medios se combate con argumentos y puntos de vista diferentes. Dónde hay luz no puede haber oscuridad dicen los sabios, como mucho algunas sombras (esto lo digo yo).
Ahora si, Juan, estoy de acuerdo con ud. ya sabe que cuando se sale de temas económicos no siempre he compartido sus puntos de vista. Yo, un teórico violento, soy partidario de los argumentos y del diálogo. Por un lado por lo que ya he escrito, por otro por puro pragmatismo: la conducta violenta sólo servirá para que los especialistas, los medios de manipulación, utilicen esa violencia para desacreditar no sólo a quien la ejerce, sino las propias que defienden.

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Beimler 24 de febrero de 2013 at 13:58

Pero nadie ha defendido aquí,Mancuso,la violencia por las buenas.Sólo una violencia limitada,conmensurada,proporcional.La que la necesidad impone,a veces,a la lucha por la justicia.Y esto es muy importante,la finalidad que la razón,objetivamente,califica de justa.Y sin crueldad,sin ensañamiento,sin exceso.La violencia que la conciencia humana general,en determinadas circunstancias,admite como inevitable y necesaria.

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Mancuso 24 de febrero de 2013 at 23:21

Beimier, esa misma violencia a la que haces mención ponla en aquellos que no opinan como tú. Luego escucha sus argumentos: apelan a la justicia y a la razón y a la conciencia humana. Incluso cuando apuestan por normas insolidarias lo hacen en aras de la libertad humana. Como tú, pueden entender que su postura está justificada.
Por ello las sociedades no dotamos de normas que deben contener unos acuerdos mínimos. Entre ellas está el hecho de la fuerza debe estar en manos del Estado y que las instituciones del Estado estarán gobernadas por aquellos que el pueblo ha elegido para ello.
Ya se lo que ocurre, que los medios, que la alienación, que la manipulación, que la clase dominante impone la cultura dominante… todo eso ya lo sé. Pero el simple ejercicio de la fuerza es injusto por cuanto quien la sufre no es el culpable de los males del país y es contraproducente pues sólo llegará a unos pocos y hará que otros muchos se alejen de las ideas propuestas.
Ya por último, Paulo Freire hablaba de que los procesos de cambio, para ser reales, deben basarse en el cambio en la mentalidad de la personas. De otro modo lo único que cambiará será la situación de los actores: los opresores pasarán a oprimidos y estos a opresores.

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Beimler 25 de febrero de 2013 at 19:11

Mancuso,lo pones todo en el mismo plato,lo relativizas todo.No es lo mismo la violencia para defender los derechos de todos,que la violencia para imponer por la fuerza los intereses de una pequeña minoría,del uno por ciento,como se dice.No es todo cuestión de opiniones.Hay unos hechos objetivos que,con la información suficiente,todos podemos reconocer.Dos y dos son cuatro para todo el mundo,no es una cuestión de gustos personales.La ciencia es un buen ejemplo de un conocimiento objetivo aceptado por todos.El mundo es redondo,y puede demostrarse.Con una buena formación e información pronto nos podemos poner de acuerdo si tenemos la suficiente probidad,lo que no significa que no pueda existir todo un abanico de posibilidades aceptables,pero hay cosas que son simplemente falsas o infames,como el nazismo.Lo mismo pasa en el plano ético,hay unos juicios morales compartidos por todos,o por la mayoría.Hace falta,eso sí,un mínimo de honestidad.Pero en fin,no quiero alargarme más,así que pongo fin a la discusión por mi parte.Un saludo.

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Beimler 26 de febrero de 2013 at 11:35

Perdón,pero me doy cuenta de que me muevo en un terreno demasiado abstracto,y de que hace falta bajar a la realidad concreta.Entonces,digamos que hay argumentos racionales,científicos,suficientemente fuertes que muestran que la política económica que se sigue en Grecia favorece a una pequeña minoría,en grave detrimento de los trabajadores y las clases medias,de la gran mayoría de la población,en suma,y que la situación política está bloqueada.En estas condiciones,la conciencia humana general,recta e informada,considera injusta la política del Gobierno griego,reprueba su empecinamiento y cerrazón y condena sin paliativos su actitud represiva de las protestas,y,al mismo tiempo,puede justificar,o entender, hasta cierto punto,la violencia de la población contra una política infame.Y nada más,ahora sí termino definitivamente.Adiós,y por el esfuerzo de clarificación de mi punto de vista que tus objeciones me han obligado a hacer,gracias,también.

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Mancuso 26 de febrero de 2013 at 18:59

Relativizo y trasciendo lo relativo. Tal y como lo presentas existe una verdad, la tuya y la mentira, la de los que no piensan como tú. Para mi la realidad es poliédrica está formada por muchas verdades (en minúscula).
La cuestión es que los privilegios de la minoría no son impuestos por la fuerza como dices. La realidad es que lo que hacen es convencernos con supuestos estudios, mira que curioso, dicen lo mismo que tú, científicos, y con muchos números y modelos matemáticos. Y con esto convencen a la población de que su modelo, el modelo de los partidos en el poder, es el serio y el científico. Si gobiernan es porque el pueblo les vota. Por eso no puedes imponer tu verdad o punto de vista por la fuerza, los malos argumentos se rebaten con buenos argumentos, el ejercicio de la violencia no va a cambiar el modo de pensar de quienes apoyan las políticas neoliberales, por el contrario lo más probable es que se reafirmen es sus convicciones. Tampoco estás legitimado para tomar la opiniones de los que opinan como tú por la opinión del pueblo pues, si así fuese, entonces no sería necesario ejercer fuerza alguna, simplemente los partidos partidarios de las políticas de recortes se quedarían fuera del gobierno.
Y ya que apelas a la ciencia te podría aportar algún trabajo de un catedráticos de filosofía de la ciencia que en resumen llega a la conclusión de que una misma evidencia puede ser explicaca científicamente por teorías absolutamente contradictorias ¿relativizo? Por supuesto.
Ahora dime, teniendo en cuenta que soy policía local, ¿qué piensas que aporta a tu causa (que en el fondo es la mía) el que me abras la cabeza con una piedra? Puedes creerme que a Botín le importará muy poco y dareis carnaza a algunos medios que tratarán presentar a la gente de izquierda como gente fanática y violenta que no acepta las normas democráticas cuando pierden. Es una reacción emocional injusta y muy poco inteligente. Yo así lo veo.
Un saludo.

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POCHOLO 27 de febrero de 2013 at 15:30

Cuando empezó la crisis y ante los sucesivos engaños a la población por parte de los dos grandes partidos que incumplieron, y el PP todavía incumple, sus promesas electorales. Cabía hacer una reflexión sobre el uso de la violencia para presionar al gobierno. Mi opinión ha ido variando, pero creo que no estamos en los años 30 y que hay que ser proporcional a las reglas del juego. Limitada sí, pero estamos en una democracia. Hay margen para votar a un partido político o a una coalición de partidos, que después de ganar unas elecciones limpiamente pueda proponer un cambio de las reglas del juego para mejorar el sistema político y democratizarlo. Hay que cambiar el sistema y ello se puede hacer de forma pacífica. Y hay que aprovecharlo.
Otra cosa, es que sea imposible articular un frente de partidos o que sea imposible crear un partido que proponga esos cambios. Pero eso sería más bien nuestro propio fracaso como antineoliberales, antes que un motivo para usar la violencia.
Yo soy de los que piensan que es evidente que la violencia es una arma tan legítima como otra cualquiera para alcanzar objetivos políticos, pero a la vez, pienso que si hay posibilidades de conseguir la mejora de la sociedad de manera pacífica, es mejor usar la vía pacífica que la violenta. Que la violenta sólo debería usarse si es imposible usar otras tácticas para cambiar las cosas: por ejemplo en el caso de luchar contra una dictadura feroz (Ej. la ocupación nazi de algunos países durante la IIa Guerra Mundial)
No se puede luchar con la violencia contra el Estado y menos contra un Estado como este que contrata fascistas para asesorar a la policía y amnistía a policías torturadores. No se puede competir contra ese grado de maldad. Sino, puedes acabar como ETA, totalmente infiltrado y disolviendo la organización cuando más falta haría.
Si se puede ganar en las urnas, porqué liarnos a matar a otra gente. Es absurdo. ¿Qué da más miedo al gobierno y al poder financiero un Frente popular como Syriza o un grupúsculo terrorista como ETA?
La respuesta es de cajón. Syriza da más miedo, el Frente Popular da más miedo. Porqué la violencia es fácil de neutralizar, en cambio una victoria en las urnas de las clases populares y medias sólo se puede aplastar con un golpe de Estado, saliendo de la legitimidad del sistema.
Es legítimo el uso de la violencia contra un gobierno traidor, ladrón y mentiroso, sí. Pero, no es aconsejable si este gobierno a pesar de su ilegitimidad sigue respetando en general las normas del juego democrático.

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Mancuso 27 de febrero de 2013 at 16:28

Una cosa es la violencia de un pueblo contra un gobierno fascista que impone sus propias reglas medio de la fuerza y del miedo y otra bien distinta es que las tendencias políticas que no consiguen ganar las elecciones se impongan a la mayoría por medio del uso de la violencia. Es algo tan claro que creo que no es necesario ni mencionar.
Hablar de fascistas al frente de la policía o de amnistías a policía torturadores me parece un artificio demagógico. Por una parte, esté quien esté al frente de la policía la policía en un estado de derecho tiene unas funciones bastante delimitadas. La legitimidad no deriva de la «fuerza» de los cuerpos policiales ni de la ideología de sus miembros o dirigentes, sino de que estos actúan en el marco de las normas emanadas de los que han sido votados para promulgarlas. Si el pueblo no está, en general, de acuerdo, lo normal que cambien los dirigentes y las políticas. Se acabaría así el conflicto. Los policías no dejarían de ser malos para ser buenos. Lo que cambiaría sería el marco normativo y tenemos el que tenemos porque el pueblo lo ha votado (el pueblo es algo más que los votantes de IU).
Respecto a policías «torturadores» se trata la utilización de una «palabra fuerza» para referirse a unos hechos que en el lenguaje de la calle dificilmente admitirían tal calificativo. Lo primero sería hacer una valoración de los hechos en sí y lo segundo, tan o más importante, situarnos en el contexto en que tiene lugar. Al parecer para tí la violencia no tiene nada de deplorable si con ello se consiguen tus objetivos (para eso haces algo parecido a decir «yo soy el pueblo y lo represento por lo tanto estoy legitimado para ser violento» hasta tal punto que parece que lo único que te impide llevarlo a cabo es su ineficacia), pero en cambio omites las circunstancias en que los policías hacen su trabajo. Ley del embudo.
En otras palabras, una cosa es el uso de la palabra tortura en el sentido jurídico y otra hacerlo en el lenguaje coloquial. Haciendo lo propio con los comportamientos de muchos manifestantes resulta que, en puridad, podríamos estar hablando no de manifestantes que cortan el tráfico en defensa de sus derechos como habitualmente se dice (omitiendo la conducta violenta de algunos de ellos) para hablar de delincuentes que comenten, según los casos, delitos de atentado, desobediencia, resistencia e incluso, siendo un poco más finos, coacciones a impedir a otras personas el ejercicio de sus derechos como es la libre circulación.
En definitiva, juegos y torsiones del lenguaje para deformar la realidad.
Se quieren cambiar las cosas. Pues manos a la obra, empecemos a argumentar.

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POCHOLO 27 de febrero de 2013 at 18:28

El internacionalmente conocido “Caracazo” es una de las insurrecciones populares más fuertes acaecidas en América en los últimos 50 años.(…)
Las crisis energéticas y la construcción de la OPEP le proveyeron a Venezuela la posibilidad de captar rentas diferenciales de gran magnitud, que se tradujeron en bonanza efímera y una especie de pacto social donde a pesar de haber mucha pobreza, habían capas medias muy gastadoras que drenaban la renta en importaciones pomposas. Todo ello se basó en una moneda sobrevaluada y un ingente gasto público asistencialista y populachero. Pero ese “paraíso” sufrió un serio revés con la crisis de los 80. El endeudamiento y la baja de los precios de los hidrocarburos (por la contracción de la demanda mundial, bajaron de 30USD a 10USD el barril en el fatídico año 83) revirtieron el “oasis” de la acumulación rentística y mostraron de “golpe” la incapacidad de la Burguesía Nacional de llevar adelante las tareas de desarrollar las fuerzas productivas y mantener los niveles de crecimiento.(…)
Así, los huecos fiscales empujaron a que del año 75 al 80, la deuda externa creciera en casi 600%, causando que Venezuela entrase en moratoria de pagos en los años 83 y 88. La tasa de interés estadounidense que en el año 77 se ubicó alrededor del 5%, subió para 1981 a un impagable 19%. No bastando con eso, las corredoras de riesgo (ahora quebradas) consideraban muy “arriesgada” a la nación y le aumentaron vertiginosamente el Riesgo País, lo que obligaba a pagar más aún por préstamos cuyos intereses eran astronómicos.(…)
La explosión de la crisis se tradujo en un empobrecimiento brutal de la población.(…)La inflación llegó a 35%, en 1988. La tasa de interés real negativa y la fuga de divisas para el periodo (1982-1988) de 25 millardos de dólares.
En enero de 1989 asume la Presidencia de la República el “señor” Carlos Andrés Pérez (CAP) quien había tenido un gobierno de fuerte carácter populista que gozó de ingresos ingentes que desarrollaron el clientelismo de manera exponencial. Pero, como decía Hegel y luego completaba Marx en El 18 Brumario…: “todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces… una vez como tragedia y la otra como farsa”[iv]. Así, apareció este Mesías del populismo que vino a enfriar la lucha de clases con un lanzallamas llamado: Plan de Ajuste Estructural (PAE). Así como Constantino I “se le apareció” en el año 312 una cruz cristiana en los cielos de un campo de batalla, una inscripción: “in hoc signo Vinces”[v] , CAP imaginó a una cohorte ideal de planificadores del relanzamiento de la acumulación capitalista en base a salarios de miseria, teniendo a la Devaluación de la moneda como buque insignia de una “sinceración económica” que traería beneficios que jamás llegaron. De la misma forma, se planteó la teoría del Shock (muy de Milton Friedman) y los aparatos ideológicos de la derecha (medios de comunicación) empezaron a irrigar la “urgente” necesidad de reajustar la economía, parar el derroche (gasto público para la educación, salud, cultura etc.), reducir el estado y modernizar al país. (…)El “paquetico Rodríguez” como se conoció dicho plan, fue diseñado por el economista Miguel Rodríguez (ex”marxista” progresista) fue una bendición para el ala más parasitaria de la burguesía, que de haber sido visto por los más neoliberales y “dulces amigos del pueblo”: Carl Popper, Raymond Aaron y Von Hayek lo hubieran quizás considerado demasiado drástico para el país.
(…)
Siendo sucintos podemos resumir el PAE:
• Uniformidad en los tipos de cambio, es decir, devaluación de 150% (medida que los “progresistas de nuevo cuño, tildan de revolcuionaria). Lo que resultó en una modesta inflación de 80%.
• Reducción del déficit fiscal eliminando gastos “innecesarios”, subsidios, gasto social, protección a jubilados, etc. Privatización.
• Liberalización de los precios y aumento de los mismos en los servicios públicos. Aumentos de la gasolina, electricidad, teléfono, acero en: 110%, 150%, 40% y 100 % respectivamente.
• Entrada al GATT, antigua OMC. Eliminación a las trabas a la entrada de mercancías y de capitales al país. Reducción general de aranceles.
• Elevación general de los tipos de interés (se vieron tasas de hasta 40%)
No hace falta ser un súper comunista para entender que el resultado de estas políticas iba a deparar en mayores miserias. José Honorio nos cuenta que: “mientras la remuneración del trabajo (en salarios) era de 61,2% en 1960 [la participación de la clase obrera en el Ingreso Nacional], de 50,4% en 1970, de 27% en 1980, a finales de los ochenta disminuyó hasta 15%[viii]. (cifra a nuestro entender exagerada, pero quizás correcta con una medición más exhaustiva, que la del FMI, que se utiliza)
La forma como le imputaron la crisis a la clase fue obrera fue descarada y el ajuste iba a arruinar directamente a la burguesía “productora”, los iba a poner a disputarse mercados sin las “ayuditas” del estado. Por ello, el ala socialdemócrata y de los pequeños capitales se opusieron al PAE y a soto voce planearon un regreso por una vía Blanquista tropical.
«El Caracazo»
El 27 de febrero en Caracas los transportistas convocan a un paro general. La casi duplicación del precio de la gasolina (medida que viene en 2011) los empujaba a descargar el peso del aumento, con un “módico” incremento del pasaje. Como era de esperarse, el epicentro de las iniciales protestas se dio en Guarenas y en los municipios del estado Miranda, que colinda con la capital. Allí, la protesta se tornó muy violenta y la quema de cauchos inicialmente, y luego de autobuses para cerrar las rutas, fue el detonante principal de lo que se vendría.
Ante todo ello, las víctimas burguesas del Paquetico, azuzaron y atemorizaron a la población, aumentando vertiginosamente los servicios, especulando y acaparando alimentos para forzar a las masas a una insurrección. Las capas medias aguantaron un poco de escasez, pero las zonas donde se concentra las barriadas más pobres, reaccionaron abalanzadas a la calle a buscar lo que le habían arrebatado. Por ello, en los barrios de Catia, 23 de Enero, El Valle, La Vega, Caricuao, y en La Guaira; estallaron los saqueos (…)
Los pequeños y grandes locales empezaron a saquearse y el capital “víctima” del paquete trató de montarse en la ola y construir de facto su propia “Sociedad del 10 de Diciembre”[ix] una organización acéfala de lumpen dispuesto a morir en el vandalismo, para apalancar su asalto al poder. De esa forma, se urdió un complot con organismos policiales (quienes andaban en motos lanzando consignas contra el gobierno e incitando al saqueo) y mercenarios para dotar de algunas armas de fuego y herramientas (patas de cabra, para abrir locales) a quienes saqueaban, estimular los enfrentamientos con el ejército e incitar a destruir tiendas y calles.[x] El plan era desestabilizar y regresar al poder por la vía del ahogo económico. La conspiración estaba en el aire, sin embargo, las fuerzas eran poco maduras y las condiciones débiles para el triunfo.
Otro factor interesante fue el “poyo” mediático que en las primeras horas tuvo el estallido social. Decenas de periodistas entrevistaban a saqueadores y a líderes comunitarios quienes enarbolaban consignas relacionadas a la justicia social y al hambre del pueblo. Cientos de imágenes que “invitaban” al saqueo, disfrazadas de noticia, fueron permitidas por muchas horas en Televisión y “publicitadas” por radio. Lo que indica eso no es la permisividad del gobierno, sino la intención manifiesta de algunos poderes en desestabilizar al país. El 13 de abril de 2002, cuando el pueblo y sectores militares medios, fueron al rescate del presidente, ningún mal llamado “medio de comunicación” (en realidad aparatos de propaganda ideológica burguesa) mostró imagen o sonido alguno, se limitaron a pasar comiquitas y series cómicas de EEU (en serio). Y lo hicieron debido a la necesidad de ocultar la realidad y dejar al pueblo encerrado en casa. El 27 F hicieron lo contrario, con fines (a nuestro criterio) abiertamente golpistas.
Siendo justos, hay que reconocer que luchadores sociales anticapitalistas y populares se lanzaron a las calles a tratar de enrumbar el alzamiento, hacia una insurrección de carácter político que cuestionará la base del poder capitalista, e incluso lo suplantase. Fueron ellos perseguidos y torturados con un encono escalofriante por los aparatos de represión del Estado. Es vergonzoso que muchos de esos torturadores, continúen en sus labores burocráticas como sino hubieran cometido esa andanada de crímenes.
El aciago 28 de febrero el Ministro del Interior declaró la suspensión de las garantías constitucionales y en las siguientes 36 horas las Fuerzas Armada tomaron la ciudad, sembrando el pánico entre los manifestantes. La represión tuvo ribetes de insólita crueldad, las órdenes fueron exterminar todo brote de protesta de raíz. No hubo gases lacrimógenos, ni ballenas, ni advertencias; policías y ejércitos usaron ametralladoras y todo tipo de arsenal bélico para asesinar a todos cuanto pudieron. El “toque de queda” fue la Noche de las Narices Frías en Venezuela.
La disolución del conflicto se hizo muy rápidamente. Las ejecuciones y martirios que cobardemente infligieron los organismos represivos del Estado se hicieron extensivas. De hecho soldados comentaban: “Aquí han matado soldados y cuando eso pasa arreciamos nuestro trabajo (matar) no es fuerte, porque ya uno está adoctrinado, acostumbrado y psicológicamente preparado”[xii]. Las cifras indican que hubo cerca de 3 mil asesinatos, que para lo poco que duró el estallido, lo focalizado y estrictamente orientado a protestas de hambre, fue una cruenta demostración de que cuando la burguesía pone orden, los crímenes más abominables le quedan cortos. (…)
Lecciones básicas.
El 27 F, fue una catástrofe, un episodio de arrojo popular que terminó en tragedia. Beatificar el espontaneísmo, como sustitución de la organización y dirección política ha sido un burdo resultado de una derrota histórica que aún nos pesa. Claro, lejos de criticar la chispa de ilusión revolucionaria del acto insurreccional que las bases desarrollaron en varios espacios, se reflexiona acerca de lo importante que la dirección consciente, que pueda impulsar y aprovechar al máximo hasta la última gota de energía revolucionaria e insurreccional del pueblo. Ya lo decía Lenin en el ¿Qué Hacer? en su crítica al espontaneísmo, las bases politizadas ameritan de organización y teoría revolucionaria (formarse en el socialismo científico) que permita orientar sus fuerzas en el camino más expedito al triunfo sobre sus opresores.
Publicitar este episodio, como modelo de insurrección popular hacia el triunfo sobre el capital, es un acto es una irresponsabilidad histórica y se constituye como factor de dispersión y confusión. El 27 F condujo a un reflujo conservadurista en la lucha de clases. Si bien fue una chispa de ilusión revolucionaria, la inexistencia de dirección organizada, muestra que el arte de la insurrección, las mezclas de la lucha legal e ilegal, la construcción del partido y la organización leninista rigurosa, es aún, la única estrategia (comprobada) de transformación política profunda, que puede llevar a los oprimidos a la victoria definitiva sobre el capital.
El movimientismo, el autonomismo y esa ristra de aventuras pequeñoburguesas, son vías expeditas al fracaso. La tarea en la actualidad es ardua, el reto que tenemos es aún mayor, trabajemos por el triunfo de la clase trabajadora, antes que el capital destruya y envilezca aún más el planeta.
*Este trabajo es un pequeño extracto de una investigación acerca del 27 F, que se envío a modo de Ponencia al Congreso Internacional de Historia en la Universidad de Buenos Aires, en noviembre de 2009. Quien desee el trabajo completo se lo podemos hacer llegar por correo:
Manuel Sutherland
Asociación Latinoamericana de Economía Política Marxista (ALEM)

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POCHOLO 27 de febrero de 2013 at 20:27

A Mancuso: el objetivo ha de ser mejorar el bienestar de la población y ampliar la democracia.
La violencia es una herramienta como cualquier otra para conseguir esas mejoras.
Ahora bien, no estamos en los años 20 y 30 con una patronal que pagaba a pistoleros para matar a sindicalistas y con un sistema político que no permitía votar a los pobres (Sufragio censatario) y a las mujeres. Como no estamos en los años 20 no me parece bien usar la violencia, porqué el sistema nos ofrece mecanismos (Las elecciones) para intentar cambiarlo de forma pacífica. Además, usar la violencia contra quien tiene el monopolio de la misma, la formación, la experiencia, las armas, etc; me parece temerario y actualmente innecesario.
Tu dices que renuncio a la violencia por motivos pragmáticos, pues es verdad. Pero también es verdad que lo hago porqué no me parece bien emplear la violencia contra un sistema que con sus limitaciones es democrático, y que con sus fallos ha funcionado razonablemente (La gente incluso los pobres iban tirando) bien durante más de 30 años.
Hay gente que confunde el gobierno con las fuerzas de seguridad o «del orden». No es mi caso, no confundo la cabeza con el brazo. Los policías hacen su trabajo, ni más ni menos y evidentemente, siempre habrá gente que disfrutará pegando como hay gente que disfruta resolviendo un asesinato o bien impidiendo una pelea entre vecinos. No es lo mismo un policía local que un policía antidisturbios. E incluso entre los mismos antidisturbios no es lo mismo Pepe que Juan. Pero en mi caso, no he querido demonizar a la policía. Simplemente Interior ha reconocido que un pistolero falangista asesino condenado colabora con ellos y unos mossos condenados por torturas según el sistema judicial han sido indultados por el Ministerio de Justicia. Si como policía te identificas con asesinos y con torturadores condenados es tu problema, es una decisión personal tuya. En mi caso, siempre he admirado a asesinos anarquistas como Michele Angliolillo que mató al Presidente del Gobierno español Cánovas del Castillo. Considero que Michele es un héroe de la clase obrera. Pero no por ello todos los anarquistas piensan igual que yo, ni todos los socialistas, ni todos los comunistas, ni los democristianos, ni los liberales, por ello te recomiendo que no metas a todos los españoles que no piensan como tú en el mismo saco, porqué no es justo. Tampoco pienso que todos los policías defiendan a torturadores y asesinos fascistas como pareces hacer tú. Habrá policías que se avergonzarán de tener que trabajar con semejantes «compañeros» tan poco recomendables, pero en el trabajo normalmente no puedes elegir con quien trabajas, y mucho menos en «empresas» tan grandes.
IU está demasiado a la derecha para mi gusto. Tal vez la vote, pero si lo hago será con una pinza en la nariz.
Debatir escribiendo es cansado, y más debatir con quien debate atacando ad-hominem afirmando que soy violento (para eso haces algo parecido a decir “yo soy el pueblo y lo represento por lo tanto estoy legitimado para ser violento” hasta tal punto que parece que lo único que te impide llevarlo a cabo es su ineficacia) y que miento (En definitiva, juegos y torsiones del lenguaje para deformar la realidad.)

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Pedro Guillermo Remón Ares 27 de febrero de 2013 at 21:15

Saludos, como Ud. se digna mencionar la paz en su artículo. A Ud. y a sus lectores les hago saber que esta pag web ( http://www.tprf.org ) está dedicada a ella . Si llegaran a interesarles los discursos del expositor principal, pueden hallar estos en : www,wopg.org.
Atte., se despide, deseándoles lo mejor :
Pedro Remón

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Mancuso 27 de febrero de 2013 at 23:40

Sobre el caracazo. Chávez dio un golpe de Estado, o lo intentó, por cuestiones éticas: «las fuerzas armadas están para proteger a pueblo, no para matarlo». El resultado fue que falleció mucha gente y Chávez fue encarcelado. Años más tarde Chávez se presentó a unas elecciones, convenció y ganó. Creo que la diferencia es evidente.
Yo renuncio con carácter general a la violencia, no solo por pragmatismo. Incluso en mi trabajo es uso de la fuerza es absolutamente residual. Aun cuando los dos no actuamos violentamente está claro que las actitudes son distintas. La mía parte de la base del respeto a unas normas de convivencia mínimas y de una ética en la relaciones sociales que me permiten aceptar las opciones de la mayoría aun cuando no pueda coincidir con las mías.
Dificilmente me puedo identificar con quien dices porque no tengo ni idea de quien es, tampoco me preocupan demasiado esos detalles. Más o menos conozco la naturaleza humana y pocas cosas me sorprenden. En relación a los mossos simplemente he matizado la terminología y he puesto ejemplos. Utilizar el lenguaje jurídico en una comunicación informal puede dar a entender lo que no es. Del mismo modo que nadie entienda que pueda considerarse atentado que alguien se resista activamente a ser detenido o trasladado a efectos de identificación aún cuando según el código penal y la jurisprudencia tales hechos son contitutivos de un delito de atentado. Dicho esto, quizá el indulto está más relacionado con la desproporción de las penas en este tipo de figuras delictivas que en el intento de despenalizar conductas inaceptables. Creo que también es este caso el matiz es importante. A mi, particularmente, me gusta trabajar con compañeros que sepan mantener la calma. Me gusta dormir tranquilo.
Eres tú quien afirma que la violencia es un medio tan legítimo como cualquier otro para conseguir objetivos políticos y que si no lo haces, entre otras cosas, es por pragmatismo. Yo tan solo recojo tus palabras. En mi caso creo que la ideas no se imponen y aceptar que es lícita la violencia cuando creemos estar en posesión de la verdad implica legitimar la violencia de los demás contra nosotros mismos por iguales motivos.
Yo admiro a Gandhi o a la Madre Teresa de Calcuta o a cualquiera que con humildad y anonimato hace algo por los demás. En cambio no me gustan los salvapatrias.

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Mancuso 27 de febrero de 2013 at 23:49

Un tal Ramón Mercader asesinó a Trosky por fanatismo ideológico. Las ideas por encima de las personas. Yo creo que hay otra opción mucho más humana y constructiva, aquella que se resume en la frase «no comparto tu opinión, pero moriría por defender tu libertad de expresarla».

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Beimler 28 de febrero de 2013 at 10:30

Pocholo,mira,lo de ETA es evidentemente una burrada.Pero hay otro uso de la fuerza que puede ser legítimo.Imagínate que no estamos en España,sino en Grecia,bajo un Gobierno que reduce las pensiones hasta niveles insufribles,que echa a la calle a los funcionarios,etc,que reduce al pueblo a una situción desesperada,en suma,obedeciendo las órdenes de la Troika,de un poder extranjero,que no ha votado nadie.Bueno,entonces las organizaciones populares organizan una manifestación de protesta.No puede pedirse permiso,porque si se pide la manifestación se convierte en una procesión con la bendición episcopal(ortodoxa), que el régimen asimila sin ningún problema.Lo primero que tienen que hacer,supongo,es no anunciar el lugar de la protesta con demasiada antelación,buscar un lugar idóneo,con mucha salidas,de manera que no puedan ser cercados,y,si es necesario,poder manifestarse en los alrededores a base de pequeños «saltos».Llega el momento y he aquí que aparecen los antidisturbios griegos y,obedeciendo órdenes superiores,atacan a la gente que se manifiesta pacíficamente,el gobierno heleno trata,así,de acabar con las protestas por medio del terror.¿Qué hacer? Sería conveniente,quizá,disponer de unos grupos de protección que,cuando se produzca el ataque,y sólo entonces,entraran en acción y organizaran el contraataque,respondiendo a los porrazos sobre las mujeres,ancianos y jóvenes,con otros porrazos o similares.De esto se trataría,de defender a la gente de la agresión con una fuerza equivalente,proporcional.Con unas secciones de defensa que emanan directamente de la misma población y se insertan plenamente dentro del movimiento popular,que no actúan separadamente de la corriente principal ni por su cuenta.Este tipo de fuerza,o de violencia,sí que podría ser aceptado,o comprendido,por la mayoría de la gente de toda Europa que contempla sobrecogida lo que está pasando en Grecia,y permitiría que la población perdiera el miedo a acudir a las manifestaciones,que éstas se fueran haciendo masivas hasta que el Gobierno vendido al exterior que tortura a su pueblo tuviera que dimitir bajo la presión de la marea humana.De este tipo de violencia,estrictamente limitado,ponderado,proporcional,defensivo,estaríamos hablando,creo yo,en relación con el artículo que el Dr.Torres reproduce.

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POCHOLO 28 de febrero de 2013 at 10:56

Rinden homenaje a los caídos del 27F en la Plaza Bolívar de Caracas
27F en la Plaza Bolívar de Caracas
27/02/13.- Con una ofrenda floral en la Plaza Bolívar de Caracas, este miércoles, la Defensoría del Pueblo rindió homenaje a los venezolanos caídos durante la represión ocurrida durante el 27 y 28 de febrero de 1989, cuando el pueblo salió a las calles a protestar contra las medidas económicas neoliberales decretadas por el entonces presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, que estaban subordinadas a los intereses del Fondo Monetario Internacional (FMI).
http://www.ciudadccs.info/?p=392742

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POCHOLO 28 de febrero de 2013 at 11:04

Infografía en forma de tablero del Monopoly que explica graficamente lo que sucedió en la insurrección popular llamada Caracazo. En las casillas del monopoly se ven las privatizaciones y las demás medidas económicas. En las instrucciones: los traidores al servicio del Capital (El Capital no tiene patria, el Capital tiene intereses)
http://www.ciudadccs.info/wp-content/uploads/monopolioINFO-WEB.png

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POCHOLO 28 de febrero de 2013 at 14:08

No, Beimler. La creación de grupos de autodefensa contra la policía no es una opción válida porqué confunde el fin con los medios. La manifestación busca poner en conocimiento de toda la ciudadanía un problema. Si la policía reprime la manifestación y esa represión se retransmite a todo el mundo. Los objetivos están cumplidos, el sacrificio, la lucha pacífica de los manifestantes se conocerá en todo el globo y también todo el mundo sabrá de esa protesta. El objetivo de la lucha social pacífica es obligar al gobierno a retirar esa política dañina. El objetivo pacífico no puede ser luchar contra la policía sino poner en evidencia las políticas equivocadas del gobierno, para que el gobierno rectifique.
El primer paso es crear una ideología alternativa al neoliberalismo, una cultura propia que explique la realidad a la gente y que desmonte el tinglado ideológico de los ricos. Que acabe con la moral de los ricos que justifica el robo de guante blanco, los pelotazos, la corrupción… Que pone al dinero fácil y a la riqueza por encima de lo importante: la gente. Sólo cambiando los valores de la gente podrás cambiar la sociedad. Es decir, tienes que hacer que la gente cambie de mentalidad y tenga otros valores que el enriquecimiento sin límites, que dejen de admirar a los ricos y tener como ídolos a Jesús Gil, Amancio Ortega, Carlos Slim o Carmen Lomana…
Una contracultura que de armas, ideas, a la gente para entender la realidad y entender que de seguir así los ricos destruirán el planeta por expolio y destrucción de los recursos naturales. Hay que acabar con la dominación ideológica. Ese es el primer paso.
El segundo paso: si el gobierno sigue robando a la gran mayoría de la población, a cambio de sobres de los ricos. El segundo paso es la toma del poder de manera pacífica como hizo Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia o Rafael Correa en Ecuador. Sólo hay que ganar las elecciones de manera limpia, no hace falta matar a nadie. Y se va a ganar las elecciones porqué es la única alternativa a seguir votando a PSOE, CiU y PP. Si ellos insisten en seguir con las políticas antisociales habrá que tomar el poder mediante las urnas, pero insisto, en estas circunstancias históricas la toma del poder por medio de la violencia debe ser descartada.
Con un gobierno de distinta mentalidad, no hará falta controlar la policía porqué la policía estará al servicio del pueblo y no oprimiéndolo pegando a la gente en las manifestaciones.

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POCHOLO 28 de febrero de 2013 at 14:27

Es cierto que el gobierno griego va empobreciendo la democracia griega (La criminalización de Syriza, el apoyo a los grupos nazis y de ultraderecha, la reforma electoral, etc) pero mientras sea una democracia y no una dictadura, las fuerzas sociales deben actuar de manera pacífica.
Por ejemplo, en España se intenta laminar la democracia: suprimiendo ayuntamientos, intentando volver a limitar el derecho de elección para favorecer el sufragio censatario, quitar los sueldos a los políticos para que sólo los ricos puedan presentarse a unas elecciones y a la vez, con ello aumentar la esponsorización y la corrupción. Pero, mientras a grandes rasgos se sigan respetando las leyes no es lícito usar la violencia.
Es cierto, que el sistema leninista es un caso de éxito, pero el elitismo y la falta de democracia de las vanguardias, es un arma de doble filo como demostró la caída de la URSS. La batalla se debe librar en las mentes, convertir la sociedad en Vanguardia y no liderar la sociedad, no somos mejores que los demás, es el pueblo quien debe ser el protagonista y no nosotros, nosotros podemos ser el protagonista en tanto que parte de la sociedad. Los valores de la gente deben ser: vivir bien y en paz, y no estar pensando obsesivamente en como ganar mucho dinero, para tener el coche más grande del barrio, la mujer más guapa, la casa más lujosa, etc…

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POCHOLO 28 de febrero de 2013 at 14:46

Mancuso, creo que confundes los acontecimientos históricos. El Caracazo fue en 1989. El Caracazo fue un levantamiento popular en la capital de Venezuela que el gobierno reprimió a tiro limpio.
http://es.wikipedia.org/wiki/Caracazo
El Golpe de Estado de Hugo Chávez pasó el 4 de Febrero de 1992, es decir 3 años más tarde. Probablemente, si que las medidas neoliberales provocaron el clima necesario para que Chávez intentara el golpe de estado. Podría tomar nota de ello el gobierno del PP.
El martes 4 de febrero de 1992, un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de Estado en Venezuela contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez. La intentona golpista no logró sus objetivos y los rebeldes se rindieron. Entre los oficiales alzados que comandaron esta maniobra se encontraban, principalmente, cuatro tenientes coroneles del ejército: Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta.
Este evento transformó radicalmente la vida política venezolana, introduciendo nuevos actores en la escena: de estos cuatro protagonistas, el primero es presidente de la república desde 1999; sin embargo, Arias también ha incursionado en política: fue electo gobernador del estado Zulia, candidato presidencial en 2000 -compitiendo con su propio ex compañero Hugo Chávez-, ha sido nombrado Embajador de Venezuela en la ONU, activista en la conformacion del PSUV y desde 2012 es gobernador nuevamente del estado Zulia. Acosta ha mantenido un bajo perfil y Urdaneta se ha convertido en un crítico de las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Chávez.
Todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por su actuación en el hecho, siendo su causa posteriormente sobreseída y puestos en libertad dos años después, durante la presidencia de Rafael Caldera.
http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_de_febrero_de_1992_en_Venezuela

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Mancuso 28 de febrero de 2013 at 16:15

Beimier, no comparto tu mensaje ni la visión de los hechos.
Estas hablando de una manifestación ilegal. Una cosa es el derecho a manifestarse y otra el derecho a perturbar la normal convivencia por medio de la fuerza que es lo que propones. El derecho a la manifestación es constitucional y es deber de los poderes públicos garantizarlo.
También partes de la base de que el pueblo apoya este tipo de movimientos y sus posturas políticas para así legitimar sus acciones y su defensa por medio de la fuerza. Una vez más la realidad es bien distinta. Los mismos que gobernaban son los que gobiernan pues el pueblo les ha votado mayoritariamente, han sido los más votados por lo que, con mayor o menor agrado, han dado su apoyo a su gestión.
Una vez legitimado el gobierno en la urnas las intituciones y poderes del Estado, en este caso la policía, debe hacer que se cumplan las normas y si reciben, por los legitimados para ello, la orden de disolver una manifestación ilegal y violenta deben hacerlo. Su acción es la normal en un estado de derecho. Es el gobierno quien representa al pueblo y los fuerzas de seguridad sus instrumentos de acción para hacer complir las leyes. A los manifestantes nadie los ha elegido y carecen de representatividad y legitimidad para atribuirse la voluntad del conjunto o de la mayoría de la población.
Las fuerzas de seguridad no «atacan» al pueblo. Las fuerzas de seguridad ordenan la disolución de una manifestación amparados por la ley (aprobada por los representantes del pueblo). Ejercen la coacción activa del Estado (democrático, con todas sus imperfecciones) y solo en caso necesario ejercen la fuerza. Nadie tiene que sentir terror alguno (otra palabra fuerza evidentemente desproporcionada); si estoy en una manifestación ilegal y ordenan la disolución simplemente me marcho y no pasa nada ¿qué no quiero? pues tengo un problema, porque yo y el 25% que apoyamos a syriza no somos «el pueblo» somos muchos, pero no mayoría y no podemos imponer nuestro criterio al 75% restante ni ejercer la violencia contra los que deben velar por el cumplimiento de las normas para seguir actuando ilegalmente aun cuando nuestros teóricos objetivos son de interés general.
Juan Torres nos da su punto de vista y lo argumenta. De este modo puede que muchos que votaban a la derecha cambien el sentido de su voto. Pero no creo que nadie, o casi nadie, se sienta identificado con el ejercicio gratuito de la violencia cuando no se gana la voluntad de la mayoría por medio de la palabra y de las ideas.

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Mancuso 28 de febrero de 2013 at 18:19

Bien Pocholo, puede que en caracazo no se corresponda con el levantamiento de Chávez, en todo caso la idea es la misma. Por eso comparto, ahora sí, tu respuesta a Beimler. Básicamente cuentas lo mismo que Paulo Freire, la necesidad de que el propio pueblo cambie el paradigma y en que el actor del cambio sea la propia población así como aludir a los riesgos del dirigismo elitista.
Colocas además a la gente en el centro, por encima de las ideas y de la cultura dominante (aun cuando colocar a la gente en el centro también es un modo de cultura, pero creo que más sano). Pienso que cuando esto se hace la violencia, como norma, ya no es concebible. Este proceso de cambio es el realmente difícil, pero el único es integrador y vale la pena.

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POCHOLO 28 de febrero de 2013 at 22:44

Apagón informativo en Europa.
Presumibles motivos :
– Las recientes elecciones italianas.
– La crisis de corrupción que está pasando el gobierno español.
Lo he sabido por casualidad. Lo que ya lo dice todo.
Estaba perdiendo el tiempo con un viejo amigo, un periodista neozelandés, con el que suelo coincidir en el sitio chesscube.com, donde nos desafiamos en nuestro personal duelo ajedrecístico mientras chateamos intercambiando informaciones sobre Europa y sobre lo que acaece en el continente austral y en el sueste asiático, de lo que él es un experto fiable.
En un momento dado me dice:
“¿Y qué ha dicho Bruselas sobre la bomba de Amnistía Internacional?
“¿Cuál?
“La que soltó hace tres días el filósofo francés en plena reunión de los presupuestos para la UE.”
(Desconcertado por mi ignorancia de los hechos, aunque con fuerte curiosidad, pido información detallada)
“Sí, lo de los atracadores de bancos”
“¿Qué bancos?¿Dónde?”
“En el norte de Grecia”
“¿Quién?”
“Los anarquistas, los chavales arrestados y después torturados por la policía.”
(…)Y así es como llego a saber por un neozelandés que vive en Auckland, a 22500 km. de distancia, 12 horas de huso horario antes que nosotros, desde la otra parte del mundo, en el continente más lejano (en todos los sentidos) de nuestra vieja y querida Europa, qué es lo que está ocurriendo a 1000 km. de Roma, en el territorio que fue la cuna originaria de nuestra civilización.
(…)Hago unas llamadas y me lanzo a la caza de noticias. Nada en Italia. Tampoco en Europa. Noticias asombrosas en Sudamérica, en Canadá, en California y parece que en todos sitios entre los bloggers escandinavos y nord-septentrionales, que escriben en sus lenguas.
Describen y narran cualquier cosa de lo que está ocurriendo en estos días, de lo que a nosotros no se nos ha dicho una palabra, ni en Roma, ni en Berlin, ni en París ni en Londres.
se refieren a una sociedad ya colapsada, al límite de la guerra civil, ya precipitada en el abismo, sobre cuya realidad se ha corrido un obsceno velo de censura total para impedir que las noticias sean usadas en la campaña electoral de Italia y difundidas en España, donde está explotando la “tangentopoli” ibérica de las bancas corruptas y donde Rajoy ha hecho saber ya a Bruselas que allí en Madrid se corre el riesgo de ver la situación escaparse del control.
(…)Grecia ha caído(…)
Están asaltando los supermercados. Pero no se trata de bandidos armados. Se trata de gente furiosa y hambrienta que no empuña ni siquiera una pistola, con la complicidad de los empleados que les dicen: “coged lo que queráis, nosotros como si nada”.
(…) 150 empresarios agrícolas, productores de cítricos, que se han negado categóricamente a destruir toneladas de naranjas y limones para moderar los precios, como pide la UE. Han cogido la fruta, la han cargado en camiones y han ido al las plazas de las ciudades con megáfono, regalándola a la gente
(…)Se trata de 200 productores agrícolas, ex propietarios de lecherías, que de ser dueños de sus propias empresas han pasado a ser empleados de la multinacional bávara Müller, que se ha apropiado de sus empresas endeudadas, adquiriéndolas por pocos euros, apoyada por el crédito bancario facilitado. Éstos, han cogido sus productos de la semana, alrededor de 40.000 vasos de yogur (…), los han cargado en camiones y en lugar de embarcarlos en el Pireo hacia el mercado continental de la gran distribución, los han regalado a la población.
(…)Se trata también de dos movimientos anárquicos locales, que se han organizado y han pasado a los hechos: basta manifestaciones y protestas, robemos a los bancos: en las últimas cinco semanas los atracos han aumentado un 600% respecto a hace un año. Roban lo que pueden y después lo reparten con la gente que va a hacer la compra. La policía ha logrado arrestar a cuatro de ellos, reos confesos, pero una vez en la comisaría los han masacrado a golpes sin consentirles contactar ser representados por los abogados. Esto se ha sabido por la confesión del policía de administración encargado de la misión de retocar con Photoshop las fotografías de los cuatro arrestados, dos de los cuales se recuperan en el hospital de graves lesiones.
(…) Y así, ha caído la sección europea de Amnistía Internacional, con sus valientes inspectores suecos, holandeses y alemanes, que han realizado una investigación, recogido documentación y han denunciado oficialmente a la policía local, al ministerio del Interior griego y al gobierno entero ante la Comisión de Derechos y Justicia de la UE en Bruselas, pidiendo la intervención inmediata de toda la comunidad internacional para actuar rápidamente y evitar que la situación empeore.
Nos hemos enterado así que el más importante economista alemán, el profesor Hans Werner Sinn (consejero personal de Angela Merkel), apoyado por otros 50 economistas, valiéndose incluso del apoyo de un representante “doc” del sistema bancario europeo, Sir Moorald Choudry (vicepresidente del Royal Bank of Scotland, el cuarto banco del mundo), han presentado un informe urgente tanto al Consejo de Europa, como a la presidencia del BCE, como a la oficina de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la UE, sosteniendo que “Grecia debe salir, rápida y temporalmente del Euro, devaluando su moneda un 20/30%, bajo el riesgo de la definitiva destrucción de la economía, que ha llegado a un punto tal de degradación que podría ser considerada como “tragedia humanitaria” y por tanto empezar a barajar la hipótesis de pedir la intervención de la ONU”.
http://www.mundoconmisojos.es/grecia-ha-colapsado/
http://www.es.amnesty.org/noticias/noticias/articulo/la-policia-utiliza-photoshop-para-ocultar-signos-de-brutalidad-en-fotos-de-archivo-policial/
http://www.eluniversal.com/internacional/crisis-en-la-eurozona/130205/amnistia-demanda-el-fin-de-la-impunidad-policial-en-grecia

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Mancuso 2 de marzo de 2013 at 13:09

Opiniones.
Es muy triste lo que está pasando. Jóvenes desesperanzados que roban para los pobres torturados. Es difícil saber que pasa por la cabeza de los policías para actuar de este modo.
Nos pretenden hacer creer que la policía, así sin más y friamente se dedica a golpear salvajemente a los detenidos? Vale, pues así de simple no me lo creo. Me suena a la típica solicitud de firma de Amnistía y otros en la que exponen la situación particular de un recluso, solicitan la liberación, y se olvidan de informarnos de cual es el motivo por el que es condenado!!! Es esto una justificación? No, es analizar todos los componentes.
Amnistía habla de «cultura de impundad» pero ¿es realmente así o es un modo de hablar como cuando se utiliza alegremente el término tortura. Mucho me temo que se debe a este último motivo. Por experiencia profesional sé como se distorsiona la realidad. He participado en detenciones donde, según los periodicos y testigos habíamos actuado con brutalidad… hasta que dos días después el detenido se presenta en dependencia a pedir perdón por su actitud violenta y saca una nota de prensa pidiendo disculpas públicas. Es algo que ocurre con demasiada frecuencia.
Para acabar, y en línea con las palabras del ministro, ¿por qué la policía de unos países es violenta, la de otros corrupta, la de otros corrupta y violenta y la de otros ejemplar? En Grecia la vida de muchos policía ha corrido serio peligro y se les pide que actúen con cortesía y respeto. Otra vez más la ley del embudo.

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