En la nota de prensa emitida con motivo de la reunión en Italia del G-8, que agrupa a los países más ricos del mundo, se dice, entre otras cosas: «los líderes destacaron que los mercados abiertos son la llave del crecimiento económico y del desarrollo».
Mienten. Mienten como bellacos porque ni uno solo de esos países ha llegado a la situación de desarrollo que tiene porque haya abierto sus mercados sino justamente por todo lo contrario. Como tampoco es verdad que los países que mejor evolucionen en la actualidad sean los que mantienen más desprotegidos sus mercados.
Si de verdad fuese la llave del crecimiento, ¿por qué ellos mismos no se aplican el cuento? ¿por qué se protegen tanto?
Los líderes, como ellos mismos se autodenominan, mienten y lo hacen conscientemente. Dicen eso, como ha demostrado Ha-Joon Chang, para que los países a los que ellos han empobrecido no puedan utilizar la escalera que ellos usaron para llegar a la posición privilegiada que ocupan.
Ha-Joon Chang es el autor del libro Retirar la escalera: La estrategia del desarrollo en perspectiva histórica (editado por Los Libros de la Catarata, Madrid, 2004) que recomiendo vivamente leer para comprobar lo que digo y tener buenos argumentos para poder combatir el discurso infame con el que los poderosos, como ahora en Italia, engañan al planeta.
No será posible cambiar el mundo mientras nos mantengamos impasibles ante sus mentiras, mientras no tengamos capacidad para mostrar a los ciudadanos que los discursos con los que revisten las decisiones que adoptan son falsos y sin fundamento, que no buscan más que protegerse y disimular sus verdaderas intenciones. Es preciso y urgente hacérselo ver a la gente y deberíamos hacer lo imposible para que todas las personas honestas del mundo sin distinción converjan en ese objetivo. No creo que haya una tarea más elemental ni más urgente.