Publicado en La Opinión de Málaga. 18-04-2004
Se han dado a conocer esta semana dos datos muy significativos que muestran la pujanza económica de nuestra provincia.
Por un lado, la Sociedad de Planificación y Desarrollo (SOPDE) de la Diputación Provincial ha presentado un informe que indica que Málaga está a la cabeza del número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en toda Andalucía. Según ese estudio, en los últimos cinco años se ha registrado un incremento de casi el 30%, seis puntos más que la segunda provincia andaluza en este campo, que es Almería.
Ese crecimiento ha permitido que Málaga se sitúe en el sexto lugar de toda España, por detrás de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Alicante.
Más de 500.000 trabajadores se encuentran afiliados a la Seguridad Social en nuestra provincia y de ellos la mayor parte corresponde a la construcción, el pequeño comercio, la agricultura y el turismo.
Aunque el crecimiento tan importante de los trabajaodres del hogar indique que no es actividad productiva todo lo que reluce en nuestro mercado laboral, el hecho de que logremos ir por delante de otras provincias significa, al menos, que estamos en posición de vanguardia.
Igualmente es muy significativo que Málaga, con 80.023, se haya situado a finales de 2003 en la tercera provincia española en cuanto a líneas ADSL se refiere.
De tan obvio, a veces es difícil explicar la importancia tan extraordinaria que tiene extender lo más posible el accceso a internet. Se suele creer que la interconexión es el resultado de la modernidad y eso lleva a pensar que sólo vendrá después, que basta con esperar. Se trata de un grave error porque es la modernidad lo que viene detrás de la conectividad.
Difundir el acceso a la red, proporcionar medios para la intercomunicación y el acceso a la información y los datos es, hoy día, la precondición del progreso y el procedimiento más efectivo para lograr crecimiento económico y bienestar.
Pero aunque alcanzamos cifras relativamente satisfactorias en ambos aspectos, no podemos considerarlas definitivamente positivas. Una gran proporción de los trabajadores afiliados no disfrutan de empleos de calidad ni aportan suficiente valor añadido a nuestra economía, y el acceso a la red aún es escaso y desigual en nuestra provincia. Vamos por delante pero hay seguir avanzando mucho más.