Publicado en Sistema Digital el 3 de enero de 2013
Un artículo que acaba de aparecer en el Boletín Económico del Banco de España (Una estimación del impacto de las variaciones del salario mínimo sobre el empleo) ha sido rápidamente utilizado por los medios de comunicación para criticar y combatir cualquier subida del salario mínimo español.
Justo cuando el gobierno se disponía a aumentarlo un 0,6%, aparece el artículo y se utiliza para hacer ver que el Banco de España se opone a la medida por sus efectos muy negativos. TVE decía en su página web “El Banco de España: la subida del salario mínimo puede destruir empleo entre jóvenes y mujeres” y la agencia Europa Press lo difundía más o menos igual: «El Banco de España avisa de que el incremento del SMI puede acarrear mayor destrucción de empleo».
Se trata de otro engaño más a los españoles del Banco de España. Se torturan los datos convenientemente para poder llegar a la conclusión que casa con los principios ideológicos de partida y se termina proponiendo justamente lo que conviene a los grandes poderes económicos y financieros. En este caso, el mantenimiento del salario mínimo en un nivel que hace dos años fue considerados por el Consejo de Europa como «injusto e insuficiente».
Incluso el sentido común más elemental ya permite poner en cuestión la afirmación del banco. ¿Cómo se puede creer que una subida del 0,6% pueda ser determinante del empleo que lleven a cabo las empresas en un país con más de cinco millones de desempleados y en donde el salario mínimo es de 645,30 euros mensuales, uno de los más bajos de Europa?¿No será más bien al revés, que los salarios tan bajos son los que generan demanda interna insuficiente para la inmensa mayoría de las empresas españolas? ¿Es solo una casualidad insignificante para el Banco de España que uno de los países con salarios más bajos y el único de la OCDE en donde han bajado en términos reales sea el que tiene más paro?
El sectarismo ideológico que motiva los pronunciamientos neoliberales del Banco de España y de la mayoría de los economistas que trabajan allí les impide comprobar que el efecto de los salarios mínimos en la teoría económica es una de las cuestiones más controvertidas y que no se puede mantener como inequívocamente cierto que su subida tenga un efecto negativo en el empleo, tal y como se quiere trasladar a la opinión pública. Es más, hay quizá mayores evidencias de todo lo contrario.
Para poder demostrar que el salario mínimo más elevado supone en cualquier caso una rémora para crear empleo hay que adoptar una hipótesis de partida que es completamente irrealista: que los mercados funcionan como si fuesen de competencia perfecta (en realidad, incluso así se puede refutar esas conclusión, pero no puedo entrar en este texto breve sobre este asunto más complicado). Fuera de esa irreal condición, el efecto de salarios mínimos más elevados es muy dudoso, e incluso puede ser considerado como positivo para el empleo en muchas condiciones, y en mayor medida en situaciones de recesión como la actual.
En 2007, 650 prestigiosos economistas estadounidenses, entre ellos cinco Premios Nobel, firmaron un documento reclamando subidas del salario mínimo defendiendo que eso apenas tendría efectos negativos sobre el empleo y que, por el contrario, permitiría aumentar el bienestar de los trabajadores con bajo salario. (Hundreds of Economists Say Raise the Minimum Wage).
Los profesores Andrajit Dube, T. William y Michael Reich publicaron en 2010 los resultados de una investigación en la que analizaron lo ocurrido en los últimos 20 años en Estados Unidos demostrando que, lejos de impedir la creación de empleo, la subida del salario mínimo tuvo efectos positivos sobre el consumo y sobre el conjunto de la economía de aquel país (Minimum Wage Effects Across State Borders: Estimates Using Contiguous Counties. En el mismo sentido: Sylvia Allegretto, Arindrajit Dube y Michael Reich Do Minimum Wages Really Reduce Teen. Employment? Accounting for Heterogeneity and. Selectivity in State Panel Data).
Otros dos, David Card y Alan Krueger, comprobaron en otro estudio que en New Jersey, donde el salario mínimo había aumentado, creció el empleo, y que en Pennsylvania, donde se había mantenido constante, se redujo (The Effects of Increases in the Minimum Wage).
Estos últimos autores señalan que lo más que se podría llegar es a decir que tendría que darse una subida del 10% en el salario mínimo (es decir, 17 veces mayor que la que el Banco de España critica) para que quizá se produjese una caída del 1% en el empleo).
Otros muchos estudios han demostrado, con datos de la realidad de diferentes países en la mano, que las subidas del salario mínimo, lejos de ser negativas, pueden ser muy positivas para la economía por diversas razones:
– Disminuyen las rotaciones en el empleo, y por tanto la temporalidad, lo cual, entre otras cosas, reduce los costes de formación que tienen que afrontar las empresas porque los empleados permanecen más tiempo en sus puestos de trabajo.
– Aumentan la oferta de trabajo pues incentivan que se incorporen más personas a la búsqueda de empleo.
– Incrementan la productividad, porque hacen sentirse mejor a los trabajadores y comprometerse en mayor medida con los resultados de las empresas.
– Incentivan la innovación porque es sabido que el bajo coste salarial lleva a las empresas a utilizar el trabajo como una alternativa a la incorporación de nuevos procesos y tecnologías novedosas, ya que si hay bajos salarios resultan comparativamente más caras.
– Mejoran la salud y las condiciones de vida de los trabajadores, de modo que se permiten ahorrar recursos en gasto sanitario.
– Disminuyen la pobreza lo que, además de ser humanamente muy satisfactorio, reduce también los gastos en políticas sociales.
– Aumentan el consumo y la demanda efectiva y de ahí la actividad económica en general y, por tanto, el empleo. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha calculado que aumentar el salario mínimo en 2,40 $ la hora de 2012 a 2014 aumentaría el Producto Nacional en 25.115 millones de dólares y crearía 103.000 empleos (David Cooper, A rising tide for increasing minimum wage rates).
– Incluso se ha podido comprobar que los incrementos en el salario mínimo en las empresas que tienen más abundancia de trabajadores con salario bajo o muy bajo no repercute apenas en sus costes laborales totales, porque suelen dedicar más cantidad a los grupos de salarios elevados.
¿Por qué el Banco de España no tiene en cuentas estas consideraciones cuando habla de salario mínimo? ¿por qué no considera que es vergonzoso referirse al salario mínimo como peligro para el empleo cuando el actual tiene un poder de compra que es casi un 20% menor que el de 1979? Si ha estado bajando en términos reales y el desempleo ha aumentado o ha bajado con independencia de ello, ¿cómo puede decir que aumentará si el salario mínimo sube ahora una miseria ?
No deseo ni puedo hacer aquí un análisis exhaustivo de los estudios que se han hecho sobre el impacto del salario mínimo sobre el empleo en todo el mundo, y ni siquiera en relación con la economía española. Solo me gustaría señalar que los resultados son, en cualquier caso, muy dispares, y que de ningún modo se puede sostener como si fuese una verdad científica que un salario mínimo más elevado es negativo para el empleo.
Baste señalar que los estudios realizados en España también demuestran que en nuestra economía tampoco se puede afirmar taxativamente una conclusión de ese tipo, como se empeña en hacer creer el Banco de España, oficialmente o a través de los estudios que publica, siempre con el mismo enfoque. Una investigación reciente concluía que si el estudio se realiza por comunidades autónomas «se obtiene un efecto negativo del salario mínimo sobre el empleo en ocho comunidades (Asturias, Cantabria, Castilla y León, Baleares, Canarias, Navarra y el País Vasco); en dos (Valencia y Cataluña) el efecto acumulado continua siendo positivo y significativo, y en el resto de las regiones los efectos encontrados son estadísticamente despreciables» (María Inmaculada González Güemes, Carlos A. Pérez Domínguez, Sergi Jiménez Martín, Los efectos del salario mínimo sobre el empleo juvenil en España: nueva evidencia con datos de Panel). En otro más antiguo incluso se puso de evidencia que incrementos del 1% en el salario mínimo respecto al salario medio del sector producían aumentos del 0,32% en el empleo en la industria (Antonio Caparrós y Lucía Navarro, Influencia del salario mínimo en el empleo de la industria española) o, como se ha mostrado en varios de ellos que, si acaso, serían mínimos, tan solo negativos para el empleo juvenil adolescente, o más bien condicionados por la situación del ciclo o por otros factores macroeconómicos.
Evitar que aumente el salario mínimo, y en general todos los salarios, es un error gravísimo y ahora mucho mayor que en ninguna otra coyuntura. No solo se trata de una medida injusta porque hace sufrir a los trabajadores más desprotegidos solo para que se beneficien en mayor medida la población más rica. Además, es una forma de limitar el beneficio de las empresas productivas y la creación de empleo. De ahí la oportunidad de propuestas como las de Thomas Palley (que el Banco de España oculta intencionada e ilegítimamente) orientadas a garantizar un salario mínimo global, insisto no solo por razones morales y de justicia sino de pura supervivencia económica (ver Thomas Palley on a global minimum wage system).
El Banco de España es una institución del Estado y no debería ser un cobijo exclusivo del pensamiento neoliberal. La democracia es esencial para la vida económica y, sin embargo, está por completo ausente de una institución que, con dinero de todos, se dedica a divulgar las ideas y a justificar las políticas que benefician solo a unos pocos. Si el Banco de España no cumple tareas de servicio público y si no permite que en su seno se muestren la diversidad de ideas y las distintas posiciones que existen en el pensamiento económico, debería ser intervenido. Para que de verdad haya democracia, las decisiones deben basarse en la manifestación y en la toma en consideración de todas las opiniones y preferencias, y no solo las de una parte de la población. Por eso, para que la haya en España, hay que empezar a pedir responsabilidades al Banco de España por las mentiras que dice y por el daño está haciendo a la inmensa mayoría de los españoles.
10 comentarios
Ellos creen que saben mas que un electricista,o que un emigrante,o que una ama de casa.Pero Juan tu nos estas enseñando que lo que son UNOS SINVERGUENZAS FASCISTAS
Y solo con leerte un poco,se da uno cuenta de la falta de dignidad que tienen-
¿Para que sirve el Banco España? para proteger ¿A ? la misma pregunta para los politicos. Al pueblo nos sale caro. La Democracia. seria bueno que existiera.
Con este texto tan ilustrativo, me viene la idea de que quizás no hay suficientes fuerzas combativas para tantos frentes contra los que hay que luchar. Sobre todo mientras la «masa silenciosa que no se manifiesta y que está ahí» (Rajohilitos dixit), mantenga su actitud pusilánime y resignada.
Muy buen artículo para rebatir los argumentos capitalistas denominados neoliberales sin salirse del marco de la economía capitalista, con otras opciones más humanas e incluso apropiadas para el propio sistema. Ahora bien, si algunos economistas críticos ponen un techo del 10% de aumento del salario mínimo para que no haya pérdida de empleo, tenemos que en España este límite rondaría los 710 euros mensuales. Insuficiente a todas luces para que cada persona pueda tener una vida mínimamente digna (los falsocialistas prometieron, y como ya es habitual no cumplieron, llegar a 800). Con 1.000 euros, que creo que andarían por el actual umbral de la pobreza, tampoco sería para echar cohetes, pero bueno… Aunque parece que “sería insoportable” al día de hoy para la economía capitalista española.
A lo que iba, un salario mínimo decente-suficiente, acompañado de otras medidas sociales básicas para todo el mundo, exige pensar en las personas como tales, no como costo ni como capacidad de demanda (¿de qué consumos para mover qué actividades empresariales?), y esto nos lleva a hablar y defender una economía moral de fórmulas socialistas, muy democráticas por supuesto, pero socialistas (no falsocialistas). A decir alto y claro que el mejor capitalismo “de rostro humano” va a ser lo que no puede dejar de ser: capitalismo con sus líneas rojas para las clases trabajadoras y populares.
Establecer un ingreso monetario mínimo-suficiente, unas medidas sociales básicas imprescindibles, una propiedad personal necesaria, para todas y cada una de las personas, así como también unos máximos, va a ser algo inasumible para cualquier capitalismo. Ya no lo sería. Mientras las cosas estén como están, está muy bien y no viene mal reivindicar la posibilidad de mejoras cortas, pero sin dejar de considerarlas escasas e injustas y recordando cuál tendría que ser el norte.
Hace falta hacer un ERE en ese santuario que es el B.E. y de esa forma aplicar el jarabe de palo que se está dando a los más débiles de la sociedad española.A esos sesudos «economistas» habría que pedir explicaciones de que forma se puede vivir con el S.M.I en este país. Alberto Enrique
Está claro, que esta política sometida por la economía financiera obedece a un solo diseño el que está llevando a cabo el PP., ya lo comenzó en epoca de Aznar aunque nos hicieron creer que todo estaba bien y teniamos superabit economico extraordiario, incluso el PSOE de Zapataro, pero el tiempo demuestra que todo es quimera y engaño.Está claro que no basta con ir a votar cada 4 años no es suficiente y es por lo que me pregunto ¿que tendriamos que hacer legalmente para despedir a estos impresentables gobernantes sin tener que esperar 4 años? de seguir así, con el tiempo a estos gobiernos los deberia de acusar de crimenes de «lexa humanidad»
Juan, como economista haces unas exposiciones magistrales, pero yo aplico desde toda la vida el sentido común, que dicho sea de paso es el menos comun de los sentidos, en esta selva de libertinos y sinvergüenzas,¿porque siempre patronal, sindicatos, gobierno y monarquía, quieren controlar los salarios, y los muy mezquinos, nunca hablan de los beneficios, ¿po rque hacienda controla a la clase trabajadora, y no a las eléctricas? no es corriente, entre 125 o 220, ladrones y a los políticos los hacen consejeros, y estos a su vez siguen engrosando, a la plana de estómagos agradecidos de los funcionarios pertenecientes a las castas de los Inca, los maya y los azteca.
A los demas maestros profesores médicos etc… recortes por todos lados
Juan como siempre magistral, pero yo de siempre he aplicado el sentido común, que hoy en día es el menos comun de los sentidos, ¿porque?, el gobierno, patronos, sindicatos y monarquia, siempre piden control y moderación salarial, y no se controlan a las electricasse habla de los beneficios,¿porque? hacienda me controla, y el gobierno le quita un pellizco a los que han tenido la suerte de que les toque la lotería, y a los que ganan ese mismo pellizco en un pelotazo inmobiliario, especulación en bolsa, herencia, etc no les quitan lo mismo.
¿porque? no se controla a las electricas, gas, que hacen consejeros a ciertos personajes, que a su vez han inundado con sus castas de estómagos agradecidos inca, maya, y azteca diputaciones y ayuntamientos, y a los sufridos funcionarios nada mas recortes por todos lados. que se vayan…pero a la cárcel
Estimado profesor Torres, aunque este comentario no tenga mucho que ver (o sí) con el artículo, quiero plantearle una cuestión que me ha llegado por email hoy día 8 de enero: ¿Conoce usted la «Carta a la Sra. Merkel: exija el fin de las autonomías» escrita por el profesor Roberto Centeno, Catedrático de Economía de la Universidad Politécnica de Madrid en junio de 2012, y si es así me gustaría saber (y supongo que a muchos como yo) su opinión sobre esa Carta que ya circula por la Red y si está usted de acuerdo en lo que se plantea en ella. Muchas gracias y feliz año.
gracias, es muy aclarativo los articulos (todavia no los he leido todos) y además abre los ojos a quien se preocupa por la situación en España. En mi opinión este es el resultado de que da igual quien mande si se hace lo que la casta indica, y ya sabemos todos a que sector beneficia esta forma de gobernar.