Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

23 comentarios

Federico Relimpio 16 de mayo de 2014 at 09:02

Este debate es un perfecto ejemplo del tono de la vida política española. De la fuerza de sus ideas. Del vigor de sus caracteres. De los motivos que les impulsan a estar ahí, bajo la luz pública, a comparecer desganadamente, a decir y replicarse sin oírse ni entenderse. No entienden el país que quieren gobernar o representar en Parlamentos o Ayuntamientos. Probablemente, porque hace tiempo que no se entienden a si mismos. Un siglo después, volvemos a hablar de España real y España oficial, de burgos podridos y de regeneracionismo. Con tal de que no terminemos a tiros…

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MANUEL SENRA 16 de mayo de 2014 at 10:45

Fue un debate atípico, irregular. Un debate en el que hubo ausencias de peso, como la corrupción de uno y otro partido. Y vimos a un Arias Cañete desmadejado, encorsetado, más pendiente de sus apuntes que de lo que comentaba su contrincante. Un Arias Cañete que, pese a su ya largo recorrido político por la UE y en la política nacional, como ministro, se le notaba nervioso y, a veces, hasta como acorralado por la Sra. Valenciano. Y sí que la la contrincante del PSOE se la vio más viva, más entera, con los deberes hechos; aunque a veces es cierto que se precipitaba usando frases cortas, que interrumpían a su contrincante. Pero iba al grano. Miraba a cámara y, por la cámara, miraba a los espectadores que los estaban escuchando. Creo que Elena Valenciano puso en el debate más corazón.

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José 17 de mayo de 2014 at 11:08

Yo no vi el debate. No sentía el mínimo interés en oír frases manidas redactadas por asesores de la mentira. No quise ver a dos personas fingir lo que no son y hablar de lo que no harán. Si a mí me dicen hace unos años que llegaría a estar así de descreído, lo hubiera negado mil veces. Y lo peor no es mi desilusión; lo peor es que mi desilusión está más que fundada. Los partidos en España no aspiran a cambiar el cortijo ( se lo han apropiado). Sólo aspiran a administrarlo en beneficio propio. Señor, señor, qué encrucijada.

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Nanai 17 de mayo de 2014 at 15:38

No sé como Millás con la inteligencia y el humor fino que tiene (en persona gana aún más) pierde el tiempo en estos menesteres y con estos comensales, que pase lo que pase ya tienen su Dorado asegurado. Como si te tragas una pelí que es un bodrio y encima repites. Tururú.

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Mª Pia Uribe 17 de mayo de 2014 at 16:08

Tal para cual. Un debate, a mi manera de ver, absolutamente inútil. Eso sí, estéticamente lo perdió con creces Arias Cañete. En cualquier caso no creo que haya servido para que nadie cambie su intención. A mi, particularmente, me reafirmaron en no votar a ninguno de los dos. ¡Que tristeza de país!

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Solidaridad 17 de mayo de 2014 at 19:30

La solidaridad hará el cambio. La izquierda siembra en la mente de la gente el pedir. Como soy pobre que me den. De tanto enseñar a la gente a pedir nadie quiere trabajar, que pedir es más fácil. El problema de fondo es el mismo: solidaridad sí, pero de los demás para mí. En resumen egoísmo puro. En una sociedad solidaria los partidos ladrones lo tendrán crudo, hasta sus madres les harán el feo.

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José Manuel 17 de mayo de 2014 at 20:50

De Millás, no quiero ni oir hablar. Tengo mejores cosas que hacer, que atender para gacetilleros.

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Sor Laica 18 de mayo de 2014 at 21:07 Responder
JcSM 19 de mayo de 2014 at 12:46

Dilecto solidaridad:
Tristemente estos dos y su cohorte, si no son lo mismo, se parecen como un par de níveos copos: tienen casi idéntica composición, igual simetría y en conjunto, salvo la machista estulticia de uno de ellos, blanca apariencia. Ahora bien, siguiendo tu esquema y hablando en términos generales, la derecha siembra en la mente de su gente el robo. Como soy rico quiero serlo aún más. De tanto enseñar a su gente el latrocinio como virtud, para qué esforzarse. Al cabo, tras sentarse en determinados pupitres, acudir a ciertas bodas y comulgar con unas cuantas ruedas de molino, robar luego es más fácil y la confesión diaria me libra de pecadillos. El problema de fondo es el mismo: caridad sí, pero mientras sea yo quien sostenga el mango de la sartén. En resumen el puro patriotismo de los de siempre. No obstante, terminas bien porque «en una sociedad solidaria los partidos ladrones lo [tendrían] crudo, [y]hasta sus madres les [harían] el feo».
Salud

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Mojica 20 de mayo de 2014 at 15:53

La derecha triunfa sobre la izquierda porque aceptan trabajar. El problema de la izquierda es que no le tiene amor al trabajo y encima promueve tal insensatez. A cuatro ladrones es fácil ponerles coto pero a millones de perezosos es más difícil.

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Emilio Esteban Montoro 21 de mayo de 2014 at 13:27

personalmente ya no veo ningún debate político, ni mítines, estoy cansado de oír lo de la herencia recibida del PSOE, como una especie de justificación a las barbaridades que ellos han hecho durante el tiempo que han gobernado y que «milagrosamente» se han silenciado, tengo que votar y lo tengo muy claro: evitar a toda costa que ninguno de los dos partidos con mayorías, puedan tener en Europa mayoría. porque ya sabemos lo que van a hacer tanto unos como los otros y el que tenga un poquito de base y haya visto lo que yo he vivido durante más de medio siglo, sabrá lo que estoy diciendo. nuestra única esperanza es regenerar las filas de la política y darle paso a los jóvenes, que tengan las ideas claras de los verdaderos y graves problemas que han ocasionado éstos «políticos profesionales y POLTRONEROS», en ESPAÑA e intentar, si Europa nos deja, así se lo he dicho a mis siete hijos que tienen edad de votar y espero que lo hagan.

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JcSM 22 de mayo de 2014 at 15:51

Dilect@ Mojica:
«Quod natura non dat, Salmantica non præstat» es la mejor conclusión que extraigo si analizo cuanto usted ha dicho, cuál si ello fuera un clásico problema de Fermi (y eso sin entrar a discutir los resultados de la socióloga Juliet Schor, de la Universidad Boston College). Afortunadamente para much@s de nosotr@s, en esta parte del mundo yo no están bien vistos el capataz de azotes ni el esclavo (sobre el particular, no obstante, conviene acercarse a Lester Thurow).
Permítame recomendarle que, haciendo uso de las tecnologías de los “Big data sets”, examine quién, cuánto, cómo y dónde se PRODUCE y quién, cuánto, cómo y dónde se REPARTE. Me temo, por otro lado, que su fe le impida columbrar cuán importante es definir con precisión el amor al trabajo, pues, al parecer, hubo mucho amor al trabajo durante la «Endlösung».
Finalizo este pequeño reproche animando a investigar a quiénes les favorece la abstención, ora activa ora pasiva, en las próximas elecciones.
Salud

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Mojica 22 de mayo de 2014 at 19:31

Amar el trabajo es pedir que me den una parte del manjar que yo he ayudado a crear. Si NUNCA ayudo espero que la muerte caiga pronto sobre mí porque la vergüenza de haberme convertido en un parásito no me dejaría en paz.

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JcSM 23 de mayo de 2014 at 10:24

Dilect@ Mujica:
Pidiendo disculpas anticipadas a tod@s l@s demás por tratar una cuestión alejada del meollo planteado por Juan Torres, a usted le digo que si su finalidad es argumentar una verdad entonces debe prestar atención a la refutabilidad, la consistencia y la coherencia, ora en el esquema lógicoformal (para que no valgan a la vez una afirmación y su negación), ora en el esquema sintético o factual (no bastan las creencias si no hay medidas empíricas bien realizadas y «repetibles» que permitan refutarlas), ora en el ámbito del conocimiento bien fundado (tiene que haber consistencia entre sus afirmaciones y los datos que proporcionan las observaciones bien realizadas en entornos de conocimiento próximos y no tan próximos).
La fe y las biblias (sean de la índole que sean), al menos en Occidente, son una paupérrima guía. Le recomiendo, pues, que analice cómo obtuvo usted sus datos y considere seriamente el modo cómo usted argumenta, para no caer en falacias lógicas y empíricas.
Salud

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Antonio Gonzalez 23 de mayo de 2014 at 16:36

Muy bueno el trabajo.
El caso es que esta gente no sabe nada de la calle,
esta gente hace politica para sus iguales, es decir
para otros incompetentes para no decir que otros
sinvergüenzas.
Ese tipo de gente vive en un mundo de ayer que se
niega a desaparecer y por poca suerte no podrán
desaparecer sin una gran conmocion.
Una prueba, las cosas que dicen no son las que en
realidad preocupan a la gente y desde luego que las
soluciones no pasan de ser mas de lo mismo.

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Mojica 23 de mayo de 2014 at 17:55

JcSM, yo soy del pueblo y no me oculto tras las florituras para decir y al final no decir nada. Es de simple lógica que el que no ayuda a crear algo no reciba nada. Una cosa es el que no puede ayudar y otra muy diferente el que no quiere ayudar porque le sale mejor guardarse sus fuerzas. No veo porqué tengamos que tener consideración con el que no tiene ninguna para con los que trabajan.

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JcSM 26 de mayo de 2014 at 09:49

Dilect@ Mojica:
Con seis años mi abuelo era pastor de las ovejas de otros y mi padre un modestísimo pluriempleado tras años de cárcel por haber defendido la segunda república (yo sé bien, pues, a qué pueblo me refiero). Ciertamente, en un mundo ideal, quien no ayudase pudiendo, nada debiera recibir del resto. Pero el caso es que vivimos en este mundo imperfecto y no somos pocos los que vemos las miramientos que se tienen para esos que nos roban en nombre del «liberalismo», la «productividad» y el idealismo dogmático. Lo que usted llama florituras es pura lógica (la que me enseñaron a los dieciseís años), mientras que cuanto usted llama lógica es defensa del «statu quo». ¿En nombre de qué se me puede reprobar si no contribuyo a erigir trampantojos ideológicos para mis semejantes?
Salud

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Mojica 27 de mayo de 2014 at 09:19

JcSM, usted gasta en comer porque está vivo. Gasta en vestir porque está vivo. Gasta en vivienda y servicios públicos porque está vivo. Gasta en medicinas porque está vivo. Gasta en cultura y educación porque está vivo. Pretende usted que yo trabaje y le pague sus gastos? A mi modo de ver si a usted no le importa su vida porqué me ha de importar a mí? A todos nos cuesta trabajar, y muy pocos tienen la suerte de trabajar en lo que quieren, pero todos queremos tener nuestras necesidades cubiertas. Con el sudor ajeno? Claro que sí, con el sudor ajeno. Lo que pasa es que es injusto y los que tienen que pagar el sudor se cuidarán que no los timen los que pretenden estar bien comidos y dormidos pero no conocer la palabra trabajo en su aspecto práctico.

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JcSM 28 de mayo de 2014 at 09:41

Dilect@ Mojica:
Usted come porque hay quien cultiva la tierra, usted viste porque hay quien teje, a usted le cubre un techo porque hubo quien coció ladrillos, usted no se muere de una infección porque hay quien investiga, usted disfruta de valiosos servicios públicos porque hay funcionari@s prob@s, usted goza de los bienes culturales porque hay quien los crea… Yo pretendo que se comprenda que vivimos en una SOCIEDAD compleja que debe repartir el trabajo y los beneficios. No es de mi incumbencia lo que usted considere importante, lo que me sobrecoge es que usted no parece concebir el concepto de trabajo como una parte básica del desarrollo integral humano (¡ojo!, también la distribución de beneficios resulta cardinal para este desarrollo biológico, económico, político y cultural). En suma, aléjese de las homilías y acérquese a los debates.
Salud

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Mojica 28 de mayo de 2014 at 15:43

JcSM,
No entiendo lo de las homilías. Si estoy debatiendo con usted. Al hilo de lo que usted dice, yo como porque trabajo y con el fruto de mi trabajo obtengo lo que otros trabajadores han hecho para mí. No voy dando pena diciendo que «no hay trabajo», porque lo que quiero es que me paguen millonadas por hacer poca cosa, pero en cuanto entro a una tienda a comprar algún producto, quiero que esos trabajadores a los que les compro cobren poco y me lo den bien barato, pues si cobraran mucho no sería tan barato para mí.

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JcSM 29 de mayo de 2014 at 09:19

Dilect@ Mojica:
Venía barruntándolo en sus intervenciones. Llevando al límite su esquema (inmejorable mecanismo-piedra de toque para aquilatar un argumento), lo mejor pareciera ser que esos trabajadores a los que usted quiere comprar nada cobrasen, pues, así, su precio le resultaría imbatible (ya hablé de esto el pasado día 22, recomendando a Thurow). Entienda lo de las homilías porque ya en el eclesiastés se advertía que el demasiado estudio fatiga mucho.
Lo dicho, aléjese del libro y acérquese a los libros (ojalá Lichtenberg yerre y el libro no sea como un espejo, pues en ese caso, y para evitar círculos viciosos, por ahora concluiré deseándole salud).
Salud

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Mojica 29 de mayo de 2014 at 10:58

JcSM,
Buscar la verdad es atreverse a mirarse en un espejo que nos devolverá una imagen a veces cruel. La verdad generalmente no es bonita, pero como las buenas medicinas ayudan a curar al enfermo. Si los trabajadores nada cobrasen morirían de hambre, y si mueren no tendría yo el fruto de su trabajo con lo cual su muerte no me beneficia, al contrario me perjudica; el siguiente en acompañarles en la trágica suerte sería yo mismo!!!!. El final del comentario anterior no refleja mi forma de pensar sino la de muchas personas que no entienden las consecuencias de sus fantasías.

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JcSM 30 de mayo de 2014 at 09:06

Dilect@ Mojica:
¡Albricias! Parece que nos vamos entendiendo. Efectivamente, la verdad, como la infección, pocas veces es bonita. Pero sin entender la infección ahora no tendríamos antibióticos. Sería, pues, muy deseable que los voceros del neoliberalismo, adoradores y administradores del «dinero simbólico», se aplicaran la receta que acaba usted de prescribir: al cabo, sin un REPARTO JUSTO de la auténtica riqueza, también ellos (los voceros y los adoradores) acabarán perjudicados y acompañando en su trágica suerte a quienes PRODUCEN AUTÉNTICA RIQUEZA. Asimismo, estoy de acuerdo con usted en que muchas personas no comprenden el alacance de sus fantasías. Lo dramático es que tampoco comprenden las consecuencias de sus actos… nada simbólicos.
Salud

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