Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¿Podrá Podemos?

Publicado en Público.es el 26 de mayo de 2014

Gran parte de los resultados de ayer domingo eran esperados: la abstención alta, el fracaso del PP y PSOE, la subida de Esquerra Republicana y de Izquierda Unida, el mayor número de votos a fuerzas políticas minoritarias… e incluso la entrada en el Parlamento Europeo de Podemos. Pero muy pocos soñaban con que ésta fuerza se iba a constituir en la cuarta del Estado e incluso a ponerse por delante de Izquierda Unida en comunidades tan significativos como Asturias, Madrid y en muchas ciudades importantes.

Podemos es la gran triunfadora de las elecciones aunque ese triunfo, como señaló Pablo Iglesias al saber los resultados, no sea ni mucho menos el que se va buscando, que no es otro que acabar con una casta política y con unos recortes de derechos y libertades que están hundiendo a España en la miseria.

Ese horizonte es el que Podemos ha abierto de pronto ante millones de personas que quizá por primera vez en los últimos años han empezado a soñar que de verdad hay posibilidades de empezar a contabilizar victorias y no derrota tras derrota.

Podemos ha incorporado a la vida política española, con éxito, algo que ya empezó a desarrollarse en torno al 15M: la convocatoria a personas hecha por personas y no por aparatos más o menos contaminados por los lastres de una transición tan poco ejemplar como la que hubo en España. Su propuesta de primarias para elegir a sus candidatas y candidatos (que, por cierto, recibió sus mayores críticas desde Izquierda Unida y sorprendentemente de personas como Alberto Garzón que muchos creíamos alejado de ese tipo de tentaciones) significa ya un Rubicón que inevitablemente deberán traspasar quienes deseen defender proyectos creíbles y realmente alternativos de transformación social. Y su éxito electoral compensa con mucho las críticas que incluso algunos que apoyamos desde el inicio a Podemos le hicimos más adelante por la forma en que se desarrollaban las cosas en el seno de muchos de sus círculos, en donde no siempre domina precisamente el mismo discurso antisectario y más inteligente y atractivo que defiende Pablo Iglesias y otros de sus dirigentes.

Por todo eso, es Podemos quien representa ahora la mejor referencia y quien está en condiciones más creíbles para marcar el paso en los próximos meses y de cara a las movilizaciones y elecciones que quedan por delante.Pero no lo tendrá fácil. Los poderes fácticos que dominan  la política española no serán a partir de ahora tan generosos con sus líderes ni en los medios de comunicación y quienes todavía piensan que la historia se mueve a la orden de las vanguardias iluminadas no verán con buenos ojos que sea la gente desde abajo quien se organice e impulse la acción política, como pretende y ha conseguido Podemos.

Y también tendrá que afrontar los riesgos y dificultades de haberse “hecho mayor” en tan poco tiempo.

La verdad es que Podemos ha conseguido un magnífico resultado electoral sin apenas disponer de un programa bien articulado, sin haber pulido el discurso con el que podría avanzarse hacia la mayoría social y política a la que alude siempre Pablo Iglesias e incluso sin tener la unidad de miras interna que en estos proyectos es imprescindible. Y ahí creo que radican los retos a los que debe hacer frente enseguida.

El primero, el huir como de la peste de la tentación de sentirse una sigla más, aunque sea ya poderosa. La gente no quiere sopas de siglas, aunque sea necesario sin duda que el mayor número de ellas converja, sino, como he dicho, “gente convocando a gente”. Lo que significa que hay que avanzar hacia la autoorganización con democracia de base y debate productivo. La política “desde arriba” y las coaliciones a base de diktats y repartos del pastel tienen el recorrido que tienen, y estas elecciones acaban de demostrarlo.

El segundo reto es elaborar un programa de propuestas para España riguroso y atractivo y que a mi modo de ver debería recoger dos grandes líneas. Por un lado, las medidas de recortes que el PP y el PSOE han tomado desde 2010 que hay que derogar cuanto antes. Y, por otro, las acciones en positivo (y no solo los deseos) que pueden sacar a España de la situación de degeneración moral, política y económica en la que se encuentra.

Y finalmente, Podemos no debería olvidar que si bien es necesario preparar las elecciones que van a convocarse en los próximos meses, concurrir a ellas y obtener buenos resultados no puede ser un fin en sí mismo porque la presencia en las instituciones resulta impotente y frustrante si no se dispone del contrapoder que proporciona la gente organizada desde abajo y la movilización constante para defender los derechos y denunciar en todo momento las injusticias.

Ojalá pueda Podamos y sea capaz de seguir ilusionando con éxito a mucha más gente, a la inmensa mayoría que, incluso con independencia de sus ideas, está harta de la corrupción, de la incompetencia, de la venalidad y de la servidumbre hacia los poderosos de quienes nos vienen gobernando.

13 comentarios

Agustín Salvador 28 de mayo de 2014 at 12:38

Yo voté sin fe de carbonero y con un cierto escepticismo a IU, pensando más en la Izquierda Europea (IE). Celebro el resultado de Podemos, más ahora que entrará en la citada IE. A ver si vamos sumando, también a nivel de España.
A pesar de la mucha gente que hay detrás de Podemos y sin despreciar para nada su valía y aportación, creo que sin Pablo Iglesias, su carisma, su liderazgo, su participación y buen desenvolvimiento en los media (TV fundamentalmente), su imagen que conecta con iconografías de nuestro imaginario cultural… La candidatura electoral no hubiera conseguido tantos votos. A partir de ahora le vendrán los problemas al ¿movimiento?, porque el enemigo a batir es de cuidado y dispone de muchas bazas zanahoria-palo, que sólo podrá ser enfrentado con una organización de militantes bien cohesionada. O sea, pasar de “líquidos” a “sólidos”, y esto suele desencantar al sector más entusiasta-idealista, horizontal y cortoplacista.
No termino de entender por qué se le da tanta importancia a las famosas “primarias”, concediéndoles el marchamo exclusivo de la democracia interna de una organización. Las hay en conocidos partidos, de aquí y de allá, que no se distinguen precisamente por el juego limpio interno. La cuestión de fondo es que, entre miles de personas que no se conocen, es imposible seleccionar una candidatura con un mismo programa, sin que alguien la señale o proponga de alguna manera. Vísperas de cerrar la elección de los representantes, Iglesias y Monedero, cabezas muy visibles de Podemos, marcaron las cartas señalando “sus candidatos”. Qué casualidad que entre los luego mejor colocados estaban “los propuestos por ellos dos”, más Pablo Iglesias, lógicamente. Y no lo hubiese visto mal si se hubiera dicho y hecho así desde el principio, sin tanto espejismo de que somos los más “guays”. Porque, repito, no puede ser de otra manera. La gente no sabe a quién votar entre un gran número de desconocidos. Yo tampoco. Por eso, sinceramente, prefiero que una organización me proponga un programa y unos candidatos seleccionados con la metodología democrática interna que hayan considerado más acertada y real. Lo que no se puede es presumir de imposibles horizontales y colar verticales.
Insisto, las cosas son las que son cuando la democracia posible se hace con miles o millones de personas, a la vez que estás pegándote con quienes te la quieren tirar abajo. Entre “las vanguardias iluminadas” (futuras nomenklaturas) y “la gente convocando a la gente” (¿todavía nos creemos eso?) hay un espacio para la combinación de la movilización, participación y lucha que, con la necesaria y saludable pluralidad del tira y afloja, nos dote de una organización y unos representantes democráticos competentes, en una situación de serio enfrentamiento (desgraciadamente planteado así por una oligarquía dispuesta a todo).
Enhorabuena a Podemos, IU y otros grupos del ámbito de la izquierda que dice querer serlo. Ahora toca trabajar la unión con lo mejor de cada colectivo, con la paciencia transformadora de la acumulación de fuerzas, de las reformas continuas, del medio y largo plazo. Pero, adelanto, la unidad no será posible si no coinciden en el empeño unos líderes singulares que sepan hacerlo. Al tiempo.

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jose 28 de mayo de 2014 at 12:48

Saludos a Juan Torres.
Por fin en la presa del bipartidismo aparece una grieta (Podemos) y lo voceros del reino empiezan a preocuparse, no sea que se rompa dicha presa.

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Agustín García 28 de mayo de 2014 at 14:46

Ilusionante, real, posible… inteligente. Esa ha sido mi información sobre una candidatura que en Cataluña no ha gozado de prácticamente ningún tipo de difusión, más allá de las redes sociales. Felicito sin paliativos a PODEMOS. Manifiesto (tras el ejercicio de más de treinta años en activo como profesional servidor público) mi envidia más sana, ante la lucided de una juventud que se halla sobradamente preparada para luchar por el interés público, por las necesidades de los ciudadanos individuales, por la retroacción de una privatización de servicios sangrante (gracias, Juan, por recordarnos «Las uvas de la ira», un texto que me llegaba primero en la pantalla grande con un jovencito Henry Fonda). Cuando tras los resultados de la jornada electoral, todos los líderes oficialistas daban leña al mismo mono, me di cuenta enseguida de que una grieta se estaba abriendo en el barco y muchas ratas tenían miedo en perecer ahogadas.

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ratio et civitas 28 de mayo de 2014 at 18:27

Yo me pregunto si el verdadero triunfante de las elecciones no ha sido Cataluña o lo que es lo mismo la burguesía catalana. Comparto la idea de Estado federal, por ejemplo la defendida por don Claudio Sánchez Alvornoz, pero no el derecho de autodeterminación. Mi pregunta es si el federalismo que defiende la izquierda oficial no será, de hecho, la integración en el capitalismo, y esto incluye a toda la oposición al PP (también a Podemos).
Siento ser una voz discordante, no es mi intención ser «aguafiestas», pero últimamente doy muchas vueltas a esta idea.
Desconozco como habitualmente hos planteáis este tema los que hos movéis en estos ambientes. Yo no he votado a Podemos, ni creo que lo vaya a votar.
Un saludo a todos.

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Ivan 28 de mayo de 2014 at 22:36

Podemos se ha convertido en el más ilusionante proyecto político antisistema desde la muerte de Franco, de modo parecido a lo que vienen representando Alianza Pais, el MAS o el PSUV en América Latina. Frente a una casta de políticos compromisarios de la clase burguesa, que pactaron la transición inmodélica de 1978 y se repartieron el poder político dentro y fuera de las instituciones, la sociedad civil empieza a rebelarse a través de organizaciones sociales (como las que convocaron el movimiento del 15-M) y de intelectuales comprometidos (Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y el resto de miembros de la candidatura de Podemos son un claro ejemplo).
La respuesta inmediata, por parte de los gurús del sistema y de los grandes medios de persuasión de la burguesía, ha sido, como en el caso de América Latina, la catalogación de Podemos como movimiento populista en sentido peyorativo. ¿Acaso el trabajo de los grandes medios de persuasión burgueses no es la manifestación más rastrera y servil de populismo, un populismo a cuatro manos, que ha hecho de la alternancia y del consenso en torno al imaginario colectivo construido por ellos el más demoledor mecanismo de control y opresión, fingiendo representar y complacer el interés general?
Al igual que los mencionados partidos de Ecuador, Bolivia y Venezuela, Podemos no ha surgido para practicar el populismo (que es lo que hacen cotidianamente los grandes medios de comunicación y partidos compromisarios burgueses) sino para crear un inevitable escenario de lucha de clases, que la clase dominante viene practicando desde la noche de los tiempos, pero de forma encubierta y disfrazada, para neutralizar la capacidad de respuesta de las mayorías oprimidas. La burguesía de aquellos países es plenamente consciente de lo que está ocurriendo, de ahí que hayan optado por la desestabilización y el golpismo. Ahora falta que una parte importante de las mayorías humildes tomen conciencia y se desconecten de la unidad de cuidados intensivos de falsimedia.
Para mí, la grandeza de Podemos, y explicación del éxito cosechado, reside en la inteligente lectura que hicieron sus líderes fundadores sobre la importancia de la confrontación con la clase dominante a nivel de medios de comunicación, creando uno propio, en un país donde no podrían entenderse las profundas desigualdades, injusticias y abusos sin traer a colación el intolerable oligopolio mediático burgués. No sólo han cosechado ellos un éxito clamoroso en las elecciones europeas gracias a la Tuerka sino que, además, han contribuido de forma relevante al crecimiento de otras fuerzas de izquierda, incluida IU, para vergüenza y denuncia de esta organización, que sigue manteniendo una entente cordiale con falsimedia, de ahí que no le deba sorprender a la coalición que la incluyan en la casta de partidos que han protagonizado la transición inmodélica, buscando el rédito electoral en los caladeros de los medios burgueses e incapaces de construir una verdadera alternativa a nivel ideológico y de imaginario colectivo.
Coincido plenamente con Juan en que el éxito de Podemos va a depender de que existan poderosos movimientos sociales en la base (como los que confluyeron en el 15-M) orientando y dirigiendo el proceso político en las instituciones. Frente a los lobbies económicos, la izquierda debe articular y sintonizar con grandes movimientos sociales alternativos, de donde deben salir una parte importante de las propuestas y de los líderes de Podemos, a semejanza también de lo que está ocurriendo en esos países de América Latina, donde se juega la liga de las estrellas actualmente a nivel planetario por lo que se refiere a la izquierda.
Aunque coincido plenamente con las primeras medidas publicadas ayer en Público, ante un hipotético gobierno de Podemos, considero que no se debe dejar pasar la oportunidad de denunciar la falta de vinculación y responsabilidad de los representantes políticos, lo que convierte de hecho el ejercicio del poder bajo las democracias burguesas en una auténtica tiranía. Capacidad jurídica y capacidad económica es todo lo que se necesita para poder cumplir cualquier oferta electoral viable en campaña, por lo que es intolerable que, mientras los ciudadanos que se obligan contractualmente incurren en vinculación y responsabilidad, los representantes políticos, con poderes especiales, disfruten de un poder ilimitado y de una irresponsabilidad absoluta. Del mismo modo que ningún ciudadano cedería a otro su derecho a decidir y su hacienda en un contrato de mandato, tampoco lo es que se entregue un cheque en blanco a quienes, por el cargo que desempeñan, disfrutan de una especial capacidad jurídica y económica. A menos que se sustituya el mandato representativo por el mandato imperativo, generando vinculación y responsabilidad a través de un programa electoral adecuadamente redactado, la representación política seguirá siendo en el mejor de los casos una arriesgada aventura política (por la presión que seguirán ejerciendo los poderes fácticos sobre los representantes públicos) y en el peor una forma de autoritarismo encubierto.

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Antonio Gonzalez 29 de mayo de 2014 at 03:21

La ilusion con Podemos muestra el desencanto con los
partidos tradicionales pero para que valga de algo es
insuficiente. Desde luego se dira es el comienzo.
Lo curioso e increible es la cantidad de gente que
voto por la continuidad PP-PSOE y eso es significativo
porque el sistema lo vera como un gran apoyo.
Se agarran de cualquier cosa, la prensa hace lo demas.

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Gabriela 29 de mayo de 2014 at 09:33

La casta política ha hundido al país en la miseria, 8.000.000 de fetiches han generado, que no hacen nada más que atesorar para ellos mismos, colmando de inmoralidad a familiares y amistades.
En IU sobrevive una casta fugada. Las propuestas de IU no ilusionan, sus políticos no convencen, derraman torpeza y mala gestión y lo que sigue pasando en el Gobierno de la Junta de Andalucía deja mucho que desear.
Podemos es innovador, políticos con dignidad, trabajadores con porvenir y dispuestos a luchar con todos nosotros por nuestros derechos y libertades.
Podemos debe consolidarse desde abajo, como bien explicas tú, Juan, si quiere este voto y muchos más que necesita.

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JcSM 29 de mayo de 2014 at 09:58

Dilect@s colegas:
¡Podemos! será lo que queramos que sea quienes estamos persuadidos de que podemos: análisis de la realidad tan profundo y objetivo como se pueda, formulación de propuestas (PENSAMIENTO) con la meta puesta en el desarrollo integral (biológico, económico, político y cultural) del ser humano, como individuo y en colectividad, y cotejo empírico de estas propuestas (teniendo en cuenta qué acciones -ACTUACIÓN- se emprendieron y con qué fuerzas pudieron emprenderse).
Felicidades a ¡Podemos! y también a los españoles, que me han dado una lección si comparamos el depauperado estado social y económico de España y los resultados electorales en países como Francia, Reino Unido, Holanda…
Salud

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goyi novo picouto 29 de mayo de 2014 at 10:30

Interesante artículo de este economista brillante Juan Torres López, en el cual, se refleja de forma imparcial la irrupción de un nuevo partido, de aire fresco tan necesario para la muy castigada ciudadanía. Ahora solamente falta que se materialicen algunas de sus propuestas, las cuales, algunas son utópicas, pero sí se pueden cambiar las cosas desde dentro y mucho, siempre que haya buena voluntad política y de trabajar duro. Les pido a los militantes de Podemos que resistan, el que resiste gana y que desmonten todas las calumnias de la ultraderecha, una a una, con hechos y datos fiables. No podemos consentir la calumnia gratuita, muy recurrida por los partidos mayoritarios, quienes no soportan que nadie les haga sombra, hay demasiadas ataduras e intereses en juego. Espero y deseo que impere el sentido común, antes que la tiranía del poder político, económico y social que vivimos actualmente, tanto a nivel europeo, gracias a las políticas represivas de la Troika, como a nivel de España, cuyo gobierno actual sigue a pies juntillas sus instrucciones, no vaya a ser que se enfade algún banquero o empresario sin escrúpulos que pululan por todo el país.

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Mercurio 29 de mayo de 2014 at 11:16

Cuando PODEMOS cuente en sus filas con los trabajadores de la industria creo que de verdad van a poder. Un funcionario es como un contable, sabe llevar buenas cuentas, pero es el comercial y el operario los que de verdad se ven las caras con la realidad de sus clientes. Sin ellos el contable no existe.

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Juanita 29 de mayo de 2014 at 14:18

Yo voté a PODEMOS, a sabiendas de que su programa está inspirado en la aplicación de medidas y decisiones meramente políticas que se han implementado en Ecuador. No debería sorprenderme que la prensa al servicio de PP y PSOE «estén cargando» contra PODEMOS acusándolo de «querer estar a la moda de la revolución bolivariana». Quien se ha tomado la molestia de analizar los procesos de cambio en latinoamérica sabe que no es lo mismo Venezuela que Cuba, ni Argentina que Chile y mucho menos, con bastante diferencia, lo que está sucediendo en Ecuador, que es un cambio democrático e inmerso en la dinámica capitalista, pero con reglas de juego redefinidas. Lo que necesitamos es que más gente investigue sin prejuicios y tome una decisión.

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Jano 29 de mayo de 2014 at 21:33

Buenas a todos.
¡claro que podemos!
Si los que han decidido arremangarse y entrar en política (politikós) no se desnortan, sin duda perderán por el camino a todos aquellos que creen que los procesos políticos y sociales, son cosa de un día para otro, pero los que sabemos que tales procesos llevan años, evitar el «desnorte» es fundamental.
A PODEMOS y en especial a Pablo Iglesias, le va a caer literalmente «la del pulpo» cada vez que cometa el más mínimo error. No creo que -de momento- a él o a cualquiera de los que le acompañan, haya que recordárselo, pero hemos de verlo: ALGUNO LES INSUSTARÁ Y TRATARÁ DE DESPRESTIGIARLOS como los pillen comiéndose una gamba, los mísmos cínicos que en ese mismo momento tengan en el plato una docena de langostas. Lógicamente querrán decir que «todos son iguales». Así que más vale que se «vuelvan vegetarianos» y den un recital de honradez y transparencia o -para nuestra desgracia- morirán sin haber nacido.
Dentro de 100 años, tal vez acaben como el PSOE y su aborregado Felipe González. Que ya nos advierte del apocalipsis PODEMOS. Ya nos los presenta con cuernos y rabo. ¡Curioso! JUSTO COMO LA DERECHONA CACIQUIL Y PROTOFASCISTA presentaba a principios del Siglo XX al entonces lider de PSOE (¡qué ironía!) Pablo Iglesias: fundador del PSOE Y DE LA UGT. ¡diós cómo cambian los tiempos!. A ver Felipe: cuando uno no vive como piensa, ACABA PENSANDO COMO VIVE. ¡qué pena me das!

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Cristina 30 de mayo de 2014 at 03:14

Aunque no me gustaría hacer futurología, a mi me parece que Podemos ha sido muy bien planteado. Al menos acá en América Latina, todos los gobiernos surgidos de la catástrofe neoliberal en busca de modelos alternativos, fueron «frentes» o «movimientos» con bases sociales muy amplias y participativas, con pocos pero fuertes puntos convergentes. La prueba de que este primer paso ha sido acertado es el nerviosismo con el que los dirigentes de los partidos tradicionales reaccionan.
Me dediqué a ver y escuchar a Esperanza Aguirre, Federico Jiménez Losantos y Carlos Herrera, especialmente. Menos atención presté a los del psoe porque, muy golpeados, por el momento están fuera de juego. También leí los diarios de mayor difusión. Del espanto inicial pasan al desprestigio verbal, y de ahí van a ir a los hechos. Filtrarán sus agentes, sobornarán, boicotearán, censurarán, reprimirán. Harán de todo.
Confío en la salud ideológica de este movimiento social y de sus líderes. Esto se pone muy interesante.

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